Las cosas estaban demasiado tensas en ese preciso momento. La familia está reunida con la incomodidad brindándoles a todos.

Jungkook miraba con sumo enfado a su hermanastro, ya que debió ser él quién le dijo a su abuelo sobre su prometido, cosa que lo ponía mal, ya que no ha tenido el suficiente tiempo para conocer a Jimin de forma más personal. El no saber nada del rubio le causaba un poco de temor podría ser interrogado por su abuelo, pero trataría de evitar dicha conversación con él.

—Park Jimin —musita aquel anciano mirando con desdén al rubio- Coreano por lo que veo.

El rubio se mantenía callado y bastante nervioso, jugaba con sus manitas regordetas, pero tenía que recomponer su postura ante el anciano por mucho que intimidaba.

-—Si, soy coreano señor -dice despacio.

—Me di cuenta.

—Abuelo, ¿qué hace aquí? Creí que nos veríamos en la cena y presentarle a mi futuro esposo como se debe —hablo firme y sin titubeos.

El anciano dejó salir un resoplido mientras caminaba con aquel bastón para apoyarse. Mira a todos atentos a sus movimientos. Su mirada se podía sentir como dagas sobre ellos.

—Kao me dijo que ya tenías prometido, me sorprendió bastante la noticia y quería venir a ver al prometido de mi nieto.

—Ya veo —musitó mirando mal a Kao quien tenía una sonrisa de oreja a oreja- No debió molestarse en venir, sabe lo peligroso que es.

La verdad la salud de su abuelo le daba igual a Jeon, si por él fuera esperaba que algunos de sus enemigos le mataran y le dejara en paz. Por muy cruel que sonara las cosas, no saben lo mucho que Jungkook sufrió por culpa de este anciano.

—Jimin cariño te presento a mi abuelo, Jeon Salierí Montero.

Jimin hace una reverencia ante el anciano.

—Un gusto señor Jeon.

El amor agitó su mano en negación.

—Se dice Don Salieri, no le enseñaste respeto a tu prometido Jeon, ¿De dónde demonios lo sacaste?

Se sintió avergonzado Jimin ante las palabras del mayor; sin embargo, Jeon lo defendió.

—Mi prometido tiene educación. Parece ser tú quien no le tiene respeto, estás en mi casa y frente a mi esposo no le dirás esas cosas Don. Él es mi prometido, no cualquier persona.

Kao quería golpear a Jeon por su falta de respeto hacía el mayor, pero el Don lo detuvo con su bastón golpeando su pecho un poco.

—Tan igualito a tu padre, eres su viva imagen. Lamento eso.

Sabía que su abuelo era el mismísimo diablo cuando decía esas palabras. El odio demasiado a Jeon John, su padre por muchas razones: La primera porque jamás aceptó casarse con ninguna mujer que él le propuso como la indicada, su padre estaba rotundamente enamorado de su madre, Bae Su-ji.

Por eso siempre fue marginado por su abuelo cuando nació, y Kao siempre fue su favorito. Solo lo aguantaba debido a que Jeon era simplemente mejor que Kao, el viejo no era tonto, sabía quién me convenía y quién no le servía.

Su mirada cae en el pequeño Soobin quien al mirar a su bisabuelo sintió temor.

—Mi bisnieto está muy grande ya, no crees que es el momento de llevarlo a ya sabes donde —en cuanto eso salió de sus labios del Don, Jungkook se congeló.

—No. Soobin aún es niño Abuelo, además ni él ni Hyunjin están interesados en las cosas que hacemos, no quiero eso para ellos, no a la fuerza.

—¿Qué quieres decir con ello?

—Que de ellos no están implicados en los negocios familiares, eso quiero decir.

Soobin no sabía de qué hablaba su bisabuelo y su padre. Solo sabía que este quería llevárselo lejos a un lugar donde nunca más vería a su padre y eso solo le causó temor al pequeño. Rápidamente, se suelta del agarre de su tío y corre abrazar a Jimin quien no dudó en tomarlo entre sus brazos.

La incomodidad estaba haciendo añicos su cuerpo, le tenía que preguntar a Jungkook sobre de qué hablaba su abuelo con eso de que quería llevarse a Soobin.

Cada día aquí le causaba más intriga sobre esta familia, ¿Adónde los rayos fueron a parar?

—Sabes bien que las cosas no son así Jeon -interrumpió Kao.

—A ti quien te metió en esto, ni de la familia eres para meterte Kao.

—Maldito —se impuso Kao hacía Jeon, pero Don Salieri lo detuvo otra vez.

—Basta.

Les dice a ambos, Kao quería golpearlo más que nunca, siempre era lo mismo con Jungkook.

—Somos familia y la familia siempre debe de estar unida, dejen está discusión tonta, únicamente venía a conocer al prometido de mi nieto, pero veo que no somos bienvenidos.

—Claro que lo son —responde Jimin y Jungkook le mira- ¿Gustan cenar con nosotros? —les dice y la mirada cae en los platillos coreanos que Jimin preparó.

El viejo niega mirando con asco la comida.

—Odio la comida coreana.

Jungkook estaba por decir algo, pero Jimin le ganó.

—Entonces le pido que se retire, ya me conoció y si solo vino a eso- le señala la puerta para que se retiren

Tanto Hyunjin y Jungkook quedaron en shock por las palabras de Jimin, solo que no lo demostraron. Jeon se sintió orgulloso de su prometido.

Kao bufa.

—De verdad son tal para cual, no me sorprende ahora el porqué están juntos.

—¿Entonces se van?.

El Don estaba demasiado impresionado por como le respondió el rubio, sonríe ladino para colocarse su sombrero y su saco negro con elegancia.

—Nos vamos Kao, ahora.

Kao los mira mal para tomar sus cosas también, pero que ni crea Jeon que esto se quedaría así, se las pagaría todas.

—Si abuelo.

Vuelve a mirar al rubio quien sostenía al pequeño Soobin, quedó un poco impresionado, le recordaba a su hijo.

—Tienes carácter y eso me gusta, Park Jimin.

Le dice Don Salieri, este se retira sin decir nada más dejando respirar a gusto a Jimin. Soobin dejo de temblar en cuanto los dos se fueron.

Esta conversación de presentación fue la peor que ha tenido el rubio, más que cuando conoció a la familia del novio de su hermana, la cual fue algo como está.

—Vamos a cenar, no quiero que se enfríe la comida —baja a Soobin quien asistió junto a Hyunjin para tomar asiento.

—Buena respuesta Park.

Le sonríe para tomar asiento y cenar la deliciosa comida que Jimin les preparó. El rubio lo hace después y entre familia tienen una conversación muy cómoda rompiendo la tensión que se creó por las visitas menos esperas. El tema del abuelo quedó atrás, pero Jimin aún tenía que preguntarle a Jungkook sobre a qué se refería.

Tenía tantas preguntas que dudaba que Jeon se las contestara todas, pero al menos lo intentaría.

La noche transcurrió normal, en menos de unas horas todos se fueron a dormir a sus habitaciones. Soobin prefiero dormir con su tío el cual no tenía problemas en dejarlo dormir con él, aún no se atrevía a dormir en su habitación por culpa de aquel trauma con aquel monstruo.

Jimin se alista para dormir, pero quería hablar con Jungkook sobre el tema de lo que pasaba en esta familia, así que tomó su bata blanca y fue a la habitación de Jungkook. Toca la gran puerta y escucha un pase con esa gruesa voz. Sentía que los nervios se apoderaban de él, tenía miedo, pero de nada le sirve si sabe con quién está.

Abre la puerta con cuidado asomando la cabeza primero y se queda impresionado por la gran habitación, Dios juraba que era más grande que su casa en Busan. Todo estaba realmente limpio y ordenado, los tonos grises y blancos le daban un aura minimalista. Se adentra abrigando su cuerpo con sus manos, mira con timidez a Jungkook quien estaba en su escritorio tecleando algo en su computador.

—¿Qué se te ofrece Park? Ya es algo tarde —le dice sin mirarlo.

Jimin no sabía ni por dónde comenzar.

—Bueno... Yo quería saber sobre ya sabe, de lo que quiso decir Don Salieri sobrellevarse a Soobin. Tengo muchas preguntas y quiero que me las responda por favor, estoy demasiado confundido.

Jeon deja de hacer lo que hacía y mira al rubio.

—Es algo complicado Park, algo que en su momento te diere. Puedes irte a dormir sí quieres, además hay cosas que no son de tu incumbencia.

Pero el rubio no quería irse con la intriga, podía ser regañado por su prometido, pero qué más daba él quería saber.

—Debe de ser algo muy importante porque Soobin temblaba cuando esas palabras salieron de ese señor, tenía miedo y quiero saber -insistió.

—No es tu asunto Park, vuelve a tu habitación, no estoy de humor.

Lo mira con su paciencia al límite.

—Claro que es mi asunto Jungkook —Le dice desafiante- Usted me secuestró, no sé qué demonios pasa aquí y aparte de no conozco nada de lo que pasa con ese "Don" y me tiene demasía...

Un disparo resonó por la habitación Jimin abrió sus ojitos de par en par al sentir el dolor en su abdomen, Jungkook rápidamente se puso en pie para tomar el cuerpo del rubio entre sus brazos para no dejarlo caer.

—Park, Park no te duermas mierda Park, pero que demonios...

Le gritaba, pero el rubio sentía el dolor en su abdomen ante el disparo que recibió, dejó su cuerpo con cuidado en el suelo mientras él corría para tomar su arma en el escritorio, uno de sus hombres llega con él para decirle del infiltrado.

—Señor rápido alguien entró a la mansión y... —miró al rubio en suelo con toda la sangre en su abdomen.

—¡Ve por ese hijo de puta rápido! Manda a alguien a cuidar a mi hijo y a mi hermano... ¡Pero ya!

Él guarda asintió y salió corriendo cantando sus órdenes. Jungkook miraba con desesperación a Jimin quien no reaccionaba para nada, su pulso se debilitaba, estaba saliendo demasiada sangre.

—Park no cierres los ojos por lo que más quieras— le suplicaba, pero el menor no podía evitar parpadear del sueño, se sentía débil, sentía que el estómago le ardía.

Rompió un poco de su camisa para colocarle la mano en su abdomen donde salía demasiada de su sangre, hizo presión para detener el sangrado, su mano estaba cubierta de sangre y Jimin soltaba lágrimas ante el dolor que eso le causó. Tomó su móvil marcado a los médicos que siempre le ayudaban, no quería dejar morir a su Jimin, esto no podía estar repitiéndose otra vez.

Los guardias seguían al tipo quien corría por su vida, en un rápido movimiento saltó las rejillas, pero lo que no se dio cuenta el muy imbécil fue que los perros estaban ahí justo esperando por él.

—Mierda...

Musito aquel tipo y cuando quería subir por la rejilla otra vez fue demasiado tarde pues los perros pitbull lo estaban mordiendo con hambre. Los guardias al ver eso detuvieron a los perros pues lo querían vivo y probablemente su señor y amo lo torturara peor.

Jimin sentía sus párpados pesados, su respiración era muy poca, miraba borroso, no sabía ni que pasaba a su alrededor. Vagamente, escuchaba la voz y gritos de Jungkook quien estaba desesperado,. Levantó su cuerpo y en cuanto los médicos llegaron atendieron al rubio sin hacer preguntas de más. Ellos sabían a lo que iban.

Jeon estaba furioso, estaba más que cabreado, no sabía quién demonios le mandó hacer eso a su rubio, pero se las pagaría demasiado caro por su atrevimiento. Además de una fuerte conversación con sus estúpidos guardias, malditos incompetentes.

—Signore, ho bisogno che tu esca per valutare il giovane, lascia fare a noi.

«Señor, necesito que salga para evaluar al joven, déjelo en nuestras manos»

-¿Ma andrà tutto bene, giusto?

«Pero estará bien, verdad»

—Non sappiamo quale sia la tua situazione, faremo del nostro meglio.

«No sabemos cuál es su situación, haremos nuestro mejor esfuerzo»

Jeon solo asintió dejando en sus manos a los médicos para que ayuden a su rubio, a su Jimin. Empuja sus manos hasta hacer sus nudillos blancos con ganas de querer golpear algo. Suspira dirigiéndose a la habitación de su hermano, pero uno de los guardias llega corriendo hasta él.

Detiene su paso mirando al hombre.

—Signore, abbiamo l'infiltrato pronto per lei.

«Señor tenemos al infiltrado listo para usted»

Le dice él guarda.

—Oggi quel dannato vedrà l'inferno stesso.

«Hoy ese maldito verá el mismísimo infierno»

Dice para caminar por el lado de este. Sea quien lo haya mandado se las pagaría muy caro, demasiado caro a decir verdad, verá quien es Jeon Jungkook y verá quien es el diablo en persona.