🍷13;
Rose lloraba sin parar mientras las presas la golpeaban duramente, ella no podía más le habían arrancado un chacho de cabello mientras intentaba defenderse.
Las presas con más antigüedad le daban palizas por ser una joven y linda chica, pero no solo por eso la hacían como trapo viejo, sino porque alguien reveló que ella mató a su hermano menor y por eso estaba ahí, además del bullying que recibía el pobre de su hermanito.
La cárcel era un karma y Rose lo pagaba.
—¡Ya basta por favor bas...taa por favor!
Estaba en el suelo de la lavandería, fue alabar la ropa de las reclusas, pero como no limpio como se debía la ropa de una de ellas, le dieron una paliza por inepta.
—Ya vasta, chicas —las demás se detuvieron— Para la otra muchachita ten cuidado con nuestra ropa, se nota que eres una total inútil en esto. Tu mamá seguro te lavaba hasta los calzones ¿verdad? Que inútil te hizo.
Rose no sabía que decir, nunca había lavado ropa, ya que siempre ponían a Jimin hacerlo.
—Vamos, es hora del almuerzo y nos dejarán las peores sobras.
Dice una de ellas.
—Andando —Le dio una última patada Rose— También tengo hambre.
Miraron mal a Rose quien aún lloraba en el piso, todas se fueron para ir a almorzar. Rose trata de levantarse ya no podía más con todo esto, se arrepentía por lo que hizo y ahora estaría ahí 6 años sin libertad condicional, ese era su karma.
El detective Lee estaba cerrando el caso de Park Jimin, se estaban rindiendo ante la desaparición del rubio de 19 años. Ya no tenían más pistas y las cámaras de seguridad no servían, no pudieron dar a dónde iba aquella camioneta.
La única cosa que pudieron rescatar fue un vídeo de la misma camioneta donde se llevaron al rubio, pero entró aún túnel el cual tenía otro túnel de construcción, pero nadie podía meterse por ahí. Fueron al lugar, ya que en la grabación entran 3 autos antes que él y solo salieron esos tres mismos, no tenía sentido aquello ¿Cómo desapareció un auto de la nada?
Al final ya no tuvieron más pruebas, tenían que cerrar el caso y la hermana Park Rose fue mandada a la prisión femenil, por el hecho de que en el tutelar de menores no podía ser mandada porque el juez la consideró como adulta.
Su agonía y sufrimiento ahí mismo era su propio karma, todo el tiempo que lo molesto se debía a que Jimin era mejor que ella en todo, incluso era más hermoso que ella, sus ojos verdes, su cabello rubio, su simpática sonrisa y carisma; incluso su forma de pensar las cosas, amable ante todo y eso era algo que ella odiaba demasiado.
Su odio creció en ella, así como su envidia.
El rubio ya había mandado la carta para dejar libre a su hermana, a pesar de todo él sí tenía buen corazón. Eligió las palabras correctas y mandó la carta desde Italia.
La carta llegó a las manos del detective Lee Hyung Jae. Quién leyó atentamente.
Detective Lee Hyung Jae: escribo esto porque he causado un gran problema en desaparecer de esta manera, yo estoy bien. Vivo en Italia muy feliz, trabajando en algo que me gusta mucho, nadie me secuestró ni nada por el estilo, yo lo planeé.
Planeé mi fuga gracias a unos amigos. Usted querrá saber por qué tomé la decisión. Verá yo... estaba más que harto de los malos tratos de mis compañeros, mi hermana y mi madre. No podía más y esto lo planeé como mi última salida, no quería recurrir al suicidio y está fue la mejor forma.
Puede liberar a mi hermana, por favor, yo estoy bien, no sé preocupe, cierre el caso.
Es todo lo que puedo decir por ahora, muchas gracias y perdón por todas las molestias.
ATT: Park Jimin.
—¿Ocurre algo, señor Lee?
—Park Jimin vivió.
—¡¿Qué?! —Dicen todos los de la comisaría, acercándose al detective.
—Mando una carta con una fotografía en Italia, al parecer él lo planeó. Dice que no soporto más los tratos de sus compañeros y familia, por eso se fue de esa manera.
—Quizás pensó que nadie le daría importancia a su desaparición, tal vez por eso lo hizo, suele haber casos así.
—Exactamente, Choi —golpeó su lápiz contra el escritorio repetidas veces, esto no tenía mucho sentido, algo no cuadraba pero no podía hacer caso omiso de una carta con la letra de Park Jimin, ya que tenían hasta su letra archivada— Den una orden para que sacar a Park Rose, su hermano está bien, por lo tanto, no hay delito contra ella.
Los oficiales asintieron y fueron rápidamente a hacer lo que se les pidió.
Rose entró a su celda cuando las oficiales entraron por ella, las reclusas quedaron atentas a lo que pasaba.
—Park Rose, estás libre.
Rose voltea incrédula ¿Había escuchado bien?
—¿Li... libre?
La oficial asintió.
—Vamos, te explicarán todo.
Rose sin pensarlo sale con la oficial hasta la salida donde fue llevada a dónde el detective. No podía creer que fuera libre, estaba tan confundida.
—Toma asiento, el detective te dirá las razones.
