Acomodó su cabello en una trenza, caminó hasta medio del salón de máquinas tomando asiento en la lona teniendo enfrente a JungKook, habían tomado un baño —por separado— y una vez vestidos se encontraron. Youjin estaba usando ropa que él le había prestado quedándole bastante grande y tierno ante los ojos del guardaespaldas que se encontraba cabizbajo con la mirada en su celular sabiendo que se debían una conversación.

—Lo siento. No debí obligarte a eso.

Ella no sabía si indignarse o contenerse en decirle algunas barbaridades.

—Sentirlo, ¿por qué? yo no me arrepiento de nada, no me arrepiento de haber estado contigo. Si tú sientes remordimientos allá tú, yo no me arrepiento de absolutamente nada.

Ahora sí lloraría, dispuesta a largarse y dejarlo solo, pero la mano de JungKook sosteniendo su muñeca la hizo sentarse nuevamente más cerca de él.

—Youjin, esto es grave, nosotros no podemos estar juntos, hay un contrato de por medio que dice…

—¡Y por una mierda, JungKook! ¡Ese puto contrato me vale a nada! —se colocó de pie, enojada, imponiéndose— ¿te gusto en verdad? ¿realmente sientes algo por mí? ¡Dímelo!

—No es tan fácil.

—¿Puedes ser sincero por una vez en tu vida y decirme que significo para ti? Porque entonces lo que acaba de ocurrir entre nosotros no fue nada y tranquilamente lo puedes hacer con cualquiera —su corazón se rompería si no aclaraba las cosas de una vez— incluso con Dahyun.

Fue él quien se puso de pie, enojado por lo que insinuó la cantante.

—¿Crees que soy un maldito sátiro que solamente va por la vida teniendo sexo con la primera que se le cruza?

—¡Pues eso me estás demostrando! —se cruzó de brazos.

—No, Youjin, no me gusta entregarme porque si —suspiró, apretando su entrecejo— si, siento cosas por ti, me encantas como mujer, me gusta estar a tu lado, protegerte y cuidarte —era increíble escucharlo— no fue un error para mí tenerte hace minutos atrás, fue, uf, —la manera en que lo dijo hizo palpitar el corazón de la Idol, sobre todo cuando él acortó el espacio entre ambos, abrazando sus mejillas para que sus rostros estuvieran cerca— Youjin, quiero hacerte tantas cosas, pero hay demasiado que no me permite quererte libremente como quisiera.

Quería besarlo otra vez. Tenía el rostro despejado al tener el cabello peinado hacia atrás, se veía tan sexy. Ella también acunó su rostro, sonriéndole.

—Si lo dices por ese contrato, nadie tiene porque enterarse.

—Recuerda que no estaré trabajando en la agencia, no nos veremos tan seguido.

—Puedes venir a mi departamento y quedarte —propuso— nos veremos cuando yo vaya —viendo la reticencia en el rostro de su acompañante, añadió— conoces mi casa, a mi familia y yo a la tuya.

—No quiero lastimarte, Youjin —murmuró, cansando un poco a la chica, iba a tener que ponerse más agresiva— yo…

—No estás con nadie, tú mismo dijiste que no amabas más a tu ex, ¿me mentiste entonces? —negó rápidamente— Porque no darnos una oportunidad, a que fluya las cosas o simplemente a pasarla bien. No debemos ponerle títulos, solo, estar juntos, ¿si?

Esos ojitos lo estaban hipnotizando, su rostro sin maquillaje le dejaba ver aún más esas pecas que lo tentaban a besarla. Y así lo hizo, unió sus labios en un beso lento y dulce, un pequeño choque.

—¿Qué hare contigo?

—Ya sabes que hacerme —dijo ella con lascivia haciéndolo reír. 

