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Dicen que cuando haces un trato con el diablo, las cosas podrían salir mal. Nunca creí en una religión, o en un dios que me pudiera dar esa fe que necesitaba cuando era solo un niño.
Reza por tus pecados me decía mi abuelo. Reza para que tu alma no se condene a una eternidad en el infierno. Siempre Reza por tu alma, un alma sucia y llena de muertes.
Cómo si rezar solucionará todo lo que más te agobiaba, el llorar desintoxica tu alma y rezar solo sirve como hablar con un hombre invisible, al que hoy en día creo.
Cuando era pequeño, aprendías cómo ver cosas que no están allí. Y cuando creces, aprendes cómo volverlas reales.
Justo como lo hago ahora, mi única compañía fue mi soledad, no tener misericordia con nadie que se interponga en mi camino. El que quería ver al diablo en persona puede desafiarme... no vivirá para contarlo.
Ese era un Jungkook de 14 años, ahora el Jeon Jungkook de 27 años dependía de alguien muy especial, un chico rubio de ojos esmeraldas, mirada tierna pero alma negra.
¿Podría alguien verse indefenso y hermoso como el fénix? Solamente Park Jimin podía lograr dicha personalidad.
El Diablo al fin encontró a su Lilith.
Su manzana del pecado. La primera de Adán, y quién curó las heridas del mismísimo lucifer cuando fue expulsado del cielo sin sus alas grandes y hermosas.
Justo como Park Jimin lo hacía conmigo, estaba curando aquellas cicatrices en mi alma, así como yo curó las de él.
♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛
Jimin se abriga del frío que hacía, estaba esperando a Soobin para poder ir al cine juntos como una familia. Jungkook fue hablar con la directora sobre el comportamiento de su hijo, el rubio solamente esperaba que Soobin se comportara, ya que convencer a Jungkook que lo dejara venir a estudiar a un jardín de niños para que tenga amigos fue una misión algo difícil.
Esperé un poco más mientras recordaba las cosas de las cuales habló con Jungkook sobre la mafia.
Incluso procesando todas las cosas que le dijo era algo muy difícil de creer, pero está sería su realidad, está sería su vida a partir del momento en que contrajera matrimonio con el mafioso. Pero si somos realistas, él se condenó a Jeon Jungkook desde el momento en que se enamoró de él.
Miró el anillo en su dedo anular sonriendo como bobo, se casaría en unas semanas con el mafioso más grande de Italia y del mundo, estaba dispuesto hacer una familia con él y ser su fiel segundo al mando.
Aunque para el Mafioso el primero.
Dejo salir un suspiro mirando que Jungkook tardaba un poco, estaba por entrar al jardín de niños, pero alguien toca su hombro haciendo girar.
─¿Qué haces aún aquí Hanbin?
Le pregunta el rubio quien se colocó nervioso al verlo otra vez, no después sé aquel beso que se dieron. Uno que él quería tiempo atrás y que ahora le daba igual.
─Sólo venía por un café y te miré por casualidad -le dice el mayor con él vaso de café en sus manos.
El rubio, no sabía qué decir o hacer, era obvio que tenía que disculparse por su comportamiento de mierda que tuvo con él esa noche. Ese beso que lo ayudó a decidir sobre sus sentimientos a su prometido.
Había utilizado al mayor para algo tan cruel como amar a otra persona, ya ni siquiera el rubio sabía qué hacer. Mordió sus labios para dejar salir el aire contenido. El castaño hace lo mismo y temiendo preguntar qué hacía aquí.
─¿Esperas a alguien aquí en el jardín de niños? ─inquiere curioso.
El rubio, le mira al fin.
─Si, a mi hijo.
No titubeó al hablar, Hanbin desvió su mirada porque la palabra hijo salió de los labios del rubio.
Le dolía.
─¿No sabía que ya eras padre? Has ocultado bien tu otra vida Park ─lo mira y el rubio se sentía peor al ver sus ojos un poco cristalinos─ Te casarás con un millonario famoso, tienes un hijo, ¿Acaso eres Park Jimin el de verdad? Él cocinaba postres y era tímido, ¿Dónde está ese Jimin?
─Murió ahogado en el río, murió ahí y renació lo que ves ahora.
Soltó una risa con atisbo.
─Murió en ese río... Vaya, entonces hablo con un Park Jimin diferente ahora.
─Hanbin dejemos está conversación aquí, no tiene caso seguir hablando del pasado, pasaron meses desde que pasó aquello, quería una nueva vida y la tengo. Tengo un prometido que me ama con todo su ser, tengo a alguien, me eligió primero sin fijarse en mi apariencia.
─Dices que no te elegí a ti primero por ser tú.
─No me elegiste cuando tenías la oportunidad, no vengas ahora a decirme que me amas cuando en Corea para ti sólo era el hermanito menor de la más popular de universidad. Déjate de juegos y vuelve a tu vida como lo hicieron los demás al enterarse de que Park Jimin murió, porque estoy completamente seguro que una mierda les importe.
─A mí sí me importas Park.
Lo mira con molestia, como si con la mirada le dijera que él siempre estuvo ahí.
─¿Y cuándo más te necesité donde estabas? Oculto en las faldas de mi hermana.
─¡Jimin!
Le dice con voz de advertencia, el rubio estaba siendo rudo en sus palabras, pero tenía el derecho ¿No? Si él realmente lo hubiera amado como le decía, hubiera estado con él en esos momentos de ansiedad y depresión que sufrió el rubio durante su noviazgo con su hermana.
─Esta conversación no va a ningún lado, es mejor que te vayas por dónde viniste. Mi prometido no tardaba en venir con nuestro hijo.
─¿Es tuyo ese niño o de alguien más?
Le pregunta directamente.
─No será mi hijo de sangre, pero lo amo como si lo fuera. Tengo una familia que me ama y valora por quién soy, amo la vida que elegí para mí, soy feliz dónde estoy.
El castaño le dolían sus palabras, saber que ya tenía su vida hecha, él únicamente quedaba con el tonto entrometido.
─Lo siento yo... creí que hablaba con el Park Jimin de la universidad, el que me hacía postres deliciosos y me contaba lo mucho que amaba soñar con ser un gran chef. Ahora lo que veo es a Park Jimin, un hombre de familia que no tiene nada que ver conmigo, ¿aunque no entiendo por qué me besó aquella noche y sigo esperando una respuesta?
─Sólo fue un error, lo siento, pero es así.
Hanbin iba a decir algo más cuando la voz de un niño resonó, interrumpió su plática o discusión, además que Jungkook venía a su lado.
─Papá Jimin.
El rubio quedó sorprendido al oír la palabra papá, Soobin sólo le decía, señor Jimin.
─¿Estás listo para ir al cine cariño?
Soobin asintió.
─Si papá Jimin.
Jungkook camina hasta su prometido colocando su mano en su cintura. Era el tipo que beso a su rubio aquella noche, era un maldito niñato de mierda a su lado.
─Amor nos vamos, nuestro hijo quiere llegar al cine pronto.
Su voz gruesa hizo a Jimin tragar saliva, amaba oír esa voz gruesa, además que los sostenía contra su cuerpo como si fuera a escaparse.
─Adiós Park Jimin, que seas feliz en tu nueva vida.
Dice si mucho ánimo retirándose del lugar.
El rubio, mordió su labio con una tristeza por dentro, pero tenía que dejar las cosas en claro. Hanbin saldría herido, tal vez muerto si interfiere con su matrimonio, no quería eso para él.
Él en su momento lo quiso más que un amigo, pero sus sentimientos cambiaron y ahora amaba al hombre con quién estaba.
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