Jimin bebía su café como todas las mañanas. Tenía una camisa blanca que cubría su pequeño cuerpo, miraba el cielo nublado aunque con un poco de rayos de sol entre ellos.

Era hermoso de ver.

Gira levemente su cabeza mirando la espalda ancha y desnuda de su esposo. Aún estaba dormido y roncando como siempre. Le dio una mirada fría y llena de sentimientos encontrados. Había pasado tiempo desde que no tenían intimidad y, hoy solo por unas copas de más, Jimin se dejó llevar; cosa que lo miro como un error.

No es que no quisiera tocar a su esposo, lo amaba, pero justo ese amor se convirtió en algo rutinario. Sexo, promesas no cumplidas, restaurantes y frases repetitivas.

El rubio sentía que algo le pasaba a su esposo, a veces era cariñoso y otras un maldito imbécil. Tenían muchas diferencias entre ellos y una era que el rubio quería tener un hijo, pero su esposo decía que aún no era el momento, lo que los llevaba a discusiones y peleas.

Camina a su escritorio dejando su taza de café vacía. Se dirigió a su baño para darse una ducha, donde deja que el agua caliente lo relaje un poco. Hoy tenía que ir al trabajo por la nueva marca de maquillaje, tenía que salir el lunes en la mañana y el tiempo se le terminaba.

El trabajo era lo único que los distraía estos días, no podía engañarse más, él sabía la verdad.

Sale y seca su cuerpo, se cambia poniéndose su traje gris a cuadros muy elegante, toma sus lentes y su maletín listo para irse. Ni siquiera tenía intenciones de preparar el desayuno, no solía hacerlo mucho de todos modos, casi no desayunaba en casa. Quería salir lo antes posible del apartamento antes que su esposo se despertara. Pero para su desgracia, el terminó despertando.

—¿Amor? —Le llama.

Jimin giro mirado a Jisoo con el torso desnudo con ese rostro soñoliento.

—¿Pasa algo? Tengo algo de prisa —Dice indiferente.

—Solo quería decirte que saldré está noche para reunirme al cumpleaños de la actriz Wong Min. Llegaré tarde, es importante que esté ahí.

Aquí vamos otra vez con las mentiras.

—Muy bien, ¿Yo no estoy invitado, verdad?

«Era tan obvio que no»

—Amor es una fiesta con mis amigos actores. Me gustaría que fueras, pero tienes ese trabajo de tus maquillajes y no quiero quitarte tu tiempo tan valioso, no lo tomes a mal cariño.

Se levanta de la cama dejando ver su desnudes, tomó al rubio de su cintura para darle un piquito en los labios. Jimin lo aparta con ese extraño presentimiento amargo que lo torturaba hace meses.

Lo suelta para tomar su toalla y colocarla en la cintura.

—Qué considerado. ¿Sabes? Yo también tengo algo que hacer en la noche —Quería comprobar si al menos le importaba.

—¿Qué harás? —pregunta desinteresado mientras toma su móvil y sonríe levemente.

Al final, Jimin se arrepintió.

—Algo con lo del maquillaje, los chicos quieren celebrar en mi oficina. Diviértete con tus compañeros, salúdame a Eunwoo.

Jisoo asiente simulando una sonrisa. Jimin tenía un enorme nudo en la garganta.

—Ten un buen día, amor.

—Tu también —Dice sin más.

Se gira bajando las escaleras saliendo de su Penthouse. Sí su esposo tenía algo que hacer en la noche en esa "Disque fiesta" estaba seguro de que esa fiesta era en un hotel cualquiera con alguien más.

El solo pensar que realmente sus sospechas son ciertas, le daban ganas de vomitar y gritar con todas sus fuerzas.

Sube a su Porsche 911 color blanco, dando rumbo a su edificio Serendipity Corps; la marca más famosa de maquillaje y modelos de todo Seúl. Ser el dueño principal le tenía en un pedestal en las más altas clases sociales, era un hombre elite e envidiado.
Su familia se sentía orgullosa por su hijo, al igual que su exitoso hermano mayor.

