🍷07;
El capítulo será muy específico al grado de desagradar. Es una advertencia.
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Golpe tras golpe y súplica tras súplica se escuchaba en aquel sótano donde un gran Mafioso pelinegro golpeaba sin parar a su ex guardia. La razón del porqué fue despedido era porque ese maldito quería abusar de su hijo, en cuanto Jeon noto sus intenciones desde el día en que el muy maldito espiaba al pequeño en su habitación.
Eso usó enfurecer al Jeon que no tuvo piedad en golpearlo y casi matarlo, no lo hizo porque logró huir, no le contaron en ninguna parte y el hecho de saber que todo este tiempo estuvo escondido en el gran armario de su hijo, le enfureció más.
La manopla que tenía en sus nudillos tenía la suficiente sangre ya de aquel bastardo. Dejó de golpearlo mirando que algunos dientes ya los tenía rotos y su nariz fuera de lugar, recompuso su postura mirando al bastardo con odio.
—Sei così stupido che hai pensato di nasconderti nell'armadio di mio figlio —Le gritó otro dándole otro golpe más.
«Eres tan estúpido qué pensaste esconderte en el armario de mi hijo»
El hombre no podía hablar, tenía la boca destrozada. Si pensaba que el gran mafioso Jeon Jungkook le iba a perdonar la vida estaba muy equivocado. Se había escondido en la habitación del pequeño Soobin en lo que pensaba como salir, estuvo sin comer por tres largos días. Lo único que lo mantenía en pie fueron las frituras que escondía Soobin en el armario.
Lo espiaba de manera descarada, ¡aún niño de cuatro años! Lo espiaba con morbo. Estaba enfermo, pero desde que miró a Soobin no se lo sacaba de la cabeza y de no ser por ese rubio quien entró a la habitación de Soobin a consolar su llanto cuando lo miro en su armario, hubiese abusado de él.
Jeon tomo el frasco de sal y se lo lanzó aquel tipo quien se retorcía del dolor, le ardía y Jeon lo gozaba, ya no soportaba más está tortura, pero no era ni el inicio de lo que le haría Jeon a este tipo.
—¿Sai cosa succede ai pedofili come te?
«Sabes lo que les pasa a los pedófilos como tú»
—I miei fuantes, Galini.
«Mis guantes, Galini» le pido a su guarda que le los diera.
Se los entrega, Jeon toma sus guantes colocándose los para comenzar con la tortura mayor. Rápido dio la señal que le quitasen los pantalones para comenzar con lo que haría. El ex guardia tembló en su lugar, pataleaba mientras los hombres de Jeon le quitaban hasta la ropa interior, Jungkook tomó unas tijeras de jardín y el miedo corrompió el cuerpo del ex guardia.
—¡no...no...no! —decía a duras penas, con la boca destrozada era algo difícil de entender o hablar.
La baba le escurría de la boca, causándole asco a Jeon quien quería terminar esto de una puta vez para ver a su hijo y prometido. Que algo así le hubiera pasado en sus narices era algo que odio de sí mismo, si ese tipo hubiera abusado de su pequeño, se habría vuelto loco.
—Oggi saprai cosa vuol dire vedere il diavolo in persona, compensare e supplicare di non salvarti da ciò che sei maledetto.
«Hoy sabrás lo que es ver al diablo en persona, rezar y suplicar no te salvará de lo que te haré maldito»
Tomó las gigantes tijeras, tomó su asqueroso pene mientras sus hombres sujetaban al ex guardia.
—Con la mia famiglia non ti immischi
«Con mi familia no te metes»
Los murmullos de súplica de aquel hombre no tentaron el corazón frío de Jeon Jungkook. Sabe que es su fin. Sabe que él no tiene piedad alguna, su familia es lo más importante para él, y que se haya metido con lo más preciado para su ex jefe fue la gota que derramó él vaso.
Sin piedad alguna le cortó el pene mirando como chorros de sangre lo salpicaron, el cómo gritó le hacía explotar los tímpanos. Jeon se empezó a reír como loco maniático, él disfrutaba de estas cosas y tal vez su cordura no era buena después de todo. Pero como él mismo lo dijo, con su familia nadie se mete.
Lo miro desangrar, aún respiraba, tomó un taladro y empezó a taladrar sus ojos, ver ese jugo mezclado con la sangre era una de sus partes favoritas. Taladro su frente, después tomó el bate con clavos y empezó a golpearlo repetidas veces salpicado de sangre su ropa y rostro. Sus guardias apenas y podía ver aquello, los trozos de carne y ver el cerebros y tripas era sumamente desquiciado.
Dejó de golpearlo hasta que dejó de respirar, ordenó a sus hombres llevárselo y quemarlo para que nadie sospeche. Quito su camisa y todo lo que lo cubría de la sangre de aquel tipo. Salió y fue a darse una ducha.
Hoy mandaría a revisar cada rincón de su mansión, para que accidentes como este no vuelvan a pasar. Más ahora que tiene un prometido quien debía proteger con su vida, pues sabía que sus enemigos lo tendrían en la mira.
{🍷}
Jimin ayudó a Soobin a bañarlo después del gran susto que dieron ambos, al final sí había monstruo y eso le dio un gran escalofrío al rubio. Esperaba que su ahora "prometido" le haya arreglado ese asunto, además que ahora Soobin no quería volver a su alcoba y lo entendía perfectamente, hasta él no querría regresar ahí.
