𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔 - 𝗠𝗶 𝗱𝘂𝗹𝗰𝗲 𝗖𝗵𝗲𝗿𝗶𝗲
Cuando las puertas del ascensor se abrieron parte de los hombres Jeon salieron. La expresión exasperada de JungHee al ver tanto rosa, blanco y celeste fue tan notorio que JiHu sujeto en sus brazos lo observó con diversión. JungSu con una mochila en su espalda se adelantó para preguntar en el mesón de recepción a una de las enfermeras dónde se encontraba su mamá.
—Doblando la esquina a la derecha.
—Gracias señorita.
Para ninguno de los tres pasó desapercibido la curiosa mirada de otra enfermera, demasiado cohibida por tener la atención del hombre y los niños confirmando lo que tanto se decía. Los hijos de Jeon JungKook eran preciosos e intimidantes así como su padre. Tomó valor en el segundo exacto en que pasaron por su lado los detuvo.
—Lo siento, mi nombre Bae Mirae —se reverenció— soy una gran fanática suya señor Jeon —JungHee la observó nervioso, absolutamente nadie sabía la identidad del autor de Golden, era un misterio para los fanáticos y por ende eso llevaba al cómic, los muñecos de acción y dibujos animados al rotundo éxito— mi padre y hermanos hemos visto cada una de sus peleas —entonces entendieron— también soy fiel cliente de las marcas para las cuales modela.
JungHee no pudo evitar elevar una ceja, así como su gemelo creyéndose el hombre sexy que decían era. JiHu escondió su rostro evitando mostrar su risa y JungSu con su brazo apoyado del mesón observaba con una sonrisa. Solían equivocarse mucho de gemelo y los confundían. Claro, cuando JungHee tenía conexión con la multitud.
—Muchas gracias, señorita Bae, es usted muy amable —le agradeció en tono coqueto.
JungSu se cubrió la boca por la risa, los tres viendo el gran sonrojo que la joven tenía. Y entonces JiHu con una aparente seriedad calma aclaró.
—Él no es mi papá —lo señaló. El sonrojo de la chica se extendió a todo su cuello y su expresión se volvió a una de consternación— es nuestro tío, su hermano gemelo.
La enfermera totalmente avergonzada les pidió disculpas, hizo unas cuatro o cinco reverencias sin poder mirarle a los ojos y retrocediendo logró escaparse. Los tres volvieron a retomar su camino.
—La cautive con mi belleza —sonrió ladino.
—En teoría, appa lo hizo.
JungHee bufó, doblaron la esquina buscando la puerta correspondiente.
—Yo soy más lindo que él, soy el menor, por lo tanto gano —miró a JiHu en sus brazos— ¿o no es así, peque?
—Sí, lo es. Somos más bonitos.
—En teoría, lo eras —habló JungSu— tiempo pasado, la bebé es la más pequeña ahora.
La expresión de JiHu fue en total desacuerdo y JungHee lo calmó diciendo que su hyung solo estaba celoso y envidioso, JungSu les ignoró. Se detuvo frente a la puerta con un cartel al costado exhibiendo el nombre de su madre. Tocó suavemente y a los segundos está se deslizó de lado, su abuela HeeJi los recibió permitiéndoles ingresar. Tuvieron que quitarse los zapatos y lavarse las manos.
Para mejor comodidad y sobre todo privacidad, solicitaron una de las mejores habitaciones, espaciosa, con su propio baño y una sala comedor.
—¿Aún nada? —preguntó JungHee. JiHu estaba sentado en la camilla masajeando los pies de su mamá.
—Dijeron que en cualquier momento vendrían a buscarla —contestó JungKook acomodando las almohadas a su esposa.
—Ya quiero que salga la bebé, llevó horas con contracciones —cerró sus ojos— uf, duele.
—Bienvenida al mundo de las madres, cielo.
Rieron, Youjin bufó intentando no demostrar su mal humor. No lo hacía ya que su esposo estuvo para ella a cada segundo, comprensivo, paciente y amoroso.
—Con JungSu y JiHu no fue así, se supone que al ser la tercera debería de expulsarla más rápido.