Youjin encendió las luces en el recibidor de su apartamento encontrando todo en silencio. Eran pasada la una de la madrugada cuando llegaron. Eoduun maulló recibiéndolos, frotándose contra la pierna de su dueña. Sus ojos recayeron en el pelinegro más atrás dejando su bolso en el suelo junto a sus zapatillas. Se dirigió a él maullando más bajito, JungKook se agachó, sonriendo, con su índice le acarició la cabeza dejando que se restregara entre sus piernas mientras ronroneaba.

—Ten cuidado, Kook, no quiero que tengas una crisis.

Las luces fueron encendiéndose de a poco, JungKook se quedó admirando a la pelirroja sin poder creer aún lo que habían hecho. Se había entregado a ella y viceversa. Estaba muy seguro de lo que sentía, de lo que quería, sin embargo, tenía esa espinita de la duda, el temor a que algo malo ocurriera ya que el dichoso “contrato” no les permitía mantener una relación. En realidad, a Youjin no le permitían tener ninguna relación romántica que pudiera afectar su carrera y si la agencia llegaba a enterarse de ello, a JungKook lo echarían y a Youjin quien sabe que le pasaría.

Se levantó, siguiéndola hasta la cocina, interrumpiendo sus palabras cuando la acorraló entre la pared sosteniendo su cabeza para besarla. Se sentía demasiado bien aquellos belfos contra los suyos, la calidez de su boca, el roce de sus lenguas. Tomó distancia, escuchando las respiraciones agitadas de ambos y su corazón retumbando fuertemente en su pecho.

—Perdón, ¿qué decías?

—Y-yo… aah —sonrió, divertido, sabiendo lo que había causado— que...

—Que~

Youjin arrugó su entrecejo, formando un puchero que a él se le hizo tierno, comenzó a reír cuando ella lo golpeó en el brazo, avergonzada por la manera en que la hizo sentir con aquel sorpresivo beso, causando que sus mejillas se pusieran coloradas.

—Eres un manipulador —rezongó, alejándose— te decía que hable con Chae por teléfono y me dijo cuáles eran los antihistamínicos que te hacían bien, hablé con sunbae Choi también —refiriéndose al médico de la agencia— y me dio la misma receta que tienes para comprar las inyecciones para tus alergias.

Lo decía con simpleza, como si fuera algo normal y cotidiano. Su ex no solía tener esos detalles. Tal vez sí estar pendiente, pero no tomarse el tiempo y la dedicación de tener todo a mano por si acaso. Era un lindo gesto de parte de la cantante que hacía acelerar todavía más su corazón.

—Gracias.

—De nada —sonrió, saltando hasta él para robarle un beso de sus labios, beso que se alargó a causa de Youjin.

—Deberíamos detenernos —murmuró entre el beso— y yo debería irme.

La pelirroja lloriqueó, sujetando del cuello del hoodie al guardaespaldas para que no se alejara, este manteniendo sus manos en las caderas femeninas conteniéndose en no ir más allá.

—Quédate.

—No puedo —se relamió los labios— Youjin, tienes que regresar a la agencia a trabajar, tienes demasiado en tu agenda y seguramente no deberías estar aquí.

Mitad cierto, mitad mentira.

—No te veré quien sabe hasta cuando, no es justo ahora que estamos juntos.

Suspiró profundamente entendiendo su punto. Acunó sus mejillas, apretando sus cachetes logrando que esos labios esponjosos se volvieran un pico de pato, los beso fugazmente antes de decirle.

—Escucha, no puedo quedarme, si alguien me ve va a suponer cosas —explicó— no estaría bien, ¿qué explicación le daremos a tus padres si me descubren cuando vengan a verte? Recuerda que no ha pasado ni un día del escándalo de las fotos, no quiero agregarte algo más, no quiero causarte ningún problema, quiero que estés tranquila.

Aunque le daba la razón, no estaba satisfecha. Se soltó, dirigiéndose a su habitación de mal humor y pisando fuerte. JungKook creía que era una actitud algo infantil, pero a decir verdad, él tampoco quería irse cuando comenzaba a aceptar sus sentimientos por ella. La siguió segundos después, encontrándola a los pies de la cama de brazos cruzados, tan solo una lámpara en la mesa de luz iluminando el espacio.

—Youjin, escucha, mientras estemos separados hablaremos por teléfono —la abrazó por la espalda— cada que llegues a tu apartamento vendré con alguna excusa, hablaré con YuGyeom para que me mantenga informado de todo, ¿si? —besó su mejilla y cuello— oye.

—Esta bien —dijo sin querer en realidad. Volteó entre los fuertes brazos del pelinegro, simulando una voz inocente— ¿te irás ahora? —él asintió, apenado— entonces debemos despedirnos.

Unieron sus labios en un beso lento y dulce, Youjin acarició los brazos y hombros del chico hasta entrelazar sus dedos sobre la nuca de este impidiendo que se alejara, JungKook suspiró al sentir los dientes de la cantante morderle el labio, hizo lo mismo aumentando la intensidad del beso. Sus manos descendieron a las caderas femeninas empuñando la tela de los joggings, sino se detenía o la detenía eso iría más allá al captar que las manos femeninas se adentraron debajo de su camiseta acariciando los músculos de su abdomen.

Estaba comenzando a entender lo que ella pretendía.

—Youjin —jadeó— nosotros no —tragó, cerrando fuertemente los ojos al sentir las manos escurridizas jugar con el elástico de sus boxer— no deberíamos, no tengo protección y antes… ah~

El apretón en su bulto lo estremeció.

—Tranquilo, cariño —era muy obvio quien estaba liderando el momento— si es por eso yo me cuido, la próxima será.

—¿Próxima?

—Ajam, habrán muchas otras —lo obligó a elevar los brazos quitándole las prendas de arriba, sonreía pícara, acariciando su torso suavemente, jugando peligrosamente con el elástico de los pantalones— ¿acaso no quieres? —él asintió, hipnotizado, caliente, desesperado, dejándose besar y tocar.

—Me estás matando, Youjin.

Ella sonrió complacida, haciendo que sus cuerpos giren de modo que pudo empujar al pelinegro a la cama, este cayó recostado y Youjin vio la oportunidad de quitarse la enorme camiseta quedando sin nada que la cubriera en la parte de arriba, los ojos de JungKook se tornaron oscuros ante la vista, su respiración alterándose al verla subirse encima suyo con sus intimidades cubiertas rozándose por las caderas de Youjin balanceándose de adelante hacia atrás. Sus bocas volvieron a hacer conexión robándose el aliento, las manos masculinas surcaron la cintura femenina subiendo despacio hasta toparse con los pequeños pechos de la pelirroja, quitándole un gemido cuando sus pulgares rozaron los sensibles pezones.

JungKook estaba muy extasiado con la manera en que Youjin se movía sobre él, en como sus delicadas manos le acariciaban la piel con una metiéndose dentro de sus pantalones para masturbarlo directamente. Se mordió fuertemente el labio inferior ahogando un gemido, tiró la cabeza hacia atrás disfrutando de las caricias a su miembro, en un lento sube y baja desde la base hasta la punta, si la dejaba seguir se vendría y no quería eso. En un rápido movimiento, giró a ambos en la cama quedando Youjin debajo de su cuerpo y el arrodillado entre sus piernas.

La imagen de ella, tan sumisa con sus manos a los costados de su cabeza, agitada y con un brillo de lujuria en sus ojos solo logró que su pene atrapado diera un doloroso respingo. Se abalanzó hacia su boca, metiendo su lengua a la vez que su derecha hizo que la cantante se arqueara cuando tanteo con sus largos dedos su intimidad. Tan cálida y mojada advirtiéndole que se encontraba más que preparada para recibirlo. Su mente era un caos intentando ignorar aquella vocecita que le avisaba que no siguiera, pero su cuerpo estaba en llamas clamando por el femenino.

