𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟯𝟰
Un par de horas en el cual la incertidumbre parecía consumirlos a todos por la angustia. La espera sin respuestas y la prensa presionando en las puertas de la comisaría. TaeHyung y YuGyeom caminaban por el pasillo, Youjin sentada en uno de los asientos mientras su mano era sostenida por su hermano. Namjoon llegó segundos después con un pequeño vaso de plástico con té de manzanilla, se lo extendió a la pelinegra y ella a duras penas se lo recibió bebiendo un sorbo. Se negó a marcharse a casa aún cuando estaba sufriendo de contracciones de Braxton gracias a sus nervios en aumento. Debía mantenerse fuerte hasta ver a su novio libre.
Largos minutos después la puerta de la sala de interrogatorios se abre, un agente sale primero luego JungKook y detrás su abogado. Youjin corre hacia el pelinegro y se lanza a sus brazos siendo inmediatamente correspondida. Llora, desconsolada y Jungkook puede sentir la dureza del vientre contra su mano junto con algún otro movimiento lejano que le preocupa. Le había exigido quedarse pero claramente ella no lo haría.
—Cariño —no se aparta. Mira por breves segundos a los demás con sus caras largas.
—¿Qué va pasar? —pregunta TaeHyung hacia el abogado. Este suspiró.
—Tendremos que esperar hasta que las pruebas de ambas partes que se presentaron junto con las declaraciones se revisen.
JungKook abraza las mejillas de Youjin secando algunas de sus lágrimas mientras siente las manos de ella sobre su pecho sintiendo los latidos de su corazón.
El abogado añade.
—Lo bueno, si así se podría decir, es que pasó demasiado tiempo del supuesto abuso, por lo que solo tienen el testimonio de la señorita Mcdonie y un supuesto vídeo —su mano golpea suavemente el hombro de JungKook— lamentablemente lo mantendrán aislado hasta nuevo aviso.
—N-no es justo, no pueden.
—Tienes que irte a casa, cerecita —ella negó, sollozando— tienes que descansar, no te puedes quedar aquí, piensa en el bebé en ti.
—No me quiero ir. No quiero dejarte solo.
—No lo estará, Youjin —murmuró YuGyeom acercándose— yo me quedaré aquí hasta que todo termine.
—También nosotros —agregó Namjoon refiriéndose a TaeHyung— deberías hacerle caso a Kook, no ganas nada quedándote, no es recomendable seguir.
Estaba negada a irse, JungKook miró a Jin pidiéndole con la mirada que se la llevará, ese lugar era incómodo y horrible para el delicado estado de su novia. Además del estrés de la situación.
—Debemos irnos, champ, lo siento pero debes estar incomunicado.
Avisó uno de los agentes. JungKook asintió y besó a Youjin en la frente y labios insistiendo a Jin una vez más en que se la llevará. Lo vio alejarse, perderse por el largo y poco iluminado pasillo hasta ingresar a otra habitación. Sollozó abrazándose a su hermano, su mano sosteniendo su vientre, le dolía y sentía la falta de aire.
SunMi hace su entrada hacia TaeHyung avisándole que todo está bajo control por ahora, su mano tiembla sosteniendo su teléfono y lo disimula cruzando sus brazos. Desde lo sucedido no se había detenido ni un segundo en calmar a la prensa usando sus contactos. Observa de reojo a Youjin, no se veía nada bien y su hermano el actor en compañía de Namjoon intentaban hacerle cambiar de opinión.
Su teléfono vibra y al revisar la pantalla sus nervios se ven reflejados en ligeros temblores. Sus ojos escuecen ante las lágrimas acumuladas, duda si entender, ¿y si era otro chantaje? Ya no podía callarlo más. Debía hablar con JungKook cuánto antes y contarle lo que sabía y sospechaba. Se alejó, lo suficiente para atenderle la llamada a su hermano Wonho.
—Hola.
—¿Qué se sabe?
Su voz salió ronca, SunMi tragó.
—Nada, aún lo tienen detenido pero ya declaró al parecer —murmuró— no pueden dejarlo ir hasta que corroboren lo que Nancy dijo —silencio, uno sepulcral— ¿cómo es que conoce a JiMin?
—¿Cómo crees, hermanita? ¿eres idiota?
Ignoró lo grosero de sus palabras.
—Yo sabía, yo sabía que la conocía de algún lado, se me hacía demasiado conocida cuando la vi por primera vez en el gimnasio —sollozó— ¿cómo pudiste hacerlo, HoSeok?
—¡No hice una mierda, SunMi! —vociferó— El maldito hijo de puta de JiMin solo me pidió su número, de un momento a otro solo supe que Nancy era la fisioterapeuta de Jeon y ahora esto.
—Esto es obra de JiMin y lo sabes. JungKook jamás haría algo como eso.
—O tal vez Jeon si la violó.
Casi entra en pánico por la rabia gritando unos insultos y llamando la atención.
—¡Eso no pasó! —respiró con dificultad, su corazón bombeaba fuerte dentro de su pecho— tú sabes muy bien que JiMin es capaz de todo, está enfermo de los celos porque Youjin nunca lo volteó a ver —siseó entre dientes— ambos sabemos de lo que es capaz, y así como le puede hacer daño a la mujer que supuestamente ama, ¿qué te hará a ti que simplemente eres su amigo de juergas?
Se formó un silencio incómodo.
—Nancy no es capaz de esto —SunMi quiso reír— él la obligó, la tiene amenazada con algo.
—¿Realmente estás enamorado de ella? Dime.
—Mantenme al tanto, JiMin no puede salirse con la suya.
Cortó, dejando a SunMi con la palabra en la boca.
—¿Por qué mencionaste a JiMin?
Se paralizó al escuchar la voz débil de Youjin a sus espaldas. Aspiró una cantidad de aire y giró teniendo la mirada inquisitiva de la pelinegra.
—Jamás lo mencioné.
—¿Me crees estúpida, SunMi?
Estaba a una pizca de perder la paciencia.
Y SunMi ya no lo soportó más.
—Lo que le sucede a JungKook es obra de él.
—¿Qué?
—No confíes en JiMin, Youjin —se acercó casi teniendo sus rostros a centímetros— Él no es de fiar.
—¿De que hablas SunMi? No te entiendo.
—Voy a contarte algo —miró hacia el vientre— solo espero que me creas y luego de esto hagas lo correcto —tragó, sintiendo el nudo en su garganta— necesito que te sientes.
—Habla porque no tolerare que seas solidaria conmigo ahora. ¡Habla!
Y le contó que Wonho es su hermano y la distancia que él había tomado de ella y sus padres. Que es amigo íntimo de JiMin de hace años. También las amenazas del modelo para separarla de JungKook, sus sospechas y por último, le dijo que tal vez lo de Nancy era un inventó para vengarse de ella por haberlo rechazado.
—¿T-tú sabías todo esto?
Youjin se sintió indignada, peor al ver a SunMi derramar lágrimas. Se le abalanzó sujetándola del brazo y clavándole las uñas.
—¿Por qué diablos no hablaste antes?
Tanto Jin como Namjoon corrieron advirtiendo la escena e intentando detenerla, no solo preocupados por el estado irascible sino por alguna complicación que pueda presentar con su embarazo y la confusión de la repentina discusión.
—¡Porque no le tome importancia a las estupideces que me dijo JiMin! —TaeHyung también se acercó escuchando— pensé que solo fueron amenazas vacías —y agregó con pesar y vacilación algo que también sospechaba— creo que también tuvo que ver con lo del periodista que acosó al gemelo de JungKook.
Youjin tembló de pies a cabezas, en ese momento no se sentía ella misma sino que la ira la estaba atacando por completo. El dolor, la extrema decepción, el asco por haber compartido días y momentos gratos con un hombre que solo quería la destrucción de su familia. Sus piernas se doblaron, su hermano la ayudó a tomar asiento procurando hacerle respirar con calma. Temía que le estuviera dando un ataque de ansiedad.
Aún cuando intentaban hacerle entender que debían ir a casa o a un médico, ella se negó. Lo que necesitaba era a JungKook, solo a él.
