El Gocheok Sky Dome estaba llenándose de a poco dando iniciación al Full Moon Tour. Los Bloomys iban ocupando sus puestos junto alguna merch —el lightstick luminoso en forma de cereza o el peluche en forma de conejo blanco llamada Milky—, ansiando que el concierto comenzara cuanto antes. Mientras tras bambalinas el equipo de la cantante y los organizadores del estadio se encontraban corriendo para finalizar los últimos detalles.

Youjin estaba en los camerinos calentando la voz, nerviosa, mucho. La idea de volver a presentarse ante cientos de personas generaba que su ansiedad subiera de nivel. No es que fuera un mal momento, sino que representaba querer dar lo mejor de sí misma, lo mejor de Bloom Cherry después de tanto tiempo sin presentarse. Su cabello iba en ondas con algunas mechas extensiones de color fucsia, su maquillaje era perfecto con bastante brillo y sus cambios de vestuario, aunque cómodos eran deslumbrantes a la hora en que debía realizar las coreografías.

Un hombre encargado del sonido acomodó el aparato de los audífonos y le entregó el micrófono color rojo con incrustaciones de cerezas. Un modelo único. Tomó varios respiros aquietando su corazón antes de caminar por los pasillos del estadio. Los gritos eufóricos de los fans se podían escuchar con claridad, está vez produciendo una excitante emoción. Sonrió cuando se encontró con los bailarines que la acompañarían durante el show. Por un momento buscó con la mirada a alguien en particular para sentir el apoyo, pero sabía de antemano que estaría en su puesto y que tal vez en algún punto sus miradas podrían encontrarse.

Así que colocó toda su atención en el grupo que tenía enfrente, escuchando las palabras de apoyo de la coreografa principal, de las buenas vibras alzando hacia arriba las manos juntas minutos antes de salir. El momento había llegado, tomó su puesto sobre el pequeño elevador con su micrófono en mano, aspiró una gran cantidad de aire cuando el conteo llegó a cero y ella ascendió sintiendo la hermosa energía del público. Los primeros acordes comenzaron a sonar, empezó con los primeros pasos metiéndose en su papel.

Llegando al estribillo sus ojos se cruzaron con unos más filosos a la distancia. Ahí, postrado a un costado admirando con fascinación y emoción a su linda Idol tan solo ser ella. Tenía una muy buena perspectiva del enorme escenario aún cuando su atención debía mantenerse alrededor para la seguridad. Intentó mantenerse profesional, aún cuando percibió ser el centro de atención de algunas fans que lo habían reconocido. Mencionando su nombre, lo hermoso que era y alguna más atrevida, expresando originales piropos hacia su persona. Realmente hilarante.

Estaba disfrutando del concierto, de la manera en que Youjin se desplegaba sobre el escenario, su voz siendo estable mientras bailaba de forma profesional. Era la primera vez que veía una faceta diferente de su cerecita, le gustaba verla de esa manera, incluso ver cómo los fans cantaban las canciones o el fanchart. Agradecía tener el cubrebocas puestos, de modo que podía mover los labios cantando o sonriendo, orgulloso. No se daba cuenta del brillo en sus ojos, ni de su corazón palpitando tranquilo pero feliz dentro de su pecho.

El chillido de ambas chicas saltando abrazadas llamó la atención de algunos alrededor. Youjin se sentía muy feliz de ver a los hermanos Kim ahí junto a ella. Desde la confirmación del tour, los había invitado al concierto de apertura y ellos intentando apartar el día de sus actividades viajaron desde Busan solo para verla, cabe destacar que desde el principio ellos tuvieron un poco de preferencia obteniendo pases vip y por eso pudieron pasar tras bambalinas a felicitar personalmente a la cantante cuando todo acabo. Detalle que JungKook no sabía.

—Felicitaciones unnie, lo hizo muy bien.

—Gracias Chae-ssi —la euforia aún estaba dentro de la cantante.

—Fue un gran concierto —comentó Namjoon, abrazándola— Chae se aseguró que me aprendiera a la perfección el fanchart, puedo asegurar que pronto podré tener el título de Bloomy.