Rose tomó asiento mirando a la oficial irse. El detective llegó después con los documentos para liberarla.
—Park Rose, estás en libertad.
—¿Por qué?
—Tu hermano Park Jimin no está muerto —la desteñida lo miro confusa— Mandó una carta donde declaraba que él se fue gracias a unos amigos a Italia.
—¿Italia?
—Sí, al parecer no soporto los malos tratos de tus compañeros, de tu madre y tuyos. Dijo que era mejor que el suicidio, así que se fue. Creyó que nadie le tomaría importancia a su desaparición, así que lo hizo, pero con la carta usted queda libre. El gobierno le pagará una suma adecuada por el encierro, sabe que se hizo lo que se corresponde y aun así aquí tiene.
Le entrega un sobre con dinero y una carta de disculpas, Rose estaba más que furiosa porque sufrió mucho ahí adentro en esos pocos días. Tomó el sobre y se levantó.
—¿Es todo? ¿me puedo ir?
—Si, tu madre te espera afuera.
Rose hace una reverencia y se marcha, ya fuera su madre la abraza con fuerza. Era libre al fin.
—Hija, que bueno que estás bien, no sabes cuánto te extrañe.
—Mamá.
—¿Estás bien? ¿Te duele algo?
La miró, su rostro estaba golpeado y su cabello grasoso.
—Jimin está vivo -susurró bajito.
—Lo sé, pero él no me importa, me importa más tu mi niña.
Abrazo de nuevo a su hija, pero ella estaba más que furiosa, las pesadillas de ahí adentro no la dejarían dormir, en su mente solo juraba vengarse de su hermano, más bien su hermanastro.
Lo haría pagar por lo que sufrió, lo haría rogar por ello.
—Italia.
Musito Rose.
♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛
Don Salieri bebía su whisky mirado la su gran pintura en su oficina.
Ahí estaba él, en medio y a su lado Jungkook y Kao. Dejo salir un resoplido con la sangre hirviendo por lo que pasó.
Su plan de terminar con ese chiquillo fracaso, y por poco hace que maten al prometido sé su nieto Kao. Si, Don Salieri recibió una cuchara de su propia medicina, sabía que su nieto más fuerte le daría la espalda, por eso de reserva tenía a Kao con él.
Era un inútil frente a sus narices, alguien inferior a Jeon, jamás podría compararlos porque le sería estúpido hacerlo. Dejó su vaso de aun lado parándose y rodeando su escritorio.
Camino hasta la pintura para tomar un dardo con los que solía jugar, lo miro y luego a la pintura de su nieto y sin pensarlo lo arrojó dando en el blanco.
La puerta de su oficina fue abierta dejando ver a su nieto Kao, este mira a su abuelo notando aquel dardo justo el pecho de lado del corazón de su hermanastro.
Si, su abuelo ya se enteró.
—Don Salieri —hace una reverencia ante él.
—Toca antes de entrar muchacho, no te eduques así.
Su voz gruesa hizo estremecer al menor.
—Lo siento Don.
Al mayor se da la vuelta para tomar su bastón, Kao traga saliva, era un terror aquel bastón, traumas de la niñez, pesadillas infernales que vivió y marcas que dejó en su piel.
—Tu hermano eligió el camino de la traición —comenzó a decir- Es algo que yo no tolero, somos familia y la familia nunca se traiciona ¿verdad Kao?
—Si, Don.
Camino en círculos el mayor, Kao se mantenía estático mirando aún la pintura con aquel dardo. Su abuelo era el mismísimo diablo si él quería, darle la espalda era una muerte segura, su hermano le puso fecha a su muerte.
—Las cosas van a cambiar de ahora en adelante, tú serás el dueño de Empire Bay si llego a faltar yo. Por ahora solo tú eres de mí con fianza. No me des la espalda mi querido Nieto, o sabrás que el diablo existe en realidad.
Kao sonrió ante la gran noticia sobre que él era nuevo dueño de Empire Bay. Era su sueño desde que era niño, jamás pensó que llegaría este momento.
—Abuelo, prometo no fallarte nunca, prometo que yo jamás te traicionaré.
Don Salieri mira a su nieto y suelta una risa antes sus palabras, Kao no entendía nada.
—¿Qué pasa?
—Solamente estás cargo porque no tengo otra opción, no porque de verdad te considere alguien eficiente, eres un inútil a su lado, no te hagas ilusiones.
Sus palabras hieren el alma de Kao, empuña sus manos en enfado, su abuelo siempre lo su estimaba demasiado y ¡demonios, eso dolía como el carajo!
—¿Por qué siempre es él, primero que yo abuelo? —Pregunta. El Don le mira como si le dijera la pregunta más estúpida de la vida— Siempre soy el que menos valor le das y ahora que mi hermano te da la espalda me dices que me haga cargo de todo, pero me subestimas, soy mejor que él en muchos sentidos y aspectos, pero no me das la oportunidad.
Sus palabras sonaron duras, pero directas. Don Salieri camino hasta su nieto y sin pensarlo tumbó a Kao sobre el sofá ahorcándole con el bastón. A Don Salieri se le saltaban las venas de su arrugada frente, Kao se le puso el rostro rojo, sostuvo el bastón con sus manos para quitar sé a su abuelo de encima, pero para ser viejo era demasiado fuerte.
