(  CAPÍTULO CUATRO )

integrarse poco a poco

TALIA Y DINA SE HABÍAN
levantado a las ocho de la mañana para tener tiempo de alistarse. Talia no quería llegar tarde a su primera "reunión" con María, que era a las nueve. Dina se hacía una coleta mientras la mayor acomodaba sus armas blancas en su ropa. De pronto, unos toques en la puerta la sorprenden.

   "¿María?" Cuestiona Talia, en voz baja. Su hermana niega con la cabeza.

   "Ellie".

Talia asiente con la cabeza y vuelve a lo suyo. Se sienta en la cama y procede a ponerse sus botas marrones, al mismo tiempo en el que Dina abría la puerta.

   "¡Ellie!" La saluda, dándole un breve abrazo.

   "Hola, ¿estás lista?"

   "Sí, sí, ¿Talia?" Pregunta Dina, volteando hacia su hermana.

Talia termina de atar sus agujetas y se levanta de la cama. Se acerca a las chicas asintiendo con la cabeza, después de mirar el reloj que rezaba las ocho con cuarenta y cinco.

   "Hola. No sabía que estabas aquí", Ellie dijo, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón. Parecía contrariada, Talia no podía descifrar si era timidez o si simplemente no le gustaba el hecho de que se hallara ahí.

   "Buen día, Ellie. Resulta que estoy un poco vagabunda", Talia replica, colocándose al lado derecho de Dina, mientras Ellie se ponía al izquierdo. La última hace un sonido de asentimiento ante el comentario de la pelinegra. Sin más, bajan las escaleras y salen de aquella casa. El aire frío de la mañana invernal le pegó directamente en la cara a Talia, haciendo su nariz y mejillas rojas. Qué bueno que se había puesto guantes.

   "¿Y Jesse? ¿En los establos?" Pregunta Dina, sonriendo al mencionar al asiático.

   Ellie asiente con la cabeza. "Sí, está alistando a Brandy para la patrulla. Le toca el puesto de vigilancia oeste. Se supone que tendría que ir con Ron pero el capullo hizo un lío en la taberna y María ha hecho que se quede para limpiarlo", responde, con una leve sonrisa asomándose en su rostro.

Talia levanta la mirada, alzando sus cejas. "¿Aquí hay una taberna? Joder, sí que están bien".

   "Eh, ¿y a ti desde cuándo te gusta ir a tabernas?" Pregunta Dina con tono juguetón, propinándole un pequeño golpe en el brazo.

Talia suelta un sonido de diversión. "Sí, bueno, nunca he sido de eso pero cuando vives en un apocalipsis te dan ganas de tontear un poco. ¿Cierto?"

Ellie resopla y sonríe ladinamente.

   "Pssst. Tengo a dos alcoholicas junto a mí", dice Dina.

   "No puedes hablar", refuta Ellie. "¿Debo recordarte aquella vez que—?"

Dina le tapa la boca rápidamente y Talia las señala.

   "¿Oh, Dina? Ellie, me tendrás que contar esa historia luego".

   Ellie rasca su nuca y asiente, sonriendo levemente. "Sí".

Según Talia intuía, Ellie era alguien que no confiaba facilmente, pero poco a poco se iba relajando. Aunque honestamente, Talia no deseaba que Ellie se encariñase ni se acercase de más, pues sabía que seguramente terminaría hiriéndola. Sólamente estaba siendo educada; tampoco quería parecer una idiota.

Siguieron encaminándose hasta el comedor, Dina y Ellie charlando tranquilamente y Talia observando sus alrededores. Jackson era realmente lindo. Tenía una vibra pacífica que le agradaba, y se sintió con suerte de poder estar ahí. De vez en cuando observaba a las dos muchachas a su lado charlar y se quedaba viendo a Ellie, tratando de descifrar las miradas que le enviaba a Dina. Talia no quiso llegar a ninguna conclusión precipitada.

Se detuvieron frente a una construcción amplia de la que algunas personas salían con una especie de comida envuelta en papel. Repentinamente a Talia le empezó a rugir el estómago. No se había dado cuenta hasta ese momento de cuánta hambre tenía. Hambre de comida común, por supuesto.

   "Es aquí, ¿te aprendiste el camino, Talia?" Pregunta Dina mientras se adentraban en el lugar.

   ". . . Algo así". La verdad es que ni sabía, pues se había quedado tan ensimismada observando a las personas y las construcciones que no había prestado la atención debida al camino.

Allí, sentada en una de las mesas se encontraba María, claramente esperando.

   "Talia, Dina, Ellie", la rubia las nombra a modo de saludo cuando se acercan.

Las muchachas saludan de vuelta y Talia se sienta frente a la mujer.

   "Esta será una charla entre nosotras dos, solamente, Talia. Pero antes. . . Dina, hubo un. . . altercado con Ronny y no puede acompañar hoy a Jesse en la patrulla, ¿te encargarías de eso?"

   Dina mira a Talia y luego de vuelta a María. "Pero, ¿y Talia? Tenía planeado enseñarle Jackson".

   "Estoy segura de que Ellie puede encargarse de eso, ¿verdad?" Ella se detiene a mirar a la mencionada, quien frunció levemente el ceño.

   "¿Yo?" Ella se señala a sí misma. María asiente con la cabeza sin decir una palabra. "Vale".

   "Bien. Dina, a lo tuyo, y Ellie, come algo mientras conversamos".

Dina se despide murmurando "nos vemos, Talia", y Ellie hace lo que le dijeron en silencio.

   María suspira. "Vale. . . primero, tienes que saber que. . ."

Así había comenzado la larga e incansable charla. María comenzó a explicarle de qué se encargaban ciertas personas, de los trabajos que había alrededor, de las patrullas. Los horarios, las comidas, todo lo importante para adecuar su vida en Jackson. A lo lejos, Ellie comía sentada en una mesa del fondo, mirando de vez en cuando a María y Talia hablar.

Súbitamente, el tono de voz de la mujer rubia se hizo más bajo y más serio. Aquello inquietó a Talia.

   "Ahora. . . algo que te quería preguntar", ella hace una pausa para mirar fijamente a la pelinegra.

Joder, que miedo da esta mujer. 

   "¿No se supone que estabas muerta?"

La cara de Talia palidece y se siente a sí misma apretar las manos fuertemente. ¿A qué venía esa pregunta?, ¿acaso Dina le había contado lo qué pasó aquel día?

La pelinegra suspira, pensando. ¿Debía inventarse una historia?

   "¿Dina te dijo que estaba muerta? ¿Qué te dijo?" Pregunta Talia, toqueteando el terreno. Tenía que saber muy bien qué decir.

   "No me contó nada, sólo me dijo que estabas muerta".

Talia dejó salir aire por la boca, aliviada. Podía inventarse algo.

   "Yo también pensaba que estaba muerta", comienza, portando su mejor cara de tragedia. "Unos tipos. . . no sé de qué banda, no sé por qué, nos atacaron. Mataron a nuestros padres". Talia hizo una pausa, dejando espacio para un silencio dramático.

Maldición, que actriz.

   » Empezaron a golpearme, otros retenían a Dina, hicieron lo mismo con ella. . . Lo siento, no describiré mucho más, pero, Dina pudo escapar, con ayuda de un familiar. Aunque para el momento en el que pudieron matar a los desconocidos, era muy tarde. O eso creían. Yo estaba casi muerta, e inconsciente. Tuvieron que dejarme ahí. No sé ni cómo sobreviví".

Fue fácil inventarse algo. Talia casi sonríe cuando María baja la mirada. Había dado en el clavo.

   "Lo siento. Pero necesitaba preguntar", responde la mujer.

   "Entiendo".

   "Para terminar. . . ¿Tienes algún conocimiento que pueda ser de ayuda con nosotros? ¿Siembra, ingeniería, construcción. . .?"

Talia piensa por unos momentos.

   "Bueno. . . nada fuera de lo normal, lo que más sé es combate".

María asiente con la cabeza.

   "Vale, entonces te unes a las patrullas. Es cierto que nos falta más gente en esa área. Jesse te explicará todo. Gracias".

Talia asintió con la cabeza, sonriendo levemente. Bien, ya no se sentía como un estorbo.

   "Es hora de que te enseñen donde está todo aquí. ¡Ellie!" Continúa María.

La mencionada se acerca en sólo unos segundos y Talia se levanta.

   "Por cierto, Talia, no olvides tu desayuno antes de irte", añade María.

   Ellie interviene. "Ya te lo he buscado. Aquí tienes". Ella saca algo envuelto del bolsillo de su sudadera.

   "Ah, gracias". Talia agarra la comida y se despide de María, posteriormente siguiendo a Ellie fuera del comedor. Ya allí, se detienen por un momento.

-Y. . . ¿por dónde comenzamos?

LIVING DEAD

Les advierto desde ahora, la relación de Ellie y Talia va a avanzar con lentitud. Me gustan las historias con buen desarrollo, tanto temporal como emocional :). Así que trataré de hacerlo lo más realista posible. Algo que odio es cuando en las historias los protagonistas se enamoran muy rápido. Ugh.

¡Gracias por leer!