𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟮.
Abrió la puerta con desganada, tiró con algo de brusquedad la capucha que cubría su cabeza y entró. Con una pizca de dramatismo se dirigió hacia una de las sillas vacías, giratorias con respaldo alto y tomó asiento activando la risa del único hombre que se encontraba en el interior del estudio trabajando en algunas letras y ritmos a través de la computadora.
—¿Ya conociste a tu nuevo guardaespaldas?
—Si —contestó Youjin, con simpleza.
—Tengo algo que mostrarte.
Apenas dio play en el botón, una melodía pop fresca y rítmica comenzó a sonar y como si fuera un resorte, Youjin saltó de su asiento casi que invadiendo el espacio vital de uno de sus productores y furtivos crashes. Min Yoongi era un aclamado productor no solo en la industria de la música sino el más importante en MOTS7 Entertainment y el favorito de la cantante. La había deslumbrado con su silenciosa personalidad e inteligencia misteriosa, no era la única. Yoongi tenía cierto carisma que conquistaban a cualquiera.
Era serio, profesional y seguro en si mismo. Mas de una vez había tenido propuestas de muchas de las trabajadoras del lugar, las solteras. Las cuales él rechazaba amablemente porque no le apetecía una relación amorosa cuando encontraba placer y felicidad realizando y componiendo música. Incluso el mismo CEO le había propuesto ser lanzado como un Idol en algún grupo de la empresa, pero él tenía sus convicciones muy bien plantadas y ser una cara bonita que deba aprender coreografías y presentarte ante cientos de personas no era tanto de su agrado. Así que disfrutaba de ayudar a los demás artistas desde la oscuridad.
—¿Qué te pareció?
—Me encanta —quiso abrazarlo, en serio, quiso hacerlo, apretarlo y sentir su calor, pero se contuvo sabiendo que se vería mal y que, obviamente no recibiría nada de don frialdad más que una mirada helada. E instantáneamente se le vino la mirada intimidante de su nuevo chico yeyé.
—¿Qué tienes?
—Frustración, cansancio, irá —sonrió— hambre.
Yoongi medio sonrió, divertido por lo último.
—Entonces ya sabes que hacer —le tendió una libreta junto a una lapicera. Youjin las tomó echando un resoplido de fastidio e inquietud.
Se levantó, alejándose hasta el enorme sillón de cuero negro donde se lanzó con los pies arriba del mueble y comenzó a escribir lo primero que su mente le dictaba. Los procesos de escribir canciones eran largos y pesados, pero le gustaba lo que salía a veces, era una forma de descargo, aquel combustible que usaba para encender el fuego que sus canciones como solista lograban. El fuerte impacto. Ante sus problemas de salud mental, inseguridades y la constante variable de hate o críticas nada constructivas, Bloom Cherry llegaba a los corazones de miles de fanáticos en el mundo gracias a sus letras con mensajes positivos y el lema: Love yourself, Be Yourself, We never walk alone.
Desde pequeña soñó con ser cantante y bailar en los escenarios como siempre veía en la televisión. Sus padres, importantes profesores de universidad, aunque no quisieran apoyaron a sus dos hijos en los sueños que ellos habían querido lograr una vez fueron mayores de edad. Así que apoyaron a Youjin a hacer casting en diferentes empresas siendo rebotada en una, pero llamada a otras siete siendo MOTS7 el elegido, convirtiéndose en trainee desde los quince hasta los diecisiete dónde debutó como solista. Mientras SeokJin había entrado en una de las universidades más importantes de arte y actuación, graduándose con honores y recibiendo varias propuestas de grabar k-dramas. Para Youjin todo lo logrado había sido gracias a su familia y el equipo que habían conformado.
En consecuencia su esmero debía ser el doble. Su fama casi que mundial le estaba abriendo puertas a lugares de gran reconocimiento e incluso a colaborar con artistas de igual valor. Su única preocupación era mantenerse al tope como su empresa se lo pedía y ella siendo una adicta al trabajo cumpliría al pie de la letra todo lo impuesto. Un rato en el estudio y luego en el salón de baile haría que su día sea lo suficientemente productivo como para volver a casa satisfecha por haber estado descansando un mes. Aunque ese descanso se debió más a su colapso nervioso culpa de aquel sasaeng que aún no encontraban y que dudaba que lo hicieran. Preguntándose cómo fue que accedió a su camerino sin que los demás lo vieran. Y e ahí en que el chico nuevo que conoció en la mañana se le vino a la cabeza. Lindo, fuerte, bastante funcional aunque algo serio y distante.
