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彡💍〕EP. 12

𔘓 𝑳𝑶𝑵𝑬𝑳𝒀 𝑬𝒀𝑬𝑺⋆.ೃ࿔
⇢ ˗ˏˋ 🦢┋CAPÍTULO DOCE ⊹.˚
« el susurro del pincel »

FRANCES SE SORPRENDIÓ al recibir la urgente misiva de Cora en la que le informaba que, al día siguiente, algún salón de Donwell House se convertiría en el espacio para el artista más requerido en esos momentos. Y de solo leer que el propio Benedict Bridgerton se había acercado a la residencia de Cora para rogarle que la dejara retratarla, lady Donwell sonrió con suficiencia.

Enseguida pensó que aquella misiva amenazante había funcionado con el pintor. Y aunque le hubiera encantado contarle a su amiga lo efectiva que había sido su presión como baronesa, era claro que, bajo ningún concepto, podía confesarle nada a Cora, a menos que quisiera terminar de arruinar la autoestima de aquella.

Como fuera y rápida como un huracán, logró tener el salón de música del primer piso listo para que el señor Bridgerton pudiera pintar con absoluta libertad a su querida amiga Cora. Porque claro, ella encontraría la excusa perfecta para ausentarse y dejar a aquellos dos solos, como debía de ser según su mente pícara y sabia.

━━Espero que la luz sea suficiente, señor Bridgerton. He recorrido y observado cada espacio de esta casa y puedo asegurarle que es el más luminoso.

Benedict, que recién entraba en el salón, observaba cómo los criados ubicaban el caballete y el bastidor—sobre cuyo lienzo pintaría— con sumo cuidado, pero eso no fue impedimento para prestarle atención a la baronesa.

━━Creo que estará bien, lady Donwell.

━━Perfecto ━━Sonrió━━. Mandaré a pedir un servicio de té para que usted y...

━━Oh, no. Gracias ━━la interrumpió━━, pero lo cierto es que necesitaremos de absoluta concentración y...

El tiempo se detuvo y el silencio los envolvió cuando el sonido suave y melodioso de una voz intervino.

━━Buenos días ━━Cora entró con una sonrisa que Benedict jamás le había visto y, sin darse cuenta, le imitó el gesto, aunque sin decir una palabra━━. ¿Acaso he llegado tarde? ━━inquirió preocupada.

Astuta, Frances no perdió la oportunidad para observar cómo Benedict se había quedado prendado de Cora de forma completamente explícita, y sonrió, pero bastante veloz como para que ninguno se percatara.

━━Para nada, querida. Has llegado en el momento justo ━━Caminó hasta ella, la saludó y continuó, aunque con un mensaje inesperado para lady Lancaster━━. Pero me temo que no podré acompañarlos. Lord Donwell requiere mi presencia para un aburrido evento matutino ━━Se giró hacia Benedict, que apenas parecía haber reaccionado, y siguió━━. Aun así, te dejo en excelentes manos. Estoy segura de que nuestro artista sabrá cómo arreglárselas sin mi imprescindible belleza, ¿verdad, señor Bridgerton?

Benedict inspiró profundo y, tras aclararse la garganta, asintió. ━━Por supuesto. No tenga dudas.

Lady Donwell alzó las cejas y, tratando de contener la carcajada, besó a su amiga y se fue sin opción a que ninguno de ellos dos pudiera hacer algo al respecto.

Y entonces, de forma inmediata, como si ambos corazones lo hubieran deseado en secreto, el campo sarraceno de Cora se cruzó con el océano pacífico de Benedict Bridgerton.

Fue instantáneo. Fue inevitable y magnético.

Los ojos de Benedict brillaron, aun en contra de su voluntad. Y por mucho que se exigía quitarle la vista de encima, por mucho que supiera lo indecoroso que era cómo la estaba observando, no pudo. No quiso. Y era que jamás se había asombrado por solo escuchar un timbre de voz. Mucho menos por contemplar la sonrisa de unos labios como tantos que ya había retratado. Pero allí estaba, hechizado, paralizado por tanta belleza en una sola persona. Y una sola persona que no era su antiguo amor.

«Lucia...», se repitió mentalmente. Y así aquel conocido invierno lo invadió de improviso y le destruyó el corazón. Angustiado, Benedict no pudo evitar llevarse la mano al pecho, como si un dolor punzante lo hubiera afectado, pero al notar que Cora fruncía el ceño por la preocupación, se llevó la mano al cuello para disimular.

━━¿Está bien, señor Bridgerton? ━━inquirió ella al tiempo que se atrevió a tomarlo por los codos, sin pensar en la cercanía que los pondría en peligro.

Benedict sonrió de forma inmediata, pero cuando alzó la vista hacia los ojos de ella, el corazón volvió a reaccionar en un enfurecido galope. Se quedó sin aire al sentirla tan próxima, pero la razón se hizo un lugar y lo ayudó.

━━Por favor, no se preocupe ━━Sonrió y dio un paso hacia atrás. Respiró profundo, se acomodó la corbata y, tras toser, llamó a su voluntad y, como el profesional que era, se acercó al sillón que habían acomodado e invitó a Cora para que se aproximara━━. Pensé que sentada sería la mejor postura, lady Lancaster. Permanecer en pie puede ser muy agotador.

Cora, que aún sentía el intenso cosquilleo en el estómago por la proximidad que habían experimentado, sonrió y asintió.

━━Por supuesto, señor Bridgerton. Y agradezco que haya recordado que no soy una modelo experimentada, por lo que cualquier sugerencia que dé la aceptaré ━━expresó al tiempo que se sentó donde él le había indicado.

Él le respondió con una sonrisa y, veloz, se acercó al bastidor. Tomó sus pinceles, preparó las pinturas y, tratando de enfocarse lo más fríamente posible, comenzó a esbozar el rostro de lady Lancaster.
El silencio fue sepulcral, pero tan sepulcral que el corazón de Cora reaccionó, aunque no como esperaba. Y no era para menos.

Infinitas habían sido las tardes que había soportado en Sandford Hall. Infinitas las mañanas y las noches que, sola, había tenido que soportar aquel silencio ensordecedor. Y Benedict no tardó en percibirlo. La mirada de ella había perdido la luz de cuando recién había llegado. Su cuerpo se notaba más tenso y, sobre todo, los labios parecían habérsele endurecido en un abrir y cerrar de ojos.

Estaba triste, no cabía la menor duda, mas no podía saber lo que precisamente lady Lancaster estaba pensando. Después de todo, ¿quién hubiera imaginado que el corazón de ella había retornado a un pasado no tan lejano? Meses sin una caricia. Meses sin un beso que la embriagara de esa energía esencial que le habían prometido en el juramento de amor eterno. Pobre de ella. Pobre su juventud que, por cada día de sequía, se marchitaba como si cien años hubieran transcurrido.

Y así una rebelde lágrima rodó por el rostro de porcelana de Cora.

De inmediato, Benedict dejó el pincel a un lado y, sin pensarlo se acercó y se agachó hasta quedar a la altura de ella. Cora, completamente avergonzada, alzó la mano para secarse la lágrima, pero entonces, veloz, Benedict la detuvo con un suave agarre por la muñeca.

━━No lo hagas. Déjala rodar. Déjala que sea libre ━━le susurró suplicante, tuteándola. Y, en ese mismo momento, fue cuando comprendió lo cerca que estaban el uno del otro, pues los dos sintieron cómo los alientos se entremezclaron de forma inesperada.

Los ojos de Cora se sumergieron en los de Benedict, y los de él recibieron la mirada de ella de forma ansiosa. Los corazones comenzaron a galopar indomables y así, él, en una mezcla de furia con resignación, se preguntó, aunque en voz alta y sin darse cuenta...

━━¿Por qué?

Sorprendida por la inesperada intervención susurrante de Benedict, Cora reaccionó y despegó los labios para contestar. ━━¿Por qué? ━━repitió ella, inocente.

Benedict, rendido ante la apertura de aquella deliciosa boca, casi desfallece. Su cuerpo se tensionó hasta la zona del pubis. Y cuando sintió que, si no detenía la contemplación en ese momento, su entrepierna lo dejaría expuesto en una escena más que vergonzosa, cerró los ojos, se puso en pie de forma veloz, retornó hasta el caballete, y se sentó delante de este de modo que quedó escondido y protegido del posible escándalo.

━━Lo siento, no quise entrometerme en sus... ━━quiso disimular, pero ella lo interrumpió.

━━No se preocupe, señor Bridgerton. Está en su derecho. Después de todo, ha venido a pintar una mujer feliz, una mujer alegre. Nadie querría ver el rostro de la amargura o de la tristeza.

Pero Benedict, tras una vez más dejar a un lado el pincel, frunció el entrecejo.

━━Pues discúlpeme disentir, lady Lancaster, pero no es así. Por empezar, no he venido a pintar a ninguna mujer feliz o alegre, pues nadie es alegría o felicidad todo el tiempo. Tampoco a una mujer triste. Solo he venido a retratarla a usted, sea quien sea.

Ella lo miró con detenimiento y él no se escapó del escrutinio. Las miradas se penetraron con misterio y también, aunque no lo supieran con precisión, con ferviente deseo contenido. Cora sonrió y, una vez más, él la imitó. Y así las manos de Benedict retornaron al lienzo, aunque con renovada energía, pues sentía, a diferencia de meses atrás, que la magia de la inspiración había regresado con una fuerza única e impetuosa. Solo rogaba que no se esfumara del mismo modo en que había llegado.

No obstante, no pudo pensar mucho más, pues cual vendaval, lady Donwell ingresó en la sala horrorizada. Tanto Cora como Benedict se miraron sorprendidos, pero no tardaron en acercarse a la agitada baronesa.

━━Lady Donwell, ¿está bien?

Frances, agitada como pocas veces, elevó el papel que al parecer la había puesto de tan malhumor.

━━Tu querido Louis Dixon ━━expresó Frances, irónica, a Benedict.

━━¿Louis? ━━inquirió él, pero la sorpresa disminuyó cuando recordó que la noche anterior le había escrito para verlo, aunque él nunca se presentó.

━━Sí, tu amigo no hace más que dar malas noticias ━━replicó enfurecida la baronesa al tiempo que se dejó caer en el sillón que Cora había usado.

━━Pero ¿qué ha ocurrido, Frances? ¿Qué puede ser tan grave como para que reacciones así frente al señor Bridgerton? ━━preguntó, incómoda por la impulsividad de su amiga.

Pero a lady Donwell le importó muy poco las formas y chasqueó la lengua para demostrarlo. Y, la verdad, no era para menos.

━━Pues quizá no signifique gran cosa para otros, pero para mí sí. Y lo más triste es que no puedo negarme porque le debo algunos favores, y... ━━Miró cómo estaba siendo observada por Cora y suspiró resignada━━. Lo siento, Cora, pero no puedo negarme. Ya sabes... El señor Dixon sabe sobre algunos asuntos privados y personales que, de salir a la luz, arruinarían mi reputación y...

━━¿Qué es lo que te pide, Frances? ━━la interrumpió Cora, seca.

La baronesa tragó saliva y, tras respirar profundo, lo confesó:

━━Nos ha invitado a un baile en su residencia.

━━Pero ¿qué tiene de malo?

━━Que asistirá una persona a la que la mayoría de la sociedad ya no quiere ver, Cora. O mejor dicho dos ━━resaltó sugerente━━. Y me ha exigido que estés presente.

De inmediato, lo comprendió, y una ola de frío arrasó con el alma de Cora. El turbulento mar de emociones la arrastró hasta las profundidades del océano para ahogarla, dejarla sin aire, sin vida. Y sin fuerzas, se dejó caer al piso.

━━¿Por qué? ━━se preguntó sin comprender la razón por la que William quisiera hacerla sufrir hasta ese punto.

¿Acaso no le alcanzaba con el ridículo a la que la exponía? ¿Acaso no le sobraba con saber que le había arruinado la vida y el sueño de vivir el amor eterno?

Benedict, envuelto por una furia incontenible y sin lograr comprender cómo el idiota de Louis se había prestado a semejante falta de respeto, se dispuso a salir en busca del que consideraba su mejor amigo. Pero entonces lady Donwell lo detuvo.

━━No tiene caso, señor Bridgerton ━━Benedict se dio la vuelta hasta que quedó otra vez de frente a la baronesa━━. El señor Dixon puede ser bastante insoportable, pero estoy segura de que no es un hombre cruel. Está claro que ha sido presionado por estos sinvergüenzas.

Benedict, tratando de contener la furia, respiró profundo para calmarse. Era cierto. Lo más probable era que Louis hubiera sido puesto entre la espada y la pared por no haber cumplido con la promesa de que él retratara a la amante de lord Lancaster. Y aunque la gran pregunta fuera por qué un hombre le haría semejante daño a una mujer tan buena como Cora, él debía poder hacer algo. Y así una vez más su corazón reaccionó por él.

━━Entonces, si decide ir a la fiesta, lady Lancaster, cuente conmigo. Con gusto, yo seré su acompañante.

Y tras ignorar el gesto boquiabierto de la baronesa, se despidió con un veloz movimiento de cabeza, aunque que sin poder evitar observar la expresión de absoluta sorpresa de lady Lancaster, su nueva musa.

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ღ𝒥ennymorningstarღ

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