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—Barb, no lo creo—la voz de Nancy Wheeler hablando por teléfono era el único sonido que había en la habitación.
Julliet Park se encontraba sentada en el escritorio de su mejor amiga, había ido a visitarla por la tarde y habían estado hablando durante horas hasta que oscureció; entonces, la otra mejor amiga de Nancy, Bárbara, la llamó por teléfono y ella se desconectó de Julliet.
A Park no le importaba, estaba acostumbrada, no le molestaba que Nancy tuviera otra mejor amiga. Barb y ella no eran cercanas, hablaban casi todos los días solo por Nancy y se consideraban amigas, pero no era una amistad cercana como la de Nancy.
Julliet se estaba probando un labial de Nancy, cuando unos pasos en la escalera se escucharon y luego, unos golpecitos en el marco de la puerta.
—Hola, Julliet—el pequeño Dustin Henderson le saludó, esbozando una dulce sonrisa. La chica lo saludó con la mano y le devolvió la sonrisa—Hey, Nancy. Quedó una rebanada si quieres, tú también, Julliet. ¡Tiene salchichas y pepperoni!
Nancy lo observó algo fastidiada y habló al teléfono—Espera.—se levantó de la cama y Dustin le sonrió, pero ella simplemente le cerró la puerta en la cara.
—¡Yo sí quería pizza!—exclamó Julliet dejando el lipstick de lado, su amiga le miró divertida.
—No te gustan las salchichas.
—Podría haberlas apartado, no hay mucho problema en eso.
Nancy volvió a recostarse en la cama soltando una risita, mientras que Julliet se levantó del asiento en el que estaba sentada.
—¿Ya te vas?
—Sí, ya es bastante tarde y tengo cosas que hacer en casa.
Wheeler asintió y volvió a hablar al teléfono. Julliet suspiró y salió de la habitación, despidiéndose de su amiga.
Al bajar de las escaleras, se despidió de los padres de Nancy y salió por la puerta principal.
Una sonrisa se instaló en sus labios al ver pasar a los amigos del hermano menor de Nancy, Mike.
Dustin y Lucas Sinclair pasaron primero, y un poco más atrás venía Will Byers.
—¡Adiós, pequeño!—alzó un poco la voz. Will giró un poco la mirada para ver de quien se trataba.
—¡Adiós, Julli!—se despidió volviendo rápidamente la vista al frente para no accidentarse.
Will y ella eran bastante cercanos, la madre de Julliet era amiga de Joyce Byers, su madre, debido a habían ido a la escuela juntas hace años.
Básicamente, Julliet conoce a Will desde que era un bebé. Él tenía un hermano mayor llamado Jonathan, en su infancia ellos habían sido bastante cercanos, pero mientras más crecían empezaron a perder comunicación.
✰
Julliet sacó dos panes de la tostadora y le dio una gran mordida a uno de inmediato. Su madre, quien estaba sentada tomando desayuno, le observó con una mueca.
—¿Sólo comerás eso?
—Esto como todas las mañanas antes de ir al colegio. Después paso a comprar algo, no sé.
A juzgar por la expresión de la mayor, seguía sin estar contenta aún con esa respuesta.
Julliet se acomodó su bolso en su hombro derecho, pero antes de dar un paso fuera de la cocina, su madre le volvió a hablar.
—Tu padre te llamará por la noche, quiere saber cómo estás—habló algo dudosa, la adolescente se congeló en su lugar sin voltear a verla.
—Ya te he dicho que no me gusta cuando él llama, no lo vuelvas a mencionar—respondió con un nudo en la garganta y algo molesta.
Su madre suspiró.—Lo sé, pero él realmente-
—¿Él realmente qué?—la interrumpió, girando alterada hacia ella—¿Quiere hablar conmigo? No me hagas reír, ambas sabemos que no le importo ni un poco. Estoy cansada que lo sigas defendiendo después de todo lo que nos hizo, sobre todo a ti.
—No lo defiendo.
—Sí lo haces, y también me obligas a hablar con él cuando yo no quiero. ¿No recuerdas todo lo que nos hizo pasar?—hizo una pausa, tratando saliva. Luego se recompuso y comenzó a negar con la cabeza—No sé porqué me sigo esforzando en hablar contigo sobre esto. Lo único que sé, es que no quiero volver a saber de ese hombre en mi puta vida, no es un padre para mí.
