Dejó caer la barra al piso descuidadamente, su respiración se vio repentinamente afectada. Se dirigió hacia la esquina donde se encontraba su bolso, tomó la toalla y una botella de agua, bebió la mitad del líquido saciando su sed y limpió el sudor de su rostro. Sentía un presión en el pecho, su garganta se sentía cerrada y no entendía qué le ocurría. Desde hacia días venía teniendo ligeros ataques de asma, aún cuando su inhalador se cambió por unas dosis mas altas de medicamento. Era extraño, demasiado. Revisó su teléfono por si Youjin le había enviado algún mensaje, pero no tenía ninguno. Quedarse encerrada no era su fuerte, ella necesitaba salir, hacer cosas, trabajar y mantener su mente ocupada. Así que luego se arreglar con los de seguridad que estarían constantemente a su lado, ella solo tuvo el permiso para ir a la agencia.

Su celular sonó con una llamada de su representante.

—Vaya, hasta que al fin puedo comunicarme contigo.

—Lo siento, hyung. He estado algo ocupado.

—Tu tío me contó lo que está sucediendo —JungKook suspiró— realmente siento lo que le está ocurriendo a tu novia, pero necesito que te concentres, JungKook. Cuando los permisos sean confirmados deberás partir a Japón. Es una oportunidad excepcional.

—Sobre eso —hizo una pausa dudando— ¿podemos aplazarlo? Tan solo un poco, por favor.

La respuesta del otro lado no fue tan bien recibida.

—No te estás preocupando lo suficiente —reprochó— lamento lo que diré, pero comienza a analizar tus prioridades. O es tu carrera como boxeador o es proteger a esa chica.

—Tengo muy bien claras mis prioridades. No estoy exigiendo una barbaridad, solo días —intentó mantener una voz pacífica— debo dejarte, mientras hablamos me enfrió y no podré seguir entrenando.

Cortó, dejándose caer al piso. Inhaló y exhaló varias veces realizando unos ejercicios de respiración. Sintió la presencia de alguien acercarse.

—Te ves pálido —Namjoon.

—Lo sé, creo que dejaré por hoy esto.

—¿Youjin?

—En la agencia, no quería quedarse en la casa. Llevó a Eoduun con ella.

—No puedo creer que no sepan absolutamente nada sobre ese acosador.

—Es lo más extraño, hyung. No hay huellas, pistas ni nada que nos lleve a alguien, un mísero nombre siquiera —meditabundo— ni siquiera las imágenes en el edificio sirvieron porque la persona que dejó la caja fue uno del correo, por lo tanto una vez más no tenemos nada —negó— sabe cómo acceder a todos lados, dónde pisar  sin dejar algo que lo incrimine. Por primera vez tengo miedo.

—¿Por qué no vas a verla? —JungKook miró a su primo— anda, te cubrire aquí. Descansa, no te ves nada bien.

—Eso haré —se levantó— gracias, hyung.

Agarró su bolso, se dirigió a los vestuarios para tomar un relajante baño y dejar lo sucio en casa. Tomaría el tren rápido para volver a Seúl. Aún cuando el viaje fuera cortó, era un tanto cansado ir y venir. Al menos sabía que por las noches se quedaría con su cerecita.

—¡Youjin, regresa a la casa!

Rodó los ojos ante la petición de su madre.

—Estoy bien, omma, Kira está conmigo todo el tiempo.

—¿JungKook sabe que estás ahí? ¿por qué no avisaste? Te hubiera acompañado, hija.

—Tenía que venir a buscar algunas cosas a la empresa, y sí, Kook lo sabe porque me acompañó hasta aquí y luego se fue. YuGyeom y SungHoon sunbae pasaron a buscarme y ahora están cerca de mí —explicó con calma— una vez termine iré a casa contigo y appa, ¿está bien?

—Ya no sé siquiera si ahí en la agencia estás segura.

—Lo estoy, omma. Reforzaron la seguridad y sabes que aquí no es fácil entrar.

Heeji no estaba tan convencida, su intuición de madre estaba preocupada y al límite. Con un sabor amargo en la boca del estómago.

—Háblame todo el tiempo, cielo. Por favor, incluso cuando estés viniendo.

Youjin vio a Dahyun llegar, está saludó a Kira y se quedó parada a un costado fingiendo hacer algo aleatorio.

—No te preocupes, omma. Te quiero.

—Yo a ti.

Cortó, guardando el teléfono en el bolsillo trasero de su jean. En un pequeño movimiento rascó su frente y siseó del dolor al tocar el lado moreteado.

—¿Estás bien? —preguntó Dahyun acercándose a la cantante. Kira volteando rápidamente también, dejando un segundo su actividad.

—Sí, lo estoy —le sonrió, y se acercó a un espejo. Se observó detenidamente, ya casi no tenía esa horrible decoloración de la primera vez. Cómo el médico había dicho; una vez la inflamación bajase, la piel recobraría su color natural. Hacía días de eso y hacía días que no sabían nada del sasaeng. Otra vez. Youjin pensó que tal vez ese idiota la dejaría en paz luego de lo que le dijo.

Esperaba ser feliz de una vez.

—Youjin, ¿podemos hablar? —la cantante miró a Kira de soslayo ante la tímida pregunta de Dahyun.

—Sí, claro.

Se apartaron un poco bajo la atenta mirada de las demás.

—¿Cómo te sientes?

—Ahm, bien, estoy mejor.

Dahyun se mordió el labio, no sabía cómo empezar.

—Yo... sé que no hemos tenido la mejor de las relaciones, y que se agravó un poco cuando tú y —tragó saliva, desviando la mirada un segundo— JungKook se pusieron de novios, pero quiero pedirte disculpas.

Eso no se lo esperaba.

—Siento que me comporte de forma infantil, tal vez sentí envidia o no supe manejar mis emociones.

—Es que no entiendo —la interrumpió— ¿por qué tendrías envidia de mí? —y añadió cautelosa— ¿es por JungKook?

Su no contestación y la sonrisita incomoda le daba cierta respuesta.

—Dahyun.

—Mira, solo quiero arreglar las cosas contigo, venimos hace años trabajando juntas, me gusta mi puesto, lo disfruto —suspiró, prosiguiendo— estoy conociendo a alguien y estoy queriendo escalar un poquito más, ya sabes, con eso de que estudie diseño.

La cantante asintió entendiendo todo perfectamente.

—No te preocupes, por mí está todo perdonado. ¿Empezamos de cero? —extendió su mano, risueña.

—De cero. —aceptó, apretando sus manos compartiendo una sonrisa cómplice.

—¿Así que ahora son amigas?

Kira se acercó a la cantante cuando Dahyun se alejó.

—Algo así.

—¿Irás al estudio? Yoongi estuvo preguntando por ti.

—Okey, ahí voy.

—No debiste traer a tu gato a la agencia, Youjin.

Ignoró el comentario y abrió el cierre de la mochila donde el felino se encontraba dormitando. Por más que le dijeron que no lo sacará de la casa, Youjin lo llevaba con ella cuando salía y Eoduun se encontraba feliz de estar al lado de su dueña todo el tiempo aún fuera un lugar desconocido. Caminaron a la par por los pasillos de la empresa, debían subir el ascensor para llegar al estudio de grabación. Al salir se detuvo para enviarle un mensaje a su novio, sin embargo Youjin más que sorprendida lo encontró merodeando por los pasillos.

—¡Cariño! —se abalanzó hacia él aferrándose a su cuerpo, se le hizo un poco extraño que tardará en corresponderle, pero cuando lo hizo la apretó permitiéndole a ella captar un aroma distinto del que solía usar. Iba cubierto con una gorra y ropa que no acostumbraba, pero tampoco le tomó tanta importancia. Lo que sí la impresionó fue la perforación que se encontraba en su labio inferior— ¿Te hiciste un piercing? —el pelinegro se tocó la argolla con la punta de la lengua y luego con la punta de sus dedos terminando de encogerse de hombros— te costaste el cabello también.

—Ah, no, solo está escondido —la voz que tenía era neutra y grave. No supo porqué, pero sintió inesperados nervios cuando él le acarició el rostro de manera particular, admirándola con ojos bien abiertos y emociones que no podía descifrar— alguna vez te dije lo mucho que me gustas sin maquillaje.

Su cuerpo tembló traicionándola los primeros segundos. Miedo, eso fue lo que experimentó al escuchar esas palabras que solía decirle su sasaeng. Pero no, claro que no. Podía ser tan solo una mera casualidad ya que a su novio le gustaban sus pecas, las adoraba y estás se notaban más cuando no tenía maquillaje así que no debía dudar. Salió de su debate mental cuando notó los finos y rosados labios sobre los de ella, su cuerpo se puso rígido una vez más por la manera tosca en que aquellos belfos faltos de humectación se movieron, la forma posesiva en que la sostenía de la cintura y cuello, no era como JungKook solía hacerlo. A duras penas se separó, mirándole. Su corazón dentro de su pecho latió desbocado sin saber la verdadera razón, nada se sentía igual. Fue cuando también escuchó el gruñido de su mascota más atrás. Ambos voltearon a ver al animal. Miraba fijamente al pelinegro, su cola en alto y parte del pelaje de su lomo estaban crispados en señal de ataque y defensa.

