Japón ese era el nuevo destino de Jimin. El rubio estaba en cama aún por su herida de bala, tenía demasiadas dudas sobre lo que pasaba con esta familia.

No podía ni siquiera pensar con claridad sobre su matrimonio con el más grande mafioso del país de Italia, le gustaba Jungkook y eso estaba más que claro para él. Jamás sintió algo como lo que sentía por él, a excepción cuando creyó que le gustaba al novio de su hermana.

Dejó salir un suspiro con el dolor en su costado, tomó el vaso de jugo para beberlo y después la tostada de mermelada para comerla. Tomó el periódico que la mujer del servicio le dejó, abrió los ojos mirando en una pequeña sección una nota en japonés sobre la desaparición de alguien, entonces casi escupe la tostada cuando mira que se trataba de él.

Por suerte sabe japonés.

El joven Park Jimin aún no ha sido encontrado por la policía, según el investigador del caso puede haber la casualidad que haya sido raptado por alguien o que él se fue con alguien. Sea como hayan pasado las cosas, el investigador Lee Jae, ha puesto a Park Rose bajo las rejas por dos años de prisión, para pagar lo que le ha sucedido a su hermano menor.

—¿Creen que Rose me hizo algo para desapareceme?

Si era culpable de que su hermana estuviera pagando por algo que no hizo, aunque ella fuese mala con él no le deseaba nada malo ni a su madre. Él era demasiado bueno para unas mujeres que no valían la pena. Siguió mirando el artículo notando que la madre del desaparecido no se preocupaba por él y que puede que esté implicada con su desaparición.

Jimin sintió un nudo en su garganta cuando leyó que a su madre le daba igual si estuviera vivo o muerto, solo leyó que le importaba nada más su hermana pero no él. De qué servía tener buen corazón con ellas si ellas son unas malditas brujas.

Dejó que una lágrima se le escapara, en ese instante Jungkook entró a ver cómo seguía, pero la imagen que vio no le gustó para nada.

—¿Hey Jimin que tienes? ¿Te duele algo? —preguntó preocupado.

El menor negó y limpio sus lágrimas.

—Estoy bien es solo que...
—le entrega el periódico con la nota sobre él.

El mayor la lee para darse cuenta el motivo del porqué lloraba. Joder él no sabía sobre esto, pero al parecer lo buscan o lo dan por muerto. Dejó el periódico aun lado mirando a Jimin triste, comenzaba odiar ver a Jimin de esta manera y el mismo no sabía el porqué.

O tal vez si.

—Tranquilo Jimin, se nota que no te merecen, son personas que no valen la pena.

—Lo sé pero... Pensar que a mi madre no le importó mi desaparición y que solo se preocupó por su hija me tiene mal. Yo sé que nunca fui suficiente para ella, sus maltratos, la forma en la que me comparaba con mi hermana era un dolor muy grande para mí, no pensé que me odiara tanto como para no preocuparse por mí solo un poco.

No evitar derramar más lágrimas en esas mejillas abultadas, Jungkook sintió que la sangre le hervía por el enojo de que su prometido se sintiera de esa manera por culpa de su madre y hermana. Sus padres siempre fueron los más amorosos con él, jamás le negaban nada, no se imaginaba cómo es que se siente Jimin ante el dolor del rechazo de su familia.

Tomo su mano regordeta y con la otra limpio sus mejillas con su pulgar.

—Los malos padres jamás aprecian lo bueno de un hijo Jimin, tu madre es un ejemplo de aquello. Mira, él hecho de que solo le importe tu hermana y no tú, deja mucho de que hablar, no sé cuál es su rencor contra ti, pero no vale la pena llorarle a la madre como ella.

Jimin mira directamente a Jungkook a los ojos.

—Jamás fui rechazado por mi madre o padre, pero si por mi abuelo, me hizo sentir lo más mierda del mundo y sus golpes en mi cuerpo eran la razón de mi resentimiento. Tu madre no merece que le llores por muy cruel que suene, si ella realmente te quisiera estaría moviendo mar y tierra por ti.

Las palabras de Jungkook tenían razón, si su madre lo quisiera o al menos se preocupaba por él un poco, lo estaría buscando. Su realidad era otra, su madre deja en claro que jamás le importó y que en su corazón solo estaba su hermana.

—Tienes razón, si le importara aunque sea un poco ella estuviera buscándome, pero le doy igual. Aún así no quiero que Rose esté en prisión por algo que no hizo.