No podía respirar.
—No eres la mitad de bueno que Jungkook, jamás serás igual que él; sin embargo, serás mi títere para saber sus planes, si es que quieres quedarte con todo lo que poseo. No importa dejarte todo, pero jamás te compares con él. —dejó claro entre dientes.
Lo suelta y Kao toca su cuello tratando de respirar, Don Salieri acomoda su traje para ir hasta su escritorio.
—Vete, hoy tengo reunión con Moretti y Valerio, solo haz lo que te pedí.
Kao solo asintió aún tocando su cuello y salió de ahí. Suspiro con rabia mientras caminaba, odiaba demasiado a ese viejo decrépito, pero él mismo haría sus jugadas contra él y Jeon, ambos se las pagarían por creerlo un inútil y tal vez esa fachada le venga bien.
Por ahora.
♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛
—¿Me ha mandado llamar?
Le dice Jimin tímido, había pasado ya un mes y su herida de bala ya estaba mejor, aún no podía hacer movimientos bruscos, pero el rubio tenía demasiado cuidado.
—Si hay algo importante que tengo que decirte.
Jimin entra sentándose en frente del pelinegro.
—¿Pasa algo?
—Hoy en la noche necesito que me acompañes a una fiesta de venta y subasta, es algo relevante.
—¿Fiesta de subastas?
Jeon asintió.
—Si es una fiesta donde muchos mafiosos o empresarios grandes y multimillonarios van a vender sus más preciadas joyas, se venden desde collares de oro, anillos, brazaletes o relojes -toma su encendedor para prender el puro en sus labios.
—¿Subastará algo?
—Si, y lo llevarás en tu cuello.
El rubio miro como Jungkook se acercó a la pintura de su oficina para quitarla, miro que había una caja fuerte y puso el código. Está se abrió dejando ver al mayor con una caja de terciopelo roja muy hermosa con de talles negros.
Se acerca a dónde Jimin para hacerle ver lo que había adentro.
—Tu mi querido Jimin, llevarás esto —Abre la caja dejando ver un hermoso collar de diamante negro en forma de corazón. No uno de corazón como los que dibujan, si no el real humano, pero en negro.
El rubio quedó realmente sorprendido ante lo hermoso que era.
—¿Yo llevaré eso, Jungkook?
El mayor sintió. Ver su carita sorprendida ante el collar le hizo sonreír un poco.
—Los llevarás en tu cuello, quien lo quiera tendrá que pagar más de un billón de dólares por él.
—¡¿Un billón de dólares?! —repite incrédulo.
—Es un diamante negro Jimin, jamás en la vida verás algo igual a esto. Es por eso que vale tanto y tú lo llevarás.
Se retira cerrando la caja para volverla a poner en su sitio.
—¿Y por qué la quieres vender? Dices que es muy raro encontrar diamante negro.
—Tengo más diamante negros Jimin, por eso no me importa venderlo, ese collar el que menos tiene valor para mí, hay otros que poseo con más valor.
—¿Más valor que un billón de dólares?
—Exactamente.
Quedó totalmente sorprendido Jimin con esa información, saber qué su futuro prometido era más rico de lo que pensó era una locura, los mafiosos sí que sabían tener cosas preciosas, ese collar le gustó mucho al rubio y era porque jamás había visto algo como eso. Ni siquiera sabía que existían.
Un billón de dólares costaba, con eso Jimin se podría mantener toda la vida sin trabajar.
—Mande a comprar un traje para ti, nos iremos a las 8 en punto. Espero que estés listo para irnos, odio la impuntualidad.
—Estaré listo para esta noche, no se preocupe. ¿Puedo irme ya?
—¿Estás ocupado en algo? —pregunto algo curioso.
—Bueno, sí, estoy haciendo algunos postres con Soobin, así que...
—Ve con él o hará un desastre en mi cocina, mándalo a con Hyunjin cuando termines.
Hace una reverencia hacía él y abre la gran puerta de su oficina, pero Jeon lo llama y Jimin se gira a verlo.
—Jimin.
—¿Si?
—Un viejo amigo vendrá a ayudarte para arreglarte esta noche, es de mi suma confianza, cuando llegue te vas con él, se llama Seokjin. Yo saldré un momento para hacer algunas cosas que me faltan.
—Si, sí claro.
—Muy bien, ya te puedes retirar.
Jimin cierra la puerta con la gran duda en su cabeza, ¿Seokjin? No sabía quién era, pero si el señor Jeon quería que se fuera con él para qué lo arreglará lo haría con gusto.
Fue con Soobin quien lo esperaba en la cocina y como si fuera de esperarse ya estaba comiendo el glaseado. Soobin le regaló una risa inocente y Jimin lo ayudó a limpiarse para sí continuar con lo que hacían, amaba compartir tiempo con Soobin, era un niño demasiado bueno y hermoso, se parecía mucho a Jungkook.
Hyunjin casi no se parecía a él, eso fue demasiado extraño, aún tenía dudas sobre lo que pasaba en esta familia. No sabía si algún día Jungkook le contaría sobre lo que pasaba, pero si no lo hacía, él averiguara solo sobre ellos.