Su cabeza se movió veloz al escuchar una puerta abrirse viendo personas salir. Sintió el coraje subir por sus extremidades cuando vio a JiMin caminar junto a su abogado, hablando como si nada malo estuviera pasando. Se levantó, llevada por sus emociones, haciéndose paso entre manotazos para llegar hasta el modelo y lanzarle una cachetada que no solo volteó su cara casi haciéndole trastabillar sino también dejar a todo el pasillo en completo, tenso y gélido silencio.
—Eres un maldito miserable, JiMin —sollozó— ¿cómo pudiste hacerme esto?
—Aun sigues creyendo que quiero hacerte daño, Youjin —sus manos hicieron el intento de tocarla y solo recibió rechazo— No entiendes que solo quiero protegerte.
—Eres un maldito psicópata, ¡Un mentiroso! ¡No te atrevas a tocarme!
No era lo que esperaba ver en Youjin sino todo lo contrario. Observó a SunMi más alejada suponiendo que ya había contado todo.
—¿Por qué no dejas de mentir, JiMin? —Jin no se quedó callado— tú, yo y todos aquí sabemos que JungKook jamás se atrevería a tocar a una mujer contra su voluntad.
—Si eso quieren creer allá ustedes —se encogió de hombros— yo voy a seguir apoyando a mi amiga, a creerle lo que me dijo y me mostró.
—¿Qué cosa? —SunMi sintió rabia de ver el cinismo— ¿videos? ¿fotos? Todo trucado.
—Nada de eso sirve —habló Namjoon, acercándose y agregando un dato demasiado importante— el gimnasio tiene cámaras de seguridad desde hace un par de meses, cada situación esta grabada, incluso las sesiones que JungKook tuvo con la fisioterapeuta. Las del vestuario también. Los entrenamientos, absolutamente todo.
JiMin quiso reír de su mala suerte. Nancy jamás le había mencionado que el gimnasio tuviera cámaras grabando las veinticuatro horas y no es algo que debiera haber ignorado. Y lo que ella apenas había filmado solo mostraba la manera tan hosca en que el pelinegro rechazaba a la pelirroja al salir de la ducha. Sin embargo, ellos lo hicieron pasar como un acto de violencia al ella negarse al abuso.
Observó a Youjin buscando su mirada, una oportunidad más. No se veía nada bien, de hecho estaba muy pálida y temblando. Su corazón retumbó cuando fue participe de como se desmayó y corrió hasta ella sosteniéndola entre sus brazos aún cuando los demás querían apartarlo.
Terminó de firmar el acta. La pesadilla al fin había finalizado gracias a que se habían presentado las pruebas suficientes para mostrar su inocencia. Deseaba salir de ese infierno para volver a casa junto a su novia. Estaba preocupado dentro de su disgusto. Saludó a los agentes a cargo agradeciéndole la amabilidad y el respeto. Salió junto a su abogado también agradeciendo su compañía y entero apoyo.
—Lo mejor será que salgas por la puerta de atrás para evitar a la prensa —manifestó el letrado— yo me encargaré del resto.
Al primero que vio fue a TaeHyung luego a YuGyeom saludando con abrazos a los dos.
—Quiero irme ahora, necesito ver a Youjin. ¿Hyung, mi teléfono?
—Espera.
—¿Qué?
—Necesitas saber algo —la espera desesperaba— Youjin tuvo que ser hospitalizada.
—¿Qué?
Hizo el amago de salir corriendo siendo detenido.
—Tranquilo, ella está bien —suspiró TaeHyung— Ya está en casa descansando.
—¿Qué le ocurrió? ¡Hyung, dime!, ¿Ella está bien? ¿JungSu está bien?
—Bueno —tragó, compartiendo una fugaz mirada con YuGyeom— se enteró que todo esto es obra de Park JiMin.
Resopló por la nariz conteniendo toda la rabia. Eso fue lo que quiso evitar, que Youjin supiera, la clase de persona que era su supuesto mejor amigo y de lo que era capaz. De soslayo percibe la presencia de algunas personas moverse por el pasillo, parecen dirigirse a la salida y él no pretende quedarse con las ganas de expresar algunas cosas atoradas desde hace rato. Se acercó lo suficiente para decir en voz alta.
—No pudieron salirse con la suya.
JiMin voltea al instante. Esperaba alguna reacción y lo había conseguido.
—No sé de que hablas Jeon.
—¿No dirás nada? —se dirigió a Nancy detrás del modelo y el abogado de este, temblaba de pies a cabeza avergonzada. Ante la insistencia del agente por tantas preguntas en su declaración terminó enredándose de nuevo en sus alegatos y cuando le mostraron las grabaciones no supo decir mas nada— Jamás te di lugar, Mcdonie, así que me sigue intrigando de dónde sacaste que yo abuse de ti cuando sabemos que fue al revés.
—Que poco hombre.
Murmuró JiMin lo suficiente alto como para cabrear a JungKook. Lo bueno es que sabía controlarse bien. Estaba demasiado cansado como para partirle la cara.
—Sabes Park, al menos hay algo que me alegra de todo esto, Youjin al fin sabe que clase de mierda eres —la sonrisita de JiMin desapareció al segundo— y si piensas que podías separarnos solo nos uniste más.
Le golpeó el hombro con el propio al pasar y lideró el camino con sus acompañantes detrás para salir por una puerta escondida hacia el callejón del edificio de la delegación. Una camioneta lo esperaba para llevarlo a su casa. Mientras tanto su abogado dio la cara frente a las cámaras y periodistas sedientos.
—El señor Jeon JungKook está eximido de toda acusación —levantó su mano intentando calmar las precipitadas preguntas— lo declarado por la señorita Mcdonie no fueron más que calumnias. Las pruebas de las cámaras de seguridad del gimnasio, y las declaraciones fueron suficientes para su inocencia. También se recabaron los teléfonos con mensajes de texto y en ninguno hay muestras del supuesto abuso o algún tipo de acoso hacia la denunciante —y con voz más firme— Pido en nombre de mi cliente y su familia que terminen con esta persecución, no han hecho más que opacar el momento tan ameno y agradable que está pasando junto a su pareja —y agregó determinante— También se ha decidido que se pondrá sanciones legales a cualquiera que intente difamar o manchar el nombre de mi cliente, eso es todo, que tengan buenas noches, señores.
Los periodistas aún hambrientos siguieron al hombre en compañía de su hijo y subieron al auto para marcharse. Mientras JungKook junto a TaeHyung, Namjoon y SunMi se encontraban hace minutos viajando.
—No va atenderte, Kook. Jin le quitó su teléfono, pero me dijo que está bien.
Comentó su primo a su lado. Suspiró guardando su teléfono y recayendo en la chica, agazapada en el asiento.
—¿Por qué no hablaste antes?
Fue una pregunta que sonó tranquila y sin emoción. SunMi alzó la mirada, avergonzada y compungida.
—Lo siento, JungKook.
—¿Lo sientes? realmente lo sientes SunMi —negó, mantuvo su voz serena— No me molesta el hecho de que seas la hermana de Wonho o que conocieras a JiMin, no. Me molesta el hecho de que sabías sus planes, sus amenazas. Pensé que teníamos una amistad más allá del trabajo. Pensé que el aprecio haría que fueras sincera.
—Lo siento en verdad.
—Un lo siento no me sirve SunMi —sus ojos destellaban por las lágrimas— un lo siento no arregla que mi mujer tenga estos disgustos y deba ser hospitalizada. Entiendo que tú no tengas la culpa, pero fuiste cómplice en partes y eso es algo que no puedo perdonar.
—¿JungKook-ah?
TaeHyung al lado de SunMi la sintió temblar. Namjoon también intentó tranquilizar al pelinegro antes sus duras palabras.
—Lo siento hyung, pero no puedo dejar pasar toda esta mierda —inhaló— De algo estoy muy seguro y es que si algo malo les llega a suceder a Youjin o a mi hijo no me va temblar la mano para hacerle pagar a JiMin o a cualquier involucrado, así sea alguien cercano.
Cuando ingresa al apartamento seguido de NamJoon, Sunny es quien trota primero para abrazarlo. JungKook se aferra a ella con el sentimiento en el pecho de querer llorar y aún así no lo hace. Se deja acariciar el rostro por su madrastra y en ese lapso le murmura que está bien al menos por ahora. Sus ojos buscan a su cerecita, desde que le habían dicho lo mal que se había puesto no dejo de pensar, de preocuparse, de querer verla y tenerla con él.
