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🍷24;

Roma....3:PM.

Jimin había llegado a Roma en busca de Momo, tenía el tiempo suficiente para enfrentarla y matarla de la peor manera posible.

Su cabeza estaba llena de ideas de qué hacer con ella. Había llegado al continental de Roma, fue bien recibido por varios hombres amigos de su esposo.

Ya había tomado el tiempo de tomar un trago después de lo que sucedió en Londres. Hubo un escándalo por la muerte del Señor Hirai, ya que encontraron el cuerpo tirado en una fuerte con miles de botellas de vino a su lado.

Jimin no era tonto, había contratado a los forenses de la mafia para que hicieran el trabajo sucio, fue fácil y ahora era el turno de Momo.

Bebió de trago con las infinitas llamadas de Jin y Namjoon, de seguro que su prometido ya se enteró sobre lo está tramando, debía seguir con sus planes, era demasiado tarde para arrepentirse sobre ellos y regresar a Japón.

Jamás creyó que terminaría haciendo estás cosas, matar a alguien era algo grave, pero por su hijo y prometido lo que sea. I

─¿hallo süß wie geht es dir?

«¿Hola cariño cómo estás?»

Suena una voz a su lado. No entendió el pelinegro bien que decía pero su tono deducía que era alemán, Jimin le dio igual y siguió bebiendo ignorando al tipo a su lado. Solo quería paz por un momento.

─¿willst du woanders hin?

«¿Quieres ir a otro lugar?»

Lo siguió ignorando el menor dándole igual, este soltó una risita traviesa o eso sonó para Jimin. El alemán quiso tomar la mano de Jimin pero Jimin fue más rápido y la apartó con molestia.

─¡verrotten! ─Le dice para levantarse de ahí e ir a otro lugar.

Malditos tipos de mierda, ¿acaso no veían que tenía el anillo de compromiso en su dedo? Eran unos jodidos puercos.

El alemán lo miro con molestia y el bartender solo ríe.

Entró a su habitación mientras se cambiaba y tomaba lo necesario para lo que haría esta tarde. Tomó las armas que le eran posibles, a la luz del día podría ser peligroso pero no imposible.

Había dado con la ubicación de la iglesia Franciscana dónde el señor Hirai le había dicho, Momo vestida de monja, que maldita hipócrita.

No haría esto solo, es más fácil para él está gran ventaja tenía, ella estaba en sillas de ruedas, de seguro ya sabía que venía por ella Jimin. De vería temer por su patética vida porque Jimin no tendría piedad de ella.

Carga su arma mirando el espejo frente a él, su porte elegante y letal le dejaba claro que ya no era ese Park Jimin.

─Reza por tu vida maldita hija de perra, ya te llegó tu hora.




♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛








Rose pasaba por el restaurante más lujoso de Seúl, había llegado bien vestida para hacer lo que ya tenía planeado.

Habían dado la noticia que el guapo millonario Kim Jisoo había venido a cenar aquí, tenía que aprovechar su única oportunidad para tener en su manos a alguien tan codiciado para el mundo. Además de que supo que era cercano al gran empresario Jeon Jungkook. Una cosa más entre sus planes.

Tenía puesto un traje rojo pegado a su cuerpo mostrando un poco sus pechos, su pelo ahora rubio cubría el escote de su vestido. Tenía todo listo para esta noche.

Llegó al restaurante como si fuera de aquella alta sociedad, hombres pusieron su mirada en ella, incluso Jisoo quien no perdió movimientos de ella hasta que la miro sentada sola en una mesa algo cerca de él.

Había logrado su cometido con el guapo empresario. Ordenó un Martini y unos espaguetis. Si no lograba que el guapo de ahí enfrente se sintiera atraído por ella, le saldría caro pagar está comida tan sencilla.

Jisoo hablaba con unos inversionistas sobre los nuevos negocios, estaba claro en sus objetivos y los muy sucios que tenía sobre ellos.

Rose estaba aburrida así que cuando la chica que cantaba en vivo terminó de cantar, ella se puso de pie, Jisoo la miró atento a sus movimientos.

La intención de la rubia era cantar una canción para tentar más al mayor.

