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𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟭𝟬

Tokio, Japón. Sede predilecta en la moda global, desfiles y eventos exclusivos donde las mejores personalidades del mundo del entretenimiento eran invitadas. Cherry era una de ellas, la más esperada y fotografiada. Disfrutaba asistir, encontrarse con gente conocida o compañeros del medio, aún cuando los ojos de todos estuvieran hasta en el más mínimo detalle buscando alguna falla, y Cherry era una de esas excepciones. Gracias a su equipo de vestuario y estilistas —que confiaban también en el criterio de la idol— siempre vestía impecable, acorde al momento e incluso marcando tendencia con su propio estilo siendo imitada por tantos otros y recibiendo muchas propuestas de reconocidas marcas costosas para ser el rostro principal. 

Una de las cuestiones que disfrutaba de aquellos eventos, era que podía congeniar con algunos amigos y entre ellos se encontraba Mingyu. Habían quedado en encontrarse dentro para pasar el rato mientras fingían que aquella algarabía llena de celebridades no les parecía aburrido. Para Cherry era algo tedioso, para Mingyu no tanto, gozaba de pasar el rato con la pelinegra y hacerla reír. Incluso cuando ella tuviera a sus guardaespaldas detrás —detalle que intentó persuadir a la empresa para que no asistieran— no podría escapar de todas maneras y la presencia de JungKook la hacía sentir cómoda, a diferencia de su amigo a su lado que tenía otra opinión diferente.

—Podríamos ir luego al after party —susurró, Mingyu, a causa del ruido de la gente a su alrededor y añadió ante el asentimiento de la idol— pero sin tu guardaespaldas, por favor.

Youjin volteó mirando unos metros más atrás a los dos hombres que la cuidaban. Conocía a Mingyu, solía mostrarse muy tierno ante sus fans, pero la realidad era que traía dolores de cabeza a su empresa por ser algo rebelde y desacatar ciertas órdenes. Por eso no le sorprendía su propuesta en absoluto.

—Por más que quiera no puedo —se cruzó de brazos, fingiendo una sonrisa cuando una influencer china muy conocida en Corea se acercó a saludarles y tomarse algunas selfies.

Además, tampoco quería salir sin JungKook. Lo observó unos metros más alejado junto a YuGyeom, suspiró. Cómo el evento era algo exclusivo, la mayoría debía ir con sus mejores prendas y sus guardaespaldas no eran la excepción.

Jamás había visto que dos pares de tela estuvieran bien amoldadas al cuerpo de alguien. Él sabía cómo llevar ese estilo aunque la mayoría del tiempo llevará ropa holgada, sin embargo, le gustaba que también vistiera un poco más formal sin saber lo mucho que ella se deleitaba a la vista. Sin quererlo —o tal vez por la penetrante mirada hacia el chico— este volteó, compartiendo una veloz mirada con la cantante, brindándole una leve sonrisa de labios cerrados.

Una que se desvaneció cuando vio el rostro de alguien muy conocido. Sus ojos fueron hacia el piso de cerámicos blancos, YuGyeom a su lado percibiendo el nerviosismo de su compañero quiso preguntar. A pesar de estar en un rincón, podían ver todo el local teniendo el panorama completo por si Cherry necesitase algo. Sin embargo, a JungKook se le olvidó por un momento su trabajo y consideró salir de allí, esconderse o escapar. No le gustaba experimentar lo que en ese momento su corazón sentía, darse cuenta que aún seguían intactos sentimientos por esa mujer que solo le causó daño.

—¿JungKook?

—Iré al baño —musitó, con su respiración alterándose— no le quites los ojos en ningún momento a Youjin.

—¿Te sientes bien? —preguntó, extrañado. No se veía nada bien. JungKook asintió, queriendo restarle importancia a la pregunta preocupada del azabache. Su rostro quedó petrificado cuando su nombre salió de los labios de ella.

Cerró los ojos suspirando profundamente y volteó a duras penas hacia su ex prometida. Estaba pensando que jamás escaparía de ella convirtiéndose en su maldito karma, ¿pero por qué? Si él jamás le había hecho daño a nadie y no cómo ella fue capaz. Por otro lado, Sakura sonreía, sorprendida de encontrárselo allí, en otro país, solo o al menos apartado de los demás. Tenía tantas cosas que decirle, tanto que soltar que sentía que aquel momento podía ser el indicado para invitarlo algún otro sitio más tranquilo. Debía, aunque, sea probar al menos.

—¿Cómo estás?

—Bien —quería mantener la calma y no demostrarle que se sentía mal.

—Que causalidad encontrarte aquí, ¿no?

—La verdad, si. —se colocó a un costado, ignorándola o al menos intentándolo.

—JungKook, necesito hablar contigo.

—Sakura, te lo voy a decir una sola vez —murmuró, tan cerca que podía detallar cada aspecto en ese delicado rostro con el cual despertaba cada mañana para admirarla— lo nuestro terminó porque así lo quisiste, no tenemos nada que hablar, no me importa lo que tengas que decir, te quiero fuera de mi vida y espero que entiendas, pero estoy trabajando y necesito que sigas tu camino. Por favor.

