Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟭𝟮

⌜Amo tú y yo⌟
You & me - Jennie.
•••

—¿Entonces no hay mucho que hacer?

—Lamentablemente no.

Youjin quiso arrancarse los cabellos de la cabeza cuando el abogado de la agencia les comentó el estado actual de la nefasta situación.

Cinco días desde que Kira le había avisado sobre el robo del material de trabajo para su próximo disco y comeback. Lo peor de todo es que el artista que lo hizo pasar como suyo negaba el plagio o hurto afirmando que dicho material era de su autoría teniendo meses trabajando en él. Ellos como los denunciantes no podían mostrar pruebas ya que se trataba de un cuaderno donde Youjin había escrito letras y acordes junto a dibujos e imágenes de futuras ideas de vestuario, escenografías y más que ya no tenía en su poder. Y una laptop de la agencia que se había extraviado hacia tiempo.

Alguien había vendido su trabajo y esfuerzo.

Salió de la sala de reuniones llorando; ignorando a cualquiera que pasará a su lado saludándola. La situación para ella era estresante representando volver a empezar de cero. Sintió ansiedad, como una pesada opresión en el pecho que no la dejaba respirar. Tuvo que acudir a su terapeuta a través de una llamada para que la calmase porque no había otra manera de hacerlo. Estaba histérica y muy molesta. Tampoco podía buscar culpables dentro de los miles de trabajadores dentro de la empresa ya que sería en vano y una completa perdida de tiempo.

Prefirió dejarlo por la paz mientras tuviera que grabar un episodio de su programa de variedades. Cubrir la hinchazón de sus ojos aunque difícil se pudo y como todas las ocasiones en que se encontraba mal, fingió la mejor sonrisa de todas. Al menos luego del trabajo volvió a su casa a descansar. Peleando con Eoduun al ingresar porque este había rasgado el sofá de cuero negro. Lloró otra vez, sentada en la alfombra afelpada frente a la mesa de cristal de café. Su mascota acompañándola al acostarse a su lado apoyando el lomo contra su pierna.

El celular en su mano sonó con un mensaje, lo ignoró y siguió llorando en silencio. Si seguía así su cabeza le daría una tremenda migraña que terminaría en un horrible mal humor. Su teléfono volvió a sonar, pero está vez con una llamada entrante de JungKook. Ahí si que atendió, sin chistar y sin pensarlo.

¿Cómo te fue?

Y esa pregunta originó un sollozó que a JungKook hizo suspirar. Se encontraba dentro de su auto detenido en el estacionamiento.

—Dicen que no pueden hacer mucho —hipó y jadeó— el maldito hijo de puta que me robó lo usó, JungKook. Va a debutar con mis canciones —enfatizó— con mi trabajo, con mis letras. No es justo —volvió a llorar, sosteniéndose la cabeza con una mano. Ya no sabía que más hacer para quitarse la rabia.

Ábreme, estoy afuera.

Detuvo un poco su llanto mirando la pantalla de su teléfono. La llamada seguía en curso. Giró su rostro hacia la puerta y luego a su gato. Se levantó tambaleándose, abrió la puerta y en segundos se encontró siendo bien contenida por los fuertes brazos del pelinegro, apoyando la mejilla en el pecho intentando escuchar los acompasados latidos del corazón.

JungKook cerró la puerta, tomando su teléfono y el de Youjin para dejarlos sobre la comoda cerca de la entrada. La arrastró hasta la sala ambos tomando asiento y una vez se acomodaron, dio un respingo del susto ante el desesperado y alto maullido del felino negro. Giró su rostro encontrando a Eoduun sobre el respaldo del sofá, este saltó rápidamente sobre su espalda refregándose desesperado contra su cuello. Sonrió, feliz de volver a ver a ese animalito que lo había enamorado.

—¿Ahora si te dejas tocar? —vociferó ella, cruzada de brazos. Siendo ignorada por aquellos dos que no hacían más que mimarse.

JungKook ignorando también el hecho de que su asma se había calmado, pero no su alergia a los pelos de los animales, le valió un pepino y siguió acariciando a Eoduun entre sus brazos. Sin quererlo y sin esperarlo, ambos se habían extrañado mucho.

Desvió su atención hacia Youjin de nuevo, encogida en el sillón con un almohadón que abrazaba casi cubriéndola.

—¿Tienes trabajo pendiente? —ella negó— no es bueno que te encierres —si Namjoon y SunMi lo escucharán— no te ayuda en nada. Tal vez ocupar tu cabeza en otras cosas sería mejor.

—Solo quiero salir y emborracharme.

JungKook soltó una risita. Dejó a Eoduun a su lado colocando atención a la pelinegra que había subido las piernas al mueble, se tomó al atrevimiento de poner los pies de ella sobre sus muslos para masajeárselos y algo extrañado dijo.

—Hoy es la fiesta de cumpleaños de Jennie, ¿irás no es así?

Los ojos de Youjin se abrieron demás, con tanto en mente no lo había recordado.

—Ay si —chilló, golpeando suavemente su frente con la mano— con todo este problema me olvidé, ni siquiera conteste a sus mensajes —jadeó y lloriqueando expresó— ni siquiera le desee un feliz cumpleaños, soy una amiga horrible.

—Bueno, tienes una excusa para despejar tu mente y ser mi acompañante porque no me gusta ir solo a ningún evento.

Desvió la mirada al decir lo último.

—Si ves que estoy ojerosa e hinchada, además, no he planeado que ponerme.

—Cualquier cosa te quedará perfecto.

—¿Me está coqueteando señor Jeon?

—No, digo la verdad —en partes se le había salido sin quererlo y en partes a propósito— Un amigo debe ser sincero, ¿no? Además iremos como amigos.

«Mentirosoooo», se burló la voz dentro de su cabeza. Anhelaba ser más que un amigo, pero no cometería el error de alejarla o incomodarla por apresurado.

—Si sigues haciendo eso me quedaré dormida.

Sonrió, aplicando un poco más de fuerza y de inmediato se estremeció al escuchar un bajo gemido. Se detuvo, tenso, ocasionando que Youjin lo mirase con el ceño fruncido. Eoduun acostado con sus patas delanteras también sobre sus piernas le miraba con la cabeza ladeada.

—Ahm, deberías ir a dormir un poco entonces —observó la hora en su smartwatch— aún queda tiempo. Pasare por ti más tarde.

Youjin conocía esa expresión contrariada en el varonil rostro. Esos ojos de bambi bien abiertos. Sonrió para sus adentros y despreocupada se levantó dejando un sonoro beso sobre la mejilla del pelinegro. La miró, atónito.

—Descansa tú también. Te estaré esperando, Kookie.

Habían llegado juntos, esquivando algunos paparazzis pegados a la entrada de la enorme y exclusiva discoteca donde la modelo Kim Jennie festejaría su cumpleaños junto amigos y familiares. Las preguntas de si el exitoso boxeador del momento y la cantante más querida de Corea volvieron no se hicieron esperar. Así como la de su relación —que la prensa inventó— con el modelo Park JiMin. A JungKook no le sorprendía la sarta de estupideces que decían, todo para manchar la reputación de la gente.

Sintió alivio una vez estuvieron dentro. No había visto el atuendo de Youjin puesto que iba bien abrigada, pero definitivamente agradecía que ambos vistieran de negro —como casi siempre— combinados como una pareja. Aunque no lo eran, y ahí estaba ese anhelo de estar con ella otra vez. No obstante, Youjin parecía feliz siendo libre, encontrándose con sus amigos y charlando despreocupada con cada uno de ellos.

Sintió la presencia de alguien a su lado. Al voltear se encontró a Lee DongMin. Se habían hecho un poco mas cercanos luego de la separación con Youjin. El modelo se dividía entre ambos para consolarlos, intentando entender porque se habían separado, siendo un apoyo más para cada uno.

—Se te nota muy contento.

—¿Yo? —DongMin asintió, bebiendo de su copa de champagne— no, estoy normal. Estamos en un ambiente alegre.

Había mucha gente bailando en la pista o en las mesas altas con bebidas y bocadillos.

—No te veía sonreír hace mucho —ambos se apoyaron del barandal que separaba la pista de algunas mesas— la influencia de Youjin te revivió.

—¿Tanto se nota?

—Sí, y te advierto que si no te apuras, hay gente interesada y con más tiempo en su vida ganando.

Se miraron, entendiendo a quien se refería. Por más que Youjin aseguraba que su amistad con Park JiMin era solo eso, JungKook estaba muy seguro que detrás había algún que otro sentimiento en juego, tampoco iba negar que ese rubio podía ser un gran partido para ella. Pero él también lo era, podía darle mucho más y tenían una historia juntos que aún no creía finalizada. Así que no dejaría de luchar.

Sirvió una copa cuando vio a Youjin llegar a la mesa junto a Jennie, se veían agitadas de tanto bailar. Al menos se había olvidado del mal rato que tuvo con el hurto de su trabajo. TaeHyung se sumó también y Jennie viendo a su esposo hablando con la pelinegra aprovechó de picar un poquito.

