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Despertó realizando su rutina con tranquilidad, tenía que viajar a Busan para encontrarse con su tío y primo. A raíz de haberles comentado que quería incursionar profesionalmente en el boxeo, ellos pusieron manos a la obra en buscar gente capacitada e incluso el amparo de la misma Federación Nacional. Así que ese día se encontraría con un par de personas que lo ayudarían. Estaba feliz, por primera vez estaba haciendo algo que anhelaba acompañado por las personas que lo amaban.
Dejó la mochila sobre una de las sillas altas junto a la isla de la cocina. YuGyeom estaba terminando de preparar su desayuno cuando JungKook entró saludando.
—Buenos días.
—Buenos días —respondió escueto. El azabache se mantenía distante.
—Iras a la agencia, hoy viajan, ¿no? —preguntó, sirviéndose un vaso con agua fresca.
—Así es —masticó de su bibimbap. De reojo observó a su compañero prepararse algo rápido para desayunar, suspiró volviendo su atención a su comida y preguntó— ¿te mudaras con tu novia o seguiremos siendo compañeros?
—YuGyeom.
—Da igual, haz lo tuyo —se levantó, dejando en el fregadero su plato a medio terminar. JungKook lo detuvo antes de que saliera de la cocina.
—No podía decirte lo que estaba pasando.
—Pensé que éramos amigos —tal vez estaba exagerando, pero lo que pasó fue grave y se sintió un poco ofendido que no haya confiado en él— que al convivir se había formado un bonita amistad no te voy a negar que todo esto me molesta, porque si, me molesta —bufó— ahora entiendo muchas cosas.
Cómo YuGyeom, JungKook también pensaba que estaba exagerando, aunque le daba la razón. Se sentía mal por no haberle dicho.
—¿Cómo que?
—Déjame hacerte una pregunta —se cruzó de brazos, acción que el pelinegro imitó— realmente estás enamorado de Youjin —eso lo descolocó— responde.
—Oye, no te parece que lo estás tomando demasiado personal.
—Tal vez, lo siento —suspiró, sintiéndose un idiota, bufó riendo y negó— debo irme, tú haz lo que quieras y espero seas feliz ahora con tu nuevo kdrama, tal vez hasta recibas nuevas propuestas y te conviertas en la nueva cara de la agencia.
A través de la ventana de la camioneta veía con aire distraído la ciudad pasar, se estaba dirigiendo a Busan junto Tommy, el dueño del gimnasio donde ocasionalmente entrenaba. Él también había colaborado en buscar patrocinadores. Desde que vio a JungKook subir a su auto, lo había notado distante, nada en comparación a la noche anterior en que su emoción parecía como la de un niño con juguete nuevo. Algo le ocurría y esperaba que aquello no opacara su nuevo camino porque era prometedor.
El celular del ex guardaespaldas sonó, lo sacó del bolsillo de su chaqueta encontrando algunos mensajes de su cerecita. Sonrió viendo la foto que le había enviado viajando al mismo destino, excepto que sus planes eran diferentes. Youjin iba junto al staff por motivos de su gira entre otras. Tal vez si sus asuntos se aceleraban podía pasar a verla, estar con ella un rato y acompañarla. Su relación ante el mundo era oficial y poco le importaba el que dirán.
El mundo avalaba esa relación, llamándoles la pareja dorada o Golden Couple. Eran soñados.
Bloqueó la pantalla dejando el aparato sobre su muslo derecho. Su semblante había cambiado, se suavizó y eso no pasó desapercibido para su acompañante.
—Tienes suerte.
—¿Eh?
El hombre sonrió divertido mirando atento el camino.
—Se nota que la chica te tiene a sus pies.
Ahogó una boba sonrisa, no iba negar una gran verdad. Podía decir con exactitud que se estaba enamorando muy fuerte de la cantante, que a pesar de los contratiempos y determinadas personas negativas, él experimentaba una ilusión que no había tenido ni siquiera con su ex. Recordarla cada vez era menor, pero aún seguía ahí, porque lamentablemente Sakura había sido de su vida, de un momento doloroso muy importante y desde lo mas profundo estaba agradecido con ella por haber estado a su lado en esa época. Pero como la vida seguía, él debía avanzar y aceptar lo que venía.
—Solo disfrutaré —musitó— no voy a pensar en nada, decidimos con Youjin que ignoraremos lo de afuera y que deba pasar lo que tenga que pasar.
