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彡💍〕EP. 10

𔘓 𝑳𝑶𝑵𝑬𝑳𝒀 𝑬𝒀𝑬𝑺⋆.ೃ࿔
⇢ ˗ˏˋ 🦢┋CAPÍTULO DÍEZ ⊹.˚
« el as bajo la manga »

CON LAS MANOS en puños y casi chirriando los dientes, William Lancaster entró en la residencia que había alquilado para pasar la temporada en Londres. Y, aunque no estaba en el soñado barrio de Mayfair, tal como la señorita Fanny Palmer le había exigido, era cómoda y elegante, y hasta de hecho la decoración tenía el estilo Adam que tan a la moda estaba.

Aun así, el estado de William era de nerviosismo puro, y no era para menos: complacer a Fanny no había resultado tan sencillo como esperaba.

━━¡¿Cuándo vendrá?! ¿Mañana? ¿Pasado? ━━inquirió ansiosa la señorita Palmer.

William apenas había entrado, pero el criado, al ver el rostro del lord, se apresuró a tomar el chaqué y el sombrero para marcharse cuanto antes por el escándalo que, sabía, se armaría en cuestión de segundos.

━━No vendrá ━━respondió William escueto y, sin echarle una sola mirada, siguió de largo en dirección a las escaleras.

Fanny quedó paralizada por unos segundos en los que la sonrisa con la que lo había recibido se esfumó para pasar a lucir un rostro completamente diferente. Cada vez que los planes no salían como ella esperaba, sus ojos redondos y verdes parecían oscurecerse de la furia, la boca pulposa solía endurecérsele, las cejas se le tensaban tanto que se le formaban unas líneas en la frente, y la piel, de blanco porcelana, pasaba a un rojizo feroz. Y eso sin mencionar los salvajes bucles negros que se movían de forma descontrolada cuando perdía el juicio y el control sobre su cuerpo. Y claro, William lo último que deseaba en la vida era tener que atravesar por ese tipo de situaciones.

Lo cierto era que la primera vez que Fanny se había vuelto loca había sido cuando él no consiguió una casa en Mayfair. No obstante, se calmó en cuanto William le obsequió un collar que había mandado a hacer exclusivamente para ella. Pero la segunda fue cuando, tras creer que habían sido invitados a la fiesta de lady Donwell, Fanny no solo descubrió que no había sido así, sino que también no tuvo la oportunidad de conocer al artista del que todos hablaban y que William le había prometido que conocerían esa noche. Y esa segunda vez fue para lord Lancaster mucho más que un suplicio. No solo debió soportar la vergüenza en la fiesta, sino también el llanto y los gritos de Fanny cuando regresaron a la casa.

Como fuera, Fanny no era una joven que entraba en razón, y de hecho hasta comenzaban a circular los rumores de que carecía de sano juicio. Después de todo, aunque por sus venas no corriera sangre aristocrática, se suponía que provenía de una familia comerciante bastante adinerada, por lo que haberse lanzado a los brazos de un hombre casado —con todas las oportunidades que había tenido de conquistar buenos partidos— resultaba, como poco, una locura total. Y las consecuencias de tan descarado acto empezaban a salir a la luz, incluso para lord Lancaster, pues una cosa era tener una amante para «ciertos momentos» y otra muy distinta era pretender ser integrados en las reuniones de sociedad como si ella fuera la esposa, cuando él en realidad ya tenía una.

Pero eso, al parecer, no le importaba a Fanny. Y la forma de reaccionar y comportarse lo dejaban más que claro.

━━¡¿Por qué huyes de mí, William?! ━━inquirió tratando de contener la ira, aunque sin mucho éxito.

El conde frenó el paso en medio de las escaleras y cerró los ojos para respirar profundo. Ya era tarde: la furia había dominado a Fanny y no lo dejaría en paz.

━━No huyo de ti, sino de tu locura ━━se atrevió, harto, al tiempo que giró para quedar de frente a ella.

Fanny abrió los ojos y la boca con un nivel de horror que provocó un bufido en William.

━━¿Te has oído? ━━Caminó rápido hasta el inicio de las escaleras━━. ¡¿Te has oído?!

━━Fanny, por favor, cálmate ━━susurró él, pero no funcionó.

━━Te he elegido por sobre mejores partidos, he perdido mi reputación por ti, ¡¿pero tú te atreves a hablarme de esta manera?! ━━Subió los escalones que los separaban y, a menos de un palmo, en una mezcla de desesperación con rabia, lo fulminó con la mirada━━. ¡¿Por qué me haces esto?! ¡Por qué! ━━gritó perdiendo de forma absoluta el juicio.

Horrorizado, William abrió los ojos y la contempló. Fanny no parecía aquella dulce y seductora joven de la que se había enamorado perdidamente. Y aunque el lado enérgico era una de las características que más le gustaban a lord Lancaster de ella —en especial cuando se enredaban en la cama—, lo cierto era que cuando estallaba así, lo descolocaba. Y su rostro lo manifestaba enseguida.

━━Será mejor que me vaya. No estás bien ━━Y la esquivó para descender las escaleras.

Desesperada y con el corazón en la boca, Fanny corrió hasta él y se puso en medio de su camino.

━━Te cansaste de mí, ¿verdad? ━━Los ojos se le aguaron en un santiamén y las manos las cerró en puños━━. Te cansaste y no solo me abandonarás como a un trapo sucio, sino que volverás con ella, ¿cierto? ━━Lo miró furiosa y, al no recibir más que silencio, volvió a exigir una respuesta al tiempo que estrelló los puños contra el pecho de él━━. ¡¿Cierto?! ━━Rompió en llanto y se dejó caer.

Antes de que Fanny cayera por completo al piso, William la tomó por las muñecas para mantenerla en pie. Suspiró profundo, la abrazó y comenzó a acariciarle la cabeza para que se tranquilizara.

━━No dices más que sandeces, Fanny ━━expresó resignado.

━━Y entonces ¿por qué te ibas a ir? ━━Se distanció unos centímetros de William, se limpió el rostro y, tras envolverle el rostro con las manos, lo miró fijo a los ojos con esa mirada que había derretido al conde la primera vez que la vio━━. Siempre huyes de mí. ¿Por qué, William? ¿Por qué?

¿Por qué? No lo sabía. Era lo mismo que Cora le preguntaba cada vez que se cruzaban, pero, a diferencia de Fanny, ella nunca lo atosigaba. Y entonces lord Lancaster no pudo evitar suspirar, pues si había algo que comprendió que extrañaba de su esposa era esa calma que, hasta entonces, jamás había valorado.

━━No huyo de ti, Fanny. Es solo que... ━━Agotado, pero con cierta rabia, frunció las cejas y bajó la mirada en busca de una respuesta━━. Es solo que tú...

Pero no pudo continuar, pues, tras intuir que si lo dejaba pensar podía perderlo, más veloz que un ave de rapiña, Fanny se apoderó de la boca del vizconde y lo devoró sin previo aviso. Y lord Lancaster cayó. Cayó rendido a esa fogosa pasión que en la vida había experimentado con otra mujer. Y era que Fanny Palmer podía ser muy hermosa, pero si había algo en ella que ameritaba que él se estuviera jugando la vida, el título y la reputación, era ese fuego abrasador que lo consumía de forma inevitable.

━━Oh, William... ━━susurró en el corto instante que se tomó para respirar sobre los labios de él━━. Ya no digas nada ━━Lo volvió a besar━━. Solo prométeme que nunca me dejarás y que de verdad me harás feliz.

━━Lo juro ━━soltó el conde, completamente hechizado.

Y sin pensar en la seriedad con la que Fanny se había tomado sus palabras, la alzó en brazos y la llevó a sus aposentos, en donde una vez más sería devorado por ella y la ilusión de renovada felicidad.

༻🐦༺

Para lady Donwell, el día había sido más que complicado. No solo porque se hubiera enterado el nombre de la nueva amante de turno con la que se había liado su esposo, sino también, y en especial, por no saber cómo convencer a Benedict Bridgerton para que retratara a Cora. Por mucho que buscara otra solución, sabía que ese hombre era el único capaz de sacar a su amiga del estado de tristeza absoluta en el que había caído.

Muy pocos caballeros sabían apreciar la real y profunda belleza, y en Londres solo quedaba Benedict. La frustración era mayúscula en la pobre baronesa, pues desde la primera vez que le había insistido al señor Bridgerton que le retratara, no importaron las mil y una veces que insistió después: él jamás dio el brazo a torcer. Sin duda alguna sería un hueso difícil de roer.

Y, para despejarse, a punto estuvo de pensar en salir a caminar o visitar alguna aristócrata que la ayudara a vengarse del estúpido lord Donwell. No obstante, se decantó por enfocarse en Cora. Era su amiga y, por mucho que ella intentara ayudarla, sabía que Cora jamás aplicaría sus técnicas de venganza. No solo era una mujer joven y hermosa, como muchas otras; la belleza de ella, sin duda alguna, iba más allá.

El alma de Cora era pura y se había entregado como toda la vida les habían enseñado que no lo hicieran, pues, tarde o temprano, todos los hombres hacían lo mismo. Y ella, lady Donwell, se lo había advertido, mas al ver cómo lord Lancaster y Cora se habían enamorado volvió a creer en el amor. Y así apoyó la unión y la entrega absoluta de Cora como si se hubiera tratado de ella misma. Disfrutó de la ilusión con la que su amiga se unió en eterno matrimonio y hasta llegó a arrepentirse de no haber soñado como ella. Pero, por mucho que no quisiera creerlo, la realidad bajo la que habían sido criadas retornó como el más duro de los maestros, pues no pasó mucho tiempo que, tal y como solían hacer la mayoría de los hombres, Cora fue engañada. Y Frances lo vivió como si a ella misma la hubieran traicionado.

Sin embargo, por muy duro que hubiese sido el golpe de la traición por parte de William Lancaster, Frances sentía que Cora la había convencido acerca del amor. Estaba segura de que un sentimiento tan noble, leal y puro debía de existir, y cuando conoció el arte de Benedict Bridgerton, cuando tuvo la suerte de apreciar las miradas de los retratos de este escurridizo artista, supo que Cora tenía razón. Tal vez no fueran muchos los hombres que quedaran en este mundo que fueran capaces de ver más allá de los cuerpos y la seducción, pero estaba segura de que Benedict era uno de ellos. Y Cora, sin duda, era la mujer más digna de ser apreciada por alguien como él.

Envalentonada y sin importarle lo indecorosa que ya fuera su insistencia, tomó un papel y, tras preparar la tinta y la pluma, se dispuso a escribir.

       Estimado señor Bridgerton:

       Lamento molestarlo una vez más, pero creo que se habrá dado cuenta de que no soy precisamente una mujer que se da por vencida. Y entenderá que nunca me rendiré tratándose de una de las personas que más aprecio en el mundo, ¿verdad?

       Pues bien: aquí estoy, una vez más, rogándole que abra los ojos.
Entiendo que no desee retratar mujeres y mucho menos a una casada que atraviesa circunstancias más que delicadas. No obstante, usted mejor que nadie, ha sido testigo del dolor inmerecido al que ha sido sometida lady Lancaster. Sé que no la conoce, mas creo fervientemente en que no hace falta pasar mucho tiempo con una persona para saber de qué madera está hecha. Y no es por adularlo, pero mi corazón me dice que usted es de esos pocos hombres que saben de lo que hablo.

       Por favor, le ruego una vez más, que retrate a mi querida amiga. Necesita recuperar las esperanzas y ver que ella nunca ha sido el problema. Además, es una belleza digna de ser apreciada, y sé, por el artista que ha demostrado ser, que lo sabe mejor que yo. Por otro lado, sepa que pagaré lo que sea. Según algunos rumores, por su última obra recibió más de cinco mil libras. Pues bien, cuente con eso y más, si usted así lo exige. Y si aun así todo lo que acabo de mencionar no alcanza, por muy fuerte que suene, le recuerdo que el vizconde Bridgerton me aprecia mucho, y no dudo de que me ayudará a convencerlo si me veo obligada a confesarle la situación de mi querida amiga.

       Con mi mayor aprecio, y sin ánimos de presionarlo, lo saludo atentamente.

Frances Donwell

Dobló el papel, lo cerró con el sello lacrado y exigió a su más fiel criado que fuera entregado con urgencia en Bridgerton House. Y, por supuesto, si no recibía noticias antes de que terminara el día, se atrevería a ir a la residencia de los Bridgerton para hablar, tal como lo había advertido en la misiva, con el mismísimo vizconde.

༻🐦༺

Tenía los ojos hinchados, y no era para menos. Hacía mucho tiempo que Eloise sabía que llegaría ese momento. De hecho, había estado muy segura de que más temprano que tarde Anthony la enfrentaría. Siempre la había acorralado y controlado sobremanera, pero lo cierto era que su hermano mayor tenía, para ese entonces, un buen motivo: ella ya no era una niña.

No le faltaba tanto para llegar a los veinte, y eso, en su círculo aristocrático, no era precisamente bien visto. Por un lado, afectaba la imagen de autoridad y oportunidad de Anthony como vizconde, pero, por otro, también influía de forma negativa a ella misma. Las miradas maliciosas y los rumores aumentaban por cada temporada que pasaba, y era consciente de que la observaban como si estuviera más cerca de convertirse en una solterona que en una mujer casada y bien posicionada.

Por supuesto, aquellas banalidades estaban muy lejos de ser prioridad para Eloise, pero, además de no sentirse cómoda con perjudicar la imagen de su familia, la verdad era que su corazón también sufría. Y cómo sufría... No había día, desde aquella noche, que su alma no llorara. Las imágenes del recuerdo la invadían antes de dormir, y aunque casi nadie lo supiera, sollozaba en la soledad de su alcoba cada vez que rememoraba los ojos y el nombre de él: Theo Sharpe.

Como fuera, no era un asunto que debiera ni fuera oportuno resolver en ese momento. Había logrado escaparse del dictatorial Anthony, incluso frente a sus narices, y entonces debía aprovechar para cumplir con su objetivo: ayudar a su querido Benedict.

El coche se detuvo enfrente de la entrada de la residencia de Louis y, sin importarle que la vieran sola, fue recibida por un sorprendido mayordomo que, al descubrirla sin compañía, la hizo entrar lo más rápido posible.

━━Señor, tiene una visita ━━soltó el criado sin más preámbulos.

Louis, a regañadientes, despegó los labios de la botella y, tras limpiarse con la manga de la chaqueta, suspiró disgustado:

━━¿Otra más? ━━inquirió. Apenas había pasado una hora de una visita bastante inesperada y cuya presencia mereció que empezara a beber de una segunda botella━━. Pues dígale que no estoy para recibir a nadie. Y menos si es una mujer como la señorita Palmer.

El mayordomo abrió de nuevo la boca para replicar, pero entonces, y sin poder evitarlo, Eloise entró en el salón importándole un bledo las formas. ━━Parece que tengo un imán para los borrachos, pero quiero creer que usted tiene al menos un buen motivo ━━intervino Eloise con una ceja alzada, mirándolo de forma despectiva de arriba abajo.

Sorprendido por la visita, Louis se quedó sin aire por unos segundos y parpadeó varias veces para asegurarse de que no fuera un espejismo. Y solo cuando entendió que ella estaba allí de verdad, logró hablar.

━━Eloise Bridgerton ━━pronunció con una sonrisa que fue creciendo a medida que la miraba con sumo gusto━━. Qué sorpresa... Y, viéndote, debo reconocer que es más que grata.

Ella puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos. ━━Pues no sé si pueda decir lo mismo ━━replicó señalando con la mirada la botella casi vacía━━, pero tal vez cambie de opinión cuando hablemos.

Louis entrecerró los ojos, dejó la bebida a un lado y, tras acercarse, la imitó en el gesto de brazos.

━━¿Y qué tipo de conversación podría complacerte, querida Eloise? Porque, a menos de que hayas cambiado de parecer, no soy precisamente el tipo de hombre que te fascine, ¿cierto?

Eloise sonrió de forma completa. ━━Lo siento, querido Louis, pero no. No he cambiado de parecer ━━Avanzó un paso y clavó la vista en los ojos medio rojizos de él━━. Aun así, estoy segura de que sabes algo que me ayudará mucho.

━━¿Y eso es sobre...? ━━inquirió para que ella completara.

━━Benedict. Es sobre Benedict ━━Suspiró, pero no tardó en corregirse━━. O, más bien, sobre el corazón de mi hermano.

Abatido, Louis suspiró. ━━Eloise, no puedes comprometerme así. Yo...

Ella hizo un gesto con la mano para que no continuara. ━━Lo sé, eres su amigo. Pero, por ese mismo motivo, te ruego que me ayudes. Necesito saber lo que ocurrió, y no me iré de aquí hasta que me lo digas.

Louis la observó por unos segundos y, tras ver la ferocidad que envolvía los ojos de Eloise, supo que no podría huir de ella.

━━Pero que conste que no me haré responsable de la reacción de Benedict ━━Con un gesto de mano, la invitó a que se sentara━━. Ponte cómoda. Nos llevará varias tazas de té.

Eloise, victoriosa, sonrió.

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ღ𝒥ennymorningstarღ

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