Cuando ya eran las 7 PM de la tarde, Jimin dejó a Soobin con Hyunjin para irse a duchar en lo que llegaba el amigo de Jungkook.
Se ducho rápido y se colocó una bata en su cuerpo, la puerta de su habitación sonó y Jimin fue a abrir para ver quién era. Se quedó sorprendido al ver a un hermoso chico de cabello rosa muy guapo, traía un estuche y un traje demasiado hermoso.
—Tú debes ser Park Jimin ¿Verdad?
—Si, mmm... ¿Tú eres Seokjin?
Él pelirosa le regaló una hermosa sonrisa.
—Soy yo, ¿Puedo pasar?
Abrió la puerta para invitarlo a pasar.
—Lo siento.
—No te preocupes, eres muy hermoso tal como lo dijo Jeon —Tiño sus mejillas de rojo el rubio dejándole pasar— Pero no deberías lamentarlo cariño, eres el prometido del gran Mafioso Jeon Jungkook, jamás pidas perdón a alguien más.
—Lo siento... digo ammm. ¿Por qué?
Ríe Seokjin. Deja las cosas en la mesita del medio y el traje rojo en el sofá tendido perfectamente para que no se arrugue.
—Jeon me contó cómo te trajo aquí, pero no te preocupes que no soy quien para juzgar, sino para guiarte en hacerte alguien cómo lo digo... con clase. Sin que bajes la mirada ante nadie, que ellos te pidan disculpas a ti. Estando comprometido con Jeon no debes permitir que nadie te quiera humillar, tú tienes que humillarlo a él o ella, solo que lo tienes que hacer con clase, como debe ser.
—Yo no soy tan cruel.
—Debes serlo si no quieres que te tomen como alguien débil cariño. Mira si tú dejas que alguien quiera pisotearte lo hará más de una vez, me atrevo a decirte esto porque no quiero que nadie te lastime, no te conozco del todo, pero ya eres familia y la familia se cuida, se aconseja.
No estaba entendiendo nada el rubio, pero si algo tenía razón, el peligroso era que siendo prometido de un Mafioso tan grande, tenía que ser alguien como lo dijo Seokjin. Jamás fue arrogante, o alguien quien se metía con los demás, agachaba la cabeza cuando lo insultaban, así que para él no era fácil ser una persona de esa manera.
Al menos que le dieran un motivo.
—Entiendo.
—Bien, ya que aclaremos esto hay que empezar. Jeon odia la impuntualidad, así que... —miro su cabello, su piel lechosa y blanca, tenía un bonito rostro a excepción por esos lentes redondos, rápido se los quitó.
—¿Has usado lentillas?
—No, nunca.
—Pues hoy lo harás bonito, descuida no dolerá. Es que tus lentes no combinan con lo que llevarás, además trata de mejor llevar las lentillas, créeme que a Jeon le gustaras aún más.
¿Gustarle más?
Con todas esas cosas que le decía Seokjin. Los minutos corrían, Jin ya estaba maquillando a Jimin, algo lindo, pero sexy que combinará con el traje que Jeon eligió para él, acomodó su cabello rubio hacía atrás y cuando estuvo listo, Jimin fue a cambiarse.
Justo eran las 8:30 estaban tardando demasiado. Jungkook ya lo estaba esperando para irse juntos. Seokjin estaba completamente seguro que Jeon quedaría más que impactado por cómo lucía el rubio, Jimin es hermoso y cualquiera podría fijarse en él, pobre de Jeon.
Tenía que cuidarlo muy bien.
—Llama a mi prometido, ya es hora —dice en Japonés.
—Si, señor Jeon.
Dice unos de sus guardias. Pero se detiene al ver a Seokjin bajar.
—Ya viene Jeon, no comas ansias.
Le dice Seokjin bajando las escaleras, se acercó a Jeon quien lucía muy guapo y elegante, como siempre suele vestir.
—Yo que tú no le quitaba la vista a Jimin ni por un segundo —Le susurra en el oído.
—¿Por qué?
Entonces su mirada cayo en el hermoso rubio que venía bajando las escaleras, trago saliva al ver semejante hermosura. Su perfecto cuerpo, el traje rojo combinando a la perfección con rostro angelical, sus ojos verdes resaltando. Sintió su corazón latir otra vez como hace días que lo sentía, odiaba el sentimiento, pero cómo podía evitarlo, era...
—Perfecto...
Se le salió sin querer y Jimin tiño sus mejillas al llegar con Jeon, era como un príncipe de cuentos de hadas.
—¿Nos vamos?
Dice el rubio, Jeon salió de sus pensamientos, no podía evitarlo, estaba embobado con él. No tenía esos lentes
—Si vámonos pero antes.
Saco la cajita de terciopelo sacando el collar de corazón, Seokjin le dio señales de que se diera la vuelta y el menor lo entendió, se dio la vuelta para que Jeon lo pusiera en su cuello.
Sintió los dedos grandes de su prometido en su cuello, su piel se erizó ante el tacto, podía sentir su respiración en su cuello, eso hizo que su piel se eriza aún más.