—¡Eso es! Así me gusta, campeón.
Así que su entusiasmo se mantuvo latente hasta que llegaron a la ciudad costera. Aparcaron frente al gimnasio que era del tío de JungKook y descendieron. El sitio era grande, el más conocido en toda la ciudad, el más antiguo recibiendo a mucha gente a diario. Aparte de tener las típicas máquinas y sala de musculación; este contaba con un piso entero para la práctica de boxeo y artes mixtas. Otro para yoga y pilates y una pequeña cafetería que fue abierta ese mismo año. JungKook estaba orgulloso de todo lo que su tío había construido, ese hombre que era hermano de su difunta madre era como su segundo padre, así que le debía mucho a él.
Cuando cruzaron las puertas, la nostalgia de volver se colgó de él. Había pasado tantos años en aquel lugar entrenando a varios renombrados del mundo del pugilismo y otros estilos de combate, él mismo aprendiendo sobre el oficio que se sentía como volver a su segundo hogar. Vio a NamJoon sonriente dirigirse hacia ellos, vestía deportivo como casi siempre. Los saludó de forma efusiva, sobre todo a su primo que hacía tiempo no veía, minutos después se les sumó Minjoon y con él un hombre bastante atractivo no tan mayor que JungKook más que uno o dos años.
—Los presentó, él es Kim TaeHyung, será quien te represente y este pendiente de todo los trámites que hay que hacer ante el comité. Él es mi sobrino Jeon JungKook, nuestro futuro campeón.
Ambos se dieron la mano luego de una leve inclinación de sus cabezas. JungKook hizo una rápida inspección al hombre frente a él. Su apariencia era elegante y casual, a leguas se podía notar su ropa de marca, su cabello de un rubio dorado iba bien peinado hacia atrás mientras su rostro llevaba un gesto amable y altivo. Si su tío se lo había presentado es porque debía confiar en él.
—Es mejor que nos reunamos en un lugar más tranquilo —habló la nueva personalidad. Hasta su voz era hipnotizante— así podremos comenzar con la reunión hay mucho que hablar.
Se dirigieron a una pequeña sala que habían remodelado convirtiéndola en una oficina más grande, una apta para reuniones y dónde se sentaron a conversar seriamente sobre el futuro.
Bostezó, tenía un poco de sueño. Había hecho un recorrido en la arena en el cual daría su concierto. También estuvo pendiente de los cambios de vestuario que usaría en el escenario durante el show. Le había comentado a Kira que quería un cambio, algo mínimo, salir de su zona de confort. Aunque su estilista sabía con seguridad que del negro no saldría. Luego del almuerzo se dirigió hacia el hotel donde se quedarían, por un momento, a Youjin se le ocurrió ir a visitar a los hermanos Kim, pero ante las actividades que tenía desistió rápidamente, sobre todo sabiendo que Chaewon estaba en plenos exámenes y Namjoon debía encontrarse con su novio en esos instantes.
Su novio, jamás pensó que estaría en pareja con alguien y menos que ese alguien la haya sacudido sentimentalmente tan fuerte como para tenerla pensando en él todo el tiempo. Se mordió el labio inferior mirando su celular, JungKook no se veía activo en kakao y aunque ella sabía que él estaba muy ocupado, el bichito de la curiosidad por saber si se verían ese día estaba ahí, picándole intensamente, molestándole.
—Hay una marca que está tomando demasiada relevancia —comentó Kira— creo que te gustará.
La cantante dejó su celular a un costado de su plato y tomó los palillos revolviendo su plato de jajangmyeon.
—¿Cómo se llama? —preguntó, Kira revisó en su celular buscando la página web y respondió.
—"Fearless Clothes" —sorbió una considerable cantidad de fideos masticando despacio. No sé le hacía conocido el nombre— tienen mucho en tendencia he visto que disponen de prendas que son de tu estilo. Tienen la sede principal aquí en Busan.
Eso sorprendió a las dos.
—Podríamos ir hoy —habló entusiasmada— tenemos tiempo.
—Primero le diré a HoSeok y luego llamaré para hablar con alguna de las creadoras o representantes.
—Si, claro —restó importancia.