—Lo estás haciendo muy bien, cerecita —susurró, le acarició el cabello y le besó la frente— estoy orgulloso de ti, lo estamos, ¿verdad niños?
—¡Sí, omma!
JungHee sentado a un lado, preguntó.
—Al final cómo se llamará la bebé.
Aún no habían decidido que nombre colocarle. Mientras la pareja tenía una opción diferente cada uno, los niños igual. Y como familia todas las decisiones se tomaban en conjunto. Así que elegir el nombre de la nueva bebé fue todo un caos estresante.
—Qué tal si ponen los nombres en un papel y lo dejan a la suerte eh —propuso Heeji.
—Bam no está aquí para también elegir.
Dijo JiHu, a lo que JungSu a su lado refutó.
—Qué sabes cuál es su nombre elegido.
—Lo que yo elija a él le gustará.
—Eso no es cierto.
—¡Niños!
—El abuelo está con él en casa —murmuró Youjin— llámenlo, que escriba los nombres y Bam escoja uno —sonrió al ver a sus niños hacerlo— ¿Así les parece bien? Será una elección justa y parcial.
—Por eso me enamore de ti, porque eres astuta y muy inteligente.
—No olvides que también te hicimos un amarre con Eoduun.
JungHee rodó los ojos, demasiada azúcar para él. JungSu se cubrió los ojos con una mano y la libre a un JiHu divertido queriendo ver a sus padres besarse.
Hicieron la videollamada, DaeJin parecía apenado por tener que despertar al cachorro para que tuviera que elegir un nombre. Sus nietos hicieron la cuenta regresiva, ambos peleando en ocasiones porque colocaban demasiada presión sobre un Bam curioso de lo que había dentro del recipiente. Su lengua sacó un papel, el elegido y cuando supieron que el nombre fue el que JungKook deseaba no tuvieron más que quedarse con él.
Minutos después, la obstetra a cargo y las enfermeras entraron avisando que llevarían a Youjin al quirófano. Otra media hora después, luego de tanto esfuerzo, dolor y llanto llegó al mundo la primer hija de la Golden Couple a la cual llamarían.
Jeon Cherie.
•••
Cuando salió tuvo que obligar a sus niños a irse a casa con su abuela era demasiado tarde y al otro día tenían escuela. Conocieron a su hermanita a través de un cristal, llevaba un mameluco rosa con detalles de flores blancas, manoplas y gorrito blanco, era arrugadita y pequeña. Dormía dentro de su incubadora, se despidieron y entre conversaciones de quién despertaría en la madrugada para ayudar a sus padres a cuidarla se fueron.
—Ahora les toca a ti y a Hyolin —se burló JungKook. JungHee sonrió sin quitar la mirada de la pequeña.
—Me alegro por ti, hyung. Estoy feliz por ustedes pero —su voz se escuchó baja y melancólica— yo no quiero hijos.
—Lo mismo decía y heme aquí.
El menor suspiró. Sus situaciones eran muy diferentes.
—Voy a contarte algo —giró, mirándole— es muy íntimo, tal vez Hyolin ya se lo dijo a noona, no lo sé —titubeó— ella no puede concebir a terminó, tuvo un accidente de pequeña que se lo impide. Estuvo en tratamiento mucho tiempo para no enfermar o tener otras afecciones y después de mucha terapia lo aceptó.
—Lo siento.
—Esta bien, los dos lo estamos —restó importancia y con voz más sería prosiguió— esto que también diré es la primera y última. Yo no quiero niños, hyung, y Hyolin está bien con eso porque hemos planeado otras cosas para nuestro futuro, además —sintió vergüenza— yo… yo los tengo a ustedes, me siento tranquilo teniendo a mis sobrinos y eso incluye a la niña de Nam hyung. Me hacen los días más felices, y-yo los adoro y me gusta estar con todos ellos. —sonrió— Por eso no me preocupa ser padre, puedo ser alguien mejor teniéndoles cerca y eso me basta. Sí, solo eso.
—Te amo, JungHee.
Rodó los ojos, JungKook al borde de las lágrimas casi se le abalanza encima y él solo sé alejó un poco.
—No empieces, ¿te vas a poner sentimental?
—Sí, acabo de tener a mi primer niña —la miró a través del vidrio, su nombre brillaba en el pequeño papel y se sentía orgulloso— mi dulce Cherie.
—Wua, que cursi te ves.
Si ser padre era ser cursi lo sería. También uno atento y amoroso, sobre todo cuando la mitad de su equipo se encontraba enfrentando una gripe que dejó tres de cinco en cama y tanto él como Youjin debían encargarse de todo.
—JungSu, ¿qué haces afuera de la cama?
El niño despeinado y en pijama esnifó, su nariz estaba roja. Se sentó frente a la mesa, JungKook revisó con el dorso de su mano la temperatura en su frente, el preadolescente se quejó con un bajo gruñido dejando caer la cabeza en sus brazos.
—Vuelve a la cama ahora —demandó Youjin en la cocina con algunas ollas en el fuego.
—Bebé, obedece.
JungSu casi que le llegaba al pecho a su papá con doce casi trece años, sin embargo le pidió que lo llevará en brazos y él complaciente llevó a su príncipe mayor de nuevo a la cama. Compartía habitación con JiHu, al menos él tenía mejor semblante, Bam sano parecía otro enfermo echado a los pies de la cama del menor y no se movería de ahí a menos que esté lo haga.
—Le dije que no saliera, appa, pero no me hizo caso.
—Esta bien, hijo —arropó al mayor, JungSu realmente se sentía cansado— ¿Cómo te sientes?
—Yo bien —sonrió, ya no tenía fiebre pero si una horrible tos y congestión— me siento bien, appa.
Le besó la frente para corroborar y también tuvo que mimar al enorme can para que esté no exigiera a saltos su atención después.
—Les traeré la comida en un rato —miró su smartwatch, aún faltaba para darles otra dosis de medicamento— no se muevan a menos que realmente sea necesario.
Salió volviendo al living, ahí se encontraba el corral donde Cherie dentro se removía inquieta. Su pequeño rostro de redondas y gorditas mejillas estaba colorada, parte de su cabello azabache iba en todas direcciones y la expresión de fastidio pasó a una de inminente llanto. JungKook la cargó, afligido de sentirla aún con fiebre y bastante molesta. La pequeña se escondió en el pecho masculino quejumbrosa.
—Cariño, ¿puedes llevarle esto a los niños?
Youjin como madre y cocinera era excelente. Cómo enfermera excepcional, él fue testigo en propia carne por muchos años luego de sus peleas. Se acercó queriendo tomar a Cherie para alimentarla. Por su estado, no podía darle pecho y eso a la pequeña la tenía histérica. Chilló aferrando sus manitos a la tela del hoodie de su papá, no quería saber nada. Ambos suspiraron.
—Yo iré con los niños, trata de hacerla comer.
La vio subir las escaleras despacio con la enorme bandeja. Él se sentó en la mesa con su hija aferrada a su torso, ya todo estaba servido. Cherie rondaba el año y seis meses, comía sólido muy bien, pero su favorito era anclarse al seno de su mamá y no había poder humano que la quitase de ahí. JungKook le dio a probar una primer cucharada la cual negó.
La acomodó mejor en sus piernas pero fue en vano, Cherie solo lloriqueaba y se removía. Lo intentó una segunda vez susurrándole dulces palabras y en respuesta la pequeña manito tiró la cuchara con la sopa ensuciando a ambos. El llanto escaló y luego de limpiarse un poco la apretó contra su pecho dando suaves golpecitos a su espalda. Era la primera vez que su nena enfermaba de esa manera.
Se levantó cubriendo la comida con algunos platos y un repasador. Tarareando una canción de cuna subió las escaleras, al acercarse a la habitación de sus hijos vio a JiHu comer con ganas de su sopa en crema de calabazas, era su favorito. JungSu no corría con la misma suerte, comía apenas de su sopa de algas por el dolor en su garganta teniendo ayuda de su madre. Youjin apenas los vio se levantó. Quiso sujetar a su hija en brazos pero está se aferró al cuello de su padre con ahínco pegando gritos.