—Listo, ahora hay que irnos —carraspea con nerviosismo.
Seokjin disfrutaba de lo que miraba, le dio un deja vu ante la escena tan hermosa.
Jimin asintió.
Tomó su manita regordeta para darle un beso en el dorso, Seokjin arquea una ceja, aquí algo le decía que por primera vez, el gran Jeon Jungkook le gustaba alguien. No era malo ni bueno, pero para ser un nadie importante parecía que el rubio valía su todo.
—Disfruten de su subasta, iré a ver a mi amor y mi hijo.
—Gracias por ayudarme. —le dice Jimin.
—No fue nada querido, recuerda lo que te mencioné.
El rubio asintió.
Ambos se dirigieron hasta la salida, el chófer les abrió la puerta, subieron al gran auto que los esperaba, se sentaron juntos y dieron marcha rumbo a la fiesta.
Un rato solo se oyó la radio en el auto, el menor se sentía en un cuento de hadas, Jeon se miraba demasiado sexy con ese traje azul rey que usaba, combinaba a la perfección con el suyo. Sentía todas esas mariposas en el estómago, no podía creer que le estuviera pasando esto.
—¿Seokjin fue amable contigo? —Le empieza a decir, para romper el silencio.
—Sí, fue muy amable.
—Que bueno.
Él silenció, se hizo presente otra vez, el rubio se sentía muy nervioso, pero a la vez tranquilo. Estando con Jungkook a su lado su tranquilidad era mejor.
—Te miras hermoso.
Le dice mirando por la ventanilla, como si aquello lo dijera sin importancia. Aunque para el rubio lo fue todo.
—Gracias, tú igual estás muy guapo y elegante —musita con timidez, mordió su labio mirándolo.
—Gracias —dice mirando como mordía el labio carnoso, quería besarlo y morder ese labio grueso. Sus deseos carnales se hacían presentes, hacía tiempo que no follaba con nadie, serle infiel al rubio no sería una opción y hacerlo suyo tampoco; No por ahora, aunque no se aguantaría las ganas.
Su conversación era muy amena, no sabían qué decir sin sentir todos esos sentimientos por dentro, uno estaba seguro de lo que sentía y el otro estaba confundido.
Al llegar al lugar, el rubio miró que había demasiadas cámaras alrededor de la alfombra roja, su paz se desvaneció, parecía que eran famosos. ¿Lo eran?
—Descuida, solo nos tomarán fotos y pasaremos de largo.
—Me siento nervioso.
—Estarás conmigo, no dejaré que nadie te incomode, nene.
Ahí estaba otra vez ese apodo que solo enloquecía al pobre de Jimin.
El chófer abrió la puerta del auto dejando salir primero a Jungkook, Jimin salió después colocando su brazo alrededor de su prometido. Los flashes de las cámaras los apuntaban, algunos con preguntas gritándoles, Jimin se mantenía aferrado a Jeon como niño asustado.
Se pusieron en medio, tomó su cintura delgada posando para las cámaras, el rubio le siguió. No estaba acostumbrado a esto.
—Listo vamos adentro.
Ambos entraron ignorando las preguntas. Al llegar Jimin quedó con la boca abierta mirando el hermoso lugar, jamás en su vida miró algo como esto, todo estaba muy elegante como esas novelas que salían en la televisión. Sentía que no pertenecía ahí, o que definitivamente estaba soñando.
—Señor Jeon, que bueno que llegó.
Le dice un hombre alto con ojos azules, no parecía japonés, y hablo en Coreano.
—Señor Aidan Carlowz, que gusto verlo.
Se dieron un apretón de manos, sonriendo falsamente.
—Lo mismo digo, no creí que vendría vender algo o subastar —Le da una mirada al rubio a su lado— ¿Quién es él, señor Jeon?
Le una mirada hermosa y rubio a su lado. Jeon se sentía halagado porque su prometido llamaba la atención.
—Él es mi prometido Park Jimin. Amor es el dueño de los hoteles más caros y elegantes en Irlanda, el señor Aidan Carlowz.
Estaba por hacer una reverencia, pero recordó lo que Seokjin le dijo. "No debes hacer reverencias, ellos te la tienen que hacer a ti"
—Un gusto señor Carlowz.
—El gusto es mío, no sabía que te casabas Jeon.
—Si lo haré pronto, la invitación llegará, nos casaremos en un mes.
—Vaya muy pronto, pero felicidades, en serio de corazón se lo digo. —se puso la mano en el pecho, observó por breves segundos al rubio, era completamente hermoso.
—Gracias.
—Espero que se diviertan su mesa está por allá, compromiso.
—Adelante.
Hace una reverencia ante ellos y se retira. No le quitó la mirada de encima al rubio, Jeon lo noto y eso le causo molestia.
—¿Es amigo tú yo?
—Sí y uno muy bueno —dice entre dientes. Eso no le sonó muy convincente a Jimin─ Vamos a nuestra mesa, la fiesta dará inicio.
Se fueron los dos a su mesa correspondiente, en todo lugar llegaban diferentes personas, parecía una pasarela de moda donde entraban mujeres muy hermosas así como hombres muy guapos. Jungkook se daba cuenta de que los extranjeros miraban a su prometido además, no podían disimular para nada lo obvios que eran.
