MAKE A WISH
﹙capítulo siete﹚
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          Los veinticuatro minutos estaban a punto de terminar. Cassandra separó despacio sus manos de las de Killua, y gradualmente éste fue regresado a la realidad.

—¿Qué tal la experiencia? —Quiso saber la mujer.

Killua debía admitirlo, había sido algo increíble. En todo momento se sintió tan real como si lo hubiera estado viviendo en primera persona. No se trataba de un simple sueño o una vulgar hipnosis. Todo había sucedido tal y como él lo había soñado tantas veces. Había percibido todo con sus cinco sentidos, como si en verdad hubiera estado allí: El tacto, los aromas, las voces...

—Seré sincero, tu habilidad es genial.

—¡Qué bien, oniichan! —Alluka estaba tan feliz.

—Ahora que ya he hecho lo que me pediste, dime ¿Quién te ha dicho nuestros nombres y por qué has hecho esto? —Quiso saber Killua, una vez más.

—Digamos que tienes un buen amigo que a su vez tiene otro amigo que se puso en contacto conmigo porque quería devolverte un gran favor, dijo algo como que estaba vivo gracias a ti. No puedo decir más, aunque supongo que sabrás de quién se trata, no creo que hayas salvado a tanta gente como para tener dudas respecto a esto ¿no?

—Oniichan, yo soy la cómplice que te trajo aquí ¿me perdonas? —confesó Alluka algo temerosa de que Killua pudiera enfadarse por haber contactado con Gon a sus espaldas.

—¡¿Qué?! ¡Claro! Quiero decir... ¿Qué tú has hecho qué? ¿Estabas compinchada para traerme aquí? Me sorprende lo bien que has fingido todo el tiempo —comentó incrédulo.

—¿No me ves capaz, oniichan? Aunque no sea tan fuerte ni tan lista como tú, también soy una Zoldyck —refunfuñó Alluka.

Killua sonrió lleno de felicidad, comprendiendo quién estaba detrás de todo y lo que había hecho su pequeña hermana por él. Su vida no había sido nada fácil. Nació y creció en una familia de asesinos profesionales, sometido a duros entrenamientos, ingiriendo veneno desde antes de que le hubieran salido los dientes y soportando las más extremas pruebas físicas y mentales imaginables desde que tenía memoria. Toda su vida había repudiado el título de heredero. No quería vincularse al asesinato. No quería matar. No quería. Aquella realidad deseada le había mostrado la otra cara de la moneda: Una familia unida, feliz y normal donde la sangre no manchaba sus manos y el asesinato solo tenía lugar en las películas de acción que veía con sus hermanos.

No obstante, haber tenido la experiencia le había hecho darse cuenta de algo muy valioso. Si nunca hubiera tenido la vida que tuvo, si no hubiera nacido siendo Killua Zoldyck, el heredero de la familia de asesinos más famosa del mundo; jamás habría huido de casa, jamás habría tomado el examen de cazador, jamás habría conocido a Gon. En definitiva, no sería la persona que había llegado a ser. Cada detalle bueno o malo, cada alegría y cada lágrima, cada golpe, cada sufrimiento, todo el dolor, las personas que se cruzan en tu camino, cada instante que vives te moldea para dar forma a lo que eres, haciéndote más sabio, más fuerte y experimentado. El pasado no es sólo pasado, es parte de lo que somos hoy, y Killua no podía desear una realidad mejor que la que estaba viviendo ahora mismo.

F I N

Gracias por leer.
⸻ℐrisෆ