ᰔᩚ 007
La cabeza del rubio dolía demasiado, el trabajo lo tenía como loco y, para colmo su modelo principal no dejaba de mirarlo tan intensamente. Había pasado un mes desde aquello, pero por más que ambos intentaban disimular que no pasó nada entre ellos,más difícil se lo ponía el pelinegro a Jimin; como justo ahora.
Salió de una reunión con los de la fábrica de polveras y labiales, traía documentos en sus manos que lo distraen, pero una risa de mujer le llamó la atención. Miro a una de sus trabajadoras reír coquetamente con Jeon, algo que por alguna razón le hizo molestar.
No era para nada extraño que cada una de ellas fuera detrás de él, saben que es un excelente modelo, además de muy famoso en Estados Unidos. Es amigo cercano de Ariana Grande y Tom Holland. ¿Envidia? Un poco. Pero él también tenía los suyos.
Su mirada seguía fija en ellos. Jungkook sabía su racha de conquistas, era inevitable que alguna se resistiera a él. Pero ahora estaba de caza, y su única presa que él quería era, ese hermoso rubio que le miraba, podía sentir su afilada mirada. Se volteó un poco solo para mirarlo, y confirmar que lo que sentía era verdad.
Se miraba tan adorable cuando le miraba apretar los puños, cruzarse de brazos y ese enorme puchero que le derritió el corazón.
A pesar de que quería aparentar no darle importancia, le daba demasiada importancia con sólo ver su malestar. Eso le hizo sonreír divertido, pero poco le duró cuando lo miró marcharse; eso lo dejó muy confundido.
—¿Entonces podemos salir mañana? —pregunta la chica a Jeon; sin embargo, este no le responde—¿Estás bien?
La chica le pregunta, Jeon solo miro a su jefe entrar a su oficina.
—Si estoy bien, —La mira ya sin darle importancia—Me acordé que tengo un plan con un amigo, pero luego te llamo, adiós.
Toma su mochila colgándose en su hombro, camina en dirección a donde su sexy Jefe se fue, sin embargo, no pudo dar con él. Ya que había varias personas afuera. Eso lo cabreó demasiado, necesitaba al menos algún indicio de parte del rubio para tenerlo otra vez bajo su cuerpo.
Con el ánimo por los suelos, sale del edificio, mientras tanto Jimin estaba que echaba humo por las orejas. No le agrado para nada ver a Jeon con una de sus empleadas, quería interrumpirlos y decirles que si querían coquetear, se fueran a otro lado. Pero no lo hizo, sólo se aguantó y se fue a su oficina donde apretaba un bolígrafo de suma fuerza.
—No, Jimin, no. Eso no te puede molestar, ni lo conoces. —se dijo a sí mismo— Solo fue un error y listo. No te confundas, es lo peor que puedes hacer. No estás para esas cosas, eres un hombre ocupado —Se miró al espejo, uno que tenía en su oficina para emergencias de moda.
«Y engañado» abrió sus ojos de par en par al ver cómo su propio reflejó se movía hablándole. Eso le hizo pegar un susto, se tocó el corazón ante ello.
—¡Ay dios mío!, ya me estoy volviendo loco. —Tocó su cabeza ante su pequeña alucinación.
«Tal vez. Pero no quiere decir que estés loco por ese chico»
—¡Tú cállate! —Vocifera señalando al espejo.
«Por qué debería, es la verdad. Deberías liberar la tensión con ese chico, es joven y guapo. Se nota que muere por ti» Su reflejó interior le hacía pensar cosas que no debería.
¡¿Por qué rayos lo imaginaba?!
—No le seguiré el juego a ese chico. Trabaja en esta empresa como uno de mis modelos, no puedo hacerlo. —Se dijo a sí mismo.
«Pero bien que te pone celoso cuando lo ves coquetear con otras chicas. Admite que cada vez que lo miras te pone los bellos de punta»
Jimin niega.
—¡Eso no es verdad! Deja de estar en mi mente, déjame ¡En paz! —Parecía un desquiciado— Solo... No me atormentes.
«Pero te gusta, admítelo»
—¡NUNCA!
Su reflejó doble, puso los ojos en blanco.
En eso Seokjin entra, mirando a su amigo gritarle al espejo que había en su oficina. Su mirada era sumamente desconcertante.
—¿Estás... bien? —Jimin se sobresalta bajando, se arregló su traje y se volvió a ver al espejo para darse cuenta de que todo estaba normal.
¿Acaba de pasar?
—S-si estoy bien. —Carraspea— ¿Qué pasa?
Jin deja su carpeta en la mesa.
—Pues... quería decirte que Namjoon y yo iremos a cenar esta noche. No podremos cenar juntos hoy... ¿Estás bien? ¿Te mire gritarle al espejo?
Señaló, pero Jimin se encogió de hombros.
—N-nada yo... Solo me auto motivaba —Chasqueo los dedos— No me hagas caso, ya sabes cómo soy. Y con respecto a la cena, está bien podemos cenar en otra ocasión— Divagó.
Seokjin enserio lo noto extraño, aunque lo dejo pasar.
—¿De verdad? —Jimin asintió— Está bien, nos vemos mañana para la junta con esos buenos para nada de las paletas de maquillaje. Adiós te quiero.
—Igual, Jinnie, salúdame a Namjoon.
—Claro.
Jin se marcha y Jimin, cae sentado en su silla echando su espalda hacia atrás, su mirada fija al techo. Pensando que podría hacer, que decisión tomar con respecto a su vida. Desde que volvió a ver aquel pelinegro no había día, segundo o minuto que no lo pensara. Incluso sueña con él, sueños para nada sanos, y lo hacía tener una erección.
¿Un hombre como él podía marcarle de una manera que hasta lo sueñes? Una muy buena pregunta se hizo así mismo; sin embargo, no se daba una respuesta.
Cuando llegó a su edificio, subió a su piso donde se quedó mirando la puerta del apartamento de aquel pelinegro. Desde que se enteró de que vivían cerca uno del otro, lo miraba salir al mismo tiempo que él solo para coquetearle descaradamente. Jimin por supuesto lo ignoraba, pero este no se rendía.
Le daba el avión, lo rechazaba, aunque le gustaba la atención que recibía por su parte. Sonríe sólo recordar su descaro, tal vez debería hacerle caso al Jimin del espejo y divertirse con el más joven. No tenía nada de malo, él tenía 26 años y el 23 por lo cual son dos adultos llevando solo una relación de sexo y nada más.
Negó rápidamente disipando esos pensamientos, se palmeó la mejilla regañadose el mismo. Puso la contraseña de su apartamento y esta se abrió, pero en eso sonó la puerta ser abierta de Jeon. Jimin volteo pensado que saldría él a coquetear le como siempre; sin embargo, miro salir a una mujer muy guapa con un diminuto vestido negro que le dejaba ver su sensual figura.
Está se acomodaba el vestido mientras se colocaba labial rojo en sus labios delgados. Ella le sonrió y después cerró la puerta para marcharse al elevador.
Jimin arqueo una ceja ¿ella y Jeon? Bueno que más podría esperar de alguien como él, por lo que veía tuvieron sexo.
Entró a su apartamento, ¿en qué estaba pensado? De seguro tenía más de esas detrás de él, porque rayos se conformaría con alguien como él. Jimin una parte de se decepcionó, pero la otra le resto importancia, él solo quería concentrarse en su trabajo.
Solamente eso y nada más.
Se fue a la habitación para ponerse ropa cómoda y ponerse a preparar la cena, mientras disfrutaba de una buena copa de vino. Su vieja compañera de ahora en adelante, además de su soledad.
.......
Taehyung entraba en una cafetería bebiendo un café con leche, tenía su móvil mirando las ofertas de trabajo. Estaba buscando empleo, quería algo que tuviera que ver con la fotografía porque a eso se dedicaba. Vino a Seúl para una mejor vida, una mejor oportunidad, pero las cosas no le estaban saliendo del todo bien.