Hecho que hizo que buscará a través de la tablet de HoSeok el historial del nuevo guardaespaldas. ¿cómo había accedido? Pues ella tenía sus maneras de meterse a los archivos de la empresa, y no es como si su manager no tuviera todo a mano o en carpetas en aquella tableta. Así que en medio de su descanso del baile y la distracción de su coreógrafa pispeo un poco. Su nombre Jeon JungKook, veintiséis años de edad. No supo si sentir algo de cosa ya que ella era mayor que él por tan solo dos meses, normal, no tendría porqué saberlo. ¿Ciudad? Busan, zona costera. Pasó hacia las observaciones donde los datos más interesantes parecían llamarle la atención encontrando que su anterior trabajo era en un gimnasio, entrenador y mas. Ahora entendía porqué se veía así de atlético y saludable.
Salió salón rato más tarde, cansada y con ganas de volver a su casa a descansar. Se dirigió hacia el departamento de vestuario donde Kira se encontraba según gente del staff le había indicado. Iba caminando distraída con el celular en mano enviando mensajes y revisando algunos pendientes de su agenda para el día siguiente. Sabía que tendría a HoSeok detrás picándole los oídos con el futuro itinerario para que no olvidase nada y no había cosa más molesta para ella que le estuvieran diciendo que hacer a cada rato. Ingresó, sin siquiera tocar encontrándose con un extraño panorama que a decir verdad. QUE PANORAMA.
—Cherry, ¿qué haces aquí?
JungKook se tensó terminando de colocarse una nueva y limpia camiseta que le habían prestado en vestuario con el logo de la empresa. Pues en medio de su recorrido conociendo las instalaciones había tenido la mala suerte de toparse con una de las torpes trabajadoras del lugar que derramó sobre él un vaso de ice americano obligándole a tener que cambiarse la prenda de arriba. Para su suerte Kira pasaba en ese momento viendo la escena y se prestó a ayudar al chico de inmediato. Lo que él no contó es que en el momento en que estuviera secándose para vestirse de nuevo la Idol que debería cuidar entrara viéndole de espaldas.
—¿Cherry?
—¿Eh?
—¿Qué haces… aquí? Te dije que me esperaras en la sala con Lia.
—Es que —sus ojos querían virar sin permiso— salí antes y quería hablar contigo sobre la reunión de vestuario, tengo… algunas… ideas.
—Muchas gracias por todo, Kira.
—De nada, JungKook, y lo siento de nuevo.
—No fue nada, un simple accidente.
Se sonrieron, haciendo una leve reverencia en despedida. JungKook mirando por una milésima de segundo a una Cherry que parecía distraída mirando el suelo de alfombra gris, con sus mofletes algo colorados. Despidiéndose de ella escuetamente y saliendo para buscar a SungHoon que lo esperaba en alguna parte de esta enorme empresa que aún no se la memorizaba del todo. Suspiró, viendo pasar gente del staff e incluso a otros idols. Era algo irreal, un tanto incómodo para él que jamás había estado cerca de ninguno de ellos más que lo que Chaewon le contaba o mostraba de sus artistas favoritos a través de una pantalla.
Ingresó a una de las salas dónde SungHoon lo esperaba, era algo así como la oficina de seguridad, pero no eran los únicos dentro. Tomó asiento al lado del hombre que estaba finalizando en dar algunas órdenes y luego los dejaron solos. Bloom Cherry no era la única artista que debían cuidar, habían muchos artistas a cargo de ellos.
—¿Qué te pasó?
—¿Eh? —al marcar su nuevo atuendo, este dijo— ah, tuve un pequeño accidente y ¿Kira? Me prestó esto.
Observó a su alrededor con una cierta duda cruzando en su mente al ver a la cantante rodeada de mujeres.
—No le convendría tener a una mujer para que la cuide.
—¿De qué hablas?
—De Cherry.
—Ay muchacho —exhaló para explicar— Kira es su estilista, la acompaña siempre, pero se requirió de un hombre porque es necesario. Te comenté sobre su acosador, por lo tanto necesitamos de fuerza para mantenerla en funcionamiento.
JungKook lo dedujo como a protegerle la vida, lo cual era lógico ante ese tipo de gente demente, por lo cual daría todo por hacer un gran esfuerzo. Tenía la esperanza de que este nuevo comienzo lo ayudará a olvidar e iniciar de nuevo. Tenía que pensar en algún lugar de hospedaje, con lo rápido que le habían tomado en la empresa no había tenido tiempo de buscar algún departamento donde quedarse. Para su suerte, SungHoon le contó sobre un pequeño departamento en alquiler en el mismo edificio donde vivía con su esposa y pequeño hijo. Por lo que, se quedaría con ellos mientras arreglaba con el dueño del lugar un depósito y el primer mes para apartar dicho espacio.
Al menos estaba agradecido de tener dónde quedarse esa primera noche. Estaba agotado, apenas había probado bocado al estar pendiente estudiando el enorme itinerario que el manager de la idol le dio. Había pensando que ser guardaespaldas era fácil, pero ante los horarios apretados en el que debía acompañar y estar pendiente de la artista se volvería caótico los primero días hasta que se acostumbrase a la cotidianidad.
Había tomado un baño luego de cenar algo ligero. La habitación donde se quedaría era pequeño, pero tenía una cama cómoda y calentita en la cual descansar. Se recostó cubriéndose, revisando su celular y las redes sociales. Respondiendo mensajes de su familia por no haber tenido tiempo antes. Chaewon atosigándolo con mensajes de cómo era trabajar con su Idol favorita, que le enviará fotos de ella, que le pidiera autógrafos o escuchándola en unos audios la emoción de saber que su primo la conocería. Aquello despertó su curiosidad, una por querer saber quién era o que se sabía sobre esta Idol. Ingresó al buscador, a Naver, colocando el nombre de Bloom Cherry, desplegándose a través de la pantalla muchas páginas indicando algunos de sus datos como su nombre verdadero.
Kim Youjin, Idol desde los dieciocho hasta la fecha bajo la empresa MOTS7. Varios éxitos en su haber, tres discos de estudio, varios comebacks exitosos, grandes premios de reconocimiento. Artista del año, cantante del año, reconocimiento mundial, figura femenina reconocida internacionalmente por su trabajo de caridad y otros. Hermana del actor del momento Kim SeokJin. Había escuchado hablar de aquel actor y hasta lo había visto en alguna serie que su ex consumía y él por obligación tenía que acompañarla. Siguió encontrando más, incluso las noticias negativas dónde recibía tontas críticas por no ser el estereotipo conservador del país, sino por hablar sobre ciertas problemáticas que el mundo del espectáculo los rondaba. Cherry era más que una Idol, era un icono y JungKook sintió algo de admiración hacia esa chica de rostro pecoso y tierna aura.
El primer día de ambos juntos había empezado con la aparición de Cherry en un programa de variedades. La puerta atestada de fans esperando por la artista cuando saliera del edificio de una de las televisoras más conocidas. JungKook pensó que sería algo fácil, pero no. Desde el minuto uno en que le llamaron la atención por llevar una camisa de mangas cortas mostrando sus tatuajes supo que el día se pondría difícil. Eso y que todo estaba perfectamente sincronizado para no perder ni un minuto de tiempo y siendo su primer día, no pudo evitar cometer ligeros errores que eran pasables, pero para él sumaban un puntaje negativo a su estado de ánimo o al de Cherry que desde un principio se mostró de muy mal humor.
Desde la comodidad del camerino, veían a través de una pantalla como la artista se desenvolvía tan abiertamente al programa que si había algún atisbo de hosquedad, pues sabía esconderlo muy bien. Risueña, divertida, ocurrente, aquel maquillaje en tonos rosados y dorados conseguía ver mas bonita sus facciones, su cabello azabache relucía en su blanquecina piel. Tenía gente que en cada pausa de la grabación le retocaban, ellos debían esperar a que todo terminara para seguir con lo siguiente de la agenda. Una sesión de fotos para una revista y otra para un photobook. A pesar de que podría ser algo aburrido la espera, tener la compañía del staff ayudaba a pasar el tiempo. La misma chica que había derramado café en su camiseta el día anterior era parte del equipo de la cantante, por ende, luego de otra disculpa se quedaron hablando de nimiedades.
En el momento en que la grabación terminó, Youjin agradeció en una reverencia a todos, Kira le tendió una botella de agua acompañándola hasta el camerino, HoSeok detrás hablando con la productora del programa. Tenía una ligera migraña, hambre también, quería hacer esa bendita sesión de fotos y luego terminar la reunión que seguramente le llevaría horas para corroborar los últimos detalles del mv que sacaría en un mes producto de la canción estrella de su nuevo disco. No recordaba que aquello llevara tanto trabajo, que consumiera el tiempo y sus energías. Al abrirse la puerta encontró los ánimos entusiastas de la gente del staff, aunque su atención se vio en dos personas en concreto sonriéndose. Suspiró sobando su sien, sintiéndose aturdida por las voces de todos a su alrededor. Pidió a Kira acelerar el proceso de marcha, ni siquiera esperó la caravana de sus dos guardaespaldas, salió disparada hacia la camioneta, siendo detenida en el Hall de entrada ante los flashes y cientos de fans esperándoles.
Miró de reojo a los dos hombres frente a ella, a uno más que al otro. Las enormes puertas dieron paso a qué la Idol saliera con una sonrisa alegre, moviendo su mano antes los gritos y flashes de las cámaras de sus fans. Se detuvo recibiendo algunos regalos, firmando autógrafos, posters con su imagen y discos, agradeciendo a cada uno su gran amor. Ella adoraba a sus fans, creía que gracias a todo el apoyo de cada uno se encontraba dónde estaba y por tal siempre se detenía para interactuar un poco aunque le llevará tiempo. Se metió a la camioneta suspirando profundamente, recostó la cabeza sobre el respaldo del asiento cerrando los ojos momentáneamente hasta que llegarán al lugar donde se llevaría la sesión de fotos. No más de quince minutos de viaje de un sitio a otro.
Al descender y entrar, se dirigió hacia la pequeña habitación donde debía cambiarse, maquillarse y peinarse. Al menos su dolor de cabeza había disminuido un poco y su humor se notaba mejor, excepto porque la risita de alguien le llamó la atención. Sintió molestia por ver a la asistente de vestuario hablar muy confianzuda con uno de los guardaespaldas, le molestó el hecho de que no estuviera atenta a los detalles cuando aún no había terminado de vestirse con las prendas necesarias. Así que su mal humor volvió y con más ímpetu hasta que la sesión finalizó unas dos horas más tarde, lo cual no pasó desapercibido por nadie del staff y menos para JungKook quien terminó siendo el ojo de su explosión.
—Haz tu trabajo bien, por favor.
—¿Disculpe?
Para ese entonces, Youjin se encontraba a punto de salir en compañía de Kira, HoSeok junto a los dos hombres de seguridad mientras el staff estaban partiendo hacia la empresa en otros vehículos. JungKook confundido ante la repentina reacción de la cantante se quedó mirándola. Para ser unos centímetros más baja que él tenía un carácter de los mil demonios.
—Necesito que estés atento a mi seguridad, no coqueteando con una de las chicas del staff.
Se sentía realmente sorprendido, indignado ante la reprimenda. Miró de reojo a los de atrás, igual de sorprendidos que él. Sin saber que decir. Desvió la mirada a duras penas
—Creo que se ha confundido, señorita Kim.
—¿Me estás llamando mentirosa?
Quería reírse ante la irónica situación, más se contuvo.
—No, simplemente creo que no es de su incumbencia si coqueteo con alguien o no.
Doble sorpresa es la que se llevaron todos antes esa respuesta que dejó a Cherry sin palabras y con tirria hacia ese pelinegro de actitud caradura. La voz de uno de los guardias del lugar avisó que la camioneta ya estaba esperándolos, JungKook quiso avanzar poniendo fin a la absurda situación, pero Youjin cegada por su enfado no se quedaría con la palabra en la boca.
—Acuérdate que apenas es tu primer día, puedo echarte así —chasqueó los dedos— si lo quiero.
Se pidió paciencia a si mismo. No estaba de ánimos para soportar el capricho de nadie. Así que sin importarle tener ojos encima de ellos, se le acercó a la chica diciéndole seguro antes de avanzar.
—Trabajare para su empresa, señorita Kim. Por lo tanto, déjeme hacer mi trabajo y si en algún momento tiene una coherente queja sobre mí, me iré sin problemas para que pueda buscar a un idóneo guardaespaldas que se acerque a sus deseos.
Youjin se mordió la lengua ante el codazo que Kira le había propinado en las costillas. Se movió a duras sabiendo que su día se había arruinado.
Quería comentar que la trama será algo lenta. Así que armense de paciencia porque hasta que el CheKook tenga una interacción de las que les gusta a ustedes va a tardar un poco.
Esta historia (al igual que las otras que tengo) tendrán personajes con desarrollo tanto personal como colectivo.
¿Habrá tensión? Si, mucha. 😌
¿Sexual? Tal vez, me gusta darles ese tipo de tema.😏
La historia es buena y a mi parecer emocionante. Así que espero su apoyo.
Se les quiere mucho.
💜💜💜
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