Ahora entendió lo que le dijo Jin.
—¿Jimin?
Apenas iba a contestar el rubio, pero fue tomado de su mejilla, girando un poco su rostro para ser besado por él. Quedo sorprendido ante el beso, pero no era tonto y le correspondió aquello, no quería dejar de sentir esto por el pelinegro, amaba besar sus labios. Le siguió el beso hasta sentir su lengua haciendo chasquido delicioso.
Era como un sueño para él.
Se separaron mirándose uno con el otro, beso la punta de su nariz haciendo del acto algo hermoso.
—No pude resistir -susurro cercas de esos labios que mordió un poco.
—Es...esta bien.
Le sonrió para observar a los tipos esos, pero no lo logró convencerlos que era de su pertenencia.
Sus comidas llegaron y la fiesta dio comienzo, la música clásica se hacía sonar. Jimin comía un plato algo extraño así que prefiero no hacerlo más sabía feo. Podrían tener el todo el dinero del mundo, pero sus gustos eran pésimos.
—La comida está desagradable ¿Verdad?
—Prefiero unos tacos.
Jeon ríe.
—¿Tacos?
—Bueno, sería mejor que esto.
Jimin sí que era una caja de sorpresas.
La noche continuaba, él y Jungkook caminaban mirando los diferentes dijes que había en exhibición y compra, pero solo uno llamó la atención del rubio.
—Es muy lindo —murmuró mirando aquel collar rojo con tonos naranjas, parecía un ave muy hermosa.
—¿Te gusta?
—Por supuesto que sí.
—C'est le phénix —Le dice una hermosa mujer de porte muy elegante y amable— Dans la mythologie égyptienne antique, le Phénix représentait le Soleil, qui meurt la nuit et renaît le matin. Un autre symbole lié à l'Oiseau Phénix est celui de l'espoir, qui représente une valeur qui ne doit jamais mourir chez l'homme.
Jimin no le entiendo nada, miró a su prometido para que le traducirá.
—Dice que es el ave fénix. En la mitología del antiguo Egipto, el Ave Fénix representaba al Sol, que muere por la noche y renace por la mañana. Otro símbolo vinculado al Ave Fénix es el de la esperanza, que representa un valor que nunca debe morir en el hombre.
Musita Jimin "o" en sorpresa.
—Souhaitez-vous l'acheter?
«Te gustaría comprarlo» dice en francés.
—¿Nene? —Jimin lo mira —¿Lo quieres?
—¿Cuánto cuesta? —pregunta dudoso.
Miro el precio y estaba más que 1 millón de dólares.
—Un millón.
—¡¿Un millón?!, es muy caro.
—No para, mi amor.
¿Mi Amor? Esas palabras retumbó en su cabeza. ¿Me dijo amor? Se repitió muchas veces en su cabeza ¿era su amor?
Toma su mano para darle un beso en el dorso. Le pide a la señorita que sé lo dé, saca su tarjeta de crédito negra para pagar el collar. Jimin miraba gustoso aquel collar, jamás había tenido algo tan hermoso y que Jungkook se lo comprara era algo tan especial para él.
—Muchas gracias.
—Lo mejor para mí, prometido.
El pelinegro lo guardo en su sacó para dárselo después, ya que traía el corazón negro en su delicado cuello.
A lo lejos cierta mujer miraba la escena demasiado enfadada, suspiro mirando mal al rubio quien sonreía feliz al tener el regalo que Jeon le dio.
—A mí nunca me diste algo así —bebió de su copa mirando con resentimiento al rubio—, solo me diste humillación que hoy mismo te la regresaré, y tú noviecito lo pagará.
Se da la vuelta con el corazón amargo y la sed de vengarse.
La subasta se dio por iniciada, las personas interesadas se reunían en el lugar. Jimin seguía mirando cada uno de los collares, diamantes, y coronas. Esto jamás se lo imagino, todo llamaba su atención.
—¿Amor?
Le llama Jungkook a Jimin, el rubio se quedó sorprendido por el apodo aún, o sea si nene ya lo volvía loco, amor lo llevó al universo.
—¿Si?
Cómo se las arregló para no tartamudear, ni él mismo lo supo.
—Iré a ver a unos amigos que te presentaré más tarde, te dejo aquí, no te vayas a ningún lado, y sobre todo, cuida el collar de corazón, es muy importante.
—Si aquí te espero.
—Muy bien.
Jeon beso su frente y se retiró. Jimin lo miro saludar a varios hombres que dieron camino a una parte del salón privada, el rubio tomaba champagne hasta que siente ganas de ir al baño.
—Me anda del baño, pero no sé dónde está —Miro alrededor mirando por dónde podría ser el baño, tocó su collar dudoso si esperar a que viniera Jeon o no, pero si no iba al baño se haría pipí —Iré y vendré.
Se dio la vuelta y fue en busca del baño, paso pasillo por pasillo, hasta que lo encontró. Entró rápidamente, pero cierta pelinegra no dudó en colocarse detrás de puerta con malas intenciones, por supuesto.