─¿Puedo?

Le dice a la chica.

─Por su puesto.

Le entrega el micrófono y Rose se pone en medio llamando aún más la atención de todos aquellos hombres, era buena seduciendo tipos desagradables.

Empezó a cantar con una voz demasiado hermosa, más de uno aplaudió su gran actuación y claro la de Kim Jisoo también. Su voz sonó demasiado melodiosa y única, su sonrisa y mirar al cantar hipnotizó al pelinegro quien le admiraba hermosamente.

Dejó el micrófono aún lado. Volvió a su asiento pero Jisoo ya estaba ahí listo para ligar con la rubia.

Rose sonrió triunfante.

Ahora sí hermanito, prepárate para sufrir.

─Me llamo Park Rose, es un placer.

Jisoo toma su mano besando sus nudillos con elegancia.

─Un gusto, Park Rose.

Y ella sonrió triunfante.







♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛








─Ella está adentro señor Jeon, estamos listos.

Dice que uno de los hombres contrató para raptar a Momo, había contratado varios tipos dispuestos a hacer cualquier cosa por unas monedas de oro.

─Bien, no quiero fallas. Andando.

Los tipos salieron de la camioneta vestidos de monjes, sus túnicas escondían las armas que usarían. Jimin por lo tanto tapaba su rostro caminando hacia la iglesia Franciscana, con su sombrero.

Estaba listo y dispuesto hacer esto, ya había probado la adrenalina y le gustó ver los cuerpos muertos frente a él, ya era una asesino pero le daba igual serlo total, qué más da matar escoria humana como está.

Sube a las escaleras que daban hacia la puerta de la iglesia, al pasar suena un vaso de metal con algunas monedas adentro. Jimin mira hacia abajo notando aún vagabundo alzando un el brazo de metal, Jimin suspira y saca un billete y se lo deja.

No sospecho nada y que iba a sospechar si solo era un vagabundo.

─Grazie, Dio ti benedica.
«Gracias que dios te bendiga»

El rubio solo sonrió y caminó hasta la entrada al fin llegando a dónde daría comienzo a su masacre y venganza.

Él vagabundo sonríe mirando al pelinegro ojos de esmeraldas entrar, se levanta de ahí y camina aún auto lujoso para cambiarse, estaba listo por si algo malo pasaba.

Mientras caminaba por el pasillo el olor a incienso inundó sus fosas nasales, miro algunos parroquianos rezar en la banquillas, y otros hincados pidiendo perdón por sus pecados.

Los monjes estaban en su lugar, las monjas que salían de una capilla de rezos caminaban hacía donde Jimin venía, una de ellas llevaba a Momo en su silla de ruedas.

Mira a la desgraciada que mató a su hijo, a la hija de la gran puta que le quitó su felicidad, quería ahora mismo matarla y terminar con todo esto pero sería fácil y no sufriría suficiente para pagarlo que hizo, él quería que ella se revolcarse en piso pidiéndole perdón por el dolor que le causó a Jimin y a su futuro esposo.

Sacó el arma sin más y las monjas que lo veían gritaron en pánico, los monjes comenzaron caminar a dónde Momo y ella entró en pánico mirando con confusión lo que pasaba.

─¡Vine por ti maldita hija de puta! Ya no tienes a dónde más escapar.

Momo se echó hacía atrás con su silla de ruedas para huir pero fue detenida por los monjes. Jimin no se contuvo y cuando la tuvo de frente no evitó darle una buena bofetada y un rodillazo en el estómago.

Momo tosió ante la falta de aire que eso le provocó, aún había un escándalo afuera pero Jimin no le importó aquello.

─Creíste que te saldrías con la tu ya maldita perra, después de lo que le hiciste a mi hijo y mi esposo ─la mira con hastío─ pagaras lo que le hiciste a mi hijo, te haré agonizar, te haré comer mierda y pedirás que te dé un tiro para terminar con tu tortura y patética vida.

Cada palabra dicha por Jimin sonaba tan cruel, pero tan cierto. Cualquier madre o padre o algún familiar que le hayan quitado alguna persona especial en su vida, si tuvieran la oportunidad de matar a su asesino ellos no dudaría en hacerlo, justo como Jimin se sentía ahora.

Momo empezó a reírse por las palabras de Jimin, este la miró con molestia.

─Cres... que soy tonta ─toce─ yo... yo te mataré igual que a tu hijo, sufrirás lo mismo que él, maldito ¡Marica!.

Grita lo último en desesperación, él tenía que controlar la fuerza que tenía por dentro, tenía que pensar con la cabeza y no dejarse cegar con en rencor.

─Sabes que es tu fin Hirai Momo, así como lo hice con tu estúpido padre.

Ella lo mira estupefacta.

─¿Mi...mi padre?

─Si... Tu padre, que bueno que le harás compañía en el puto infierno, donde disfrutaras del hermoso calor del fuego que te espera.

─¡Maldito mataste a mi padre maldito! Jamás te lo perdonare.

Se echa a reír Jimin y coloca una mirada siniestra en esos ojos verdes, Momo trago grueso.

Esa mirada le decía que pronto su final se acercaba, su padre muerto y ella en silla de ruedas y sin saber cuidar de ella misma.

Estaba perdida pero no sin luchar por última vez.

─No... podrás conmigo Park Jimin, te vas a repetir por esto ─amenaza.

─Quiero ver eso.

─Lo verás, ¡Ahora muchachos!

Grita tomando por sorpresa a Jimin, los monjes fueron disparados desde atrás, Momo cayó al suelo pero alguien la ayudó a levantarse. Jimin no sabía qué rayos pasaba y es que se sumergió tanto en que ya tenía la victoria que no previno esto.

Disparó a los tipos disfrazados de padres y mató algunos, otros se enfrentaron a él a puños y Jimin como podía se defendía de ellos. Uno lo atacó por la derecha y Jimin logró darle en la cara, otro tomó un bastón intentando darle en estómago, el pelinegro lo detuvo haciendo el movimiento hacia delante para regresar el golpe empujándolo haciendo que dos cayeran al piso.

Esto se estaba descontrolado, eran muchos para él solo, sus hombres estaban en el piso muertos, no se rindió y comenzó a pelear.

Estaba agotado ya no podía más, ellos cada vez eran más y él estaba seguro que vivo de aquí no saldría, pensó en Jungkook y el cómo lo dejaría solo, se lamentó de no haberle dicho donde estaba y que hacía, pero no era momento de aquello y luchó hasta el final.

Las cosas afuera de la iglesia llamaron la atención de la policía, necesitaban salir de ahí lo antes posible solo que Jimin se resistía a perder o detenerse. Momo dio la señal y todos se lanzaron a los ojos verdes como perros.

─¡Malditos!

Gritó pero ellos lo sostenían con fuerza, lo golpearon hasta hacerlo sangrar, su labio roto, su nariz sangraba y morados en su bello rostro aparecían, estaba débil y sin fuerzas.

Uno de ellos dio el golpe final y eso noqueo a Jimin haciendo que su vista se tornó borrosa y luego solo miro oscuridad.

─Andando, la policía viene.

Todos acataron sus órdenes y la siguieron detrás.

Aquel vagabundo miró todo con atención, le dio señales a sus hombres para que los siguiera.






♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛









Todo le daba vueltas al Jimin, no sabía exactamente dónde estaba. Su vista apenas le dejaba ver algunos rayos del sol calar en su rostro, entonces recordó lo que pasó.

Él está siendo atrapado por los hombres de Momo. Trató de moverse pero se dio cuenta que estaba atado en un silla, dios esto sí que era malo. Apenas logra percatarse qué pasaba a su alrededor, le dolía la maldita cabeza.

-Vaya hasta que despiertas Park, ya me estaba aburriendo.

Escucha su chillona voz, él la mira llegar en esa silla de ruedas que la condenó a su muerte. Ella sonreía como una puta celebridad con esos tipos a su alrededor, eso solo enfurece más a Jimin.

Ser atrapado no estaba en sus planes, pero ahora estaba jodido.

─Te dije que no te saldrías con la tuya, también soy muy lista, solo espera que vinieras por mí y mirá, aquí estás.

─Solo... eres un muerta que no seda cuenta.

Momo ríe aplaudiendo divertida.

─Pero si aún tienes huevos para hablarme de esa manera, sí que no tienes miedo a morir maldito.

No dijo nada más el pelinegro, miraba por todos lados pero dudaba salir de ahí con vida, ¡mierda estaba jodido!, en serio jodido.

─Sabes creo que me hiciste un gran favor  ─comienza a decir─. Mi padre al morir me dejaría toda su herencia, seré malditamente rica, no sabes lo mucho que disfrutaré de ello y además como postre mataré al prometido de Jeon Jungkook, es algo totalmente gratificante.

Maldecía en sus adentros por dejarse atrapar, no tenía salida, y ella se saldría con la suya, todo su esfuerzo se fue a la mierda. Había olvidado las malditas reglas que Jin le dió: jamás célebres antes de tiempo, eso siempre sale mal.

─Enserio gracias Park por lo que hiciste por mí, pero es una lástima que no vivirás como tú hijito.

─¡NO HABLES DE ÉL MALDITA! ─estaba al límite de la importancia que sentía, su rostro rojizo por la furia acumulada.

─¿Por qué no? Si fue muy divertido, solo corte su pequeño cuello y lo aventé como la basura que es. Fue algo que disfruté hacer, algo que me devolvió lo que tu querido prometido me hizo cuando me disparó en las piernas. Esas cosas causan traumas y dejan secuelas, puede que esa persona por rencor se vuelva loca y haga lo que yo hice.

Se removió como loco intentando zafarse de la silla pero sus intentos fueron en vano, no podía y ella solo se burlaba de él y sus intentos ingenuos de escapar.

─No podrás salir Park, estás frito ─truena los dedos y unos de sus hombres se acerca a Jimin con una navaja demasiada filosa─ Fue lindo charlar contigo, y a ver compartido este tiempo juntos, no creí que me buscaras y mucho menos que te tomaras la molestia de matar a todos esos tipos por mi, fue algo alargador para mí.

─Eres una basura, no te saldrás con la tuya. Incluso si yo muero mi esposo te encontrara y te matara.

─Ya había oído hablar de eso y miran ─dice obvia─ Estoy enterita y sin un rasguño, y así estaré por mucho tiempo, pero tú no, es una lástima yo quería ir a tu boda.

Mueve la cabeza y el tipo asiente para colocar la navaja en la garganta de Jimin. El rubio estaba mirando arriba pensando en Jungkook y en esos momentos que no pudo disfrutar, esa boda que no llegó y el cómo no pudo decirle una vez más que lo amaba.

¿Este era su destino? ¿Esto se lo merecía por amar aún Mafioso? Moriría con orgullo no importaba lo demás, amo al primer hombre, descubrió el amor y el que ser padre por poco tiempo, pasó cosas maravillosas y ahora todo eso únicamente serían recuerdos.

Unos buenos recuerdos.

─Mátalo, ya no perdamos el tiempo.

Jimin pudo sentir el ardor sobre su delgado cuello, cerró los ojos esperando el final, un final que no llego.

Un disparo resonó justo en la frente al tipo de la cuchilla, todos sacaron sus armas para disparar a quien sea que disparó, pero no había nadie y Momo temió en ese instante.

─¿Qué mierda? ¡Hagan algo estúpidos!

Otro disparo, otro tras otro derribando a todos los hombres que estaban ahí. Momo intentó huir de ahí pero no podía, Jimin miraba los cuerpos caer totalmente asombrado y aliviado a la vez.

Alguien arriba lo quería vivo y él lo agradece.

─¡Mierda qué está pasando! ─gritó desesperada.

Ya no quedaba nadie en aquel lugar, solo ella y Jimin.

─¡¿Quién mierda te ayudó?! No tenías a nadie más.

─Claro que sí.

Ambos dirigen su mirada a la voz gruesa que resonó atrás, entro un hombre de elegante esmoquin, su cabello negro algo largo, tenía un pistola plateada con una iniciales extrañas que no logro distinguir Jimin.

─¿Quién es usted? ¡¿Quién demonios es usted?!

─Desaten al chico ─les ordena a sus hombres.