—¿Qué quieres hacer?

—¿Puedo hacer una carta?

—¿Una carta?

&Sí, quiero mandarla al investigador que lleva mi caso de desaparición, quiero decir en ella que no fui raptado como ellos piensan, aunque es así, pero no lo malinterpretes, me gusta estar contigo —Jeon otra vez sintió su corazón latir con fuerza.— Solo no quiero que ella sufra ahí adentro, a pesar que me hicieron la vida un infierno no quiero ser como ellas, por favor Jungkook.

—¿Y qué pondrás en la carta?

Jimin lo pensó unos momentos, tenía que pensar con claridad que enviar al investigador, no quería ser buscado por nadie o algo parecido, así que lo tenía que pensar bien.

—Seré cuidadoso con lo que ponga, solo no quiero que se preocupen por mí, bueno al menos una persona lo hará o lo está haciendo.

Jeon arqueo una ceja con intriga.

—¿Hay alguien en Corea que se preocupa por ti?

—Si, bueno...no sé exactamente —Tiño sus mejillas de rojo, algo que causó molestia en Jungkook— Es el novio de mi hermana Han-bin, él siempre fue bueno conmigo, jamás me trató mal como todos lo hacían, era muy atento conmigo, era lindo. Supongo que es al único que le importo.

Empujó su lengua contra su mejilla sin darse cuenta Jungkook, a él también le importaba Jimin, pero claro no se lo diría porque está confundido. Jimin noto eso y le causó ternura así que sin pensarlo beso sus labios en piquito.

Un atrevimiento que le causó muchas emociones en su corazón; al de ambos.

—Lo.. Lo siento, pero no pude resistir, Hanbin será bueno conmigo, pero tú eres mejor.

Carraspea rascando su nuca nervioso, no podía enamorarse de Jimin, no podía, pero se le era inevitable no pensar en él en forma romántica, todo pasaba demasiado rápido, tenía que pensar las cosas y un más pensar en su trabajo, esta vida que lleva y en lo que se ha metido.

—Iré a terminar mi trabajo Jimin, te dejaré con las empleadas para que te atiendan en lo que pidas, cualquier cosa me llamas, te deje tu nuevo teléfono en la mesita de noche.

Jimin apenas se dio cuenta del nuevo móvil.

—¿Te tardarás mucho?

—Tengo que reunirme con unos viejos amigos, no sé cuánto tarde, pero prometo llegar temprano bien.

El rubio asintió.

—Nos vemos, Soobin está con Hyunjin estudiando, así que no te preocupes.

—Muy bien, ve con cuidado por favor.

—Lo haré.

Besa su frente causando que el pobre corazón de Jimin quisiera salir de su pecho, es que no lo podía evitar le gustaba mucho demasiado Jungkook. Este se retira acomodando su traje para ir a ver a sus viejos amigos.

Sería bueno verlo otra vez después de tanto tiempo lejos, además que le diría a Jin que lo ayude con su boda y reclamar lo que era de él, lo que su padre le dejó junto al legado de su madre.

Si pensaba que su abuelo se iría y le dejaría todo a Kao, estaba completamente loco. Era hora de hacerlo a un lado y terminar con todo esto, su propio imperio desplazando a su Abuelo Don Salieri, en Don más temido de toda Italia.

Pero eso estaba a punto de terminar.

♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛

Cierto chico estaba completamente furioso por lo que su novia había hecho, jamás se le pasó por la cabeza que tanto odiaba a su propio hermano Rose.

Temía a qué algo así le pasase, pero a este nivel. Jimin estaba desaparecido, sentía angustia, desespero, y sobre todo temor. Él sentía algo por Jimin desde que lo miro por primera vez, solo que nunca se lo dijo, y la cago aún más estando con su hermana.

Fue una historia extraña y confusa, pero él quería a Jimin.

Sentía que debería hacer algo para encontrarlo así que sin más fue con su padre, el gran Kim Dong-yeon, su padre no era alguien cualquiera, es nada más y nada menos que el presidente de Corea Sur, él lo ayudaría a encontrar a Jimin.

Él ser hijo único del presidente de Corea lo hacía el más popular en la universidad, por eso Rose siempre le insistía en salir con él aunque él quisiera a alguien más. A su padre nunca le cayó bien Rose y ahora lo entendía, ni a él le caía bien Rose ahora más por lo que le hizo a Jimin.

Tomó sus cosas y fue rápidamente a las oficinas de su padre, temía por la seguridad de Jimin así que no quería perder más el tiempo.

Esta vez no lo dejaría ir, esta vez lo cotejará cómo se debe, su hermana puede irse al demonio juntos la bola de imbéciles que se metieron con él, el mismo se encargaría de hacerles la vida cuadritos a esos bastardos.

Se las cobraría uno por uno y con ello Rose de postre.

Subió a su auto de lujo en camino, la radio sonaba con la canción favorita de Jimin. Esto lo puso más triste de lo que ya estaba, quería encontrarlo como diera lugar y abrazarlo tanto como pudiera. Cuando al fin llegó, aparco en el estacionamiento de La Casa Azul.

Rápidamente fue recibido por los guardias del presidente haciendo una reverencia ante él.

—Joven Kim, es un gusto verlo de nuevo

Caminan junto a él en lo que ingresa a la Casa Azul.

—¿Mi padre está en su oficina como siempre?

—Si Joven Kim, está revisando algunos papeles ya sabe, su rutina.

Hanbin asintió. Dentro de la Casa Azul dónde el presidente vive, se dirigió a la gran puerta donde su padre se encontraba.

—Le diré que está aquí joven Kim, espere un momento.

—Claro.

Él guarda tocó la puerta resonando un "pase" se adentra mirando al presidente haciendo una reverencia ante él.

—Señor presidente su hijo ha venido a verlo.

—¿Mi hijo?

—Si, señor.

—Hágalo pasar.

—Si, señor.

Hace una reverencia y se retira para dejar entrar al Hanbin.

Este suspira mirando a su padre, como odiaba la rutina para verle, odiaba demasiado aquello, era su padre y él no era un extraño, pero era el protocolo de seguridad.

—Padre —hace una reverencia ante él, su padre le da señales a los guardias para que se fueran y solo quedar él y su hijo.

—¿Qué haces aquí hijo? Es una sorpresa para mí tenerte aquí, siéntate.

Ambos toman asiento en el gran sofá de su oficina.

—¿Quieres algo de beber?

—No padre gracias, yo venía a pedir un favor, es algo urgente.

Su padre lo miró preocupado.

—¿Dime qué es lo que te pasa hijo? ¿En qué puedo ayudarte?

El pelinegro suspiro mirando a su padre, no estaba seguro si decirle, pero Jimin valía cada súplica en su vida.

—Necesito que me ayudes a encontrar a alguien papá, y antes que digas no, y que no tienes tiempo, él es muy importante para mí y lo que le pasó fue horrible que estoy completamente seguro que tú harías lo mismo por mí.

El Señor Kim se quedó aún más intrigado y preocupado.

—¿Qué ha pasado? Explícame bien para poder ayudar, o si puedo ayudar de alguna manera.

—Un amigo... Más bien alguien que me gusta, él fue víctima de bullying por parte de mis compañeros de clase y de mi novia, bueno ex novia. Ella le hizo una mala broma juntos a sus amigos en el bosque y terminó mal.

—Aguarda hijo, ¿Hablas sobre la desaparición de Park Jimin?

—Sí padre. La policía no puede dar pista de él, es claro que no fue suicidio como la presa lo rumora. Jimin jamás haría eso él tenía una gran futuro por delante no lo creo capaz, además la policía dijo que se hallaron huellas de coche pudo ser raptado papá —tomó las manos de su padre mirando con desesperación— Te suplico que me ayudes a encontrarlo sé que tú tienes más poder e influencias conocidas papá por favor te lo ruego.

El señor Kim miró a su hijo desesperado, jamás lo había visto así, no sabía a qué grado le gustaba aquel chico, pero era su hijo quien le pedía ayuda, si fuera cualquier persona lo mandaría a freír espárragos, así que asintió.

—Bien, si es importante para ti haré algo al respecto. Déjelo todo a mi ¿bien?

Hanbin asintió y no pudo evitar sonreír y abrazar a su padre.

—Gracias, papá.

El señor Kim correspondió el abrazo palmeando la espalda de su hijo.

Con esta ayuda Hanbin encontraría a alguien importante para él, así como problemas para Jimin.

♚𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀♛

Estacionó su auto de lujo en la gran mansión de Kim. Jungkook se reunió con sus amigos después de tantos años sin verles, desde que dijeron que se retirarían para establecer su familia.

Pero hoy justo los necesitaba. En la familia Italiana si pedías un favor para tu beneficio, tenías que pagarlo regresando ese favor, sellado con sangre en una moneda de oro para intercambiar aquel favor que pediste, incluso si es de años tienes que cumplir.

Era la ley y como ley de mafiosos se tenía que cumplir, o morirás amamos de este y nadie podrá meterse. Él tiene su moneda y la usaría para tener todo lo que le pertenece.

Subió las grandes escaleras, a lo lejos se escuchaba la risa singular de Kim Seokjin. Abrió la puerta mirando a su viejos amigos más felices que nunca, y sanos debo de decir.

—Pero mira quién nos trajo Italia, el famoso Jeon Jungkook —Se levanta el moreno aplaudiendo a su viejo amigo— Joder hace años que no te miraba la cara de conejo que tienes.

—Que gracioso Rapmon Hyung.

La sonrisa se le borró y Jin soltó una carcajada ante la palabra.

—Oye no te pases, es un pasado oscuro que dejé tiempo atrás. —le reclamó Namjoon a su amigo.

—Cómo sea —dice negando con la cabeza abrazando a su amigo— Jin que gusto verte de nuevo— le besó el dorso de la mano, como todo un hombre respetuoso ante su mayor.

—Lo mismo digo yo, Jeon, ¿Cómo están Soobin y Hyunjin? Recuerdo a Soobin un bebé de seguro ya es todo un hombrecito.

—De hecho ya casi cumple cinco años y Hyunjin 16, han crecido y el tiempo pasa rápidamente.

—Toma asiento Jeon, y dime ¿A qué se debe tal honor? ¿Tu abuelo también está en Japón? —menciona Namjoon.

—De hecho no.

—Sirvan la comida por favor —les dijo Jin a sus empleados.

Estos hicieron una reverencia y se fueron a traer la comida.

—Esto se debe a qué...

—Al fin tomé la decisión de traicionar a Don Salieri.

Les dice, Jin y Namjoon se miran mutuamente sin poder creerlo.

—¿Al fin tomaste la decisión de terminar con todo esto? ¿Después de tantos años? —Expresa con suma sorpresa Seokjin.

—No quiero que a mi hermano y a mi hijo les pase lo que me pasó a mí, jamás me perdonaría aquello. Me fui de Italia para vivir aquí un año con mi familia y mi futuro esposo.

Jin casi escupe la bebida que tomaba ante la palabra "esposo"

—¿Esposo? ¿Futuro esposo? —repitió.

—Si, me voy a casar en un mes con él. Además que él es la clave principal para tener todo lo que quiero y corresponde.

—¿O sea que él no te importa? Que cruel eres Jeon.

—Me importa, pero no de manera sentimental y esas cosas. —Jin frunció su ceño sin creerle— Quiero que me ayudes Namjoon para llevar a cabo mi plan, sabes lo que viene.

El moreno asintió, él más que nadie sabe lo que Jeon sufrió con su abuelo cuando niño, esto era una guerra, además que el anciano era un perfecto imbécil.

—¿Por qué deberíamos ayudarte Jeon? Estamos tranquilos en nuestro matrimonio, además criamos bien a nuestro hijo. Dejamos eso hace tiempo atrás. —refuta Seokjin.

Jeon ríe metiendo su mano en su chaqueta negra, saco un cofre pequeño negro donde dejó ver aquella moneda sellada con sangre. Jin negó con la cabeza ante su astucia.

—Favor con favor señores Kim.

Bufo Seokjin.

—Mierda lo olvide. —Namjoon tomó su mano. -Lo haremos, incluso sin la moneda Jeon —le dice Jin— Somos familia, además que tú mismo lo dijiste, con tal de terminar con ese anciano de hijo de puta,lo haremos complacidos.

El pelinegro les sonrió.

—Gracias, espero que con esto pueda desaparecer a Don Salieri.

—Lo harás, tendrás mi ayuda.

—Que así sea, a brindar por tu regreso y tu futura boda.

—Salud.

Los tres brindaron ante lo que harían, Jeon estaba completamente seguro que todo saldría bien en sus planes. Destruir a su abuelo era lo que más anhelaba desde niño y bueno saber todos su trabajo y tratos, estaba tranquilo por ahora y con Jimin a su lado obtendría todo.

Sin dejarle nada a Don Salieri y Kao, su hermanastro.

Hasta aquí el maratón.