—Si sigues mirándola de esa manera todos pensaran que estás enamorado —bromeó.

Casi se atraganta con la bebida burbujeante. ¿Tan obvio era?

—Solo me preocupo, dijo que quería beber y olvidar. Sabes que no tolera el alcohol, al igual que hyung —dijo, señalándole. Jennie rodó los ojos, confiaba en su esposo, así que no se preocuparía por él en su noche.

—Me cruce con SunMi el otro día, me dijo que tendrás una sesión de fotos en Calvin Klein —él asintió— ¿No te han ofrecido nada más?

Frunció el ceño, extrañado. Todo referido a publicidad y medios se encargaba SunMi y ella le avisaba sobre nuevas propuestas o esas cuestiones.

—Te lo voy a decir para que estés prevenido. CK quiere una sesión en pareja, Taehyung se negó porque no le gusta eso del modelaje —rueda los ojos— tu amigo es demasiado fotogénico, pero no lo quiere aprovechar. Así que te lo propondrán a ti y créeme, te van a convencer.

—Eso es malo, ¿por qué?

—¿Has visto las fotos de CK en pareja? Te conozco, JungKook, te incomodaras con una desconocida en ropa interior —le dio la razón. Definitivamente no le gustaba ese tipo de cosas— solo te lo digo para que inventes algo coherente de modo que ellos deban buscar a alguien más.

—No, está bien. Gracias por avisarme.

—¿Qué tanto cuchichean? —Taehyung rodeó con su brazo la cintura de su esposa.

—Trabajo, mi amor. Le decía a Kook sobre la sesión de fotos en pareja de CK que tú no quisiste aceptar.

—Oh, Youjin me comentó que hará una sesión de fotos para la marca, ¿no es así?

Todos los ojos se detuvieron en ella, sonrojándola a pesar de la tenue oscuridad y las luces de colores sobre ellos.

—Dije que me enviaron la propuesta, pero aún lo estoy planteando. Con Kira y sus malestares por el embarazo no hemos tenido tiempo de hablar realmente.

—Deberías aceptar, amiga.

JungKook quiso apoyar eso, pero solo se quedó callado, despreocupado bebiendo de su copa.

—Ya veremos.

Los acordes de una canción en particular sonaron poniendo a muchos emocionados sobre la pista. Jennie arrastró a su esposo de la mano. JungKook y Youjin se quedaron, ella bebiendo dos shot de Soju seguidos y el tercero siendo detenido.

—No deberías beber tanto, Youjin.

—Solo este y ya, te dije que quería distraerme. No seas controlador —él suspiró— que aburrido eres, ven —entrelazó sus manos y lo arrastró a la pista de baile.

Se encargaría que se distrajera de otra manera. Que esa noche fueran solo ella y él.

Apenas colocó el código y la puerta se abrió, tuvo que hacer un gran esfuerzo por no dejar que Youjin fuera directo al suelo. Reía divertida, se hacía más difícil al no querer quitarse esos tacones. JungKook la sostuvo de la cintura y obligándola a apoyarse sobre su espalda —y evitando el contacto con sus piernas— le quitó el calzado.

—Será mejor que descanses, Youjin.

Eoduun los recibió cuando las luces se encendieron. Más alejado, apoyado en sus patas traseras y con una expresión de completo desacuerdo. Casi como una madre enojona cuando sus hijos llegan a las cinco de la mañana borrachos.

—No quiero dormir aún.

Youjin pasó de su mascota, quitándose las capas de abrigo y dejándolas regadas por el suelo. JungKook detrás temeroso que la pelinegra caiga y se golpee la cabeza contra un mueble. Debió insistir en no dejarle beber tanto, pero en algún momento de la noche todo se descontroló.

—¿No te quieres quedar? —preguntó en un tono lastimero para luego sonreír y colgarse de los hombros masculinos— Podría ser divertido.

—No sabes lo que dices.

—Claro que sé —pocas veces la había visto ebria, pero de esas ocasiones, la mayoría se volvía impredecible por sus cambios de humor, así como en ese momento en que pasó del enojo al capricho— deja de hacerte el tonto, JungKook, sabes bien que aún me muero por ti.

—¿Qué?

Eso sí que no se lo esperaba.

Youjin lo soltó, dirigiéndose hacia su habitación, en el transcurso abrió el cierre de su vestido y lo bajó hasta la cintura quedando así en un bonito brasier de encaje que hizo tragar duramente al pelinegro. 

—Y tampoco soy tonta como para darme cuenta que aún sientes algo por mí —volteó brusca, el movimiento causando que él la sostuviera y ella volviera a anclarse de sus hombros.

—Youjin.

—Si supieras que casi me desmayo de la emoción cuando te vi en el programa después de tanto —sus párpados se cerraban— tan grande e imponente así como Capitán América, pero tú eres MI capitán Corea —Le parecía increíble que aún en su estado hablara correctamente y si la dejaba seguir temía a su propia reacción, todavía más cuando ella tocaba confianzuda sus brazos y espalda— deberías ser un delito por lo bueno que estás.

—Youjin, estás diciendo disparates.

—No, es la verdad, si supieras las ganas que tengo de lamer cada músculo que tienes —estaba pidiendo toda la ayuda posible a Buda. Escuchar ese tipo de halago pondría a cualquiera y él no era de piedra— ¿Por qué hace tanto calor?

Volvió a soltarse, tambaleante intentó quitarse el vestido sin conseguirlo.

—No debiste beber así.

La ayudó, al fin quitándole la prenda. Aunque no supo si fue lo mejor, pues ella se paseó en el diminuto y sexy conjunto hasta quedar tendida boca arriba sobre la cama.

—No me digas que hacer —musitó— vas a tener que desvestirme y cambiarme —ante la expresión de incredulidad— ¿Qué? Ya me has visto desnuda, no ha cambiado nada, excepto porque estoy más vieja.

Lloriqueó, y JungKook —a duras penas— la ayudó a meterse dentro de las cobijas para evitar aún más la tentación. Luego tomando asiento en la orilla.

—No has cambiado, sigues siendo hermosa.

—¿Me estás coqueteando, Jeon? —sonrieron, esa frase se estaba volviendo habitual entre ellos— deberías ayudarme, los amigos hacen eso.

—Me estás pidiendo algo imposible.

—Imposible será que te metas a la cama conmigo —sus ojos estaban cerrados mientras lo decía, más en el mundo del sueño que despierta— va sonar horrible lo que diré, pero extraño follar… contigo —JungKook tomó una bocanada de aire, pidiendo calma para sus adentros— ya no me estaría funcionando comprarme juguetes, pero ayuda cuando me imagino que eres tú.

Frotó las manos contra su rostro. Su corazón dentro de su pecho saltaba inquieto. Volver a escuchar eso de ella lo tenía en una confusa nebulosa.

—Cualquiera pensaría que solo te atraigo por mi cuerpo.

—¿Lo dudas? Estás muy bueno, suertuda las que te has follado, yo no he estado con nadie en tres años —eso fue inesperado, sorpresivo y estaba seguro que ella no recordaría nada al despertar— bueno, si he tenido sexo un par de veces, contigo en sueños, pero no cuenta.

No sabía que decir, estaba un poco perdido al obtener demasiada e interesante información. Sus manos picaban por hacer cierta cosa, pero su atención se vio desviada cuando escuchó un bajo sollozó. Se inclinó sobre ella intentando quitarle las manos que cubrían el rostro.

—Youjin, ¿qué tienes? ¿por qué lloras?

—No puedo creer que este recordando a mi ex novio —esnifó, sintiéndose somnolienta por las caricias a su cabello— soy patética y él ignora que aún me gusta. Si viera lo nerviosa que me puse la primera vez que lo vi y...

Se sintió hipnotizado de alguna manera, con la necesidad de acercarse más a ella, de protegerla y cuidarla, de adorarla. Se inclinó a punto de besarla, pero algo más lo detuvo a solo centímetros siendo consciente de que Youjin no estaba en sus cinco sentidos, si avanzaba no lo iba a recordar. Además ella produjo sensaciones extrañas en su cuerpo las cuales si las permitía salir no podría controlarse ni detenerse.

—Tengo sueño.

Murmuró casi imperceptible.

La arropó con cuidado, cubriéndola por completo para que no pase frío. Siendo el indicio perfecto para la retirada.

—Duerme, cerecita. Descansa.

Despertó desorientada, con un horrible dolor de cabeza. Se dirigió al baño, ni siquiera se había quitado el maquillaje. Si Kira y Hyeon la vieran, los más seguro es que hubiera recibido la regañona de su vida. Tomó un largo y tibio baño, se cambió con algo cómodo para estar entre casa y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno antes de tomar un analgésico encontrando la escena de JungKook acuclillado mirando a Eoduun comer de su plato.

—Buenos días.

—Buenos días —expresó cabizbaja, con pies pesados caminando sobre el suelo lo que causó una sonrisa divertida en él.

—Los roles han cambiado al parecer.

—No te burles —tomó asiento en la silla alta de la isla colocando los codos en el mármol para sostener su cabeza— hace mucho no bebía de esa manera. Creo que me pase.

—¿Tú crees? —frente a ella situó un cuenco con sopa de algas y otro con arroz, un vaso de agua fresca, jugo de naranja y una pastilla.

—Gracias Kook.

Sin esperar comenzó a sorber la sopa. Su cabello iba en un despeinado rodete y su rostro lleno de pecas limpio. Tal vez ella se veía normal y simple pero para otros ojos era la belleza perfecta irradiada en persona. Comieron en silencio hasta que el teléfono de Youjin la hizo gruñir por el dolor punzante que el sonido le causó. Leyó el mensaje sosteniendo su cabeza adolorida.

—Otra vez con lo mismo.

—¿Con qué?

—Una de las representantes de Dior me ha enviado un mensaje, quieren que sea parte de la marca.

—Ah.

—Jimin estaría encantado con la idea —murmuró, y a JungKook eso no le gustó— Incluso DongMin me está incentivando ya que también es parte —suspiró, pasando la pastilla con el agua— pero también Mingyu me comentó que sería lindo ser parte de Channel y Jennie ha hecho campaña para esa marca. Estoy confundida.

Tragó, pensando en que debería hablar seriamente con DongMin para preguntarle de qué lado estaba. Fue cuando una loca idea se le cruzó por la mente.

—¿Aceptarás?

—No tengo cabeza para pensar en esas tonterías, Kook. —lloriqueó— quiero llorar, robaron mi trabajo.

Le sujetó la mano entre la suya, acariciándole los nudillos, apoyándola y obligándola a mirarle.

—Oye, sé que te esforzaste mucho. Piensa que puede salir algo mejor de todo esto. Tómalo como inspiración y haz algo mucho mejor, más grande. Estoy seguro que harás arte y lo que venga será un completo éxito.

Youjin tragó saliva.

—Confías demasiado en mí.

—Nunca me has dado a pensar lo contrario —sus ojos brillaban y ella se sentía hechizada por ellos— eres una gran artista y sobre todo una persona con un bonito corazón.

—¿Quieres hacerme sonrojar?

—Tal vez.

El espacio comenzaba acortarse, de a poco, ambos alternando la mirada entre sus labios y ojos. Sin embargo, el celular de Youjin con una llamada los obligó a apartarse. A JungKook maldecir a la conveniente persona que venía a interrumpir, sobre todo cuando leyó de reojo el nombre en la pantalla.

—Jimin… Sí, estoy bien —bebió del vaso de agua— si, como te comenté no hay mucho que se pueda hacer —apoyó su mejilla contra la palma de su mano, haciendo un puchero que JungKook vio y quiso besar— estoy algo cansada ahora… Si, si voy a ir al desfile —dijo en tono hastiado rodando los ojos— pero nos veremos allá, ¿te parece?

Fue el primero en levantarse de la mesa llevando los platos sucios a la cocina mientras ella terminaba de hablar con ese amigo modelo. Más que nunca la idea rondando en su cabeza tenía que funcionar.

—Debo marcharme —avisó. Ella había cortado hacia minutos atrás— ¿Te sientes bien?

Asintió.

—¿Debes entrenar?

—Así es, cualquier cosa llámame, ¿si?

Ella volvió asentir con una suave sonrisita, quedando helada en su puesto cuando él le besó la frente.

Apenas JungKook se despidió de Youjin y Eoduun, salió del apartamento hasta el estacionamiento, una vez dentro de su auto tomó su teléfono y llamó a Jennie.

¿Paso algo?

Se podía escuchar de fondo la voz alegre de JiHyun, lo cual quería decir que ella se encontraba en su hogar.

—Recuerdas que mencionaste lo de la sesión de fotos en parejas para CK.

Así es. ¿qué con eso? 

La voz de TaeHyung también se escuchó y luego la risa del pequeño Kim.

—Si yo decido aceptar, ¿podría proponer a alguien para que me acompañe?

Sí, eso creo —hizo una pausa y con una sonrisa pícara, preguntó— ¿Será quién estoy pensando?

—Sí, ella, ¿crees que lo acepte?

Eso déjamelo a mí. Tú no le digas nada. Solo espera a mi llamado de vuelta con los detalles.

Sonrió, sintiéndose deseoso porque ese día llegará y todo saliera más que perfecto.

💜💜💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro