—Que lindo desayuno hermano ¿Quién lo preparó? —dice Kao mirando el desayuno de panqueques decorados.

Jungkook no estaba de humor y el hecho que su hermanastro esté en su mansión le enfadaba muchísimo. Eso quería decir muchas cosas y una de esas es la cena que tendrán pronto para saber sobre su compromiso. Su abuelo debe de estar desesperado con todo esto, odiaba que siempre lo amenacé con que le quitará a su hijo y hermano para entrenarlos como lo hizo con él, eso jamás lo permitiría Jeon.

Kao miraba a su hermano, desafiante y con mucho rencor en su corazón. En ese momento quería ser el quién obtenga todo el poder, pero sus ojos negros viajaron hacía cierto rubio de lentes redondos quien llamó su atención. Se quedó totalmente sorprendido por su bonita sencillez, sus ojos verdes y esa mirada tímida que le daba. ¿Quién era él?

—Hyunjin llévate a Soobin a tu habitación, iré en unos minutos —Ordena. Hyunjin hizo caso, esto no terminaría bien después de todo— ¿Qué haces aquí?

Kao mete sus manos a sus bolsillos sin apartar sus ojos de aquel rubio, Jeon lo noto y en un rápido movimiento atrajo a Jimin a su persona, tomando su cintura con posesión.

Esa mirada era la misma que le dio a su difunta esposa, le daba rabia y coraje.

—¿Vaya... ¿no me digas que él es tu prometido? No pierdes el tiempo, hermanito.

—Lo es, es mi prometido —Jeon levanta la mano de Jimin mostrando el anillo, Kao ríe negando con la cabeza.

Su hermano actuó rápido, pero no más que él.

—¿Cuánto te costó traer a este chiquillo contigo hermanito? Dudo que te fijaras en alguien como él, creí que tenías mejores gustos —lo mira de arriba abajo mirando con desdén y burla.

Jimin lo miró con vergüenza, hasta él se burlaba de su físico. Jeon aprieta sus dientes, quería sacarle los ojos a su hermanastro, pero se controló como el hombre que es.

Compuso su postura intimidante.

—Te pido respeto hacia mi prometido Kao, si él me lo pide, te mandó matar por faltarle al respeto. Deja las tonterías y dime qué es lo que quieres, interrumpiste un almuerzo agradable con Mi familia.

Recalco bien Familia. Ya que le molestaba demasiado a Kao esa palabra.

La tensión se podía sentir, uno con el otro se miraban retadores, ninguno estaba dispuesto a ceder está pelea de palabras y miradas. El menor sentía que sobraba ahí.

—Lo siento, no quise ser grosero. Me sorprende que ya estés comprometido y el abuelo y yo no fuésemos invitados ante tal honor.

—Esto es algo más privado entre nosotros, algo romántico en pareja. Además, recuerdo que la cena será pronto, el abuelo será quién nos dé su bendición, tú solo verás como me adueñó de todo. Serás el invitado arrimado de la cena.

—Tenme más respeto Jeon, soy tu hermano.

Jungkook deja salir una risita, algo que puso nervioso a Jimin.

—Eres mi hermano, pero gánate mi respeto primero. Ahora sí me disculpas, tengo trabajo que hacer, puedes retirarte, yo tengo encargos familiares y propios que hacer.

Eso era lo que creía Jeon, Kao no se dejaría vencer por su medio hermano, estaba estúpido si pensaba que dejaría que se a dueñe de todo lo que a él también le pertenece.

No dice nada más y se da la vuelta totalmente cabreado, siempre era lo mismo con su hermano, pero esto no se quedaría así, se las pagaría caro por cada humillación que se le fue hecha por su hermanastro.

Sintió Jimin que él iría de regreso al cuerpo, estaban las cosas demasiado tensas entre ellos, Jungkook se da la vuelta, pero Jimin lo detiene.

—Señor Jeon.

—No me digas señor Jeon, solo dime Jungkook. Soy tu prometido Park tienes que grabarte eso en tu maldita cabeza.

El rubio se sorprendió por sus palabras, bajó su cabeza con sus ojitos picando le por llorar. Jeon se comportaba como un idiota cuando su hermanastro venía a verle, o tan solo verle cerca. Jimin no tenía la culpa de que entre ellos hubiera una gran rivalidad.

—Lo siento Jimin —Lo toma entre sus brazos, con su mano toma el mentón del menor haciendo que eleve su rostro— Es solo que... él me saca de quicio y no quiero pagarla contigo. Ve con los chicos y esperen por mí, tengo trabajo que hacer- besa sus labios dejando a Jimin otra vez un shock.

Jeon se había aguantado suficiente en no hacerlo, pero al tenerlo tan cerca no pudo evitarlo. Lo que no se daba cuenta era que Jeon solamente confundía a Jimin con esos actos tan íntimos y románticos, él fue quien le pidió que no se enamorara de él y es lo contrario a los que está haciendo.

—Anda ve con ellos- se separa de Jimin tomando sus cosas para irse junto a sus guardias— la cena la pospondremos para después, la tendremos lo prometo. Pero tengo algo urgente que atender.

—Está bien, ve con cuidado te esperamos —fue lo único que dijo el rubio.

Jeon se dio la vuelta junto a sus guardas, Jimin dejó salir el aire retenido, toco sus labios con sus deditos regordetes sonriendo como tonto otra vez por Jeon. Esto era una locura, ni siquiera sabía si esto estaba bien, él no llevaba ni una semana aquí y ya tiene prometido e hijo.

