Viaje a Francia- LO SIENTO (3/3)
[Narra Yuri]
Me fui a dormir con mi hermano en la cama. Me puse mi piyama y nos metimos bajo las sábanas.
─Hace tanto que no dormíamos juntos, Yuri.
─Lo sé. Bueno, buenas noches, hermanito─ le di un beso en la frente, y caí dormida en dos segundos.
Empecé la preparatoria en el mismo colegio (¡hasta la misma clase!) que Taro. Gracias a Dios que es una escuela japonesa, por ende todos hablan mi mismo idioma, la verdad es que no sé mucho de francés, jeje. Decidí no encariñarme con nadie, porque luego sería feo tener que despedirme de ellos. Ya suficiente tengo con mi hermanito.
También conocí a una chica que estaba enamorada de mi hermano. Creo que se llamaba Ayumi... No... Eeeeh... ¡Azumi! Sí, Azumi Hayakawa. Desde un principio me puse feliz, y jodía a Taro un poco, como cualquier amigo. Pero luego me di cuenta de que estaba... celosa.
Es que si Taro tiene novia, no me va a prestar tanta atención, ¡y yo no viajé un día y medio sólo para ver a mi hermano chapando con una chica y no me preste atención!
Claro que quiero que sea feliz, pero... no sé. ¡Lo único que sé es que tengo que aprovechar el poco tiempo que me queda aquí en Francia para disfrutar con mi hermano! Ya pasaron ocho meses. Las clases terminarán en dos meses, y luego tengo el verano para pasarlo con él ¡Podré ir a la playa!
Estoy en la cocina sirviéndome jugo. Taro fue a hacer las compras. Yo me quedé porque justo ayer de noche me vino el período, ¡y créanme que no quiero salir a ningún lado hasta que se me pase! Y ya, él fue a comprarme toallitas femeninas.
Papá está tomando un café y leyendo un periódico.
─¿Te duele mucho la pelvis, Yuri?─ me pregunta.
─Un poco...
─¿No quieres tomar una pastilla?
─Es que ya no quedan más. Taro fue a comprar.
─Oh, ya veo. Lamento no hacer mucho, es que como no soy mujer y nunca tuve la menstruación, no sé lo que se siente─ se ríe.
─Jeje, es verdad.
Tengo que admitir que me siento muy mal al odiarlo todos estos años. Tal vez ya no sea cien por ciento su hija, pero a pesar de eso, siento que quiero abrazarlo con todas mis fuerzas. Recuerdo cuando era niña, y él me ayudó a aprender a dar en bicicleta sin las rueditas. Su presencia me dio ánimos de seguir pedaleando. O cuando me lastimaba, y él me curaba. No cabe duda de que es mi padre, mi padre biológico. Y ahora entiendo por qué tomaba antes de la separación con mi madre. Antes de entrar a la secundaria, aprendí que es normal perder un trabajo por equis motivo, y para una persona que dedicó toda su vida a ese trabajo, debe ser un verdadero shock, y se les antoja tomar para neutralizar la depresión. Y también es normal que discuta con su pareja, tal vez por la situación económica, o no sé por qué más. Si no hubiera perdido su trabajo... seguiríamos siendo una familia...
─¿Yuri? ¿Estás bien?
─Papá─ tomo aire y lo dejo salir. Empiezo a hablar con una voz que no reconozco como mía—:, lo siento...
─¿Eh? ¿De qué hablas?
Y sin pensarlo, las palabras salen de mi boca como si fuera un loro:
─Yo solía odiarte por golpear a mamá, beber frente a ella y abandonarnos así. Más que nada por obligar a Taro a despedirse de sus amigos por tu trabajo de pintor, pero ahora que estuve viviendo estos últimos ocho meses contigo, me di cuenta de que no nos quisiste abandonar así nomás.
─Yuri...─ deja el periódico sobre la mesa, se para y queda en frente de mí.
─Entendí que eran temas difíciles, de grandes. Y ahora me siento peor, porque solía odiarte con todo mi corazón, pero para ser honesta, te sigo queriendo cómo a mi padre biológico. No sabes cuánto te extrañé...─ la voz me sale rota, y sin pensarlo dos veces, lo abrazo y escondo mi rostro en su pecho.
─Yuri... No fue fácil dejarte. Quería que te fueras con nosotros, pero quisiste a mamá, y respeté tu decisión. Entiendo que te asusté al hacerle eso a mamá, lo lamento, jamás pensé que me verías hacerlo. Te sigo amando como una hija a pesar de la distancia y el tiempo. Yo siempre soñé con ser padre, y al tenerlos a ustedes dos, me puse muy contento. No quería que pasara lo de mi anterior trabajo, pero el destino es cruel...
Al escuchar eso, me hace llorar mucho más.
─Así que Yuri, perdóname por todo...
─¡PAPÁ! ¡TE AMO!─ mis ojos son un mar de lágrimas.
─No me gustaba la idea de separar a Taro de sus amigos, pero mi trabajo es así... Quisiera volver a Japón una vez termine mis obras y las muestre en el salón más famoso de Francia. Ya no quiero vivir separado de mi familia...
─Ay, papá...
─Lo pensaré. Si todo sale bien, volveremos a Japón. Prometido.
─Gracias, papá─ le digo con toda la sinceridad del mundo.
─Te amo, hija.
─Yo también.
Y así resolví este problema que tuve durante tantos años. Ya puedo vivir y morir en paz.
Volví a Japón con una enorme sonrisa en el rostro. Acabo de vivir el mejor año de mi vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro