Jennie se encontraba acostada en la cama que compartía con Lalisa, la mayor había salido a una reunión muy importante y estaba claro que le preguntó si quería ir, pero la menor no quería interrumpir a su novia.

Ella sabía que la junta era muy importante para Manobal y no quería ser una interrupción para esa reunión, así que por ello estaba solita en su casa.

Estaba viendo su teléfono, vídeos, y algo que le llamó la atención fue que alguien estaba haciendo un envivo y entró a verlo.

Y lo que más le sorprendió fue escuchar las palabras de la chica.

"En este restaurante se encuentra Lalisa Manobal, una de las más importantes emprendedoras" hace una pausa "por lo que sabemos es que se encuentra en una cita con un chico, pero lo que me pregunto ¿la empresaria no tenía novia? ¿Dónde estará su novia?"

—Yo estoy aquí —hace un puchero, no tenía que entrar a ese envivo, mejor se salió, ya no quería escuchar más a la chica.

Se levantó de la cama y fue a la cocina por algo de comer, cuando llegó a la antes mencionada vio que tenía helado y galletas, así que las agarró y se dirigió de nuevo al cuarto.

Sentada, pensando qué hacer, en su mente pasó ver una película que le llamó la atención.

Unos cuarenta minutos después Jennie se encontraba llorando, ¿cómo se les ocurrió excluirla de una de sus nietas solo por no tener un don?, era absurdo todo eso.

Lloraba de tristeza y de coraje, después de terminar de verla empezó a buscar en los canales algo que le llamara la atención hasta que llegó un canal de las noticias y leyó el título, al parecer todos estaban hablando de Lalisa Manobal.

Mejor apagó la televisión y se acostó para dormir un rato, se estaba aburriendo mucho estar sola en la casa ya sin su Lisa.

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Manobal se apresuró rápido a salir del restaurante cuando recibió una llamada de su secretaria.

La razón de la llamada era que una chica hizo un live donde decía que tal vez la empresaria Lalisa Manobal le estaba haciendo infiel a su novia. Y Lalisa estaba preocupada y más si esas noticias llegaban a oídos de Jennie.

No es que Lalisa le sea infiel a Jennie, no, eso no. Solo que sabe que su pequeña y hermosa novia es insegura, no le gustaría tener que pasar por otra situación como hace un año que pasó con su bebé. De tan solo pensarlo se preocupó mucho.

Una vez llegó a su casa, bajó rápido del carro y lo que más le sorprendió es que todo estuviera apagado y la casa estuviera en un silencio.

No se acordaba de que Jennie le comentara que iba a salir o algo por el estilo, así que pensó que tal vez estaba durmiendo o estaba en la casa de Rosé.

De manera silenciosa y rápida se apresuró a llegar a la habitación que compartían y prendió la luz, vio un pequeño bultito abajo de las sábanas, así que supo de inmediato que ahí estaba Jennie dormida.

No la iba a despertar, tal vez ya mañana o en la madrugada podría hablar con su novia, ahora solo iba a tomar una siesta a su lado, sin que nadie los interrumpiera.

Una vez acostada al lado de Jennie, la abrazó de la cintura, cerró los ojos sin antes dejar un beso en la frente de Jennie.