Se dejó caer la silla pensando mejor las cosas, además se le había olvidado el pequeño detalle de qué dejó a su madre y su hermana solas, ¡Su madre y su hermana! Rayos de seguro deben de estar preocupadas.

Soltó una carcajada que hizo que los guardias lo miraran raro, le causó risa porque de seguro que ni siquiera deben de estar preocupadas por él, a quien quería engañar pensando eso. Siempre fue el estorbo de aquella familia, porque él debería ahora preocuparles ellas.

Con esos pensamientos fue a la habitación de Soobin, bueno a la de su cuñado porque estaba seguro de que Soobin no querrá quedarse más ahí.

{🍷}

Jungkook viajaba en su lujoso auto Mercedes rumbo a la mansión de cultivos de uvas de su ex amigo, Paulo Fren; era uno de sus competidores en la distribución de vino de Italia. Aunque no solo el vino en sí, sino también una mezcla superespecial llamada Sanguis Virginis, era un vino demasiado caro para poder tener tan fácilmente, ya que tenía una sustancia de droga combinada con el dulce sabor del vino.

Un manjar para los más ricos que desean poseerlo.

Miraba su tablet con la información del contrato sobre su posible venta de su propiedad, claro que la suya no, más bien la de Paulo Fren. O lo tomaba o vería de lo que era capaz Jeon Jungkook. Aún no se le olvidaba la traición de su parte y claramente esto era guerra entre ellos.

Mira los alrededores con las cosechas de uvas en su punto, las de él eran muchos más grandes, pero si Paulo quiere competir contra el más grande mafioso, competiría como él quiso que fuera esto.

Llega a la gran compuerta en el cual un hombre se acerca supervisando quien era, al notar que es Jeon, rápido hace la señal de abrir la compuerta. El auto vuelve avanzar por el gran caminó dejando ver la gran mansión de Paulo Fren. El auto para lejos de aquella gigante casa, tenía que ser precavido. Jeon sale acomodando su impecable traje negro, toma el contrato y sube las grandes escaleras, en el centro del un gran jardín mira a Paulo comer mientras sus guardias tomaban sus armas ante su presencia.

No era bienvenido aquí.

—Ma se è un mio vecchio amico, cosa posso fare per te

«Pero si es mi viejo amigo, ¿qué puedo hacer por ti?»

Lo dice con burla.

—Siediti

«Siente»

Jeon toma asiento mientras miraba comer a Paulo, le desagrada como comía, parecía un cerdo comiendo del chiquero.

—Smettiamola con le stronzate e parliamo del contratto che ho fatto per te, capisci cosa intendo—

«Dejémonos de tonterías y hablemos del contrato que hice para ti, ya sabes a qué me refiero»

El hombre empieza a reír escupiendo un poco de pasta, Jeon aguanto su comportamiento y más que nada el asco. Sabía que no cedería todo lo que le fue robado. Era justo hacer algo. Metió su mano a su saco dándole a un pequeño botón, dando la señal para que la avioneta que estaba encubierta rociar los campos de uvas con gasolina.

—È una bella battuta, ma non farò nessun accordo con te. ammetti di aver perso tutto

«Eso es una buena broma, pero no haré ningún trato contigo, admite que perdiste todo»

—È qualcosa che ti si addice, sai che tutto quello che hai me lo hai rubato.

«Es algo que te conviene, saber que todo lo que tienes me lo has robado»

Le extiende el contrato para que lo firme, en eso pasa la avioneta rociando los cultivos de uvas. Cosa que para Paulo era normal, ya que cubrirá de pesticidas sus cultivos.

—Perché è meglio non andare nel tuo paese e lasciarmi in pace, non firmerò nessuna spazzatura che mi offri, quindi vai via o ti porterò fuori con la forza maledico merda cinese.

«Porqué mejor no te vas a tu país y me dejas en paz. No firmaré ninguna basura que me ofrezcas, así que lárgate o te saco a la fuerza maldito chino de mierda»

Jungkook se levanta tomando su contrato, rápido suelta una risita que para nada pasó desapercibida por Paulo Fren.

—Tutto questo è mio.

«Todo esto es mío»

—Spazzatura cinese.

«asura china» — escupí con rabia.

Admita que le robó al gran Jeon Jungkook, y que todo esto es del. Un descuido de Jeon y todo eso le fue arrebatado por él, cosa que le costaría la vida.

Y él lo sabía.

Fueron las últimas palabras de Jungkook para salir de ahí, bajo las grandes escaleras, aquel tipo seguía comiendo pero con un extraño amargo en su comida. No estaba lejos de la realidad.

Jeon mientras caminaba sacó su encendedor de oro, lo abrió y prendió, y cuando estuvo lejos ya de la mansión lo aventó al pasto incendiando el lugar.

Subió a su auto y rápidamente dieron marcha de ahí.

Paulo estaba que se lo llevaba el diablo, mando a sus hombres hacer algo, las llamas consumían sus cosechas de uvas y su mansión se estaba quemando.

—Maledetto figlio di puttana.

«Maldito hijo de puta»

Grito Paulo Fren al ver cómo todo se quemaba, la avioneta pasó sobre él y dejó caer una bomba encima de donde estaba, explotando todo el lugar.

Jeon miraba desde el retrovisor las llamas con una sonrisa triunfante, nadie se burlaba del gran Jeon Jungkook.

El Rey De La Mafia.🍇

3/4

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