Entre ambos se quitaron las prendas restantes, JungKook aprovechando en besar de forma húmeda la parte interna del muslo de Youjin, su ingle, su estómago plano, sus pechos donde lamió y besó cada pezón recibiendo un jalón de cabello de esta, jadeó al sentir como su pene resbalaba entre los labios vaginales por la ayuda de sus fluidos. Se sentía tan bien la manera en que ambos cuerpos encajaban, desesperados por sentirse, pero queriendo disfrutar de los preliminares.

JungKook se apoderó del cuello de Youjin, besando y succionando su piel, suspirando y apretando la carne de sus caderas, simulando embestidas sin penetrarla aún. La sensación era exquisita, ardiente. Ella gemía, desesperada por querer tenerlo en su interior, mordiéndose el labio por la imagen de su guardaespaldas transpirado encima suyo tomando el control de la situación y como con tan solo rozarse la estaba llevando al cielo. Sus labios se unieron en un beso profundo, la uñas femeninas se enterraron en la piel de la ancha espalda masculina cuando esté entró de una sola estocada empezando con los bruscos movimientos de pelvis.

Jadeos, gemidos y suspiros se perdían en las paredes de la habitación mientras ellos no querían detenerse sin tener noción del tiempo, con el eco del chasquido de sus besos o el morboso choque de su caderas. Youjin apretó sus piernas alrededor de la cintura de JungKook que la embestía lento y profundo está vez, estaban transpirados, exhaustos, en una nebulosa de pura satisfacción mirándose mutuamente. Pequeñas lágrimas cayeron a los costados del rostro de la cantante a causa del placer, del delicioso dolor en su vientre bajo, se aferró a la espalda del pelinegro, mordiendo la piel de su hombro para ahogar sus agudos gemidos mientras él escondía su rostro en el cuello femenino, aumentando la velocidad de sus desordenados movimientos, llevándola al límite, transportándose a su propio límite cuando llegó al orgasmo segundos después.

Cuando ambos despertaron gracias al despertador en el teléfono de Youjin, se encontraron abrazados bajo las sábanas, más específicamente con JungKook sobre la cantante. Apenas llegaron al éxtasis el cansancio los agotó tanto que terminaron dormidos a los segundos. Entre suaves caricias y besos tontos se levantaron, tomaron un baño por separado y se acompañaron hasta que escogieron diferentes caminos, de acuerdo en que estarían hablando constantemente por teléfono y que en algún horario libre de ella fuera de la empresa se encontrarían para verse así fueran minutos. A JungKook le gustaba volver a sentir mariposas en su estómago, ese anhelo de compartir sus días junto a alguien especial, su tranquila personalidad y aspecto rudo impedía a los demás ver su faceta dulce y romántica.

Youjin sentía algo parecido, solo que la emoción le ganaba y era imposible detenerla. Ese día en la agencia, sus energías —a pesar de haber descansado poco— parecían tan detonadas que era capaz de hacer mil cosas a la vez, contagiando su buena energía a los demás. Sin embargo, tuvo la necesidad de detenerse por un momento cuando estuvo dentro de la camioneta que la llevaba a las grabaciones de un programa de variedades donde sería la invitada, necesitaba hablar con HoSeok por un asunto de extrema importancia.

—Oye, necesitaría un turno con mi ginecóloga.

Lo soltó sin filtros, con sus ojos en la pantalla de su celular fingiendo decirlo de casualidad. Kira a su lado la observó sorprendida, HoSeok en el asiento de atrás miró de soslayo a la estilista pidiéndole explicaciones.

—¿Qué es lo que ocurre, Youjin? —preguntó la mujer. La pelirroja volteó su rostro, sonriéndole inocente.

—Nada, solo quiero pedirle una consulta —dijo con simpleza, dirigiéndose ahora a su manager detrás— ¿puedes hacerlo, oppa?

