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Completamente desnudos en aquel sofá, se encontraba Jimin aferrado a la espalda ancha de aquel pelinegro quien le daba en lo más profundo de su ser. Recorriendo con sus manos grandes y tatuadas ese pálido y esbelto cuerpo, dejando las pruebas del delito en cada zona y parte de él.

Jimin sentía que vivía en mismísimo paraíso, el grueso falo en su interior le hacía ver más allá de lo que algunas veces su ex le hizo ver; no exageraba, no había comparación alguna. Jeon sabía como y donde tocar, haciendo que el mismo Jimin gritara con tanta pasión al sentir estocada tras estocada.

Jeon por otra parte, tener al rubio bajo su cuerpo, gimiendo su nombre era la música perfecta para estimularlo más. Esa voz delicada gimiendo sobre su oreja, le excitaba, le hacía querer partir en dos.

—¡Más! —gimió Jimin mordiéndole el hombro a Jeon por la sensación en su punto dulce.

—Te gusta nene, te gusta lo que te doy... —Se profundiza más, Jimin arquea más su espalda sintiendo ese placer que le otorgaba el pelinegro.

Enredó sus dedos entre el cabello húmedo del Jungkook mientras gemía y movía sus caderas. Disfrutando el cuerpo sobre él, escuchando sus gruñidos que lo hacen estremecer. Jamás esperé ceder tan pronto, pero sus deseos carnales lo debilitaron, era la primera vez que alguien lo toma tan posesivamente, con tanta delicadeza, con tanta pasión. Jeon le hacía sentir exactamente lo que hace años no sentía, le hacía curvar los dedos de los pies dándole justo en ese punto exquisito que le hace gritar y rasguñar más aquella espalda ancha.

—Mañana me preguntarán si un gato me arañó la espalda —Empuja más, tomando la pierna del rubio y colocarla sobre su hombro.

—M-me importa una mierda. No lo puedo evitar. —Gimió un poco más.

Unieron sus bocas para un beso profundo, mordiéndose el labio inferior como si lo quisieran arrancar. Jimin esboza una sonrisa, enrollando sus piernas blanquecinas en las caderas del pelinegro sintiendo su mano grande clavarse en su cadera, dejando esa marca de dedos en ella.

Jungkook empujó un poco más para luego arquear su espalda profundizando más en el rubio. Lo miró abrir su boca soltando el mejor gemido que haya escuchado. Sus cuerpos estaban mojados ante el sudor, ambos llegaron al querido orgasmo sintiéndose reconfortados el uno con el otro.

Jeon llenó el condón y Jimin manchó su abdomen dejando salir su semen. Se quedaron unos minutos así, dejando que ese placer los llenará. Jeon salió de Jimin quitando el condón para tirarlo a la basura al lado del sofá. Jimin recuperaba el aliento, Jeon lo tomó entre sus brazos para repartirle algunos besos más.

Lo sentó en su regazo aunque estuvieran cansados, las tres rondas parecía para el pelinegro no ser suficientes. Jeon delineó con ambas manos esa hermosa figura del rubio, Jimin se dejó tocar sintiendo el corazón acelerarse. Esos toques suaves  que le hicieron cerrar los ojos y disfrutar de las caricias.

—Ya me tengo que ir nene, son las 2 de la mañana y no quiero parecer zombie en la sesión de fotos de San Valentín. —Lamió su cuello mientras Jimin lo abrazaba del cuello disfrutando de esa lengua recorriendo su piel.

—Es a las 9, no hay problema si lo trae una hora más. Soy el jefe ¿no?

Jeon le miró con una sonrisa traviesa, no negaría que su amado jefe y amante rompía las reglas solo para quedarse con él un poco más. Que travieso salió su rubio.

—Así es, eres mi jefe. Pero soy responsable, no por nada soy un gran modelo.

Jimin abrió sus ojos mirando a Jungkook, acarició su mejilla para luego besarle otra vez y levantarse. Dejando ver su desnudes y delicadez en ese bello y pálido cuerpo. Jeon mordió su labio por instinto, joder a pesar de que lo follo tres veces no se cansaba de ponerse duro el verlo como dios lo trajo al mundo. Jimin se colocó su camisa negra de botones, luciendo sexy.

Fue a la cocina, Jeon se puso su ropa y aceptó la camisa la cual el rubio traía. Lo siguió a cocina, Jimin le entrega una botella de agua la cual ambos beben.

Ambos eran un desastre, un desastre de sexo que pasó en aquel sofá. Una imagen mental de Jimin y Jungkook en poca ropa, joder.

—Nos vemos mañana, tengo que dormir.

—Está bien, ¿quieres tu camisa?

Negó el menor.

—Se te mira mejor a ti. Nos vemos en unas horas nene.

Se acerca al rubio depositando un beso en sus belfos carnosos y mordidos por él. Jimin se dejó llevar y lo profundizó. Quería, necesitaba dejarlo ir, pero al final las cosas se intensificaron.

Volvieron a los brazos del otro mientras ahora iban a la cama, dónde ambos volvieron a tener sexo.

Apasionada noche, pocas palabras y más acción.

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Hoseok tenía un horrible dolor de cabeza, no pudo dormir mucho anoche por las fuerte discusión con su esposa. Estaba un poco harto de la situación, ella era imposible de poder hablar civilizadamente, siempre tenía que llevarle la contraria.