Ya terminando de bañar a Soobin, él se metió después, ya listos y arreglados salieron a la cocina a comer algo. Soobin tomó la mano de Jimin sonriendo feliz. Ahora para el pequeño Soobin sentía que Jimin era su héroe.
Él lo salvó de aquel monstruo en su armario y eso valía muchos puntos para el pequeño Soobin.
—¿Quieres que preparemos algo especial para comer? —le pregunta llegando a la cocina.
Las empleadas hicieron una reverencia ante él y Jimin iba a contestar a ella, pero recordó lo que le dijo Jungkook, de no romper su postura como esposo. Aunque él fuese amable y odiaba ser grosero.
Soobin tomó asiento en su silla alta mirando a Jimin.
—¿Puedes cocinar panqueques?
—Por supuesto pequeño, claro que puedo. Además, soy un estupendo cocinero, déjamelo a mí —dijo orgulloso.
—¿Puedo ayudar señor Jimin? —dice entusiasmado.
—Claro que si pequeño, tal vez le hagamos Cáritas a los panqueques ¿qué dices?
—¡Si! ¿Puedo hacerle uno a papá?
—Claro que sí, a tu papi le gustará mucho.
Se pusieron manos a la obra. Tomaron los ingredientes y comenzaron a ser su desorden en la cocina, la harina regada, los cascarones de huevo también. Estaban felices asiendo su almuerzo que no se dieron cuenta de que un par de ojos negros los miraba desdel marco de la puerta con una leve sonrisa.
Su hijo jamás se habría atrevido hacer algo así con cualquiera, le daba gusto que se llevarán tan bien.
Al terminar decoraron los panqueques, Soobin hizo el de su padre quien le quedó demasiado tierno, esperaba a que le gustase mucho. Ya listos los pusieron en la gran mesa del comedor, las empleadas limpiaron el desastre que dejaron los amos; Jimin se sintió avergonzado, pero ya quería ver probar sus obras maestras a su cuñado y su prometido.
Jeon salió de su escondite sonrieron de oreja, traía un traje demasiado elegante dejando ver su gran musculatura, Jimin trago grueso ante la imagen que tenía enfrente, dios tenía un prometido demasiado sexy. Sus mejillas no tardaron enrojecer.
—Huele delicioso —dice Jeon sentándose en su silla, mirando la tierna comida que prepararon.
—Papi, el señor Jimin y yo hicimos panqueques para ti y mi tío, prueba el que te hice yo papi —Le coloca el plato de panqueque de forma de dinosaurio.
—Dios es preciso cariño y delicioso —Soobin beso su mejilla contento con su resultado.
—Huele muy bien, ¡oh! miren que tiernos panqueques, ¿quién los hizo? —llegó, Hyunjin sentándose también en su lugar, admirando los tiernos panqueques.
—El señor Jimin y yo, pruébalos también tío —le puso el plato con ositos a su tío Hyunjin.
—Espero que les guste la comida —musita tímido Jimin sentándose al lado de su prometido.
Cada uno probó los panqueques que hicieron Soobin y Jimin, ambos esperaban una respuesta por parte de ambos. El exquisito sonido de aprobación salió de sus bocas en un hermoso "está delicioso"
—Jamás probé algo tan rico como esto cuñado, ¿Dónde aprendiste a cocinar? —Hyunjin no dejaba de comer el panqueque, Jimin solo se sonrojó más.
—Pues...am yo, estudio gastronomía, era el mejor de mi clase y esto es más fácil para mí. Sé preparar todo tipo de comida incluso de otros países.— presume Jimin con orgullo.
—Vaya hermanito, tienes un futuro esposo que sabe cocinar delicioso, si te descuidas te lo ganó —Le guiña el ojo y eso no pareció causarle risa a Jungkook.
Sintió algo de enojo al oír que su hermano menor quería a Jimin, su Jimin, una posesiva reacción de su parte salió sin querer.
—Cállate y come, tienes clase en un rato y tus calificaciones no me tienen muy contento —Le regaña y Hyunjin le hace una mueca, mira a su hijo quien comía aquel panqueque muy sonriente.
—Gracias por el desayuno cariño -Beso su cabeza haciendo que Soobin le abrazará- tengo cosas que hacer cariño, nos vemos en la tarde bien, prometo llegar para comer.
—Está bien papi, te quiero
—También yo mi amor.
La imagen hizo sonreír a Jimin, además que nunca en su vida compartió la mesa con nadie, siempre comía solo en la cocina, ya que su madre y hermana solo estaban para criticarlo.
Se levanta acomodando su traje, pero en ese instante se escucha una voz que ya conocía se hizo presente. Soobin se levanta rápidamente abrazar a su padre y Hyunjin también imitó su acción pero colocándose a lado de su hermano con una mirada de desagrado
Jimin no sabía qué pasaba, pero al ver que entró un guapo hombre de traje elegante y sonrisa coqueta no supo como reaccionar.
Se acercó lo suficiente a donde ellos y sus ojos viajaron al hermoso rubio que tenía a lado.
—Buenos días, Hermanito.
—Kao.
2/4
El hermanastro de Jungkook
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