Cuando llegó a su empresa, bajo siendo recibido en una reverencia por todos sus empleados el sólo cruzar por la puerta. Su asistente y mejor amigo Kim Seokjin llegó con él informando sobre las citas que tenía en su día. No sin antes saludar de beso en la mejilla.

—Buenos días Jimin, ¿Cómo amaneciste hoy?

—Amanecí, y eso lo agradezco —Dijo tosco.

Suben al elevador y Seokjin hace una mueca ante su respuesta.

—El detective te espera en tu oficina, ya tiene la información.

Le informa, mirado como su amigo se tensó ante ello. La había dicho que sospechaba que su esposo Kim Jisoo le estaba siendo infiel, Seokjin le dijo que no se precipitara con ello, pero su amigo había encontrado manchas de maquillaje en sus camisas y olor a perfume que no era de él.

No era estúpido, no sólo una vez paso, paso muchas veces. Ojo de loca, nunca se equivoca.

—Espero equivocarme Jin, lo amo, pero no permitiré que él me humille de esta  manera.

—Lo sé, pero si es así ¿qué harás? Él tiene parte de tu dinero, es dueño de la mitad de esto. Tengo miedo que te quite todo por lo que has trabajado.

Las puertas del ascensor se abren, caminan hasta la gran oficina del rubio. Jimin frena sus pasos antes de abrir la puerta, mirado a su amigo con un miedo palpable en todo tu cuerpo.

—Consultaré con un abogado, le diré a tu prometido que me ayude con eso, para eso tiene el mejor bufete de abogados. No dejaré que me quite absolutamente nada.

—Aún así ten cuidado, te quiero y no quiero verte triste —musita con preocupación.

—Estaré bien, anda ve por la paleta de maquillajes y tráeme a Yeri en veinte minutos.

Asiente él peli rosa y se da la vuelta por lo que su amigo y jefe le ordenó. El rubio toma la manija y por mucho que sintiera temor ahora mismo, tenía que afrontarlo y no dejarse pisotear de esa manera.

Abrió la puerta mirando al detective Bruck quien se puso de pie haciendo una reverencia ante él.

—Buenos días, Señor Kim.

—Dígame Park, no me gusta el Kim. —Le corrigió.

—Comprendo, señor Park.

—Tome asiento y dígame lo que tiene —Jimin deja su maletín en su escritorio.

El hombre saca el sobre amarillo con las fotografías y las direcciones de cada lugar.

—Aquí viene todo, tómelo con calma.

Jimin asintió abriendo el sobre con sus manos temblorosas, y como lo sospecho, su corazón se rompió, y sus ojos se cristalizaron al ver a su esposo con la actriz Kim Jennie entrando y saliendo del hotel más barato, no solo una vez si nos varias veces con fechas diferentes.

Lo sabía.

—También quiero darle esto —Le entrega la grabación donde grabó una conversación de hace dos días —La puede oír cuando yo me vaya, no se preocupe y lo siento mucho señor Park.

—No se preocupe estaré bien, tomé —Le entrega el cheque y el hombre lo toma— Le agregue otro cero a la suma que acordamos, muchas gracias.

—No fue nada señor Park, espero que le dé su merecido a ese tipo, no merece tener un hermoso ángel como usted y lastimarlo de esa manera. Me retiro señor, mucha suerte.

—Gracias —Susurro bajito.

El detective se retira. Jimin mira la grabadora en su escritorio listo para oír lo que el detective grabó. Sentía que el mundo se le venía abajo «mierda como fue tan estúpido»

Suspiro y le dió play al botón.

¿Nos veremos está noche donde siempre?

Por supuesto cariño, le diré a mi esposo que iré a la fiesta de cumpleaños de Wong Min.

¿No querrá ir contigo? Que tal si descubre que ni siquiera fuiste invitado.

Le diré que sólo para actores, es demasiado ingenuo para no creerme. Además tiene mucho trabajo, dudo que quiera ir.