Jimin fue disparado y rápido tomó un arma para defenderse.

─Déjenme presentarme ─los mira ambos pero en especial a Jimin quien lo miraba confundido─ Mi nombre es John, Jeon John.

─Jeon... ─murmuró Jimin estupefacto.
¿El es...? ¿Qué rayos otro Jeon, cuántos había?

─Ahora tu ─mira a Momo─ pagarás lo que le hiciste a mi nieto y yerno, meterte con un Jeon es un grave error niña, pagarás lo que hiciste.

─¡Que..!

Fue lo último que dice Momo pues uno de los hombres del señor John la noqueo. Ella cayó al piso y Jimin no sabía que decir, su cuerpo dolía, estaba confundido, ¿qué rayos pasaba?

─Nada mal chico, pero te falta práctica, estuviste a punto de morir.

─¿Usted es un Jeon? ─a duras penas lo dice.

Él hombre asintió.

─Vamos al continental te explicaré todo ahí. ¿Por lo tanto que harás con ella? ─le señala.

Él pelinegro la mira y camina hasta ella mirándola sangrar de la cabeza. Sería fácil dispararle pero no sufriría y no quería eso Park.

─Tengo otros planes para ella ─Es lo único que dice.

Él hombre asintió.

─Muy bien, señores ya saben que hacer ─la tomaron para llevarla a fuera, Jimin camino a lado del hombre sin decir nada, estaba cansado y adolorido ─Tenemos mucho que hablar Jimin.

─Sí señor Jeon.




♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛






Un cuarto vacío, el sonido de las gotas de agua cayendo, Momo empezó a despertar, abrió los ojos pero sintió una gran punzada en la planta de los pies.

─¿Qué rayos...?

Murmura pero cuando iba a colocarse de pie, las luces se encendían. Ella tapa sus ojos ante la potente luz, los abre poco a poco mirando el lugar donde se encontraba y entró en pánico.

─¿Dónde... dónde estoy? ─murmura.

─Estás prácticamente en tu tumba.

Mira hacia delante viendo a Jimin recargado en las rejas de lo que parecía ser una jaula, Momo mira su cuerpo que estaba resbaloso, estaba desnuda cubierta con algo grasoso y que olía muy mal.

─¿Qué...que tengo en mi cuerpo? ─pregunto temerosa mirándose las manos.

─Lo que tienes en todo tu cuerpo es combustible de grasa, estás repleta de él, ¿y sabes que jugaremos? ─ella no responde estaba asustada- hoy jugaremos a los quemados. ─Tan simple con una sonrisa retorcida lo dice el pelinegro.

La pelinegra mira por todos lados mirando el lugar, mira que hay varios vidrios en el piso y un pequeño vaso grande de cristal que parecía tener algo adentro. La poca luz que iluminaba el lugar la asustaba, era algo estético y macabro.

─Tendrás que hacerme caso si es que quieres salir de aquí con vida.

─Por...por favor no quiero morir. No... no quiero, por favor te lo imploro...

Rogó llorando, pero a Jimin le resto importancia, no tendría piedad de ella así como ella no la tuvo con su hijo.

─No tuviste piedad de mi hijo, menos de mi esposo, actuaste de manera precipitada, tu elegiste esto, tu misma lo hiciste así que no vengas con tus lágrimas de cocodrilo y tus palabras falsas que no me compadezco de perras como tú.

─Por favor te daré todo el dinero del mundo, lo que tú quieras te lo daré todo, solo no me mates.

Su voz sonaba apagada y temblorosa. Miraba todo el lugar como queriendo buscar una salida: como si pudiera correr y escapar.

─Te diré dos maneras de salir de aquí, te prometo que no te mataré si logras escapar -Momo no dijo nada tenía frío y Jimin prosiguió─ Como dije estás cubierta de combustible, tendrás 20 minutos para sacar la llave de esa vaso de cristal que contiene ácido mineral que usaban los antiguos Egipcios para sus trampas. Dentro de él tiene una llave, si no sacas la llave y escapas, todo este lugar se perderá en fuego y tu querida Momo, morirás quemada.