Dejar a Daegu fue lo más sensato que pudo hacer, ahí se sentía estancado, sin alguna otra oportunidad. Ahora que dejó todo eso atrás, quiero un comienzo, uno bueno y qué mejor que Seúl.
Navegando por las ofertas de trabajo, encontró un anuncio de una de las empresas más importantes de Seúl; era la empresa de su amigo Park Jimin, la cual buscaba fotógrafo profesional. La vida parecía sonreírle, él tenía todos los requisitos, no dudaron en contratarlo. Y siendo Jimin el dueño, mucho mejor.
Sacó su billetera para pagar y salir de ahí. Tomó un taxi y lo llevó a la empresa Serendipity Corps. Al llegar paga y baja del taxi con el currículum en mano.
—Vaya, quien diría que mi amigo sería dueño de todo esto. —Admiro el gran edificio, era mucho más grande y hermoso que verlo por una fotografía sobre la pantalla.
Camino con toda la confianza del mundo, entraron varias personas así que él también entró, pero alguien chocó con él haciéndole tirar sus documentos.
—¡Lo siento! —Le grita mientras entraba deprisa al edificio.
—¡Maldito imbécil! —Expresa con total furia Taehyung. —Una disculpa no arregla nada.
Se puso a levantar sus papeles, pero alguien más se conmovió de ayudarle.
—Aquí tienes.
Elevó su mirada.
—Gracias por tú... ¿Hoseok? —Lo nombra el pelirrojo mientras miraba al más grande frente a él. Este parecía igual se sorprendió que él.
—¿Kim Taehyung? —Ambos se ponen de pie, ya que ambos estaban de rodillas recogiendo los papeles.
Ambos se quedan mirando uno con el otro, como si fuese un amor a primera vista, como si en su pasado no hubieran pasado tantas cosas.
—El mismo —carraspea— Gracias por ayudarme con los papeles. —Temblaba un poco, el sólo ver a su viejo amor le hizo temblar.
—No fue nada, mire lo que pasó y me preste a ayudar aunque no me di cuentas que eras tú. ¿Qué haces aquí? —Pregunto curioso. Sonriéndole con esa bella sonrisa que muchas veces le enamoró.
—Pues... Vine a pedir empleo. Llegué a Seúl apenas hace como dos meses.
—¿De fotógrafo supongo?
—Si, no tengo otro talento más. —sonríe nervioso, sentía que el corazón se le iba a salir.
Hoseok estaba igual, tener enfrente al que fue el gran amor de su vida no era fácil, pasaron por muchas cosas y ahora tenerlo le daba un gran escalofrío o más bien recuerdos.
—¿Y Yoongi viene contigo? —Se atrevió a preguntarle, tenía que saber.
Taehyung negó.
—Me divorcié de él hace ya un tiempo, ya no podía más. —Murmuró lo último, pero Hoseok alcanzó a escuchar.
—Lo siento... Creo.
—No lo sientas, fue lo mejor que pude hacer. Pero cambiando el tema, ¿Aún estás casado con Sowon?
Hoseok asintió hizo una muñeca que le pareció extraña a los ojos de Tae.
—Si aún sigo casado.
—Que bien, me alegro por ti. —Desvío su mirar a dónde Jimin entraba al edificio— Fue un gusto verte Hoseok, tengo que ir a hablar con Jimin y saber si me puede dar el empleo.
—Si claro, yo también iba a verlo ¿vamos juntos? —El pelirrojo no quería estar más tiempo cerca del castaño, estaba incómodo y no de una mala manera sino por el pasado que ambos tuvieron.
Pero aun así terminó aceptando.
—Vale, vamos.
Se sonrieron uno con el otro para luego dar marcha a la oficina del rubio. El cual se estaba besando intensamente con cierto pelinegro.
Aquí va a haber doble amor prohibido.jejeje
Maña haré un especial de San Valentín. Bueno solo será una capitulo, pero tendrá cositas.
Feli San Valentín
¡Viva la soltería!
💗💗🔥🌈💘
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