—Aun tiene fiebre. Tampoco quiere comer.
—Cherie, mi amor, debes comer —demandó Youjin con voz más firme. La niña respondió con manotazos al aire y cabeceó contra el hombro de su padre— tal vez un baño le haga bien.
JungKook asintió de acuerdo. Se adelantó a la habitación matrimonial dejando que su esposa termine de encargarse de sus dos hijos. Mientras los varones parecían tener mamitis, la pequeña papitis y Bam curioso acompañaba.
Con la niña en brazos, preparó su tina con agua templada, puso también el calefactor para mantener el baño cálido y la desvistió entre medio de quejas y bajos lloriqueos. Apenas sus piecitos hicieron contacto con el agua, pataleo y sus manos extendidas pedían volver a los brazos de papá.
Tuvo que meter algunos juguetes, colocar espuma de baño y el humidificador con la forma de la cabeza de un conejo rosa que tenía luces de colores. Solo así Cherie se bañó tranquila. De vez en cuando la hacía reír al formar burbujas con la espuma de su mano o picándole la punta de su redonda nariz.
Su próximo desafío fue vestirla, no lo permitía al tirarse de espaldas a la cama y lloriquear. Solo cuando volvió a aferrarse a los brazos de papá se calmó. Recibió un poco de comida, medicina y su biberón con leche tibia, su hora de siesta había llegado y por suerte cayó rendida en segundos.
Eso les dio tiempo a los adultos para también almorzar y posteriormente ordenar y limpiar. Exhaustos se tiraron un rato al sillón del living, JungKook aprovechó y atrajo el cuerpo de Youjin contra el suyo para besarle. Era la primera vez que sus tres hijos enfermaban a la vez, y que tenían el tiempo suficiente para estar con ellos y cuidarlos. Escuchando a Youjin hablar se durmió, despertando tiempo después con el potente llanto de su hija.
—Me hace doler la cabeza —se quejó JungSu cubriendo sus oídos con las manos y encogiéndose en la esquina del sillón.
Aturdido observó su alrededor. Ambos chicos miraban una película en la gran televisión y comían algunos snack. Bam casi que dormía con la cabeza sobre sus piernas y Youjin bajando las escaleras peleaba con Cherie intentando calmarla.
—¡JungKook! ¡Tu hija!
Suspiró profundo cerrando por segundos sus ojos. Sus hijos lo apuraban con la mirada y JiHu arrodillado frente a la mesa de café le dijo.
—Nosotros no podemos, yo puedo contagiarle la tos y hyung su mal humor.
—¡Yah!
—Pero si es verdad, hyung, estás de mal humor.
—Luego no te quejes cuando tú estés de mal humor eh.
JiHu se encogió de hombros, despreocupado. Y decidiendo que fastidiar a su hermano sería mejor se subió al sillón para abrazarlo e intentar besarlo. JungSu hizo todo por empujarlo entre quejas y alguna blasfemia que Youjin escuchó teniendo que regañarlos. Bam se sumó correteando de un lado al otro y Cherie con su rostro empapado de lágrimas reía aplaudiendo de sus tontos hermanos.
Se volvió un caos en segundos y aún así JungKook se levantó, tomó a su hija en brazos y subió con ella las escaleras luego de besar los labios de su esposa. Se acomodó en la cama con la intención de seguir durmiendo a excepción de Cherie parecía tener energías y todo lo que quería era jugar. La sentó sobre su estómago y sujetó sus manitos para hacerle graciosas caras que la hacían reír, luego la subió sobre sus piernas y la movió como si volara, Cherie reía mucho, tanto que la piel de su rostro y cuello enrojecieron. Luego la atacó con besos y resoplidos que le hicieron cosquillas. Solo cuando la vio satisfecha le hizo descansar sobre su torso.
—Appa.
—Sí, nena.
