ᰔᩚ' 004
Chasquidos de besos, jadeos por toda la habitación, y la desesperación por hundirse uno con el otro. En cuanto llegaron al hotel mas elegante del país, Jungkook no perdió el tiempo y en cuanto cruzaron la puerta, lo estampó contra la pared.
Con ese baile erótico en aquel lugar, sus cuerpos se calentaron, el alcohol ayudo un poco con ello. Por un momento Jimin no quiso irse así de fácil, pero su pequeño diablillo lo convenció.
¿Jimin de verdad pretendía acostarse con un extraño? perdería toda ética si alguien lo hubiera visto salir de esa manera. No quería pensar en ello ahora, se apartó un poco del pelinegro quien quitó su camisa dejando ver esos perfectos abdominales, trago grueso el solo verle, esos tatuajes adornando su piel semi bronceada le hizo excitar más, sus brazos grandes y esa perfecta cintura.
─¿Te gusta lo que vez, nene? ─Susurro cerca de sus labios.
─Joder si. ─Dice seguro de si mismo.
─Ahora yo quiero verte, es justo ─Mordió su labio por instinto.
Estampó su cuerpo contra la otra pared de un lado, Jimin tocó su pecho imaginando cosas demasiado sucias y no quiso perder más el tiempo. Tenía un jodido dios aquí presente, no respiraba demasiado bien por la excitación del momento. Sentía demasiado calor.
─Hazme tuyo, fóllame hasta que no pueda más.
Jungkook sonrió con malicia y no dijo nada más, su pene estaba demasiado duro y quería reventar sus pantalones. Cargo al rubio el cual enrollo sus piernas en su cintura del más alto. Lo acostó en la cama, sus ropas desaparecieron con toda esa desesperación palpar en sus cuerpos.
Jimin gime al sentir esos toques hace mucho no sentía, los Jisoo comparados con los del desconocido eran más suaves erizando su piel haciéndole sentir vivo. Hacían una competencia de quién se mordía más los labios, el pelinegro deslizó su mano por las clavículas del rubio hasta llegar a su cadera en la cual tomó su pene.
Jimin estaba más que desesperado, lo estaba masturbando, mojado estaba, no quería correrse aún y Jeon lo notó. De su pantalón sacó un condón el cual muy sensualmente abrió con rapidez, Jimin miraba su cuerpo y ese gran pene que moría por tener adentro. Ya puesto tomó la pierna de Jimin colocándola sobre su hombro, entró de una sola estocada dando ese punto que hizo delirar al rubio gritando en un gemido.
El rechinar de la cama era un buen sonido, pero sus pieles chocar dando ese sonido obsceno era la mejor orquesta que sus cuerpos amaron escuchar. El rubio rasguño su espalda aclamado más, el pelinegro tomó su otra pierna casi doblándose, le embistió un mar fuerte. Jimin abría su boquita, se sostenía como podía, Jeon gruñía ante cada embestida, se sentía jodidamente bien las estrechez de ese hermoso rubio.
─¡Más... Dios si!
─Estás muy estrecho, nene, me encantas.
─L-lo siento tán... dentro ¡mierda! Ahí.
─Como órdenes, precioso.
Embiste un poco, recorriendo su cuerpo con su boca, pasando su lengua en su pecho y chupando una de sus tetillas. Jimin en su vida alguien lo había hecho sentir de esa manera, el pelinegro le daba justo en ese punto que lo hacían gritar sin pudor alguno. Parecía que estaban en orgía con tanto grito y gemido.
Salió de su cuerpo dándole la vuelta, lo nalguea dejando su mano en su sensible piel, Jimin mordió la almohada tras ser embestido otra vez por el pelinegro con tanta fuerza. Recorría con su lengua su espalda blanquecina, hacía arquear al menor ante lo sensible que era. Jmin sentía que lo partiría en dos, la cama golpeaba, se movían un poco los muebles de alado.
Sus cuerpos sudorosos, esos besos en mordidas, estocada tras estocada y gritos por toda la habitación, estaban bastantes seguros que cualquiera alado se asustaría del relajo que estos dos estaban provocando.
─¡Mierda, me vengo!.
─Hazlo, nene ─dice con voz ronca.
Jimin se vino manchando las sábanas dejando un rastro de saliva en la almohada, el pelinegro se corrió llenado el condón con el mejor puto orgasmo de su vida.
Jimin pudo sentir lo mismo, fue el mejor sexo que había tenido en años, es que ya ni de Jisoo se acordó, ese hombre desconocido fue su mejor experiencia sexual.
Salió del rubio quitando el condón tirándolo en él note de basura, Jimin se debió la vuelta totalmente agotado, el pelinegro tomó su rostro besando sus labios un beso lento y tierno algo que sorprendió al rubio.
Con las mejillas carmesí abrazó al desconocido demasiado cansado, este por igual, pero no era suficiente para ellos.
La noche era joven.
─¿Otra ronda? ─insinúa con tal descaro.
Acaricia sus piernas con la yema de sus dedos, excitando al rubio otra vez. Haciendo que por primera vez rogara por sexo.
─Pero ahora yo te domino. ─Se levanta Jimin para subirse encima del pelinegro, dejando ver su hermoso cuerpo lleno de marcas rojizas; obra hecha por Jeon Jungkook.
─Grrr, eso me gusta.
Y con esas palabras e intenciones volvieron a repetir, no solo una sino tres veces esa noche. El pelinegro disfrutó de un buen sexo con aquel rubio. Había probado cuerpos europeos, latinos y obvio estadounidenses, pero definitivamente los coreanos eran mucho mejor, en especial el rubio que brincaba en su entrepierna como loco.
🖇️👔🔥
Ya era lunes. El rubio aunque no quisiera ir al trabajo por los rumores aún de su ex matrimonio; tenía que ir como el responsable CEO que es. Como todas las mañanas fue por su café latte de vainilla, sus y donas de chocolate.
Traía sus carpetas en cima, Seokjin apareció a su lado como todos los días. Sus empleados le sonrieron amablemente sin decir o mencionar sobre el tema de su divorcio y engaño, era su jefe favorito y no tenían por qué decir algo que no les incumbe.
Eso Jimin lo apreciaba.
Al llegar a la oficina, Seokjin le sonrió a su amigo, su mirada cae en aquel chupete en su cuello.
─Ok... Dime qué pasó y el por qué tienes eso ─Señala su cuello.
─No me mates. ─Suplico.
Seokjin se cruzó de brazos arqueando una ceja. Jimin con algo de miedo, le contó todo.
Fui al bar el sábado, ahí me encontré con Taehyung, después bailamos y un guapo chico se me acercó para bailar y... ─Divagó un poco jugando con unas hojas de su escritorio- y pues... Fóllamos. Si me vas a preguntar cómo se llama, pues no lo sé.
A Jin casi se le salen los ojos de sus cuencas.
─A ver, a ver. ¿Fuiste al bar el viernes, tomaste de más y te acostaste con un sexy chico que te hizo ver la galaxia entera toda la noche, sin siquiera preguntar su nombre?
Dijo incrédulo su mejor amigo.
─Si─ mordió a su donas mientras le contaba todo a su amigo. Este flipaba ante lo que escuchaba.
─Es que me parece algo difícil de creer, entiendo que te sintieras de la mierda por lo del divorcio, más no pensé que te fueses a costar con un total desconocido─ Seguía sin creerlo el pelirosa.
Jimin bufa.
─No quería quedarme en el apartamento solo y triste. ─Se excusa ─Fuí al lindo bar a tomar unos tragos y ahí me encontré con Kim Taehyung ¿Lo recuerdas?
Jin hizo una mueca, hasta que chasquea los dedos.