«Se escuchan sus risas y Jimin siente que llorara en cualquier momento.»

Deberías divorciarte de él y quitarle todo lo que tiene, así podremos tener la vida que merecemos.

«Se escucha el sonido de un beso»

Lo haré pronto, lo prometo. Ahora vamos que tengo que ir a cenar con sus estúpidos jefes.

Muy bien cariño.

Y ahí termina la grabación.

Jimin suelta algunas lágrimas, quería gritar, romper y tirar todo en su escritorio. No podía creer que hablara así de él después de todo lo que hizo por él, cuando más lo necesito, cuando su madre falleció y él lo consoló hasta que se quedó dormido, en todos y en cada uno sus proyectos como actor.

¿En qué falló como esposo?

La puerta se abre y Jin al ver a su amigo de esa manera se le rompe el corazón. Corrió abrazarlo y miro las fotografías del desgraciado de Jisoo con aquella actriz joven, el maldito no tenía pudor ni decencia.

—Si me engañaba... Él se burló de mí, yo... le di todo Jin ¿En qué fallé? —Se aferró a su amigo, dejando salir todo su dolor.

—No fallaste en nada, él fue el estúpido que no supo valorarte, no llores más Minnie.

Seokjin tenía ganas de tener a Jisoo frente a él y romperte las pelotas de una sola patada, quería incluso tirarlo desde el piso más alto para hacerle eso a su mejor amigo.

—Me duele...

—Lo sé, Minnie, sé fuerte, con todas esas pruebas tú divorció será más fácil. Hable con Namjoon y dijo que te ayudaría a hundir a ese infeliz —Expresa con rabia.

—No quiero ni verlo, Jin. Me vio la cara y todavía se atreve a decir que me ama. Es un maldito hijo de puta, no sabes lo mucho que lo odio en estos momentos —Estaba demasiado triste, se sentía humillado por la persona que juró amar para toda la vida.

—Debes ser fuerte cuando lo enfrentes, que no te vea de esta manera. Eres Park Jimin, un hombre increíble que no se deja de nada y de nadie.

—Me engaño... Jin.

Jimin sale de su escondite limpiando sus lágrimas. Si bien le dolía el corazón porque creyó que su matrimonio estaba bien, que todos esos malos ratos eran parte del matrimonio, que vivirían hasta viejitos mimando a sus nietos. Tenía que afrontar la realidad. Jisoo lo engañó y tenía que ser fuerte y valiente para lo que venías después.

En ese momento estaba en su trabajo, tenía que ser profesional, el dolor aun lado y ponerse firme aunque por dentro este muy mal.

—Tienes razón, no debo verme débil ante Jisoo. En cuanto hablé con tu esposo sobre el divorcio será mejor para mí. Si piensa que le daré parte de mi fortuna la cual me costó mucho tener, está muy equivocado.

El peli-rosa le sonríe.

—Eso me gusta escuchar. Con él fuera de tu vida podrás sanar tu pequeño y frágil corazón, no será fácil y sé que tu confianza no será la misma si quieres rehacer tu vida. Pero no todo es malo, malo sería que te hicieras el ciego y perdonarle todas sus infidelidades.

El rubio mira su anillo de compromiso y de bodas en su dedo anular, Seokjin lo nota y toma su pequeña mano haciéndolo mirarlo.

—Algún día dejará de doler, y esos anillos únicamente serán un adorno más en tu joyería y menos importantes en tu corazón.

Le dice sincero.

—Gracias por estar aquí para mí Jinnie, no sabes lo bueno que es tener un amigo como tú —Le sonríe un poco.

—Siempre estaré aquí para apoyarte Jimin. Ahora deja de llorar por ese infeliz y trabajemos para distraer tu mente, podemos ir a tomar a tu apartamento o ir a un antro después. Se que no es la mejor idea pero al menos es algo.

Suspira el rubio, toma un poco de agua, ya que su garganta se sentía seca.

—Lo agradezco, pero no tengo el ánimo —Jin comprendió— Andando que está empresa no se maneja sola y tomaré en cuenta lo de los tragos después.

—Bien dicho.

Guardo las fotos en su cajón y salen de la oficina del rubio para ir a la sala de productos no terminados. Miro a Yeri esperando por él con la carpeta de dibujos de los modelos de ropa que sacaría para verano.. El trabajo podría distraerlo un poco, le dolía demasiado aunque intente disimularlo.

Estas cosas no se olvidan así de fácil y aunque ya lo sospechaba no quitaba él hecho de que a sus 26 años de edad, algo así le pasaría. Estaba seguro de que su hermano mayor; Park Hoseok se enfadaría muchísimo, él por alguna razón siempre le dijo que su esposo no le daba buena espina, tal vez debió escucharlo y no creer que sólo eran celos de hermano mayor.

👔🖇️🔥

Un guapo y atractivo pelinegro salía de su elegante auto Ferrari color negro. Captó varias miradas de mujeres y hombres jóvenes quienes le tomaban fotografías y suspiraban por él.

No era de esperarse que no lo hicieran, él es un modelo de Élite con la más alta reputación de modelaje. Trabaja para varias marcas de ropa, entre esas marcas son. Louis Vuitton, Gucci, Chanel, Versace y Coach etc. También era el rostro de los relojes Rolex. Es muy famoso y aclamado por muchos estadunidenses, así como asiáticos.

Miro al frente su nuevo edificio donde viviría a partir de ahora, gracias a la herencia de su padre Gong Yoo. Miro al frente a su mejor amigo Cha Eunwoo quién lo recibió con un gran abrazo.

—Al fin llega el famoso Jeon Jungkook ¿qué tal el vuelo?

—Muy bien, ¿Y tú cómo estás?

Al entrar al edificio, las miradas en el guapo pelinegro no son para nada disimuladas entre las chicas. Entran al elevador marcando el piso número 35.

—Yo estoy bien, sigo trabajando en novelas ya sabes, mi vida de actor sigue creciendo.

—Me alegro de escuchar eso. Mire la última que hiciste la de Beauty algo así, me gustó mucho aunque algo ñoña para mí, gusto.

El pelinegro sonríe halagado y ofendido a la vez.

—Creo que es la más popular en estos días, igual tengo otros proyectos en camino, algo más maduros.

—¿Que, grabarás un porno? —Se burla a lo que Eunwoo niega riendo.

Se abren las puertas y caminan por el pasillo llegando al apartamento de pelinegro, entran, admirado lo elegante y hermoso que es. Ese toque minimalista que le encantaba a Jungkook.

—Bueno este será tu santuario, qué te parece —abre los brazos mientras caminaba hacia atrás.

—Está muy bien, justo como a mí me gusta.

—Hice que pintarán el lugar, ya que estaba un poco descuidado, espero que te quedes mucho tiempo amigo. Supe que serás el nuevo modelo de Serendipity Corps. —Silva— Mi rival próximamente.

Se sientan en el gran sofá para hablar un poco mejor, las maletas del pelinegro ya estaban en su recámara justo como él lo pidió. Decir que no amaba ser famoso y que hicieran todo por él, sería mentiría, ama serlo y gozaba de ello.

—Mi hermanita dijo que es la mejor agencia de modelaje y maquillaje de Corea. Que tiene la misma reputación que las marcas estadounidenses.

—Así es, yo he trabajado para ellos en una empresa excelente.

—Dentro de una semana empiezo, por hoy sólo quiero disfrutar los días libres. Quiero relajarme antes de ir a mi deber como modelo.

Estira su cuerpo, tronando su cuello.

—¿Y Nueva York? Ya no piensas regresar —Pregunta curioso.

—Crecí ahí toda mi vida, me gusta Nueva York, es muy hermoso, pero cambiar de ambiente no está nada mal.