—¿Youjin?
—En la habitación —contestó HeeJi dándole un cálido abrazo— el médico dijo que debe mantener reposo. Apenas llegamos tomó un baño y se fue a dormir.
—Bien.
—Sera mejor que nosotros nos vayamos. —propuso DaeJin— deben descansar, han sido horas demasiado agotadoras para todos.
JungKook les agradeció una vez más todo el apoyo y los despidió. A través de los ventanales podía apreciar el cielo amaneciendo, el sol naciente, no tenía cabeza ni cuerpo para admirar aquello. Subió hacia la habitación encontrando el bulto de su novia durmiendo plácidamente cubierta hasta la cintura, abrazaba una de esas almohadas multipropósito, podía ver a simple vista su mano sobre su vientre. Eoduun recostado a los pies de su dueña era como un guardián que impedía el paso a cualquiera excepto a él.
Apenas se acerca, la observa, con la perspectiva de una Youjin frágil cuando la verdadera realidad era que él aún seguía en pie ante tantos obstáculos porque ella era su soporte y principal pilar. Tomó un tibio baño ayudando a relajar sus tensos músculos, se tomó el tiempo para hacerlo y meditar en lo ocurrido.
Seguía sorprendido por todo aunque la actitud de esa gente no debería sorprender así como su inexplicable maldad.
Secó su cabello y se colocó la pijama. Entre las penumbras por las cortinas blackout abajo se acomodó bajo las sábanas muy cerca de su novia. El movimiento hizo que una adormilada Youjin percibiera no solo el calor del cuerpo masculino sino su aroma y no hizo más que acoplarse a él cuando le quitó aquella almohada que los separaba. Su mano fue hacia el fuerte pecho donde podía sentir los latidos del corazón sobre la palma, se dejó abrazar y lloró contra su cuello recibiendo caricias a su espalda, vientre y besos a su rostro.
JungKook cerró los ojos conteniendo otra vez las lágrimas, tragando con dificultad por el nudo ardiendo en su garganta y la aferró todo lo que pudiera. Le dolía escucharla tan afectada. No quería que tuviera otra crisis.
—No llores por favor, te hará daño.
—Perdón —se alarmó al escucharla— por favor perdóname, JungKook.
—¿Youjin, de qué hablas? —acunó su rostro cerca del suyo secando algunas lágrimas.
—Yo lo defendí muchas veces, le daba la razón, discutimos por eso y nos alejamos —hipó— me hizo pensar que jamás querrías a JungSu, me llenó la cabeza y yo le creía, JungKook —se sentía indignado por el alcance de ese tipo— perdóname, cariño, por favor.
—Shh~ no hay nada que perdonar, amor —la abrazó por la espalda y cintura, podía sentir pataditas contra su abdomen pero eso parecía pasar a segundo plano con el llanto de Youjin— JiMin solo te manipuló en un momento de debilidad, sabía que podía hacerlo a través del cariño que le tenias, se aprovechó de ti, de mí y nuestra situación, mírame —su pulgar secó su pecosa mejilla tentado a besar cada una de ellas— nos amamos, tendremos un bebé, eso es lo importante ahora. Tú y yo juntos pase lo que pase, ¿está bien?
Youjin asintió dejándose hacer por los mimos, cesó su llanto minutos después ambos pudiendo conciliar el sueño.
He vuelto y en compañía de Song-ie y Peng-ie.
Perdón por tanto tiempo desaparecida, es que me volví adicta a una novela y me quedé viéndola por Netflix toda la semana en mis breaks hasta que la termine en la madrugada 🤭
Bueno, no sé si decirlo, y creo que ustedes ya se están dando cuenta pero Love Fight está llegando a instancias finales ☹️
Sin embargo queda mucho por leer.
Vayan a leer el prólogo de "Cuestión de peso" y guarden la historia en sus bibliotecas que es el próximo proyecto después que finalice LF.
El Bam-ie les desea una hermosa semana.❤️
💟💟💟
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