Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

O19


(  CAPÍTULO DIECINUEVE  )

esconder


A TALIA LE COSTABA DIGERIR TODO
lo que estaba pasando. No quería ni imaginarse la reacción de Ellie. Talia sentía la decepción en su hermana consumirla, y le revolvía el estómago solo pensar en ello. ¿Y si hubiera sido Ellie que los encontrara y no yo? Reflexionó Talia, negando con la cabeza mientras se echaba para atrás en aquel mullido asiento.

   "Nos vamos", dijo Ellie, acercándose a ella.

   Talia se levantó rápidamente y vió a Dina llegar de la misma dirección. Ella la miró con aire penoso y luego apartó la vista, avergonzada. ¿Ya le dijo a Ellie?

   "¿Eh, Ellie?" Cuestionó Talia.

   "Asignaron la unidad de una chica llamada Nora a un hospital", explicó.

Talia palideció, aunque ya sabía con quiénes estaban lidiando, aún así no dejaba de sorprenderle y traerle memorias desagradables. Esperaba que --mejor dicho, deseaba-- que Nora estuviese muerta hace ya tiempo. Al parecer no era así.

   "¿En serio van a ir ahora?" Preguntó Dina, haciendo un ademán.

   "Sí", Ellie se colgó su mochila. "Tenemos ventaja".

Ellie no lucía para nada mal, lo que le hacía a Talia pensar que su hermana probablemente no haya sido honesta. Genial, otro problema más que aplazar.

   "Oye, al menos espera a que Jesse se recupere. . ."

   "Entonces podría ser tarde".

   "Ellie. . ." Suplica Dina con aire derrotado.

   "Sabemos dónde se encuentra. Y puede que Tommy también".

  Dina pone mala cara.

   "¿Qué?" Pregunta Ellie, suspirando.

   "Nada. . ."

   "Genial".

Talia se cuelga la mochila y en el proceso ve a Lev acercarse. Tenía su arco en la mano y parecía listo para salir.

   "¿Estás seguro de que no te quieres quedar?" Inquiere Talia, todavía dudosa ante el prospecto de llevar al niño con ellas.

Él asintió con la cabeza, sin mediar palabra.

   "Vale, está bien. Pero no te separes de nosotras, ni de mi ni de Ellie, ¿entendido? Si lo que dices es cierto. . . será mejor que nos mantengamos juntos".

Él no respondió, mirándola con desconfianza.

   Talia suspiró. "Recuerda que no somos tus enemigos aquí. Estamos tras el mismo objetivo, si te quisiéramos hacer daño lo hubieramos hecho hace tiempo".

   Él dió un corto asentimiento de cabeza.

   "Pues vámonos".

Ya todos fuera, Talia y Ellie observan el mapa.

   "Vale. . . si seguimos la avenida cinco deberíamos llegar al hospital", señaló Ellie.

   Talia negó con la cabeza. "No, esa tiene lobos por doquier. Es una trampa. Debemos coger la avenida cuatro, hay un tunel que lleva directo al final de la cinco".

Ellie enarcó una ceja, lanzándole una mirada recelosa.

    "No preguntes cómo lo sé", suspiró Talia.

   Ellie y Lev compartieron una mirada y empezaron a seguir a Talia, que ya había comenzado a caminar.

Los caminos por delante serpenteaban, se retorcían y dejaban paso a coches abandonados, basura y edificios destruidos. Atravesaron calles desoladas en las que árboles de gruesos troncos se alzaban contra el infinito del cielo. Y durante todo el paseo y la exploración, Ellie miraba a Talia con un semblante ilegible. La chica mayor suspiró y se detuvo en seco.  

   "Lev, ¿podrías ayudarnos explorando esa panadería de allí? Vamos a revisar esos coches", le dijo Talia al chico, que asintió y se marchó, con expresión tan seria como era usual. Talia agarró a Ellie del brazo y la llevó al interior de una de las tiendas, situándose junto a una ventana rota para que pudieran ver cuando Lev saliera.  

   Talia se cruzó de brazos. "¿Qué?"

   Ellie hizo un ademán. "Todo esto me parece raro".

   "¿El qué?"    

   "Lo que sabes sobre los lobos. Cómo reaccionaste cuando vimos sus fotos".

   Talia se mordió la lengua. "¿No confías en mí?"

   "No es eso. Mi curiosidad es comprensible, ¿no crees?"

   Talia asintió y lanzó una mirada a la ventana rota a su lado. "Hay muchas cosas que tengo que explicar, Ellie. Pero eso será más tarde, cuando estemos todos juntos de nuevo. ¿De acuerdo?" Dijo, en voz baja.