Su voz lo traicionó en las últimas dos palabras quebrándose un poco. Su mente rememorando cada momento feliz al lado de la ahora morocha. La amó demasiado y dolía saber que ningún esfuerzo había valido la pena. Sentía que colapsaría en ese instante de no ser porque Kira les llamó a pedido de Cherry, ella había visto que aquella hermosa mujer había alterado el buen humor de su guardaespaldas y sintió la necesidad de sacarlo de allí. Con lo que había averiguado sabía que JungKook tendría una crisis de asma sino hacia algo.


Al terminar el evento, Youjin decidió no ir a la discoteca con los demás sino volver al hotel donde se estaban hospedando, no veía al pelinegro del todo bien y eso le preocupaba un poco. Incluso preguntarle varias veces si se encontraba bien o necesitaba algo obteniendo un “todo está bien, no es nada” no la dejó tranquila y menos cuando YuGyeom le aseguró que estaría vigilándolo y que cualquier cosa le avisaría. Su curiosidad se vio rebasada cuando vio la cercanía de aquella mujer con su guardaespaldas, supuso que se trataba de alguien del pasado y quiso saber más, incluso había visto la forma en que ella lo miraba, con demasiado afecto mientras el pelinegro solo le respondía con evasivas porque su cuerpo así lo hacía también.

Así que no dudó en salir de su habitación luego de que Kira se fuera al suyo para dejarla descansar. Lo que la asistente no sabía es que Youjin se dirigiría hacia la piscina del hotel, donde el pelinegro se encontraba según su compañero le avisó a través de un mensaje. Al menos agradecía que el otro cooperará sin preguntar y que advertido no diría nada a nadie. Pues a YuGyeom le preocupaba un poco JungKook y no escatimó en contarle a Youjin lo que había pasado en el evento o lo que él entendió en el pequeño contexto. Así que los dos estaban curiosos por saber los hechos y sabían que ella podría ser la indicada por la cercanía que tenía con el guardaespaldas.

Todo era silencio cuando salió del elevador hacia el último piso donde se encontraba el solárium, caminó en tranquilidad por el extenso pasillo medio iluminado. Llevaba un suéter de hilo de mangas largas y un sombrero de pescador manteniendo su rostro oculto. Entró a la estancia escuchando el chapoteo del agua, el ambiente era templado, fue acercándose lentamente viendo el cuerpo masculino nadar de extremo a extremo en la piscina olímpica. Youjin no pudo evitar pararse, mordiendo la piel saliente de su labio inferior esperando a que él se dé cuenta de su presencia. Al momento en que JungKook llegó a la meta y voltearía para volver, se dio cuenta de la nueva presencia, fingió no haberla visto y siguió nadando sacando su cabeza en ocasiones entre las brazadas para coger aire.

Youjin se sentó al borde de una reposera donde el hoodie y zapatillas del pelinegro se encontraban apoyados. Sonrió cuando él salió a la superficie y sus ojos conectaron, este peinó sus cabellos hacia atrás en un movimiento que a ella se le hizo demasiado sexy. ¿Por qué aquello la hizo suspirar? O el hecho de que pudiera ver sus brazos reposando sobre la superficie de la piscina remarcando sus músculos y esos tatuajes. Sus anchos hombros o la pequeña vista de sus pectorales con el agua recorriendo su piel en pequeñas gotas, de su cabello negro cayendo a los costados de su perfilado rostro mientras no desviaba aquellos enormes ojos de su persona.

—¿Señorita Kim?

Youjin salió de su ensoñación sintiendo un poco mas del calor normal, tal vez porque el agua de aquella piscina emanaba un poco de humo al estar a una temperatura cálida. Entrecerró los ojos al caer en cuenta la forma en que él la había llamado, se cruzó de piernas y brazos enfurruñada, haciendo un puchero que le dio ternura al chico, sin embargo, no lo demostró manteniendo una expresión neutra esperando respuesta por parte de la chica.

—Yah, ¿se te olvidó que no me gusta que me llames así?

—Te llame tres veces, en ninguna me respondiste hasta que mencione tu apellido.

—Bueno —rodó los ojos— estaba pensando.

—¿En qué?

—Cosas —desvió la cabeza hacia un costado, escuchando la risita del otro.

—¿Qué haces aquí?

—Estaba preocupada por ti —dijo, tragando saliva cuando el pelinegro elevó una ceja, incrédulo. Ella se acomodó mejor, nerviosa, queriendo aclarar lo anterior— quiero decir —a JungKook le hacía gracia que se trabara, la hacía ver tierna— vi cuando esa chica se te acercó y como te pusiste.

Automáticamente, su buen humor decayó y con ello las ganas de desaparecer aparecieron con el mismo ímpetu con que quería que Cherry se fuera. No era un tema del cual quería hablar y menos con ella, era algo demasiado íntimo y vergonzoso como para andar divulgándolo. Sobre todo porque se daba cuenta que aún no había superado a su ex y eso lo frustraba abismalmente. No obstante, se detuvo a pensar en que ella no tenía la culpa de nada, solamente de preocuparse por él y  que no debía hacerlo, así que no sería grosero con ella, ni mucho menos despreciaría su compañía.

Extendió su brazo en dirección a la pelinegra con la intención de que lo ayude a salir. Youjin, inocente, accedió levantándose de su puesto y dándole la mano. JungKook salió de la piscina imponiéndose sobre ella, con su brazo le rodeó la cintura dejándose caer hacia atrás con ella en el agua climatizada. Salió hacia la superficie carcajeándose agudo mientras veía a la Idol toser quitándose el exceso de líquido de su rostro. Era la primera vez que lo escuchaba reírse así, tan abiertamente, divertido y desenfadado. Le gustaba aunque en ese momento estuviera enojada y se lo hizo saber cuándo con ayuda de su palma le lanzó agua al rostro siendo en vano, él no dejaba de burlarse.

Viéndolo distraído fue hacia él, anclándose de sus hombros con la intención de hundirlo, lo que ella no sabía es que eso contribuyó a que las manos de JungKook sujetarán su cintura lanzándola de vuelta al agua. Youjin no se daría por vencida por lo que hubo muchos intentos en que quiso hundirlo y fue ella la sumergida, hasta que nadando bajo el agua, logró meterlo jalándolo de los pies. Ahora la que se carcajeaba era ella, hasta que se encontró en el aire siendo sostenida por las manos masculinas sobre su cintura. Chilló de la impresión, sintiendo algo de vértigo, JungKook la sostenía con firmeza sobre su cabeza queriendo lanzarla.

—¡Bájame!

—¿Qué? No la escucho, señorita Kim.

—¡Que me bajes! —gritó, viendo la malévola intención del chico debajo de querer hundirla, lo que hizo que se sostuviera de los antebrazos masculinos con venas salientes. Era demasiado fuerte para sostenerla arriba sin problemas. Solo que sus extremidades comenzaron a cansarse y fue cuando la dejó caer sosteniéndola entre sus brazos.

Ambos respiraban agitados, agotados físicamente del juego mientras no dejaban de mirarse. JungKook admirando las pecas en el rostro de la chica, sus facciones terminando por una milésima de segundo en aquellos labios carnosos de color rosa. Youjin se estremeció sintiendo la cercanía del cuerpo acompañante contra el suyo, sin poder evitar que sus manos se sostengan de los bíceps de este, de contemplar la piel nívea, contando sus lunares, sobre todo el que tenía debajo de su labio inferior.

—Sera mejor que nos vayamos, mañana tienes un evento al cual asistir.

Youjin asintió, llevando sus manos hacia los hombros de JungKook, nadando a su lado cuando la soltó. Salieron en tranquilidad, secando sus cuerpos en igual ritmo con varias toallas. Youjin se colocó un albornoz quitándose el suéter y el vestido que llevaba debajo, JungKook se colocó el hoodie y ambos, en silencio, se dirigieron a sus respectivas habitaciones. En el ascensor, el celular de la cantante comenzó a sonar con una determinada alarma, jadeó revisándolo, mostrándole a él que faltaban minutos para que su álbum y la canción a estrenar mv estaba por salir en todo el mundo. A JungKook le divirtió verla tan emocionada, así que llegando se despidieron rápidamente.

Ni siquiera se molestó en quitarse la ropa mojada, tomó asiento en el sillón sosteniendo su celular, revisando la cuenta regresiva en YouTube, solo quedaban diez minutos y como se lo había prometido, estaría pendiente de su trabajo, apoyándola. Las redes sociales eran un caos gracias a la expectativa, ansiosos por el comeback de Bloom Cherry y su canción llamada Luna Llena. Cuando el reloj llegó a cero, el vídeo se reprodujo con la presentación habitual de MOTS7, dando pasó al ritmo y a Cherry en una faceta demasiado sensual que logró capturar su atención. La letra era sugestiva al igual que la forma en que ella bailaba acompañada de los bailarines. Realmente estaba hipnotizado por la forma en que la idol se movía cantando con pasión. A su mente vino aquella noche de luna reluciente en la playa de Saipán dónde la vio bailar moviendo sus caderas sin remordimientos, tragó duramente sintiendo algo extraño en la boca del estómago, recordando luego que hacía minutos atrás la tuvo entre sus brazos. Un suspiró largo y tendido salió de sus labios cuando aquel video terminó.

Eso había sido… uf.

Señoras y señores, no es el mejor de los capítulos,🙄 pero era necesario subirlo 😆

Arriba en multimedia está la canción que Cherry escribió gracias a cierta noche que la inspiró, so 😏

Se les quiere.

💜💜💜

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