─¿El ex de tu hermano Hoseok?
─Ese mismo. Hablé con él sobre lo de mi divorcio, me dio consejos sabios, cómo que es difícil algo así porque pasó lo mismo con Min Yoongi. Después hablamos más relajados y fuimos a bailar y cuando fui al baño llegó ese hombre bailando conmigo muy pegado a mí.
─No suena para nada como Park Jimin, él le hubiera dado una bofetada por atrevido.
─Lo sé, pero el alcohol en mi sangre más el dolor que sentía no me dejó hacerlo, además cuando lo encare me quedé mudo, era guapísimo y era muy alto, hasta me hizo tragar grueso con solo una mirada. ¡Mierda Jin! Casi me corro el solo verle.
Bebió de su café sacando los documentos y las fotografías de los nuevos modelos sin darse cuenta de la fotografía de su chico pelinegro conocido por él.
El peli-rosa se rindió, su amigo tenía derecho de pasarla bien con alguien, se dejó llevar y por lo que reflejaba en su rostro, le había gustado.
─¿Y qué tal el polvo con él? ─pregunta más entusiasmado Jin.
El rubio muerde sus labios recordados las escenas de esa noche que lo hizo delirar del placer, sus besos, sus caricias, joder tenía que dejar de imaginar eso tendría un serio problema en su entrepierna.
─Fue increíble, hace años que nadie me tocaba como él lo hizo. Tal vez fue porque desde la universidad Jisoo fue el único hombre para mí, pero joder, Jin. Me sentí tan vivo. Lo hicimos 3 veces esa noche y repetimos una en la mañana.
─¡OMG! ¿O sea que le diste tu número o algo así?─ Inquirió curioso.
─No, solo lo hicimos y ya. Realmente mi ética y todo lo demás me hizo irme rápido de ahí. Ni siquiera supe su nombre, sólo recuerdo sus muchos tatuajes en su piel.
Jin negó con una sonrisa.
─Me alegro de que te hayas divertido, experimentar no está mal. Solo te recuerdo que no te apresures con aventuras pasajeras, aún no has superado a Jisoo y no quiero que intentes ese dicho de un clavo saca a otro clavo.
─No te preocupes Jin, no pienso hacer eso con nadie, me daré mi tiempo con todo lo que estoy pasando. Además, no creo que lo vuelva a ver, solo fue una noche loca.
Cabía la posibilidad de no verlo más, creyó el rubio. Esos chupones en su cuello, su espalda más esas imágenes de como lo follo no se salían de su cabeza.
Seokjin se levanta mirando su agenda.
─Dejemos esto hasta aquí, hay que ir a ver a los nuevos modelos para la ropa de otoño. Llegaron y necesitan tu aprobación.
─Está bien. Entre más rápido mejor, tengo una reunión con los encargados de las bases de maquillaje, sigo inconforme con las paletas que nos mandaron.
─También yo. Te acompañaré.
─Muy bien.
Salieron de ahí con sus carpetas en las manos dirigiéndose a la sala de modelos. Jimin no se percató de la mirada de aquel pelinegro quien se quedó sorprendido al verlo otra vez. Sonrió con malicia, la fortuna estaba dándole la bienvenida, no podía creerlo.
El rubio entró saludando a todos, dejó sus cosas en la mesa de cristal y después miró al frente mirado a sus nuevos modelos hasta que su vista cae en cierto pelinegro que se lo comía con la mirada. El rubio tragó grueso, sintió sus piernas flaquear, su presión bajar.
No podría ser él, esto tenía que ser una broma.
─Hola chicos, buenos días. Mi jefe Park Jimin y yo seleccionaremos. ─Jin espero a que Jimin dijera algo.
Jimin no despegó sus ojos de guapo pelinegro. Jungkook tenía tanta suerte, por qué con quién tuvo el mejor sexo hace dos días, fue su querido y ahora jefe.
Pobre Jimin
Jaja
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