Ahora sí la pelinegra sintió el pánico en todo su cuerpo, iba a morir de la peor manera posible.

─Yo que tú comenzabas a sacar la llave de una vez, el ácido derretirá la llave y solo tienes 20 minutos los cuales ya corren ahora.

─¡Eres un maldito psicópata de mierda! ─grita desesperada.

Sonríe Jimin descaradamente, tal vez sí lo era pero no le daba vergüenza. Esto es lo que pasaba si se metían con las cosas importantes de alguien quien siempre vivió del abuso.

Tal vez siempre tuvo este lado psicópata en él, y le gustaba, le encantaba.

─El tiempo corre Momo.

Momo rápido se arrastra hasta el gran vaso de agua, estaba indecisa si meter sus manos en el ácido. Trago grueso mirando el reloj que le daban 17 minutos.

Respiro profundo y metió el primero su dedo pero rápidamente lo saco porque le derritió hasta verse su hueso. Jimin reía por la situación, Momo gritaba por su dedo derretido.

─¡Maldición esto duele maldición! ¡M...mi dedo! ─el dedo le temblaba, miro las sangre mezclarse en toda su mano.

─¡Vamos que se te termina el tiempo! No quieres vivir.

Se divirtió como nunca, así como ella se divertía con la muerte de su hijo.

Momo volvió a meter la mano y con mucho valor lo hizo pero sintió el dolor y ardor cuando las hundió y el ácido comenzó a derretir su piel y la sangre brotando sobre el bazo, no podía el dolor era mucho. Era un dolor fuerte como si te hicieras una gran cortada y la sumerges a jugo de limón: ya se pueden imaginar el dolor.

Gritó desgraciadamente sacando sus manos, no podía le dolía, sacó un gran cantidad de saliva por las combinaciones que le empezaban a dar.

─Vamos no te rindas, es divertido ─Le anima.

─Mal... maldito...me..me duele.

Sentir el dolor de tu carne ser derretida por un ácido es horrible, es como si te quemaran y después quitaran los trozos de piel, pellejo por pellejo. Un dolor que traspasa cualquier cosa. Había muchas maneras de describir ese dolor.

─10 minutos Momo.

Sonríe siniestro, miraba orgulloso su obra, estaba feliz porque hizo justicia, aunque esto no le devolverá a su hijo por lo menos le satisfacían hacerla pagar.

Y se sentía bien.

─¡Ya no puedo más, mátame de una vez! no siento... nada.

Suplico ya sin las manos, solo se veían sus huesos y la sangre salir de ellos, no era suficiente para el rubio.

─Ya me aburrí de ti, pero no es suficiente, tendrás tu muerte dolorosa maldita zorra.

Momo estaba débil, temblando, con todo su cuerpo desnudo cubierto de combustible, perdía tiras de sangre por las manos casi mutiladas y Jimin le concedió su final. Además que los vidrios tirados en la jaula ya tenían a la pelinegra en las últimas.

─Pudrete Hirai Momo.

Metió sus manos a sus bolsillos y salió de ahí, unas compuertas se abrieron dejando caer antorchas de fuego que rápido llegaron hacía Momo. Ella gritó por el dolor de ardor en todo su cuerpo, se retorció, gritaba, hasta que al fin se derrumbó en el piso totalmente quemada. Incluso quedando aún con vida miraba la puerta donde Jimin salió, arrepentida de lo que había hecho, y una lastima porque de verdad lo merecía.

Su cuerpo hecho carbón, la carne pegada a sus huesos y su cabeza sin cabello con los pocos cabellos chamuscados y sus ojos derretidos. Una imagen perfecta y digna que no borrar.

Jimin grabó todo eso para mandárselo a su prometido, ya había terminado su trabajo aquí en Roma además de conocer al padre de su Mafioso.

Él padre de su prometido estaba vivo.

Mientras tanto Jungkook miraba en su laptop el vídeo de lo que pasó demasiado asombrado y enojado.

Estaba en shock por lo que su rubio había hecho.

─¿Quién eres tú Park Jimin?




Espero que lo hayan gosado, porque yo si jejeje
Nos vemos mañana con otro capítulo.
Las mi niñas.
🖤♟️🍷

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