Agarró su celular revisando algunas notificaciones. Riendo por algunas publicaciones de los fans por defenderla de los haters, realmente tenía gente que la apoyaba en su relación y gente que no tanto, como los que habían creado una cuenta de IG dónde publicaban fotos de ella satirizándola. Incluso con fotos de JungKook que no supo de dónde habían conseguido pero estaba segura que las había visto en sus redes sociales. Comenzó a sentir algo de ansiedad recordando que su sasaeng no había hecho acto de presencia y con la noticia de su relación ese sujeto debía estar acosándola como anteriores veces había ocurrido como cuando se la involucró con algunos idols masculinos.
La respuesta de su sasaeng fueron fuertes palabras, amenazas que no llegaban a ser solo eso, amenazas. Pero que a Youjin le dejaban con un trago horrible en la boca del estómago. Si él había podido acceder a ella una vez, causando un terrible trauma y una perdida de memoria temporal, se podía esperar cualquier cosa. La necesidad por saber la identidad de aquella nefasta persona era cada vez más grande y desesperante. Su celular vibró con una llamada de su novio la cual respondió de inmediato.
—Cariño, ¿cómo te fue?
Ni siquiera le importó estar acompañada mientras una camioneta las llevaba por las calles de la ciudad.
—Cariño, tengo mucho que contarte —se lo escuchaba entusiasmado— recién acabamos la reunión, me presentaron a quien sería mi representante, es hijo de un ex campeón del boxeo, tiene los contactos necesarios y ya está en trámite todos los papeles para entrar a la federación —contó rápidamente— si todo sale bien, en unos meses podría tener mi primera pelea, ¿lo escuchas, mi cerecita? Esto se está haciendo realidad.
Y Youjin no dudaba de ello. Ella sabía que JungKook era capaz de eso y más. Se lo demostró en las veces que lo había visto entrenar, en la disciplina y perseverancia que ponía a la hora de enseñarle. Incluso había averiguado y visto videos de los boxeadores o luchadores ganadores que su novio había entrenado, así que apostaba que el futuro de su chico yeyé estaría colmado de abundancia y éxito.
—Lo sé, cariño, te dije que todo saldría bien. Es tu momento para triunfar y sabes que estaré aquí apoyándote.
«Te quiero», quiso decirle, pero se contuvo, no quería hacerlo por teléfono con personas a su lado escuchándola y aún no sabía si era el momento adecuado. Tenía cierto miedo y aunque entre los dos las acciones parecían demostrar el cariño por el otro, esas palabras también significaban algo.
—¿Qué estas haciendo ahora?
—Ahm, iremos a ver una tienda que a Kira le encantó, queda en el BIFF square.
—Estoy lejos de allí, no creo poder alcanzarte.
—Te dije que podías usar mi auto —murmuró, aunque sus acompañantes ya no estaban pendiente de ella— yo iba venir con todo el equipo, si lo traías contigo podías moverte por la ciudad sin problema.
—Youjin, ya te explique el porque —suspiró del otro lado. Aún se encontraba en el gimnasio— no me sentiría cómodo llegando con un vehículo de alta gama, no necesito de eso, cariño. Además, vine con hyung, estoy bien. Llegaré a ti de alguna manera.
Youjin ahogó una tonta sonrisa, sus mejillas se encontraban rojas. Debía aceptar que ambos manejaban una dualidad excepcional. Que podían pasar de los besos cariñosos y palabras tiernas a profesarse su amor de una manera muy interesante e intensa.
—Esta bien, te pasaré por mensaje la dirección. Te hablaré por si tardo y tú avísame cuando estés cerca.
—Si, mi cerecita.
El taxi que lo había llevado se detuvo en la esquina de la avenida principal. Suspiró mirando hacia una determinada calle, volvió a observar la dirección que Youjin le había pasado, en su mente pidió que no fuera cierto lugar. Pagó el importe del viaje y descendió del vehículo, acomodó su gorra azul sobre su cabeza y avanzó entre la gente que cruzaba la senda peatonal; mientras más se acercaba su corazón comenzó a retumbar dentro de su pecho. No podía ser que de toda la ciudad de Busan y en específico esa calle, su cerecita estuviera metida en la boca del lobo. Se detuvo frente a la tienda con la enorme vidriera vistosa, desde afuera se podía ver la clientela —mayormente femenina— rondar por el local. Esto tenía que ser una broma.
Tragó saliva pensando en devolverse y enviarle un mensaje a Youjin con la excusa de que no podía encontrarla ahí, pero luego se maldijo así mismo cuando minutos atrás le envió uno donde le decía que se encontraba cerca. Lo único que le faltaba es que su actual novia se encontrará con su ex prometida en su exitoso emprendimiento llamado, "Fearless".
Su celular sonó en su mano, al mirar la pantalla el nombre de su cerecita junto a la foto de ella sonriendo le hicieron sentir nervios. Una llamada. Aclaró su garganta intentando sonar tranquilo.
—Cariño.
—Me encanta cuando usas jeans sobre jean —fue lo primero que dijo ella, detrás podía escucharse algunas voces y algo de música— te queda tan bien ese color.
Su ceño se frunció en confusión.
—¿Cómo sabes que tengo puesto? No recuerdo habértelo dicho.
—Levanta tu bonita cara, mi conejito.
JungKook obedeció, encontrándose con la mirada de Youjin detrás del ventanal en el segundo piso del local. Está lo saludó con su mano, vestía completamente de negro, con una falda de cuero que dejaba sus piernas expuestas. Él tragó sabiendo que no tendría más que ingresar, teniendo que prepararse mentalmente para lo que sea que se encontrará allí dentro. Guardó su celular y se colocó un cubrebocas negro, respiró un par de veces antes de ingresar al tan conocido lugar al que muchas veces había pasado a buscar a su prometida en el pasado. Ese lugar tan ostentoso que Sakura había constituido junto a una de sus mejores amigas. Siguió entre el tumulto con su perfil lo más bajo posible, subió las escaleras encontrando a Youjin al final de esta con una sonrisa tan hermosa que por un momento se olvidó de dónde se encontraba.
—Cariño, ¿qué haces todo cubierto?
Sonrió, rodeando los hombros del pelinegro. Le bajó el cubrebocas y sin importarle que alguien los pudiera ver lo besó en los labios siendo correspondida. Al separarse él mantuvo sus manos en la cintura de la cantante, está la entrelazó con la suya y lo llevó con ella, saludó con una inclinación de su cabeza a las personas que habían acompañado a Youjin y conocía de la agencia. No estaba cómodo, se sentía perseguido, no quería encontrarse con Sakura, era a quien menos quería ver y sobre todo, que se encontrará con Youjin ahí.
Pasando algunos minutos, la pareja se encontraba hablando distendida con Hyeon, la maquillista de la Idol. Cualquiera diría que ir de compras con mujeres es estresante y tardío, sin embargo, los comentarios cómicos del pelinegro las hacía reír.
—¿JungKook?
Giró su rostro, su sonrisa se borró automáticamente al encontrarse con la presencia de alguien conocido.
—YunJin —murmuró su nombre.
La chica de cabello naranja y encantador rostro le sonrió, sorprendida de verlo ahí después de tanto tiempo. Acortó el espacio, mirando rápidamente a sus acompañantes a las cuales le sonrió amable.
—Si vienes a buscar a Sakura, ella no se encuentra ahora —dijo, sin saber lo que había causado. La simple mención de aquel nombre tensionó tanto al pelinegro como a la cantante unos centímetros más alejada revisando entre los percheros haciéndose la distraída.
—No —respondió él, más seco de lo que hubiera querido. Tomó suave por el brazo a la chica alejándola un poco y murmuró— te pediría con todo respeto que no la menciones, solo vine acompañar a alguien.
La chica, dueña y socia de la tienda miró por sobre el hombro del chico a las dos féminas de atrás, sobre todo a la cantante que intentaba disimular su mirada hacia ellos.
—Así que es cierto —sonrió tenue, prosiguiendo— estas saliendo con una idol de kpop.
Quiso pensar que lo anterior no lo había hecho a propósito.
—Si, así es.
—Pensé que ese tipo de mundo te frustraba —él frunció el ceño— digo, con Sakura no soportabas asistir a esos eventos de gala y con ella te muestras paciente —añadiendo con retintín— hasta cómodo.
Sonrió de lado, dejando caer el peso de su cuerpo en una de sus piernas. La hipocresía hablando. Le estaba molestando la gente entrometida.
—¿Es un tipo de reclamo por parte de tu amiga?
—No, solo digo que...
—Lo que tenga con Youjin no le compete a nadie más que a ella y a mí —espetó en voz baja— lamentablemente debo soportar que nuestra relación sea expuesta, aún así, me da igual porque lo único que me importa es ella.