—Eoduun, ¿qué te pasa? Es JungKook.

Este se enredó entre las piernas de su dueña sin dejar de observar al otro y cuando el pelinegro se agachó queriendo tocarlo, Eoduun expulsó un bufido de forma brusca seguido de un agresivo rasguño que lastimo la piel de la mano masculina. Esa acción preocupó demasiado a la cantante sintiéndose peor, sobre todo al estar de espaldas a su novio. Era una horrible sensación que le erizaba cada vello y poro de su piel. Procuró no temblar ni demostrar su malestar al tener un mal presentimiento iniciando en la boca del estómago. Al girar teniéndole cerca le sonrió, él acortó el espacio entre ambos queriendo besarla de nuevo siendo rechazado, gesto que claramente no le gustó demostrando su terrible descontento a través de una rara oscuridad en sus ojos.

—Debe estar de mal humor.

—¿No quieres besarme, nena? —ese apodo era nuevo, incluso el tono con que lo usó, él no solía decirle así. Todo su comportamiento era extraño. ¿por qué?

—Estoy cansada —trató que su voz no se quebrara— debo irme, tengo que juntarme con Yoongi en el estudio.

Intentó pasar por su lado, pero la mano rodeando fuertemente su brazo le impidió siquiera moverse.

—Pronto estaremos juntos, muy pronto —murmuró, con una sonrisita en la comisura de sus labios. El siguiente movimiento la tomó desprevenida y tan solo se dejó besar en los labios.

Youjin se desenganchó de a poco, con miedo, incertidumbre y una indudable opresión en el pecho. El nudo en su garganta ardía permitiéndole no hablar, así que fingió una amable sonrisa y caminó velozmente con Eoduun en brazos gruñendo por lo bajo dejando a su novio atrás. Volteó una última vez, encontrando que la figura del pelinegro ya había desaparecido.

Quedó pensativo cuando subió al elevador, pues al llegar a la agencia uno de los guardias de seguridad custodiando la puerta principal le dijo algo que consideró insólito. Al saludarse este insinuó haberlo visto entrar minutos antes, a JungKook le pareció un poco divertido ese tipo de comentario, tal vez se había confundido ya que esa misma mañana, muy temprano, él había estado allí. Cuando las puertas metálicas se abrieron salió hacia una gran recepción con algunos sillones para la espera, había gente de aquí para allá a la cual saludó. Extrajo su celular del bolsillo de sus jeans para ver si su novia había visto su mensaje, pero al parecer no. Entre la pequeña multitud pudo reconocer el rostro conocido de alguien acercándose tímidamente.

—JungKook.

—YuGyeom.

Desde aquel intercambio de palabras que habían tenido en el departamento del azabache ninguno de los dos hizo el intento de hablarse. JungKook paulatinamente comenzó a no quedarse más allí y YuGyeom no hizo esfuerzos por decir absolutamente nada. La ultima vez que se habían visto y el azabache intentó hablar con su ex compañero no reuniendo el valor suficiente fue en el hospital cuando habían internado a Youjin.

—¿Cómo estás?

—Bien.

Se podía respirar un aire tenso entre ambos.

—¿Podemos hablar?

—Claro.

Tomaron asiento en uno de los sillones acomodándose frente a frente.

—¿Cómo has estado? Escuché de Youjin y sunbae que estás preparándote para boxear profesionalmente.

—Así es —asintió leve— al quedarme sin trabajo, Youjin me apoyó en esta locura y ahora estoy en medio de trámites para ingresar a la federación nacional y entrenando para el primer combate.

—Wuao, eso es genial —dijo con entusiasmo— sabes que puedes contar conmigo si lo necesitas —JungKook no se lo espero venir— sé que hemos estado distanciados, pero Youjin también comentó que has estado yendo y viniendo desde Busan a Seúl, ahm, sabes que mi casa sigue disponible para ti, aún queda algo de tus cosas.

—Lo sé, con tanto que ha pasado no he tenido tiempo de buscarlas. Sin darme cuenta, termine quedándome en el departamento de Youjin.