Se dio media vuelta y salió de la cocina, secándose unas cuantas lágrimas que habían salido, para luego salir de la casa.
✰
Julliet cerró su casillero luego de sacar los libros y cuadernos que necesitaba.
Miró hacia la entrada, encontrándose con Nancy, así que de inmediato se acercó a ella.
Barb se unió a ellas al instante.—Entonces, ¿te llamó?
—Baja el volumen—respondió Nancy, conteniendo su sonrisa.
—¿Lo hizo?—insistió la de cabello corto.
—¿Estamos hablando de el "asombroso" Steve Harrington?—cuestionó Julliet algo perdida, Barb asintió en su dirección.
—Les dije que no es así—Park rodó los ojos ante la respuesta de Wheeler, era claro que mentía—Sí, le gusto, pero no así—llegaron hasta su casillero—Solo... nos besamos un par de veces.
—"Solo... nos besamos un par de veces".—la imitó Barb, apoyándose en el casillero de al lado—Nance, en serio, serás tan popular que no podrás creerlo.
—No, para nada.
—Más te vale que sigas siendo mi amiga—Julliet se sentía algo fuera de lugar en aquella conversación.
—Mira a Julliet, ella es bastante popular por su belleza y sigue hablando con nosotras—Nancy integró a su otra mejor amiga a la conversación.
—¿Ser famosa por ser coreana-estadounidense?—se burló la chica Park.
—No eres famosa por eso, eres famosa porque eres muy bonita.
—¿Y si soy famosa, por qué no estoy en el grupo de populares?
—Porque tú los apartas—respondió Barb con obviedad—Si se hacen amigas de Tommy H. o de Carol-
—¡Qué horror!—interrumpió Nancy abriendo su casillero, Julliet simplemente hizo una mueca ante la mención de ellos—Te digo que fue una sola vez...—la de cabello corto la miró incrédula—Dos veces.
Nancy se detuvo al ver algo en su casillero, era una nota.
La abrió, esta decía: "Te espero en el baño - Steve".
—¿Qué decías?—se burlaron Julliet Barb al unísono. Nancy apretó los labios.
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Ya había oscurecido, Julliet se encontraba cenando junto con su madre.
—¿No llamarás a tu padre?—insistió la mujer, la menor estaba empezando a hartarse.
—No-—respondió secamente, cortando un pedazo de waffle y metiéndoselo a la boca.
—Hace bastante tiempo no hablan.
—Hace casi tres meses y terminé teniendo un ataque de pánico—le recordó Julliet con molestia.
—Está bien, lo siento—su madre se veía arrepentida de insistir tanto.
Julliet dejó de comer por unos segundos, observando a su progenitora fijamente.
—Él no puede hacerte daño ahora, ¿lo sabes, cierto?—cuestionó la menor—No tienes que seguir dándole el gusto. Ya se acabó, ya no están juntos, ya no te va a lastimar.
Su madre, Sunhee (alias Sunny), asintió algo desanimada, y Julliet se sintió mal por haberla tratado de esa manera, ella solo estaba asustada de que si no hacía lo que ese hombre le pedía, iba a volver a buscarlas y hacerles daño.
—Hay algo de lo que me olvidé decirte—comentó la mayor cuando Julliet continuó comiendo.
—¿Qué es?—le dio un sorbo a su café.
—Joyce Byers no encontró a su hijo esta mañana—Julliet detuvo cualquier movimiento que estaba haciendo.
—¿Qué? ¿A Will?—cuestionó con sorpresa, Sunhee asintió—¿Cómo es eso posible? Recuerdo que ayer en la noche me despedí de él, iba en bicicleta como lo hace siempre...
—Ya lo sé, ¿no es raro? Nunca ocurren cosas así, seguro lo encontrarán luego, tengo pensado hablar con Joyce mañana si es que aún no aparece.
—¿Hopper está a cargo?
—¿Quién más lo estaría?
—Con razón llamé a su oficina hace un rato y no respondió.
—¿Para qué lo llamabas?
—No sé, para hablar. Sabes cuanto lo aprecio.
Sunhee asintió mientras que la mirada de Julliet se perdía en un punto fijo, luego pareció reaccionar al recordar algo.
—Dios mío, Jonathan... no me imagino como debe estar él.
—Solo hay que esperar a que lo encuentren luego, sano y salvo. Hopper organizó una búsqueda para esta noche.
—¿Para esta noche? Pero el clima no se ve muy bien.
—Lo sé.
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