La tal YunJin se cruzó de brazos, suspirando.
—Debe ser muy buena para que la defiendas así.
—Lo es.
—Sakura también lo es.
Volvió a sonreír, y con burla en el tono de su voz le dijo.
—Si —alargó la última letra— y logró decepcionarme cogiéndose a otro en la cama que compartíamos en la que fue nuestra casa —incomodo, sobó su nuca, estaba dejándose llevar por los comentarios y sus emociones— lo siento si soné grosero.
—No, yo lo siento —fue sincera— por traer temas del pasado.
—Déjalo así.
Guardaron unos minutos de silencio. La de cabellos naranja tuvo que alejarse al ser llamada, se despidió rápidamente y JungKook suspiró sonoramente volteando hacia la cantante. Estaba de brazos cruzados, escuchando a una de las mujeres que atendían mostrándole varias prendas a ellas y sus acompañantes. Más bien, parecía que hacía el intento, él sabía que su cerecita estaba distraída, seguramente con miles de pensamientos malos y que debía encargarse de aclararlos. Lo que menos quería era que la molesta sombra de su ex prometida estuviera en medio de los dos. Se acercó hasta ellas tomando asiento, la miró de forma fija logrando ponerla nerviosa. La conocía y sabía cómo calmarla.
Entraron a la habitación, desde la cena Youjin se mantenía callada, distante y pensativa. Ni siquiera había disfrutado de la compañía de su ex guardaespaldas y él intuía de que trataba. Era momento de hablarle y contarle un par de cosas. Le rodeó por la espalda, aferrándola a su anatomía, con su mano derecha despejó su cabello de su hombro y cuello, besó la zona con dulzura y lentitud, sus manos apretaron la cintura y estómago de la cantante robándole unos suspiros que ella intentó ahogar. Era débil ante las caricias de su ex guardaespaldas. Con ambas manos en las caderas femeninas, la obligó a voltearse, acunó sus mejillas para besar despacio sus labios. Youjin se dejó hacer mientras sus manos empuñaban la chaqueta de mezclilla.
JungKook comenzó a caminar hacia atrás sin romper el beso, al sentir sus piernas chocar con la cama, giró ambos cuerpos recostando a Youjin sobre el colchón. Siguió con los besos a esos labios con sabor fresa, apretando la cintura femenina, bajó por sus caderas apreciando la tela de la falda en las yemas de sus dedos, llegando al final un jadeó ronco de parte de su cerecita se perdió en su boca cuando le acarició el muslo. Sus respiraciones eran agitadas cuando se separaron uniendo sus frentes.
—Lo siento si YunJin te hizo sentir incomoda —quería ser sincero con ella y contarle— ella es amiga de mi ex prometida Sakura. Fearless es el emprendimiento que tienen desde hace unos dos años —tragó mirándola a los ojos. Sus cuerpos se mantenían juntos aún recostados en la cama bien tendida— cuando me enviaste la dirección entré en pánico, no quería encontrármela contigo ahí, quería evitarte un mal momento. Lo siento, cariño.
Peinó un mechón de cabello detrás de su oreja sin dejar de mirarla a los ojos. No quería malos entendidos y menos que ella pensará cosas que no son.
—Lo se, conocí a tu ex cuando estuviste enfermo y vine a cuidarte —dijo, dejando atónito al pelinegro— recuerdas que antes de volver a Seúl, Chaewon y yo salimos a comprar a la tienda de conveniencia —él asintió— pues nos la encontramos en la calle, me presenté con mi nombre falso y ella no me reconoció, Chae me contó que fue tu novia desde secundaria y que estuvo cuando ocurrió lo de tu madre.
Se mantuvieron en silencio, con una incomodidad extraña por primera vez. Youjin tragó, intentando sonreír, acarició la mejilla de JungKook haciendo que la mire, aquellos ojos de cervatillo podían decir mucho, eran transparentes, brillantes como el universo lleno de estrellas. Se acercó, rozando sus narices, sus ojos se cerraron por inercia y JungKook la apretó contra su cuerpo.
—Confío en ti, Kook. Todo va estar bien, seamos solo nosotros.
Habrá detalles a los largo de los capítulos que más adelante tendrán sus porque. Así que estén atentis. 😌👌🏻
Si, nuestro Kim TaeHyung será el manager de nuestro JungKook campeón boxeador.
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