𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔 - 𝗨𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗴𝗿𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘅𝟮
Volvían de Busan a Seúl junto a su papá. Pasaron el fin de semana cerca de la playa visitando a sus tíos abuelos. Iban entretenidos en la película animada que pusieron en la pantalla suspendida del techo interior de la camioneta. JiHu admirando por segundos a través de la ventana volteó su rostro, alargó su bracito y con un golpe suave al brazo de su hyung llamó su atención. Con señas le hace saber lo que necesita y JungSu dando un suspiro habla.
—¿Appa? JiHu tiene hambre y yo quiero ir al baño.
JungKook es quien suspira ahora, mira a sus hijos a través del espejo retrovisor y estos inocentes le miran expectantes. JiHu rasca su cabeza y dice.
—En nuestra defensa nos subiste al auto dormidos.
El mayor resopla, ellos tenían razón.
—Eran las doce del mediodía. Y cuando les pregunté ambos me aseguraron que no tenían hambre ni querían ir al baño.
Los hermanos se miraron y JungSu explicó.
—Porque en ese momento JiHu no tenía hambre y yo no quería ir al baño.
Negó, eran un caso perdido. Sonrió recordando que en el camino de la ruta había un restaurante tradicional con deliciosa comida. No quedaba mucho para llegar así que les pidió a sus hijos paciencia. Al encontrar un puesto para estacionar descendieron, primero pasaron al baño y luego eligieron una mesa afuera para disfrutar el sol de una primaveral tarde. Eligieron dos o tres platos del menú y en la espera se quitaron fotos para enviarle a su mamá.
Mientras JungSu conversaba sobre la colección de muñecos del cómic Golden que habían adquirido junto a su papá y la comida llegaba a la mesa JiHu miraba su alrededor. Cruzando la carretera de dos carriles se extendía un campo de cultivos de hortalizas. Los autos pasaban cada cierto tiempo, en el espacio verde de separación de los dos sentidos había un verde césped, sus ojos lograron percibir algo moviéndose entre la baja pared de concreto.
—JiHu hijo, come —giró, su papá puso frente a su plato de jajangmyeon uno de arroz con algo de carne sazonada. Se lo agradeció y comenzó con los fideos. Inevitablemente volvió su atención a la autovía— ¿Qué tanto miras?
Ahora los tres miraban a dónde el más pequeño señalaba con su dedo. Ese algo parecía un animal pequeño moviéndose desorientado, no entendían muy bien que era pero se mantuvieron observando.
—Es un ¿perrito? —JungSu entrecerró sus ojos tratando de entender.
—¡Lo van a pisar! —soltó los palillos y se bajo de la banca para correr aún cuando su papá y hermano mayor le gritaron que no.
JiHu dispuesto a salvar al pequeño animal indefenso casi cruza la enorme calle sin percatarse que un camión acoplado avanzaba a pocos metros. De no ser por JungKook que logró levantarlo y alejarlo la situación hubiera sido fatal. Lo aferró fuerte entre sus brazos temblando. El simple pensamiento de que algo malo les sucediera a uno de sus niños podía volverlo loco hasta la muerte.
—No vuelvas hacer eso, ¡no vuelvas hacerlo! —aunque asustado lo sujetó de la cabeza, JiHu se sintió culpable por asustar a su padre— ¿estás bien? —asintió y se abrazó a su cuello recibiendo besos— no hagas algo imprudente jamás, JiHu, jamás, ¿lo entiendes?
—Appa, el perrito.
Lo bajó, sus manos seguían temblando cuando peinó los cabellitos del menor.
—Quédense aquí, no se muevan —advirtió, luego se dirigió a JungSu— quédate con tu hermano y no lo sueltes.
Este obedeció, aferrándose a la mano de su hermano. JungKook se cercioró que no vinieran autos y cruzó. En efecto, había un cachorro de pelaje marrón. Estaba sucio, temblaba mucho, asustado intentó correr, se dio cuenta que cojeaba de una de sus patitas y a cada paso soltaba un bajo aullido. Con mucha paciencia y cuidado lo agarró, sin importarle ensuciar el costoso cachemir azul de marca francesa regalo de su esposa lo apretó contra él dándole un poco de calor y refugio.
Vuelve a observar a sus niños, ambos sanos y juntos esperando con desespero del otro lado. Dejó pasar dos autos y un camión, trotó y al llegar se agachó frente a los niños. Estos felices se acercan mimando al animalito con delicadeza.
—Esta lastimado —JungSu reparó en un par de heridas.
—Hay que llevarlo a casa —sentenció JiHu. Su corazón se partía viendo lo asustado que el canino se veía intentando esconder la cabeza.
—Su madre nos matará. Desde que Eoduun se fue no quiere más animales.
—Tú lloraste más que ella cuando él se fue al cielo —se burló JungSu con una media sonrisa.
Fue cuando JiHu era bebé y JungSu cumplía los seis. Eoduun siendo viejito decidió partir dejando tristeza en la familia. Habían pasado cinco años de eso.
—No podemos dejarlo aquí —chilló el menor— Appa, no podemos.
JiHu era la imitación masculina en miniatura de Youjin excepto porque había heredado los ojos de JungKook, así que el niño sabía cómo manipular a los demás para conseguir ciertas cosas. Nadie se resistía a la ternura de aquellos enormes ojos de Bambi. JungKook no tenía ninguna excusa, no podían ser crueles con alguien tan inocente.
Se aleja para contestar la llamada de Youjin asegurándose que los niños aún siguieran entretenidos. Suspiró, no sabía cómo le diría.
—Cerecita.
—¿Dónde están? Los estoy esperando.
—Es que tuvimos un pequeño inconveniente por el camino.
—¿Están bien? ¿los niños?
—Sí, ellos están muy bien —giró su torso viéndolos sonreír— demasiado.
—¿Entonces?
Exhaló, cavilando que palabras usar. ¿Sería correcto decirle por teléfono?
—Cuando llegué a casa debo hablar contigo.
—JungKook no me asustes.
Sonrió, le dio gracia.
—No te preocupes, cerecita mío, no es nada malo.
—¿Cariño?
—Escucha, no pasa nada, volveremos en un rato, tú no te preocupes, ¿esta bien? Te amo, mucho. Dime qué me amas.
—Sí, también te amo, Jeon —la forma tosca de su respuesta le hizo reír— dile a mis bebés que los amo y adoro con locura.
Cuando corta voltea y entra al cubículo donde el joven veterinario sigue revisando al cachorro de doberman.
—Bueno, este pequeño está bien —respiro de alivio— con las vacunas correspondientes, una buena alimentación y su patita reposando… ahm —los miró— ¿cómo se llama?
Los niños se miraron entre si, luego a su padre. No habían pensado en nombrarlo ya que tampoco pensaban quedárselo. Y JiHu rebosante de esperanza y amor dijo con emoción.
—Bam, se llama Jeon Bam.
JungKook y JungSu se miraron de acuerdo con la elección.
—Bien, Bam estará muy bien si tiene los cuidados necesarios.
—Esta bien —JungKook se acercó a la mesa, el cachorro se movió en el intento por irse con él— si es el momento póngale las vacunas. Pagaré lo necesario para que esté bien y podamos llevarlo a casa.
Aparcó la camioneta en el estacionamiento y ayudó a los niños a descender. En el camino habían hablado sobre quien le diría a Youjin. JungKook debía hacerlo como el mayor y responsable de los tres. Suspirando se adelantó con una bolsa de tela llena de compras. Apenas abre la puerta principal, ve a su esposa sonriente llegar a él en un trotecito para recibirlo con un beso en los labios.
—¿Dónde estaban? —miró por sobre su hombro buscando a sus niños— la cena ya casi está lista, debían llegar hace un par de horas.
Se descalzo dejando la bolsa con la comida del perro a un costado.
—Ehm, cerecita, debo contarte algo —nervioso sobó su nuca— bueno, los niños…
Se calló al JiHu entrar corriendo entre risas con la nueva mascota amarrado a su correa de un color azul cielo. JungSu detrás traía otra bolsa con todo lo que habían comprado: algunos juguetes, platos, shampoo, entre otras. Youjin sorprendida recibe al nuevo integrante, se agacha y con emoción intenta que se acerque a ella, pues Bam esta dudoso de hacerlo pero al cabo de cortos minutos se deja acariciar.
—Pensé que no querías animales —tenía las manos en la cintura, pensó que recibiría un regaño— dijiste que no aceptarías a nadie mas.
Youjin rodó los ojos.
—Lo dije por tus alergias, JungKook —Bam se encontraba recostado en el piso, descansando y dejándose acariciar por los más chicos— pero como estás bien y no tienes ninguna crisis hace un par de años no veo porque no podemos tener a esta hermosa cosita —se dio cuenta de la venda de una de sus patitas traseras— ¡Oh!, ¿qué le sucedió?
—Lo encontramos en medio de la carretera, omma —explicó JiHu— appa lo salvó, estaba sucio y tenia su patita lastimada.
Obvio evitaron contar ciertos detalles. JungSu agregó buscando uno de los juguetes, una tira con hilos de colores en forma de hueso.
—Lo llevamos al veterinario, appa pagó por sus vacunas, medicamentos y baño —intentó hacer que se levante, pero el cachorro se quedó quieto.
—¿Verdad que es lindo omma?
—Sí, es muy bonito —acarició su cabeza y orejas— ¿Cómo lo llamamos?
—JiHu le puso Bam.
Los tres se dieron cuenta de la expresión melancólica en ella, seguramente recordando a su pequeño Eoduun. JungKook decidió tomar asiento a su lado en el piso, sin darse cuenta los cuatro habían hecho un circulo alrededor del pequeño canino cómodo intentando conciliar el sueño.
—Me parece muy hermoso —abraza al mas pequeño y besa su cabecita— será mejor que acomodemos sus cosas, también se cambien de ropa, terminaré de cocinar y luego bajan a colocar la mesa.
Se alejó a la cocina secando disimuladamente una lágrima atrapada entre sus pestañas inferiores. Inspira aire tratando de concentrarse en las ollas sobre la hornalla y lo que ya estaba listo. Unos brazos rodean su cintura y su espalda termina contra algo cálido.
—¿Te sientes bien, cerecita?
Asintió, fingiendo una sonrisa que fue más una mueca. Él sabía que no era así del todo y la giró para tenerla frente a frente, sin mediar palabras le besó el rostro, desde la frente, las mejillas, la nariz, la barbilla, los labios, desordenado el orden a los segundos y causando la risa en ella. Eso quería, verla sonreír. Últimamente Youjin se encontraba demasiado sensible y JungKook como su amoroso esposo solo cuidaba de ella.
—Basta, cariño, me haces cosquillas.
—Los niños terminarán demasiado cansados, dormirán profundo está noche —sus manos se entrelazaron alrededor de la cintura femenina y susurró sobre sus labios— ¿Qué tal si antes de dormir compartes un baño tibio y relajante junto a tu esposo, cerecita mía?
Youjin divertida se cubrió la boca con sus manos. Recordó la escena de una historia que había leído y su hermano le había recomendando.
—No creo que duerman está noche con Bam en la casa, estarán toda la noche pendientes —le dio gracia el gesto torcido de su esposo— además debo decirles algo.
—¿Qué cosa?
Los niños hablando entraron a la cocina, le estaban haciendo un house tour al nuevo integrante que iba a su lento ritmo oliendo todo a su paso.
—Cuando la cena termine —se soltó, acercándose a sus hijos— pongamos la mesa y a cenar mis príncipes hermosos.
JungSu propuso hacerlo él mientras JiHu se quedaba con Bam, JungKook demasiado curioso y expectante ayudó. Minutos después los cuatro se encontraban cenando entre conversaciones triviales y algunas risas. JiHu no dejaba de observar a la bola de pelos en ocasiones, JungSu hablaba con su papá. Al terminar levantaron los platos sucios para lavarlos, Youjin permitió que los niños comieran helado y creyó correcto decirlo de una vez obteniendo la atención de sus tres hombres.
—Estoy embarazada.
—¿En serio? —JungSu abrió sus ojos a tope.
—¿Tendremos un hermanito? —JiHu le siguió igual de eufórico.
—Hermanita —sonrió, colocando sobre la mesa el informe junto a la foto del ultrasonido— tengo dieciséis semanas, serían cuatro meses.
Ambos niños se levantaron para abrazar y felicitar a su madre. JiHu casi sentado sobre la mesa dijo.
—Wua, se tardaron dos años desde que la pedimos. —Youjin rodó los ojos, JungSu no evitó reírse y la pregunta inevitable se hizo una vez mas— ¿cómo será que se hacen los bebés?
—El tío Hee me lo explicó.
A Youjin le tembló uno de los párpados con ansias de asesinar de forma sangrienta a alguien en particular.
—¿Qué tu tío qué?
Rápidamente JungSu explicó.
—Omma amó a appa, appa amó a omma y luego lalalala.
JiHu se carcajeo golpeando la mesa con sus manitos y dejando caer su cabeza hacia atrás. Algo le decía que no era así, pero al menos se había reído. Cayeron en cuenta que faltaba la reacción de alguien más.
—¿Kook? Cariño, ¿estás bien?
—Se le reinicio el Windows a appa.
Murmuró JungSu haciendo reír al mas pequeño.
—Jungkook.
Tocó su mano y eso pareció activarlo.
—No se nada de niñas, Youjin. —tenía la mirada perdida e inexpresiva— Tengo un extenso repertorio de programas infantiles y son para niños. Futbol, taekwondo, videojuegos, skate.
—Las niñas también pueden hacer todo eso —alegó JungSu.
—No se peinar, ni hacer trenzas o moños —frunció su ceño, pensativo— que usan hoy en día.
—Omma es la figura femenina del siglo, me peinas a mí que tengo el cabello largo.
—Además, hay cosas que no tienen género —agregó JiHu, inclinándose con medio cuerpo sobre la mesa— a lo sumo usará mucho rosa.
—Y muñecas y barbies. —asintió JungSu.
Youjin sonrió entendiendo el shock de su esposo. En el fondo sabía que se encontraba feliz, solo… necesitaba volver a la tierra.
—Va estar todo bien, cariño. Estás preparado para una niña —le dijo con mucha dulzura. JungKook al fin la miró, está vez demostrando un brillo especial en sus ojos.
—Tendremos otro bebé.
—Tendremos otro bebé —fue sorprendida cuando la tomó de la cintura y la sentó en sus piernas para rodearla con sus brazos y besarle las mejillas, los niños admirando con risitas lo brusco que a veces sus papá era con sus mimos. Cuando pudo al menos alejarse un poco, se mofó— ahora sí voy a poder reírme de ti cuando un chico quiera con tu hija.
—Eso jamás pasará Youjin. —infló su pecho haciendo reír a sus hijos y con su índice en alto señaló— el que quiera a mi hija va tener que pasar por rigurosas pruebas mucho más extensas que el propio Servicio Militar y si las pasa con éxito podrá ser bienvenido a esta familia.
—¡Bam, vamos a tener hermana!
Chilló JiHu sentándose con el can en el suelo y JungSu lanzó sin titubeos.
—¿Te imaginas que hubieran salido gemelas?
JungKook se contuvo en reírse al ver la expresión horrorizada en Youjin. Aún seguía algo traumada.
Yo viendo que me pidieron gemelas y les doy solo una
La reacción de mis lectoras
JAJAJAJAJA espero les haya gustado. Bienvenido a los nuevos integrantes.
Y gracias a ustedes por estar acá. Les quiero y tengan un hermoso inicio de semana.
💟💟💟
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