—Appa —la sintió acomodar la cabeza sobre su pecho así como todos sus hijos y su esposa cuando querían escuchar los latidos de su corazón. Años tardó en entender que ese simple gesto les traía a ellos calma, paz y él no podía sentirse más pleno y predispuesto de entregarse siendo el lugar seguro y viceversa.
—Mi dulce Cherie —canturreó en un susurro. La rodeó con sus brazos y le acarició la espalda. La respiración de la pequeña se fue acompasando mientras sus manitos hecha puños tocaban la piel de su cuello. Olió su cabello observándola dormir y él le siguió tiempo después.
Abrió uno de sus ojos permitiéndose ver lo que su hija le hacía a su rostro con esos pequeños pinceles de maquillaje falso. Cherie parecía demasiado concentrada sin reparar en la enorme sonrisa que su papá tenía en el rostro. Ella también se pintaba según su profesional criterio de niña de tres años. Al acabar ambos se miraron frente al espejo a la vez y JungKook tuvo que ahogar una risa por lo gracioso que se veía. El celeste y rosa era lo que más resaltaba, también algo de rojo y dorado. Cherie llamó su atención, aún no había acabado. Con sus balbuceos le pidió agachar la cabeza y le colocó una diadema de flores.
Retrocedió unos pasos para admirar su obra maestra y ambos rieron en sincronía. Cherie tenía la misma sonrisa de conejo que su papá. JungKook besó sus cachetes y luego de ayudarle a colocarse unos lentes de sol en forma de corazón decidieron bajar a la cocina por unos snack de media tarde. Aún llevaba la ropa con que había entrenado esa mañana mientras su pequeña bebé, el pijama.
Estaba retirado del boxeo, lo había hecho luego del nacimiento de JiHu. Con muchas victorias, reconocimiento y suficientes golpes que dejaron cansado a su cuerpo. Sin embargo, eso no le impidió seguir involucrado dentro del deporte como tal. Entrenando a los siguientes futuros campeones, dirigiendo con NamJoon el gimnasio más famoso de toda Seúl o siendo representante junto a su mejor amigo, Kim TaeHyung.
La vida de padre tampoco era fácil pero si la que más disfrutaba. De paso veía a su hermosa esposa trabajando como modelo o actriz, nueva faceta que había iniciado años atrás, mientras él y sus niños la apoyaban.
—Wua, ¡Omma, tienes que ver esto!
JiHu entraba quitándose los zapatos y la mochila que llevaba a la escuela. JungSu divertido también lo hacía enfocando con la cámara de su teléfono a su papá y hermana. El rostro de Youjin era inexpresivo cuando se quitó los tacones. No podía quejarse de la paternidad de su esposo, era adorable, pero a veces.
—Cariño, ¿qué se supone que eres?
—Tu sexy y adorable esposo. Eso soy, el boxeador campeón mundial de peso medio pesado y tres veces campeón mundial de peso pesado. Dame un beso.
Entre risitas Youjin se acercó para picotear varias veces los labios de su esposo y en el proceso limpiarle con los dedos los restos de maquillaje, a Cherie le gustaba cuando sus papás eran cariñosos con el otro. No tanto para los varones de la casa.
—Iugh, no hagan eso —JiHu se lanzó al sofá cubriendo su rostro con sus brazos, Bam corrió a él requiriendo de su atención.
—Les pides imposibles —dijo JungSu revisando las fotos en su teléfono y se las mostró a su mamá— Appa, pareces Drag Queen.
JiHu se carcajeo de acuerdo con su hermano mayor.
—Envidiosos, ustedes porque no quedaron bonitos como yo, ¿verdad nena?
—Appa onito.
Youjin les ordenó sentarse a la mesa. Saliendo de la agencia buscó a sus hijos de la escuela y compró pollo frito de almuerzo. JungSu contó que, tal vez, lo subirían de categoría en su clase de judo y JiHu que sería el primero en su clase gracias a sus excelentes calificaciones. JungKook estaba orgulloso y Youjin adoraba darle de comer a su pequeña con la cual podía ser insoportablemente maternal. No aceptaba que sus hijos crecían rápido.