Rieron, JungKook viendo al paso a sus primos, sorprendiéndose, pero sabiendo porque se encontraban ahí. Inclinó la cabeza en un rápido saludo, debía escoltar algunos idols de la empresa hacia la salida de modo que pudieran salir sin problemas o hacia los camerinos de vuelta como lo hizo con el grupo de chicos TXT, encontrando el panorama de Youjin muy bien acompañada de dos reconocidos idols. Los maknaes del grupo BTS. Fue peor tener que quedarse a un costado de la enorme habitación acondicionada viendo el coqueteo entre la idol y el cantante de Euphoria, aunque tuviera rostro aniñado, ese tenía fama de fuckboy rompecorazones.

Desvió la mirada un par de veces, no podía alejarse hasta acompañar a todos fuera del estadio. Así que debía observar como su ¿chica? ¿novia? ¿jefa? Interactuaba llena de emoción y risas con los demás. Aunque quisiera negarlo, sentía celos y su rostro lo reflejaba a la perfección cuando Youjin lo observó desde la distancia. JungKook sabía que era absurdo su sentir, no era la primera vez que la veía junto a un hombre, casi todos los días ella se cruzaba con los artistas masculinos de la agencia, llevaba muy buena relación con todos, con cada uno, por lo tanto, no debía desconfiar de ella ni de sus sentimientos.

Youjin no era Sakura.

—¿JungKook? —giró su rostro, correspondiendo la sonrisa de Dahyun— ¿harás algo está noche?

—¿Hoy?

—Aja, después de los conciertos solemos juntarnos con el staff a beber algo por ahí, ¿quieres ir?

Lo pensó por un momento, a decir verdad estaba algo agotado, quería llegar al departamento y dormir, aunque podía tomarse unos minutos libres para salir con sus compañeros.

—Esta bien, acepto —sonrió divertido, viendo el saltito lleno de emoción de la castaña.

—Que lastima que YuGyeom no esté aquí, con él las salidas siempre son divertidas.

—¿Lo conoces desde hace mucho?

—No tanto, entró unos meses antes que tú.

Asintió, curioso por algunas cosas que lo tenían dudoso, pero el llamado de alguien hizo que pronto se colocara dentro de su papel como guardaespaldas escoltando al pequeño grupo, bufando a escondidas cuando presenció el cariñoso abrazo que el Golden maknae le dio a la cantante como despedida. Debía acostumbrarse a las amistades, a las presencias, a cualquier cosa que tuviera que ver con ella, incluso cuando la prensa especulaba sobre la vida privada de los artistas.

No creía resistirlo, pero debía hacerlo.

—Muchas gracias por todo, hermano.

Movió su cabeza en un pequeño asentimiento, la sonrisita coqueta del chico solo le causó querer borrársela de un golpe cuando lo escuchó comentar a su compañero de banda sobre la invitación que le hizo a Cherry a una exclusiva fiesta de Calvin Klein dónde el Idol era el embajador. Conociéndola, ella había aceptado más que feliz, le gustaba apoyar a sus compañeros y amigos.

¿Por qué tenía que tener tantos amigos hombres? ¿Tan sociable y tan bonita? Tan suya, y a la vez sintiéndola lejana, impropia al no haber títulos de por medio que expresará el estado sentimental de ambos.

—Ahm, ¿Jeon JungKook?

Se detuvo frente a un chico con chaleco negro, parte de los organizadores del estadio. Asintió y el otro confirmó la identidad del guardaespaldas al ver su nombre en el gafete que colgaba de su cuello.

—Te necesitan en la bodega —frunció el ceño, confundido— Jung HoSeok necesita de tu presencia.

—Ah, bien —aun no entendía para qué necesitaban su presencia en una bodega— ¿dónde queda...

El otro muy amablemente le indicó el camino despidiéndose después. Se le hizo demasiado extraño que el manager de la Idol no lo haya solicitado a través del walkie talkie o que no lo haya buscado personalmente si se habían visto apenas hace minutos atrás. Observó su celular, dudando si escribirle a Youjin, aun debía acompañarla hasta su casa y creía que tardaría un rato más entre que se cambiaba por algo más cómodo y se desmaquillaba.