Jimin lavaba sus ambos totalmente relajado, miró su maquillaje totalmente perfecto, no se parecía en nada al Jimin de pasado, ya no era él. Dejó esos pensamientos a un lado y salió de ahí, pero en cuanto abrió la puerta chocó con alguien y rápidamente se disculpó.
—Lo siento, no te mire discúlpame.
Ella aprovechó para sacarle el collar de su cuello, con muy malas intenciones. El rubio no se dio cuenta de ello hasta que su cuello ardió, tocó donde le dolía sin sentir el collar.
—Mi collar.
La mujer se gira y lo mira.
—¿Cuál, este?
Se lo enseña.
—Sí.
La miro molesto, ¿Quién era está?
—Yo me lo encontré tirado en el piso, porque debería dártelo.
Mentía.
—Porque si no me lo das le diré a mi prometido.
La pelinegra se quedó estática en su lugar al escuchar la palabra Prometido.
—¿Prometido? —Tartamudea al hablar.
—Mi prometido. Así que dame eso o atente a las consecuencias —amenaza.
Pero ella ríe descaradamente, Jimin no entendía que le causaba tanta gracia.
—No te daré absolutamente nada, yo me lo encontré y lo que se encuentra no se devuelve.
—¿Quién dijo eso?
—Yo, la hija del ministro de Japón, yo pongo las reglas en este lugar.
Con qué hija del ministro, con razón se creía tanto la muy mustia, pero si pensaba que Park Jimin se quedaría así como así estaba muy equivocada. Seokjin tenía razón, él era el prometido del más grande Mafioso de Italia, era un Jeon aunque no de forma legal, no se dejaría humillar por nadie... ya no más.
Toda su vida fue alguien quien no decía nada, quien se dejaba pisotear por otros, pero ya no. Hoy mismo Park Jimin sería quien humille, pero tenía que tener un plan, algo que ella no rechacé. Miro alrededor buscando que y miro un tablero de Ajedrez, una puesta con Ajedrez sería algo digno de ver. No sería vulgar y tenía mucha clase como le dijo Seokjin.
—Bien, hagamos algo como un caballero y una dama —La pelinegra lo miro atenta, parecía interesada.
—Te escucho.
—Hagamos una apuesta con el collar. —Park Jimin que estás asiendo ¿y si pierdes tonto? Jungkook se enojara. Dijo su mente, pero él tenía confianza.
—¿Una apuesta? -arquea una ceja.
—Una partida de Ajedrez, si yo gano me das el collar y te arrodillarás frente a mí enfrente de todos, y si tú ganas te lo quedas y el que se arrodille seré yo.
Momo sonrió como el gato en Alicia en el país de las maravillas. Humillar al prometido del más temido Mafioso sería una victoria y venganza tan satisfactoria, no desaprovecharía una oportunidad como está.
—Acepto, espero que te guste la derrota porque soy muy buena en el ajedrez.
Camino al frente donde estaba una sala de estar, Jimin la siguió con sus nervios, a flor de piel, era hora de demostrar quién mandaba y la humillara como tal ladrona que es.
—Y tú no sabes con quién te metiste... perra.
Los invitados miraron como los empleados dejaron un hermoso tablero de Ajedrez en el centro de la mesa de la sala, estaban llamando la atención y Jimin lo sabía, se sentía nervioso, por una parte. Como el prometido del gran Jeon Jungkook tenía que ser valiente y dar la cara.
Se sentó al frente de ella, el tablero estaba bien colocado, Jimin tenía las piezas negras y Momo las blancas.
—¿No te importa que tomes las blancas, verdad?
Jimin se alzó de hombros.
—Las negras son mis favoritas.
—Entonces empezamos.
Jimin asintió. Esto era la guerra.
Por otro lado, Jungkook bebía con sus amigos hablaban sobre negocios y todas esas cosas cuando escucha de lejos a su viejo amigo Aidan Carlowz.
—Jeon, tu prometido está en una interesante partida de Ajedrez contra tu Ex novia Hirai Momo, deberías ir a ver.
—¿Disculpa? ¿Mi prometido?
—Si, anda vamos, se está poniendo interesante.
Jeon estaba confundido, pero siguió a su amigo a dónde el bullicio se escuchaba. Atravesó un poco la multitud mirando a su prometido jugar, no entendía que pasaba, porque llegó a esto.
Movimientos de Jimin.
Jimin- ♞𝙵𝟼- ♟𝙵𝙶-♟𝙶𝟼-♝𝚐𝟽-enroque-♟𝙳𝟼-♞𝙱𝙳𝟽-♟𝙴𝟻-♟𝙲𝟼-♟𝙴𝚡𝙳𝟺-♜𝙴𝟾-♞𝙲𝟻-♛e7-
Movimientos de Momo.
♙d4-♙c4- ♘f3-♙g3-♗g2-♘c3-enroque- ♙h3-♙e4- ♘xd4-♗e3-♕c2.
Todos callados poniendo atención, se dio cuenta de que Momo tenía el collar en su cuello y sabía que esto lo provocó ella. No sabía mucho de ajedrez, pero por lo que veía su novio iba ganando.
Era una batalla en un tablero de cristal, con hermosas piedras del mismo cristal pero a color.