Ambos mayores se miraron confundidos, se les hacía extraño que ella pidiera ir al médico cuando detestaba incluso acudir a sus sesiones de terapia. Kira, susurrándole más cerca volvió a preguntarle.

—¿Qué ocurre?

Youjin volteó admirando la extrema seriedad de esos dos. Rodó los ojos, resoplando y dijo sin tapujos.

—Tengo hongos vaginales que me dan una horrible picazón y ardor, si vieras lo que…

—¡Ok! —vociferó HoSeok, tapándose los oídos con las manos— ¡No queremos detalles!

Youjin se rió ante las expresiones estupefactas de todos en el auto, incluso del chófer más adelante sintiendo incomodidad. Ya conocían lo directa y sincera que ella era, así que su comentario no debía sorprenderlos. Sin embargo, en su interior se estaba muriendo de la vergüenza, como explicar que en medio de su calentura, su mente, pensamientos y racionalidad se vieron enteramente afectadas.

Afectadas por un pelinegro que ya extrañaba y quería ver.

Así que debía mantener todo bajo control para que no ocurriera algún error garrafal que la metiera en serios problemas a ella o a otros. 

Volvió a observar su teléfono, leyendo el mensaje de JungKook dónde le respondía lo bonita que se encontraba a las fotos que ella le había enviado antes de empezar las grabaciones. Estaba tan atenta a eso que no se daba cuenta del escrutinio a unos metros más alejada. Luego de dos horas ante las cámaras, se despidió amablemente de todos en el set, incluso compartiendo algunas palabras con los conductores que eran fan de su música. Lista para partir de nuevo a la agencia donde debía hacer un live y varias grabaciones de tik tok con el challenge de su canción estrella, vio a YuGyeom junto a SungHoon, estos hablaban animadamente unos metros más atrás mientras seguían al pequeño grupo que había acompañado a la idol.

En el estacionamiento, dos camionetas esperaban con las puertas abiertas, Youjin sintió a YuGyeom algo extraño desde que habían salido del ascensor, pues este volteaba mucho observando algún punto de aquel enorme lugar lleno de autos. Apuró el paso sabiendo que Kira y HoSeok ya la esperaban en el interior del rodado, pero la presencia de una persona desconocida, completamente de negro de pie a cabeza imposibilitando verle el rostro, que se paró frente a ella le hizo sentir pánico y terror. Estática en su lugar vio como aquel desconocido mucho más alto sacó una navaja del bolsillo de su hoodie con la clara intención de hacerle daño.

Al segundo sintió el pesado cuerpo de uno de sus guardaespaldas protegerla, arrastrándola rápidamente hasta el interior del vehículo en medio de una crisis de llanto. Gritos, desesperación, Youjin asfixiándose dentro de la cabina mientras veía como YuGyeom se sostenía con ambas manos el costado de su estómago. Sangre, sus manos estaban llenas de sangre intentando detener la hemorragia que aquel cuchillo filoso logró herirlo. Aun en medio de su crisis se levantó, intentó ayudarlo colocando un pañuelo que había encontrado para detener el sangrado. Estaba hiperventilando, a punto de tener un ataque de pánico, al siguiente tanto Kira como otra de las chicas del staff aparecieron para ayudar, todo se estaba desmoronando alrededor de la cantante hasta que su cuerpo cedió en el asiento y se desmayó.

Okey, empezamos bonito🥰, la cosa se fue poniendo hot 🥴🥵 —inserte into it de Chase Atlantic— y terminamos en tragedia. 😬

Ahora, les hago pregunta importante 🤔: ustedes quién creen que domina la relación o creen que va a dominar??? Será Youjin alias Cherry o será nuestro querido y hermoso guardaespaldas Jeon JungKook???

Se las dejo picando.

Muchas gracias por apoyarme, por cada comentario y voto. Realmente me hacen feliz.

Que tengan un hermoso lunes e inicio de semana.

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