Estaba cansado de lo mismo, ya no sabía cómo lidiar con ella y lo peor es que no le ha dicho a nadie sobre su mal matrimonio con Sowon ¡a nadie! Revolvió un poco su cabello, miro la hora en su reloj dándose cuenta que vería a Jimin en su oficina para algunas cosas con la empresa.

Ambos colaboraban en diferentes empresas. Él tenía su propia marca de ropa y zapatos, incluso academias de baile las cuales eran muy populares en todo el país. Es un hombre exitoso, talentoso, el mejor bailarín que seúl podría tener.

Se puso de pie y salió de su edificio. En el transcurso de su viaje miro en la parada a cierto pelirrojo que comía una dona mientras movía sus pies como niño esperando a su madre para ser llevado a casa. Eso le sacó una sonrisa al mayor quien no dudó en acercarse a la parada.

Taehyung arqueo una ceja al ver a Hoseok ahí. Se trago completo el pedazo de Dona.

—¿Te llevo? Voy a ver a mi hermano. —Le dice mientras Taehyung tosía un poco por lo sucedido.

—No te preocupes el bus ya no tarda —No quería estar cerca del castaño, sentía que esos recuerdos y sentimientos llegaban de nuevo a él. Y no de buena manera, soñarlo le causó un extraño sentimiento en el pecho.

—Vamos, no muerdo —Se ríe mientras Taehyung negaba con la cabeza riendo levemente— Solo acepta, llegarás tarde a tu primer día.

—Esta bien, pero me dejas en una esquina, no quiero que piensen mal si nos ven juntos —Entra al auto cerrando la puerta, tenía en sus manos su dona y café, no podía ponerse el cinturón. Hoseok se acercó para ponerselo quedó sumamente cercas uno del otro en un leve giro de cabeza de ambos en la misma dirección.

Se quedaron mirándose uno con el otro muy, muy cercas. Podían sentir sus respiraciones chocar, ahí se podía sentir ese deseo e impulso de querer romper ese espacio. No era correcto, no podía con Hoseok casado. El sonido de la bocina del autobús los sacó de esa burbuja de incomodidad y tentación.

Taehyung tenía las mejillas súper rojas y Hoseok carraspeó un tanto nervioso. Se ponen en marcha al edificio Park, aún con ese desenfrenado golpeteo en sus corazones.

El pasado vuelve a ellos, como las olas del mar queriendo mojar sus pies mientras ellos se alejan para que eso no pase. Pero como el destino es un gran hijo de puta, en ellos habrá un tsunami.

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Jimin supervisaba los trajes para las fotografías de los Cupidos sexys de la sesión de San Valentín. Miro las alas color blancas con brillos y las negras también. Todo estaba saliendo a la perfección, todo había quedado como él lo tenía en mente.

El rubio miraba de dezolayo a Jeon quien vestía de cupido negro ¿cómo era eso? Pues fácil. Alas negras, sin camisa dejando ver esos perfectos cuadritos, sus brazos grandes y tatuados. El solo verle con ese pantalón de cuero negro ajustado se le hacía la cosa más sexy de todas.  Aún no se creía que se comió todo eso, que ese chico de ahí le hizo decir las cosas más obscenas en una sola noche.

La temperatura en su cuerpo estaba subiendo, disipó esos pensamientos poniendo atención a lo que Seokjin le estaba diciendo; o eso intento.

—Mira las sombras estás, el producto lo estuve revisando y te prometo que aunque es una pequeña empresa tienen muy buena calidad. —Le dice pero nota que su amigo no le está haciendo caso.

—¿Me estás prestando atención Park Jimin?

—S-sí perdón, no dormí mucho anoche.

—¿Por qué? ¿tuviste una pesadilla o fue insomnio?

Ninguno de los dos, fue un dotando hombre que le hizo dormir hasta las 4 de la mañana. Pero obviamente no dijo eso.

—Si fue insomnio. Solo necesito un poco de cafeína en mi sangre.

Vuelve su mirada al pelinegro quien le sonreía mientras lo maquillaban un poco. Para Seokjin no pasó desapercibida aquellas miradas, su amigo ni lo tomaba en cuenta por mirarlo a él. Iba a preguntar pero la recepcionista Yeji llegó con ellos como si hubiera corrido un maratón.

Ambos la miraban confundidos.

—¿Qué pasa?, ¿por qué vienes así? —Le pregunta Seokjin.

—Lo que pasa es que su ex esposo está aquí con dos oficiales y un abogado.

Rápidamente Jimin cambió su semblante, algo que notó Jeon rápidamente.

—¿De qué rayos estás hablando? El no puede entrar aquí como si fuera su casa.

—¿Qué es lo que quiere?

—No me dijeron exactamente qué es lo que pasa, pero por lo que entendí es que lo quieren demandar señor Park.

—¿Demanda? —Dijeron ambos al mismo tiempo.

Jimin apretó sus puños, esto tenía que ser una jodida broma, él no tenía derecho a venir y con una demanda después de lo que le hizo.

Esto se ponía más intenso.

Esto se puso más que bueno jejeje

Las amo nos vemos el lunes.