Jimin tenía la mirada sería, totalmente concentrado. Se miraba sexy a los ojos de Jungkook y todos los hombres extranjeros a su alrededor.
Movimientos de Jimin.
♜c7-♟f5-♟f4-♟f3-♜f7-♞f4-♜xf4-♟h5-[Jimin sabía cómo jugar bien sus piezas, no era tonto en lo que hacía y Momo sudaba ante el temor de ser humillada, el rubio lo tenía, estaba a acabada, no tenía como terminar, su rey sería aplastado]
♚h8-♜xh4-♜xh7-♛g3-♝f4-♛g6-
Movimientos de Momo
Sus movimientos fueron fuertes, pero el rubio sabía cómo atacar, no tomaría la torre por peón, sería un jaque regalado de su parte, pero ya no tenía salida y se rindió antes de tumbar a su rey.
♕d2-♕d3-♙b3-♖c2-♙g4-♕f3-♕e3-♗xf4-♙h5-♙hxg6-♖g1-♔ f1-♔e3-♔ e4-♔d4-♔ f4.
—Me rindo, has... ganado.
Todas las personas aplaudieron ante la gran partida que se dio en la subasta, Jimin se sentía orgulloso; haberse juntado con los nerd en la secundaria sirvió de algo.
Jeon miraba con admiración a Jimin, su novio jugó como todo un dios.
El rubio se pone de pie y Momo igual. Esa enorme sonrisa de ganador no se la quitaría nadie.
—Que esperas para arrodillarte ante mí —Le dice con frialdad en su voz, demasiado demandante, nadie entendía por qué el rubio dijo eso, incluido su prometido. —Anda arrodíllate ante mí como lo apostamos y entregarme el collar que me robaste, maldita ladrona —Esas últimas palabras hicieron que todos comenzarán a murmurar cosas.
Momo trago grueso, la mirada del rubio daba miedo, así que como toda una perdedora camino un poco aun lado, alzó un poco su vestido y se fue inclinando poco a poco hacía abajo.
El rubio sonrió ante el poder que sentía ver humillada aquella persona, algo que desconcertó a Jungkook, Jimin jamás habría hecho algo como eso. Momo se inca y con sus manos alzó el collar en sus manos, era una escena demasiado digna de recordar, Jimin tomó el collar y se lo colocó de nuevo.
—No te vuelvas a meter conmigo, porque la próxima vez no será una partida de Ajedrez —Se acercó un poco a ella susurrando en su oído— Sino que te cortaré el cuello para quitarte lo que es mío.
La pelinegra abrió sus ojos de par en par, su cuerpo sintió un gran escalofrío.
Jimin se giró mirando a su prometido y ambos salieron de ahí para ir aún más privado. Fueron al jardín, mientras Momo aún estaba en shock.
—¿Jimin qué fue todo eso? ¿Qué pasó?
—Lo que pasó fue que fui al baño y tropecé con ella por accidente, el chiste fue que ella me quitó el collar y yo la rete aúna partida de Ajedrez para quitarle el collar que me robó, es una maldita —explica con mucho coraje.
Jeon toma su cintura acercándome a su cuerpo. Tomando por sorpresa al menor.
—Mi prometido le dio justo en el orgullo a mi exnovia, wao... Eso sí que fue sexy y muy sorprendente de ti.
—¿Ex novia? —Jeon asintió— Ahora entiendo.
Ambos ríen en el hermoso jardín. La noche les acompañó junto a la hermosa luna.
—Nunca había visto ese lado malo de ti.
—Me enojo mucho su descaro, solo le hice caso a lo que Seokjin me dijo, no dejaré que nadie me humille, ya que me cansé de eso.
Tomó su mentón para darle un tierno beso en sus labios esponjosos, acto que sorprendió al menor. No podía acostumbrarse a eso.
—Ese es mi nene, estoy orgulloso de ti. Vámonos, nadie comprará el collar que usas, tengo reservado un hotel aquí cerca.
—¿Entonces nadie comprará el collar de corazón?— Jeon negó.
—Ahora no lo venderé, ya que le diste un buen significado al humillar a una mujer sin importancia, dónde Park Jimin demostró de qué está hecho —Le sonrió.
Jimin se sintió halagado.
—¿Nos quedaremos en un hotel?
Abrió sus ojitos incrédulos, esto sí que lo ponía nervioso.
—Sí, es uno de los más lujosos, mañana iremos a la mansión. Por ahora quería disfrutar la noche contigo nene —Beso su frente entrelazando sus manos— Vamos.
Le regala una sonrisa el rubio.
Se dirigen a disfrutar lo que quedaba de fiesta, disfrutaron su noche y Jungkook pudo presentarlo como lo que era, su prometido.
Mientras tanto cierta pelinegra rencorosa planeaba otras cosas para ellos, se las pagaría por humillarla enfrente de todos, ese rubio se las pagaría.
Es el capítulo más largo de Mafia que e echo, osea más de 6534 palabras.
El ajedrez es mi vida.
Quería ponerle todas la jugadas pero no pensé que le entenderían, igual si quedan con dudas, es el luego de ajedrez de Gambito de Dama.
Serie favorita de su autora.
Las amo
🐻♟️
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