—Me alegro de que le des una oportunidad a tu país. Bienvenido y nos vemos está noche en la casa de Jackson, ya sabes que se enteró de tu llegada y organizó una fiesta en tu honor.

Se ríe negando la cabeza.

—Él solamente busca pretextos para hacer fiestas, está vez en mi honor y la otra porque murió su perro.

—Aún recuerdo cuando hizo la fiesta por el divorcio de sus padres cuándo íbamos a la universidad, eso fue raro pero divertido.

Se ríen recordando esas fiestas que hacía Jackson, una época divertida que dejó muchas experiencias a Jungkook.

—Dile que ahí estaré, te veré ahí.

—Vale, me voy y bienvenido de vuelta a Seúl. Y por cierto, tu cachorro llegó hace apenas unos días, lo traerán mañana.

—Gracias por ayudarme, no podría vivir sin mi hijo.

—Para eso estamos los amigos. Mi sobrino también es importante. Nos vemos más tarde Jeon.

Chocan los puños y se despide del castaño de su mejor amigo. Sale del apartamento y Jungkook se pone de pie para admirar el lugar donde a partir de hoy vivirá. Tal vez las cosas en su país sean para bien y no para mal, porque estaba seguro de que a Nueva York no volvería en un buen tiempo.

No después de lo que sucedió.

…

Jimin había hablado con Namjoon sobre el divorcio y las pruebas que había recopilado con el detective, le dijo que por el momento no lo enfrentará y siguiera como si nada, que la demanda de divorcio se dará mañana debido a que hay pruebas de por medio. Enfrentarlo ahorita así como está dolido, no era algo que le convenía.

Entró a su Penthouse dejando sus llaves en la mesita de al lado de la puerta, quitó sus gafas y dejó su maletín en el piso, no tenía ánimos para nada, el ver las pruebas de aquel engaño fueron más que suficientes para él.

Miro todo el lugar donde en el pasado sus días más felices y hogareños eran a lado de su esposo, donde pensaba que al lado de Jisoo sería intensamente feliz y tendrían hijos corriendo por todo el Penthouse. Las cosas no salían como uno llega a imaginar, no sabía si había sido él quién falló en esta relación o simplemente era aburrido en la cama que prefirió su esposo acostarse con alguien más joven.

Se levantó del sofá caminando a su habitación, dentro soltó un par de lágrimas recordando las incontrolables noches donde se decían te amo y esas promesas que quedaron solo en eso; promesas.

Abrió su gran clóset, ahí colgando estaba toda la ropa de ese maldito Infeliz, tomó cada una y empezó a empacar toda su ropa, camisas, sacos, zapatos y ropa interior absolutamente todo.

Si creía que se quedaría con el Penthouse estaba muy equivocado, lo echaría como tal perro a la calle así como disfrutara de exponerlo ante todo internet por su infidelidad. Jimin quería venganza y de esta forma lo haría, de todas maneras el que quedaría mal sería él y esa actriz de cuarta, seguro nadie los contrataría después.

No pensaba con la cabeza fría.

Al terminar dejo sus maletas listas para cuándo el maldito llegué de su “encuentro” y vea que esto va en serio.

Su móvil suena con un mensaje justamente de él.

Infiel 🖕
Cariño no podré llegar hoy, la fiesta se puso muy buena y creo que llegaré en la mañana, te amo bebe adiós.

—Si, muy buen maldito hijo de perra, pero en la mañana que llegues ya estará aquí Namjoon con todos los documentos de divorcio, y ni un centavo te daré maldito infeliz —Mascullo.

Mañana sería un día duro para el rubio, así como el fin de Kim Jisoo.

Nueva historia ¡Yeiii!

Está historia la tenía desde octubre, pero la dejé de lado por las historias que un tenía para terminar.
No me animaba a subirla pero dije ¿por qué no?

Si veo que no tiene apoyo la quitaré.

Espero que les guste mucho.
La dinámica de esta historia no será como las demás, será diferente o eso intentaré jejeje.

Nos vemos mañana con otro capítulo.

🐻