—Mmmj, ya se, siempre que la acompaño estás ahí esperándola o viceversa.

El silencio se hizo extraño al ninguno decir palabras durante unos segundos que parecieron eternos.

—Lo siento, JungKook. He sido un idiota contigo —mantuvo su mirada en sus manos— no debí cuestionarte ese día, estaba molesto por otras cosas y creo que me desquite contigo.

—¿En serio lo sientes? —YuGyeom asintió mirándoles a los ojos— entonces, ¿por qué lo hiciste?

Suspiró lentamente, chasqueó la lengua e hizo una mueca de duda antes de confesar.

—Creo que malinterprete algunas cosas. Yo sabía que le gustabas a Dahyun, ella me lo dijo e insinuó varias veces que habían salido juntos.

JungKook no lo negó, porque siempre fue dentro del marco de la amistad y el compañerismo.

—Discutimos fuerte cuando salió la noticia de tu noviazgo con Bloom Cherry —se veía algo ofuscado— le dije que lo olvidará, que era obvio que entre ustedes iba pasar algo, porque amigo —su sonrisa pícara hizo sonreír al otro— la tensión sexual que ustedes manejaban cuando estaban uno junto al otro, un completo idiota simplemente no se daría cuenta de las ganas que se tenían.

Ambos rieron, quedando en silencio nuevamente, por lo cual YuGyeom prosiguió.

—Me moleste cuando dijo que lo tuyo con Youjin solo era un capricho y que no esperara nada de ella porque no me iba a corresponder —se encogió de hombros— me enoje contigo y por eso explote. Realmente lo siento.

—Debiste contarme —dudó antes de comentar— Dahyun me confesó lo que sentía hacia mí, pero le dejé en claro que había alguien más, luego me descubrió a los besos con Youjin y ahí ella se alejó por completo, hasta pensé que fue la que filtró la noticia sobre mi relación.

—Por un momento pensé igual —acotó, sorprendido— ¿aún no saben nada de ese tipo?.

—No, aunque Youjin no diga nada, sé que está aterrada, solo lo esconde para no preocuparnos.

—Ella ahora se encuentra en una reunión con Bang Sihyuk —por eso no le contestaba— ¿quieres ir a beber algo?

—Aun es de día y estás en horario laboral.

YuGyeom rodó los ojos y resopló.

—Aguafiestas, lo decía por un café, se me antoja, ya tendremos tiempo para beber realmente —el pelinegro sonrió divertido— ¿estamos en paz? ¿me perdonas?

JungKook no pudo evitar sonreír al ver el puchero en los labios del azabache. Extrañaba lo ocurrente y bromista que era.

—No hay nada que perdonar, amigo —sus manos chocaron— adelántate a la cafetería, necesito pasar al baño primero.

Ambos se levantaron comenzando a caminar.

—¿Americano ice?

—Sí, gracias.

Sintió un peso menos en su pecho al arreglar las cosas con YuGyeom. Desde un principio era algo pendiente que aplazaba por obvias razones, pero agradecía que su compañero hubiera dado el primer paso y se hayan reconciliado al fin. Le había tomado cariño y estimaba mucho la amistad que habían creado.

Lavó sus manos, las secó con papel lanzando el bollo al basurero. Su celular vibró con un mensaje de su cerecita. Era una imagen donde su rostro demostraba lo aburrida y fastidiada que estaba. Sonrió, contestando rápidamente sin percatarse de la presencia detrás de él.

Sus ojos se elevaron abriéndose a tope al ver a través del reflejo del espejo la figura a sus espaldas. No podía creer lo que estaba viendo, era inexplicable, absurdo, desesperante. La sonrisa idéntica que solía hacer de lado se reflejo en el rostro del desconocido y antes de que JungKook pudiera voltear para hacerle frente, una jeringa se incrustó en la piel de su cuello. Tan solo fueron segundos de forcejeo en los cuales no pudo hacer mucho; su cuerpo fue cediendo de a poco hasta quedar tendido en el piso y lo último que sus ojos captaron antes de cerrarse fue su propio rostro mirándolo con diversión desde arriba.

—Creo que voy a divertirme un rato —suspiró, acuclillado— al fin nos conocemos, hyung.

Quisiera saber que piensan de este capítulo. Déjenme sus inquietudes, dudas, preguntas, teorías, Jungshook ➡️

Todo se va aclarar en el próximo capítulo y espero puedan soportarlo.

Love ya 💕

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