Observó con atención hacia la puerta con un cartel que decía bodega. No le terminaba de cerrar porqué HoSeok lo citaba en aquel lugar algo apartado. Tocó la puerta, está se abrió un poco revelando algo de oscuridad en el interior, pensó que era una broma de muy mal gusto por lo que voltearía para marcharse, pero su mano fue jalada rápidamente y la puerta automáticamente se cerró detrás, acto seguido escuchó un ruido irreconocible y al siguiente algo rodeaba su muñeca, molestándole.

—¿Youjin?

—Hola, cielito.

JungKook observó hacia su mano izquierda, su muñeca atrapada en lo que parecía unas esposas peludas en forma de corazón. Subió su mirada hacia el rostro de la Idol, risueña y con algún plan malévolo recorriendo en su semblante.

—¿Puedes soltarme por favor?

Iba quitar su mano del poder de la pelirroja, pero el rápido movimiento de esta rodeándolo complicó aún más las cosas para él cuando se encontró con ambas manos detrás de su espalda. No entendía absolutamente nada, ni con qué motivo se encontraban allí dentro, pero no le parecía nada bonita la situación. Intentó hacerla entrar en razón, Youjin con su mano en el abdomen lo empujó, obligándole a caminar hacia atrás hasta que cayó sentado sobre una enorme caja donde se guardaban algunos instrumentos. Suspiró, observándola de pies a cabeza, arrugó el rostro intentando liberarse, imposible.

—Sácame esto —ordenó con autoridad, removiéndose. Le divertía verlo luchar.

—¿Sabías que me gusta cuando te enojas?

—Youjin, no estoy jugando, quítame esto.

—¡No! —sentenció, JungKook bufó mirando hacia un costado hasta que sintió a la pelirroja sentarse sobre sus piernas, fue entonces que tragó saliva admirando más de cerca el vestuario de top y falda rosa algo traslúcidos— tú y yo hablaremos —dijo colocando sus brazos de forma casual en los hombros del chico— ¿por qué traes esa cara?

—Es la de siempre —contestó sin gracia. Sin embargo, ella sabía que algo le ocurría.

—No, te conozco algo te está molestando.

JungKook la miró a los ojos, indiferente, no iba a caer ante ella ni sus jueguitos.

—Debemos irnos, deben estar buscándote, debes descansar, mañana tienes un día pesado.

—¿Y luego qué harás? —preguntó en un susurró coqueto.

—¿De qué? —elevó una ceja.

—¿Aceptaste la invitación?

—¿Y tú, lo hiciste?

—¿Celoso, cariño?

Youjin sonrió, divertida, sintiéndolo tenso debajo de ella. Comenzaba a gustarle esa posición. JungKook tan solo dio un pequeño brinco haciéndola jadear del miedo, conteniéndose en sonreír al verla aferrarse mejor a su cuerpo.

—Agradece que tengo las manos atadas sino sabrás de lo que soy capaz.

—Me sorprende de ti, cariño, —ronroneó, peinando con sus dedos el largo cabello del chico— sabes que me gusta lo rudo.

Quiso rozar su nariz con el del otro, pero él tan solo echó la cabeza hacia atrás evitando ese contacto. No iba a seguir con tontos juegos, aunque eso se viera excitante. No sería el típico que miente ante lo que siente por orgullo o machismo. Le gustaba ser sincero.

—No siento celos, solo… me cuesta acostumbrarme a que los demás hagan un alboroto por el simple hecho de acercarte a un Idol cualquiera.

Ella sabía de lo que hablaba.

—El maknae de BTS no es cualquiera.

La penetrante mirada nada alegre de su guardaespaldas le dio escalofríos.

—¿Quieres ponerme peor? —espetó, removiendo sus manos al sentir la molestia de esas esposas apretadas— no me gusta esta situación, Youjin, siento que te lo estás tomando a la ligera —y si, también se sentía muy molesto— ¿crees que para mí es fácil estar en algo con una chica y que todos los días la involucren con uno distinto? No es bonito y te aseguro que a ti tampoco te gustaría si fuera al revés.

—Lo siento, no lo pensé de esa manera.

—Siento que nos aceleramos con la decisión de estar juntos.

Aquellas palabras produjeron un amargo trago que hizo acelerar su corazón.

—¿Qué? —titubeo, un nudo formándose en su garganta— JungKook no juegues.

—Estoy hablando en serio, Youjin —dijo demasiado serio y seguro— tal vez deberíamos salir con otras personas —y sonrió con maldad al decir— no se, ¿debería probar con Dahyun?, ah~

Gimió, al sentir su cabeza ser impulsada bruscamente hacia atrás cuando la cantante empuñó parte de su cabello.

—Debes tener mucho cuidado con lo que dice, señor Jeon.

—Sabía que a mí también me gusta lo rudo —murmuró con voz ronca y grave— noona.

—¡Ash!

—Me gusta cuando te enojas —relamió sus labios cuando ella le soltó, disfrutando de la expresión de fastidio en el rostro bonito de su cerecita—  al menos estoy disfrutando de la escena y la imagen de usted sobre mí.

Sus ojos descendieron hacia las piernas femeninas a cada lado de sus caderas. La falda un tanto levantada le permitía ver un pequeño, mínimo resquicio de la ropa interior color blanco que ella llevaba puesta. Sabía que su risita de diversión la había molestado. Así que solo esperó a que lo liberará y en el segundo en que tuvo oportunidad, la acorraló contra la pared más cercana, sujetando sus manos con fuerza arriba de su cabeza, sometida a su completo influjo para atacar su boca, escuchándola jadear por un poco de aire.

El cuerpo de Youjin se arqueo al sentir la otra mano apretujar su trasero, incapacitada para hacer algo más que solo seguirle a su sexy guardaespaldas el demandante beso que le estaba robando. Su cuerpo vibró al sentir el masculino estamparse contra el suyo, provocándole querer más, mucho más. Solo que el objetivo del pelinegro era muy diferente a lo que ella estaba imaginando. Y se quedó allí contra la pared, estática viéndolo alejarse con una sonrisa coqueta en sus hinchados labios en lo que peinaba su cabello negro hacia atrás de una manera tan sensual.

—La espero en la salida, señorita Kim.

Sin duda, dejándola con las ganas.

El celular en su mano tembló. La fuerza impuesta en el aparato advertía que si seguía de esa manera lo terminaría quebrando. Sus ojos brillantes con marcadas ojeras no se despegaban de la última publicación que la idol estrella de MOTS7 había subido en su IG y weverse.

Tan ella, perfecta, tan hermosa y suya.

Su mirada fue hacia la tablet que descansaba sobre la mesa, fotos del concierto que indeseables habían quitado y luego subido a las redes para venderlas al mejor postor. Daba igual como podían llamarlos sasaengs o topos, cualquiera de ellos facilitaba cualquier información no oficial, les daba lo mismo si les caía hate o problemas a los artistas. Ellos solo querían ver más, exprimir hasta lo más oscuro porque creían ser parte de la vida íntima de los idols.

Creían tener el derecho de opinar, hacer y deshacer como si fueran lo propios escritores de una novela.

Una oscura novela que solo estaba en sus atrofiadas cabezas.

Su sonrisa de oreja a oreja se vio reflejada en la pantalla del aparato, la imagen de Cherry sonriente sobre el escenario, despidiéndose de sus bloomys le hizo sentir regocijo. Su chica hermosa estaba triunfando, era feliz, excepto por una sola cosa.

Que no estaba a su lado.

—Pronto, mi amor, pronto estaremos juntos, por toda la eternidad. Lo prometo.

Les presento a Milky, el peluche de nuestra Bloom Cherry 🤭 y sí, le conseguimos novia al cookie.
Gracias a BlueWriterYL por ayudarme a encontrar en nombre y al personaje.

Perdón si en el capítulo anterior no pude responder algunos comentarios, pero wattpad últimamente no me deja comentar o responder ☹️

Que tengan un bonito fin de semana. Se les quiere💕

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