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Julliet estaba junto con Nancy y Steve en la biblioteca, los tres se encontraban estudiando y haciendo sus tareas, hasta que Nancy se levantó para sacarle punta a un lápiz.
Poco después Steve la siguió y ambos fueron a hablar en otro lugar, mientras que Julliet se quedó en su lugar dándoles su espacio y aprovechando de sumergirse en sus pensamientos.
Dominic había vuelto a Hawkins... Su pasado se estaba volviendo su presente. No quería volver a lo mismo, estar metiéndose en problemas.
Pero de alguna manera, justo esa época fue en la que se sintió más libre feliz, a pesar de estar en problemas constantemente.
Unos minutos después, Nancy y Steve regresaron.
—Lamentamos haberte dejado así de la nada, Julli—se disculpó su mejor amiga volviendo a sentarse a su lado.
—No se preocupen.
En realidad le daba lo mismo, esos dos necesitaban hablar bastante.
Después de eso, Julliet salió de la biblioteca con sus libros y se dirigió a su casillero, pero se quedó quieta al ver a Tina esperándola ahí.
—¡Julli!—exclamó ella al verla y se le acercó—Oye, vi a Dominic por los pasillos... ¿Tú lo habías visto?
Julliet se quedó en silencio durante unos segundos y luego le respondió.
—Sí, lo vi...
—¿Y qué tal todo? ¿Te sientes feliz de verlo otra vez? Digo, ustedes eran como mejores amigos, ¿no?
—Algo así—Julliet se encogió de hombros y Tina le dedicó una sonrisa.
—Bueno, espero que puedan hablar—ella se iba a ir, pero al parecer recordó algo y volvió a mirarla—¡Ah! Por cierto, lo invité a la fiesta de halloween.
—Oh...
Bueno, eso iba a ser un problema.
✰
Teniendo puesto un vestido rosa pegado al cuerpo con un cinturón blanco, una chaqueta de cuero negra, unos guantes sin dedos también de cuero, medias de rejilla, unas botas negras y el cabello ondulado, Julliet llegó a la fiesta de Halloween.
Julliet se encontraba hablando con Steve, Nancy se encontraba a su lado en silencio, sumida en sus pensamientos, hasta que Billy Hargrove se acercó junto con Tommy.
—Tenemos a un nuevo rey del barril, Harrington—le dijo Tommy a Steve.
Nancy volteó para irse a otro lugar y Julliet se dirigió hacia la multitud de gente bailando, no sin antes dedicarle una mala mirada a Tommy. Billy la observó de reojo, pero luego regresó su mirada hacia el chico Harrington.
Julliet se quedó quieta cuando vio a Dominic parado, apoyado en una pared mientras que bebía del ponche.
Estaba vestido con una polera blanca, una chaqueta de cuero negra y unos pantalones del mismo color.
Su cabello estaba peinado hacia atrás, pero unos cuantos mechones rebeldes caían sobre su frente.
Al parecer, él se percató de su mirada, ya que volteó a verla, pero Julliet giró de inmediato hacia otro lado y tomó el vaso de otra persona, quien se quejó al verla beber de él.
—Eso era mío...—dijo el chico y Julliet le dedicó una mirada avergonzada.
—Lo lamento.
La chica observó de reojo a Dominic, quien se encontraba viendo la escena con una sonrisa divertida.
De pronto, Nancy se le acercó para darle un vaso con ponche, diciéndole que debería disfrutar la vida como una estúpida adolescente.
Julliet aceptó.
En ese momento se encontraba bailando con otras personas mientras que bebía del ponche, hasta que su mirada cayó sobre Jonathan y casi escupió lo que estaba bebiendo.
¿Jonathan Byers en una fiesta? Eso era muy raro.
Sonrió de lado al verlo ahí, él estaba hablando con una chica. Si Julliet hacía memoria, su nombre era Samantha.
Unos gritos se escucharon y Julliet volteó a ver, encontrándose con la escena de Nancy empapada con ponche y Steve viéndose culpable.
La chica Wheeler salió corriendo del lugar, dirigiéndose al baño y su novio la siguió.
Julliet se quedó observando el lugar por donde ambos habían ido durante unos cuantos segundos, pero luego se le acercó a Jonathan.
—Hola, que raro verte aquí—le dijo al chico, quien volteó a verla con sorpresa. Luego ella se dirigió a Samantha—¡Hola! No sé si me conoces, soy Julliet Park.
—Claro que te conozco, todos lo hacen—respondió Samantha con una sonrisa y la contraria le sonrió también.
Los tres hablaron por un momento, pero la charla se vio interrumpida cuando Julliet y Jonathan vieron que Steve salió del baño con prisa y se dirigía hacia afuera.
—¿Y Nancy?—murmuró la pelinegra confundida.
—Disculpa, Samantha—Jonathan se dirigió hacia la otra chica y luego tiró del brazo de Julliet para dirigirse al baño.
Al abrir la puerta, se encontraron con Nancy adentro, tratando de limpiarse la gran mancha de ponche que tenía en su polera.
—Nancy—Julliet le habló y su mejor amiga la miró por el reflejo del espejo.
—Hola, Julli.
—Julliet, llevaré a Nancy a casa—le dijo Jonathan y la mencionada lo observó.
—¿Qué?—cuestionó ella—Sin ofender, Jonathan. Sabes que confío en ti, pero Nancy sigue siendo una chica borracha, indefensa y... No sé...
—Sé que cometí el error de sacarles fotos a escondidas—respondió el chico—Pero prometo que no soy así, nunca le haría nada de ese tipo a alguien. Solo quiero que Nancy llegue a salvo a su casa y Steve se fue.
—Es cierto, Steve... Él se veía mal al salir de aquí—murmuró Julliet pensativa y luego soltó un suspiro—De acuerdo, lleva a Nancy a su casa, yo iré con Steve.
Jonathan la observó confundido, pero antes de poder preguntarle algo, Julliet ya había salido del baño.
La chica Park salió del lugar, todo bajo la atenta mirada de Dominic, quien ahora se encontraba bailando junto con otras personas.
Julliet buscó con la mirada el auto de Steve y al encontrarlo se acercó, viendo que el chico ya lo estaba poniendo en marcha, así que tocó el vidrio del asiento copiloto.
Steve volteó a verla con los ojos un poco rojos y luego le abrió la puerta para que entrara.
Al entrar al asiento copiloto, Julliet habló.
—¿Qué fue lo que pasó?—preguntó ella—Dejaste a Nancy sola y borracha en el baño, así que algo pasó.
—No es nada... Solo que me dijo que no me ama—respondió con voz pesada y Julliet lo observó con sospresa.
—¿Nancy te dijo eso?—cuestionó sin salir de su asombro y Steve asintió con la cabeza.
Se quedaron en silencio durante varios segundos.
—¿Cómo te sientes?
—Como una mierda.
Julliet lo observó de reojo y luego regresó su mirada hacia al frente.
—Entiendo que lo que te dijo Nancy te haya dolido, pero aún así... No creo que fue lo correcto dejarla sola en un lugar así estando borracha—le dijo Julliet con voz suave, tratando de que no sonara como que lo estaba recriminando.
—Tienes razón, soy un estúpido—Steve iba a bajar del auto, pero la chica lo detuvo.
—No, ya no es necesario.
El contrario iba a preguntar, pero Julliet volvió a hablar antes de que pudiera decir algo.
—¿Te gustan los dulces?
✰
Julliet y Steve se encontraban en el living de la casa de la chica, estaban comiendo dulces mientras que veían una película de terror en la televisión.
Sunhee estaba durmiendo en su habitación en el piso de arriba, así que no había ningún problema.
—¿Ves que puedes endulzar la vida con esto?—Julliet le dijo a Steve mostrando uno de los dulces y luego se lo metió en la boca.
Steve soltó una risita y luego asintió con la cabeza.
—Sí, es verdad.
Julliet estalló a carcajadas cuando Steve se echó a la boca cinco dulces de una.
—¡Oye! ¡Esos son mis favoritos!—exclamó la chica frunciendo el ceño—¡No te los comas todos!
—Recién te estabas riendo y ahora estás enojada—señaló Steve—Al parecer tú también estás borracha.
—Tal vez un poquito.
Siguieron viendo la película mientras que comían dulces, hasta que Steve decidió irse a su casa. Daba lo mismo, ya que Julliet se estaba muriendo del cansancio.
El último pensamiento de Julliet antes de caer dormida en su cama, fue que debía hablar con Dominic.
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