—Omma dinda —la apretujo entre sus brazos, besando y mordiendo suavemente sus redonditos cachetes.
—¿Y quién es él, Cherie? —preguntó JiHu señalando a JungSu con mejillas llenas sentado frente a ellos.
—Chochu.
Señaló con su dedito haciendo reír a todos menos al susodicho. JiHu adoraba fastidiar a su hyung.
—¿Y quién soy yo?
—Ichu.
—Mejor dinos oppa —pidió JungSu con el ceño fruncido.
—Chochu uñon —imitó el rostro enojado de su hermano y luego un rostro sonriente— ichu emoso.
—¿Verdad que sí lo soy, Cherie? Tú lo eres más.
La niña pasó a los brazos de su hermano dejándose mimar, de paso molestando al mayor. Algunas cosas habían cambiado. Cómo que JiHu ya no era tímido, sino extrovertido y bromista a sus casi diez años. En cambio, JungSu, a sus catorce parecía poseer la personalidad seria y correcta de su papá. También había sacado el lado gruñón de su madre y con la pubertad todo parecía multiplicarse.
—JiHu besó a su compañera.
—Y tú a las de tu salón, melocotón, ¿y qué?
—Niños.
—No que no te ibas a enamorar jamás y que ibas a ser siempre de omma y appa.
—Que ingenuo eres, hyung. —sus ojitos se veían inocente— la gente cambia, algún día tú lo harás. Además, sigo siendo de omma y appa, y para corregir tu error, me besaron, por ende yo aún no lo hice y eso tampoco significa que este enamorado como tú de la vecina.
JungSu jadeó de la sorpresa.
—¡Traidor!
—JiHu, eso fue bajo —reprochó JungKook con calma y sobre todo evitando mirar a su esposa— acordamos no decir nada.
—Jeon JungKook, ¿por qué no supe nada de esas cosas? —entrecerró los ojos— ¿qué más me escondes? eh.
—Absolutamente nada, cerecita mía.
—Ya quiero verte cuando Cherie tenga uso de razón y consiga a su primer novio para besuquearlo —lo pensó al recordar como ella besaba a su esposo en el pasado— mejor no, tampoco debes enamorarte, cariñito mío. Solo eres de omma y appa, ¿está bien?
Cherie en su completa inocencia asintió a su linda omma. JungKook volvió a sostenerla en brazos.
—Ella es diferente, es la princesa de papá y mamá —también sacó sus hoyuelos— mi dulce Cherie va conocer un buen hombre de gran corazón, quien la va querer mucho y a respetar. Tienes que escoger uno que sea lindo, nada de feos, debemos mantener la visual —Youjin rodó los ojos, ahora el dramático era él— ¿sabes cómo lo sé, mi amor? Porque cuando te conozca tienes que decirle que tu padre fue el mejor boxeador de mundo y tus hermanos mayores practican judo y taekwondo, así que si no se comporta como debe sabe lo que le espera.
—Si, appa.
—Eso es nena —con su pulgar le acarició la mejilla— nunca olvides que appa te ama y soy el primero ante todo.
Youjin bufó levantándose de la mesa, sabía que él haría de las suyas.
—Si, appa.
—Para ustedes también mis príncipes.
—Si, appa —respondieron al unísono.
JungKook aprovechó de tenerlos a los tres y les exigió un par de besos.
Acá en Argentina el día de las madres es en octubre, pero lo es en otros lados, así que: ¡Feliz día para las lindas mamacitas! 💕🥰
En IG hice una encuesta para elegir el nombre de la bebé, algunos dieron sus opciones y entre los que ame que fueron 3 hice elegir y salió: Cherie.
Aclaro que el nombre Cherie no suena igual que el de Cherry. Sino que se pronuncia más suave y quedó perfecto porque dentro de la historia tiene su significado y es:
Yo dije que los extras se tratarían de la Golden Couple siendo padres, sobrepasó mis expectativas 🤭 bueno, creo que son dos más y esto al fin se termina ☹️
Que tengan un hermoso domingo y un buen inicio de semana.
💟💟💟
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