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—¿Y Wooyoung?— preguntó Taehyun cuando fue hacia el comedor, viendo que seguían siendo ellos tres.

Yeonjun parecía ofendido, y se encogió de hombros como si no tuviera importancia.

—Se fue con San. — respondió Soobin sin más.

Taehyun iba a comentar algo, pero notó a Beomgyu negar y permaneció en silencio.

—¡Niños!— la señora Choi apareció desde la cocina, con una sonrisa alegre, mientras secaba sus manos con un trapo. — Las pizzas están listas, ¿Alguno quiere ayudarme a traerlas? Tae ya hizo bastante.

El pelirosa sonrió con suficiencia, y volteó para mirar a Yeonjun, quien se dio cuenta de que todas las miradas habían caído en él, sin decir nada, se levantó para ir a la cocina siguiendo a la señora Choi.

Taehyun se sentó junto a Beomgyu, tomando su mano con cariño.

—¿La estás pasando bien?— le preguntó.

Beomgyu hizo una mueca.

—Casi no estuviste con-migo. — murmuró el pelirojo.

Taehyun dejó un pequeño beso en su mejilla.

—Lo sé, bebé, pero no quiero que hagas nada en tu cumpleaños, por eso lo estuve haciendo yo. — sonrió un poco.

Beomgyu quiso decirle que no era necesario, que lo podía hacer él mismo, o que lo podían hacer juntos, pero su novio no lo dejaría, Taehyun siempre quería hacer todo por él.

—Beomgyu, ¿Recuerdas que te comenté que estaba buscando trabajo, no?

Beomgyu tardó un momento en recordar esa conversación, una de las tantas que tenían antes de dormir, cuando lo hizo, asintió.

—Pues, cuando consiga uno, voy a estar menos tiempo contigo, o en casa, puede que incluso vuelva muy tarde. — dijo, notó a Beomgyu abrir sus ojos un poco de más, con lo que parecía preocupación. — Lo que quiero decir, es que no siempre vamos a estar juntos como estamos ahora, y te pido que no te sientas mal por no estar en todo momento contigo.

Beomgyu sólo asintió, Taehyun notó su vista bajar, mirando su regazo, un pequeño puchero se marcó en sus labios.

La idea de estar lejos de Taehyun por ocho horas, horario promedio de trabajo, no le gustaba, y en parte le asustaba por si volvía a tener algún ataque de pánico y Taehyun no estaba para consolarlo.

—¡Dejen los cariñitos!— gritó Yeonjun, volviendo de la cocina, haciendo que Taehyun saltara un poco por el sorpresivo grito, lo vió cargando una bandeja de pizza ya cortada, dejándola en la mesa sin mucho cuidado. — Coman algo que no sean sus labios por una vez en el día.

Taehyun frunció el ceño, molesto por esa clase de comentarios de su amigo.

Notó al rubio reír por su expresión, el chico se acercó a él para tomar su mentón y alzar su rostro un poco, Taehyun pensó en gruñirle, pero una mueca molesta lo reemplazó.

—A menos que quieras comerme a mí, lindo. — Yeonjun le guiñó un ojo.

Escucharon risas y Taehyun apartó a Yeonjun a manotazos.

—Ni con Soobinnie eres tan cariñoso, idiota. — dijo el pelirosa, a lo que Yeonjun se encogió de hombros con una sonrisa, tomando una porción de pizza antes de sentarse.

—Es que nunca puedo competir contra ti, Taehyun. — dijo Soobin, acercando su silla a la mesa. — Yo dejaría a Junnie por ti, eres más lindo. — añadió, sólo para molestarlo.

Beomgyu rió cuando vió el rubor subir las blancas mejillas de Taehyun.

—Qué amigos más molestos. — murmuró el mayor, antes de morder generosamente una porción de pizza, esperando que con la comida los demás se callaran.

SooBin pelivioleta pal consumo