   "Así que sí estás ocultando algo".

   Talia estudió el rostro de Ellie, con el ceño ligeramente fruncido. La piel de la joven parecía brillar con la luz del frío día, y sus labios ligeramente separados se enrojecían cuando pasaba la lengua por ellos. Talia apretó los puños, sacudiendo la cabeza y cerrando los ojos con fuerza durante un segundo. Quería darse un puñetazo, aunque no sabía el por qué. Últimamente no entendía las cosas que hacía, ni las que pensaba. "Sí, estoy escondiendo cosas, igual que tú con esa vieja mordida tuya". Finalmente respondió.

   Ellie sonrió ladinamente. "Vale, supongo que es justo".

Justo cuando Talia estaba a punto de responder, llegaron sonidos inquietantes desde el otro lado de la calle. Gritos desagradables y agudos que provenían de la panadería.

   "¡Lev!" Gritó Talia, con los ojos muy abiertos, mientras ella y Ellie empezaban a correr hacia la tienda. Ellie había preparado su arco y Talia sostenía uno de sus cuchillos con fuerza, con los nudillos aún más pálidos por la presión ejercida sobre ellos.

Pero Lev no salió, en su lugar sólo escucharon el sonido de cristales rompiéndose y una gran cantidad de pasos procedentes del interior del local. Talia y Ellie se apresuraron a entrar en la tienda, pisando cristales rotos, basura y escombros, sin importarles. Cada vez se oían más ruidos de disturbios desde el interior de la tienda, y las chicas intentaban correr lo más rápido posible.

A Talia se le cortó la respiración cuando encontraron a Lev en el suelo, con un corredor cerca de su garganta, el chico intentando con una mano alcanzar un trozo de cristal roto y con la otra manteniendo el cadáver en movimiento lejos de él. A la izquierda, intentando abrirse paso por una puerta de madera, había un grupo de infectados, golpeando con fuerza el debilitado roble. El arco de Lev estaba lejos de su alcance. Las flechas de Ellie salieron volando antes de que él pudiera darse cuenta de que las chicas estaban allí. El silbido de las flechas al correr por el aire y derribar a los infectados fue tranquilizador, y el rostro concentrado y lleno de ira de Ellie fue la guinda del pastel. Talia clavó su cuchillo en la cabeza de un chasqueador. Pronto, Lev se levantó cogiendo su arco y derribando algunos infectados.

   "¡Vamos!" Dijo Ellie mientras saltaba por una ventana, Talia y Lev siguiéndola, sin mediar palabra. Corrieron, y corrieron, y corrieron, con la adrenalina subiendo por sus venas y disparando hormigueos por sus espaldas. Las mejillas y la nariz de Talia se tiñeron de carmesí a medida que la carrera se hacía más y más intensa.

   "¡Por aquí!" Gritó Talia, guiando a sus compañeros por una calle sinuosa. No se detuvieron en vano, y saltaron y corrieron como si la muerte estuviese a sus espaldas; porque lo estaba. Sus respiraciones se volvieron agitadas y sus pieles brillaron de sudor. Treparon por un enorme portón que bloqueaba la calle y saltaron al otro lado, deteniéndose por fin.

Talia se puso las manos en las piernas y se encorvó, respirando dificultosamente, su corazón latiéndole con fuerza en el pecho. Ellie se pasó el dorso de la mano por la frente, observando su alrededor con cautela.

   "¿Cómo se encuentran?" Preguntó Talia, con tal respiración agitada que hacía que cada palabra sonara como una tontería. "Deberíamos estar bien por ahora. . ."

   "Eso fue jodido". Respondió Ellie, antes de mirar a Lev. "¿Estás bien?"

   El chico las miró y asintió. "Sí. Puedo seguir".

   Talia miró a Ellie, sorprendida por el intercambio de palabras.

Muy bien, es la frase más larga que nos ha dicho.
  
   "De acuerdo, deberíamos beber y comer algo y luego seguir adelante, el hospital aún está bastante lejos", dijo Talia mientras buscaba en su mochila.

Sacó una lata de frutos secos y algo de agua. Ellie se acercó a ella, tomando algunos de los cacahuetes que le ofrecía Talia. Su pecho seguía subiendo y bajando intensamente, la camiseta se pegaba a su piel y sus clavículas brillaban por las gotas de sudor que las adornaban.

   "¿Todo bien?" Ellie le pregunta.

Talia sale de su ensimismamiento y aparta la mirada, asintiendo con la cabeza. Le da a Lev parte de la comida y bebida, e intenta ignorar el sentimiento caluroso que la invadía.

Después de eso siguieron avanzando, sin parar ante la inmensidad de calles y lugares que tenían ante sí.

( )


   "¿Que pasó con Dina? Te veías alterada", preguntaba Ellie mientras se abrían paso entre árboles caídos de grandes troncos. Lev andaba unos pasos más adelante que ellas.

   "Estás muy preguntona hoy", refunfuña Talia, a lo que la contraria sonríe levemente.

   "Y tú muy reservada".

   Talia se limita a poner los ojos en blanco.

   "Talia".

   La azabache suspira, pasándose una mano por la frente perlada de sudor. "No es nada, te lo aseguro".

   "¿Y por eso estaban gritándose en el baño?"

   Los ojos de Talia se agrandan, pero rápidamente recobra el control de sus facciones. "No. . . no sé de qué estás hablando".

   "¿Por qué hablaban de mí?" Continúa Ellie, haciendo caso omiso a la negación de Talia.

   Talia siente sus manos empezar a sudar, y no debido a la exhaustiva caminata. Decide no responder, apretando los labios y pensando que quizá Ellie así dejaría el tema.

Pero, repentinamente, la chica de ojos verdes se detiene y agarra a Talia de la muñeca gentilmente, acercándola. A Talia se le escapa un sonido ante la reciente cercanía y rápidamente presiona sus labios en una fina linea.

   "¿Por qué no me dices lo que pasa?" Inquirió Ellie con el ceño levemente fruncido.

   Talia miró el pavimento por unos segundos, antes de negar con la cabeza. "No soy yo quien tiene que contártelo".

   "¿Por qué?"

   "Ellie. . ."

   "¡Oigan!" Un llamado las sacó de su discusión. Era Lev, ya un poco más lejos de ellas. "¿Qué hacen?"

Talia sintió la mano de Ellie liberar su muñeca, así que se alejó un poco. Su pecho se sentía extrañamente tibio.

   "Ya vamos. . .", avisó Talia al chico, resumiendo su caminata junto a la castaña, aún nerviosa debido a lo que acababa de pasar.

El recorrido parecía eterno y aún más con el pesado silencio de las muchachas haciendo notable su presencia. Talia no deseaba nada más que regresar a Jackson, aquel pueblo con sus cálidas luces colgantes, su carne tierna aunque escasa, sus camas medianamente cómodas y la viveza de sus pobladores. Pero ningún deseo suyo superaba el de retroceder el tiempo. Una imagen clara y nostálgica se plasmó en su cabeza; casi podía oler el aroma del té recién hecho, por poco podía saborear su dulzor y sentir el tacto de su padre adoptivo en su cabello. Casi, muy lejanamente, podía escuchar su voz. ¿Había sido esa su voz o mi mente la está fabricando? Talia no encontró respuesta a aquella reflexión. Se había olvidado de tanto... los recuerdos poco a poco se deslizaban, escapándose, de su memoria, dejando atrás solo lagunas de lo que alguna vez fue. Eso la horrorizaba.

Finalmente Talia decide dar pausa a sus pensamientos y concentrarse únicamente en los pasos que daba, pues reflexionar grandemente nunca le traía nada bueno.

El mediodía era tan lúgubre como siempre y una espesa capa de niebla cubría sus caminos. El cielo era de un azul gélido que hacía temblar y todo parecía más abandonado que nunca. Talia despreciaba ese tipo de clima, aquel que la hacía sentir sola y fría. El azul le parecía un color tan deprimente, tan lleno de desesperanza y miseria. Prefería mucho más la luminiscencia dorada que el enorme sol de color albaricoque le regalaba en días verdes y alegres, el calor de sus rayos rozando su piel, la sensación de mil brazos cálidos rodeándola. Talia odiaba pocas cosas, y el color azul era una de ellas.

Pero qué bien le sentaba a Ellie; notó Talia mientras caminaba a su lado. La chaqueta azul que llevaba contrastaba con su piel pálida, casi translúcida. La forma en que el azul sombrío del día hacía que su pelo pareciese más oscuro, y la manera en que hacía que sus labios parecieran más rojos. Talia decide que le puede gustar un poco más el azul, mientras escaneaba a la muchacha a su lado.

Repentinamente aleja la mirada y siente un escalofrío recorrer su espina dorsal.






























































































































LIVING DEAD

Este capítulo y los que les siguen son para mí muy relevantes, ya que Talia, pues. . . notará que está metida en un lío.

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro