
E P Í L O G O
EPÍLOGO EPÍLOGO EPÍLOGO EPÍLOGO
EL DÍA ES CÁLIDO.
La primavera estaba descendiendo en su forma más brillante, con el implacable deber de calentar el aire, sembrar flores, arbustos florecientes y plantones por todas las tierras de Wyoming -que de otro modo serían aburridas-, atraer a los pintorescos pájaros para que se posaran en las ramas llenas de hojas y dar la máxima vitalidad a la naturaleza.
Hace un día precioso, piensa Talia, mirando un arbusto que ha brotado a través de una ventana del salón. Como corresponde a la ocasión. Él no se merece otra cosa. Mira a su alrededor, todas las superficies están bañadas en oro, contrastando con la profundidad de su atuendo negro. No puede creer que haya pasado tan poco tiempo, parece que fue hace siglos cuando el caos se apoderó de ellos. El tiempo es un concepto extraño. Pero ha pasado, y ellos han cambiado.
Ella suelta un pequeño suspiro, que no contiene ninguna carga, y camina hacia las escaleras. Un año, piensa. Al pie de la escalera, oye el canto melódico de los pájaros.
"Lev, ¡baja ya!" Grita con las manos en las caderas. "No podemos llegar tarde".
Su respuesta rebota en las paredes. "¡Ya voy, dame un segundo!".
Justo en ese momento, suena el timbre, su carillón dulce como nunca. Talia se da la vuelta.
"¡Ya voy!" Se dirige hacia la puerta, siendo capaz de ver la figura borrosa de su hermana a través del cristal tintado. Cuando la abre, entra una brisa fresca que arrastra algunas hojas. "Hola", sonríe ella mientras empuja las hojas con la bota. Dina entra y casi inmediatamente le echa a JJ en brazos.
"Cógelo, cógelo, ahora pesa demasiado, y tú eres más fuerte que yo", dice Dina con una mueca. Talia coge con gusto a su sobrinito, haciéndolo rebotar ligeramente en sus brazos.
"Es porque está muy gordo", responde sonriéndole al pequeño, que la mira con ojos brillantes y mejillas coloradas. "¿Quién está gordo? ¿Quién está gordo?" Ella le rasca la barriga y él suelta una risita. "Lo estás, lo estás".
Dina se cruza de brazos, sacudiendo la cabeza. "Pareces idiota".
"¡Eh!"
"Pero una idiota adorable".
"Claro, porque eso lo hace mejor".
Dina se ríe y Talia sigue jugando con JJ, fijándose en las nubecitas de su traje negro. Dina también iba vestida del mismo color.
"Lo pondré en el suelo, que gatee un poco", dice Talia, sentando a JJ en el cálido suelo de madera. Él se coloca en la posición correcta y empieza a explorar su entorno con una sonrisa desdentada. Talia lo observa con asombro. "¡Ha mejorado mucho!".
"¡Lo sé! Estoy muy orgullosa". Responde Dina, con los labios estirados en una amplia sonrisa.
"Dios, está creciendo tan rápido, igual que Lev".
"Sí, por los cielos. Sobre eso, ¿Cómo va todo?"
"Bueno, ya sabes, es la pubertad", Talia se encoge de hombros. "Tiene sus momentos en los que todo parece abrumarle, pero . . . es un buen chico. Definitivamente mejor de lo que eras tú".
"¡Oye!"
"Sólo la verdad", Talia levanta las palmas de las manos, riendo ligeramente. Se oyen pasos desde las escaleras.
"Vaya, vaya", dice Dina, mirando detrás de Talia. "Pero si es el rey de Roma".
Talia se da la vuelta; Lev caminaba hacia ellos, ajustándose las mangas.
Él frunce el ceño. "¿Qué?"
"Nada." Responde Talia.
"Ella estaba hablando de lo rebelde que eres", dice Dina.
"¡Mentirosa!".
Lev sonríe de lado. "Sé que no es verdad, Lia". Recoge a JJ, que le lleva una manita a la cara.
Talia mira a su alrededor, dando golpecitos con los pies. Todo está tan quieto y silencioso aparte de ellos, lo que le recuerda—:
"¿Dónde está ella, por cierto?".
"Se supone que preparándose", responde Lev, con un ligero matiz de duda en la voz.
"Quizá deberías ir a ver cómo está", añade Dina. "Por si acaso".
Talia asiente. "Sí . . . Probablemente debería". Se dirige hacia las escaleras, dejando a Dina y Lev jugueteando con JJ, y pasa la mano por la barandilla de madera mientras sube.
Todo está en silencio cuando alcanza la parte de arriba. El sol se cuela por las rendijas de las cortinas translúcidas y proyecta sombras doradas sobre el suelo de roble. Partículas de polvo flotan por el pasillo mientras Talia avanza hacia la puerta del fondo. Pone una mano en el pomo; el metal está caliente. Antes de girarlo, acerca el oído a la madera. El silencio la recibe, el silencio más absoluto. Finalmente abre la puerta.
Vestida con una camisa negra abotonada, pantalones negros y zapatos negros, estaba Ellie apoyada en el alféizar de una ventana, mirando hacia el horizonte, con el rostro bañado por el tono dorado del sol y los cabellos agitándose suavemente con la brisa de la primavera. Parece tranquila, y gira la cabeza en cuanto Talia entra en la habitación.
"Hola". Dice Ellie.
"Hola", le responde Talia, acercándose a ella. "Veo que estás lista para irte".
"Sí".
"¿Lo estás?" Talia le pasa los dedos por el pelo, suavemente. "Preparada, quiero decir". Ellie tarda un segundo en responder.
"Creo que lo estoy". Dice finalmente.
"¿Tú crees?"
"Es extraño. He estado temiendo este día desde que él . . . murió. Pero ahora que ha llegado el día, no me siento ni la mitad de mal de lo que pensaba".
Talia esboza una pequeña sonrisa. "Eso significa progreso".
Ellie la mira con una media sonrisa. "Supongo que lo estoy logrando después de todo, ¿eh?"
"Te dije que podías hacerlo. Todo esto es gracias a mí, en realidad".
"Vale, no te lleves todo el mérito", se levanta Ellie. Talia se ríe ligeramente, alisando la tela de su camisa con las manos.
"Ya está", dice. "Estás perfecta".
"Gracias".
"Ni lo menciones", sonríe un poco. "Entonces . . . ¿Lista?"
La mano de Ellie toma la suya. "Sí, princesa".
Talia todavía siente el aleteo de las mariposas como si fuera la primera vez. "Vamos, entonces".
Tardaron otro cuarto de hora en salir de casa. JJ lloró un buen rato, Lev tuvo que ir de repente al baño y a Dina se le rompió un zapato. Ni que decir tiene que llegaron increíblemente tarde, pero lo consiguieron y el cielo seguía azul y despejado cuando lo hicieron.
La ceremonia del aniversario de la muerte de Joel fue muy bonita. No había tanta de la agónica melancolía que los había invadido durante tanto tiempo. Su tumba estaba rodeada de todo tipo de flores, siempre pintorescas, tantas que se amontonaban. Había tristeza en el aire, por supuesto, pesar por la pérdida de un ser querido, pero no era tan oscura como antes. Era agridulce.
La ceremonia realmente sacó a relucir todo lo sobresaliente de Joel Miller. Casi todo Jackson estaba presente, y un gran número de personas tenían algún recuerdo o anécdota que compartir. Se compartieron palabras de honor, se derramaron lágrimas, se dieron abrazos y se esbozaron sonrisas.
Después de que Tommy dice su parte de cosas y hace reír o llorar a todo el mundo, Ellie se vuelve hacia Talia—:
"Quiero decir algo", le dice. Talia se asombra. Eso significa mucho.
"Por supuesto, Ellie, hazlo", le responde. Ellie saca algo del bolsillo, un trozo de papel amarillo, y se queda mirándolo. "¿Escribiste algo?"
"Sí", Ellie la mira. "Quería estar preparada".
"Creo que es un gran paso el que estás dando, Ellie. Y creo que puedes hacerlo".
Ellie le besa la mejilla. "De acuerdo. Supongo que será mejor que me ponga a ello".
Dina se vuelve hacia ella cuando ve que Ellie se prepara para hablar.
"Woah, ¿ella realmente hará eso?" Pregunta.
"Sí. No puedo creer que haya llegado tan lejos", responde Talia, sonriendo hacia Ellie, que le dice algo a Tommy.
"Realmente lo ha hecho".
Entonces, las charlas se detienen y los murmullos acallan, y el silencio reina. Ellie comienza—:
"Joel no era un hombre perfecto. Hacía las cosas a su manera, lo que me molestaba la mayor parte del tiempo. No llegué a comprender que él hacía lo que creía correcto, no sólo por sí mismo, sino también por los demás", hace una pausa. "Me salvó, muchas veces, y también la cagó, muchas veces. Pero yo sólo me fijaba en los fallos, en lugar de pensar en todo . . . lo que hizo por mí. En ese entonces no lo entendía . . . Pero sin él no habría llegado a experimentar algunas de las mejores cosas". Miró a Talia al decir eso, con voz suave. "Puede que no entienda por qué hizo algunas de las cosas que hizo, pero lo que entiendo es que hizo lo que creía que era mejor para mí. Él . . . sólo quería eso".
Incluso los pájaros se habían callado mientras ella hablaba.
» Deseo muchas cosas. Desearía haber sido más agradecida cuando estaba vivo, desearía haber sido más comprensiva, menos . . . idiota. Él se esforzó. Yo no lo hice. Pero . . . Lo intenté al final, y creo que eso es lo que importa. Así que espero que él sepa, esté donde esté, que lo hice, y que, al igual que las suyas, mis intenciones eran verdaderas".
Al poco rato, las lágrimas se reanudaron.
El resto de la ceremonia transcurrió en paz, los pájaros continuaron sus cantos y el día siguió siendo luminoso y claro para Joel Miller. La ceremonia terminó al atardecer, mientras una línea de vibrante color naranja se extendía por el horizonte, bajo volúmenes rosáceos de nubes. Las luces doradas colgantes de Jackson se habían encendido. Antes de marcharse, la familia Williams-Cohen deja un ramo de flores frescas en la tumba de Joel Miller.
Dina y JJ se separan de ellos al doblar una esquina, el más pequeño agitando su manita. Talia, Ellie y Lev llegan a casa poco después, agradeciendo la calidez. Apenas había anochecido, pero estaban cansados, demasiado para comer algo. Nada más entran en la casa, los zapatos son quitados y Lev sube corriendo las escaleras.
"¡No corras! Podrías caerte". Talia frunce el ceño.
"¡Lo siento!" Grita él, y la puerta de su habitación se cierra.
Ellie se ríe entre dientes. "No lo siente".
"Lo sé."
"Él literalmente ha matado gente", suben las escaleras. "No creo que ocurra nada si corre".
"Lo sé", gruñe Talia. "Sólo . . . por alguna razón . . . me preocupo más aquí en Jackson que fuera. No tiene sentido".
"La mayoría de las cosas no lo tienen", responde Ellie y recoge algo del suelo. "Se ha dejado el cómic fuera".
"Le gusta leerlos en el pasillo, por alguna razón, y luego los olvida aquí".
Ellie llama a su puerta. "¿Lev?"
El chico la abre unos segundos después. Ya tenía el pelo desordenado, y su habitación estaba aún peor detrás de él. "¿Eh?"
Ellie le extiende el cómic. "Lo dejaste fuera".
Lev suspira. "Siempre se me olvida", lo coge y se lo mete bajo el brazo.
"¿Cuántas veces vas a leer ese cómic?"
"¡Es que es el mejor volumen!"
Ellie ríe levemente. Talia mira el pijama estrellado de Lev, con las cejas levantadas.
"¿Ya te vas a dormir?" Le pregunta. "Es muy temprano para ti".
"Lo sé, pero estoy cansado. Hemos estado todo el día de pie". Él mueve las manos. "Pero si preparas algo para cenar, guárdame un poco".
Ella sacude la cabeza. "No, ésta también está cansada". Él pone los ojos en blanco y ella le deposita un beso en la frente. "Te dejaremos dormir. Dulces sueños".
Ellie le alborota el pelo, a lo que él arruga la nariz. "Buenas noches".
"Okey", responde él, vacilante. Talia ladea la cabeza.
"¿Qué pasa?" Le pregunta. Él la mira, rascándose la nuca.
"¿Puedo . . . abrazarlas?".
Ellie y Talia se miran, y luego vuelven a mirar a Lev.
"Creía que sabías que no tenías que pedirlo". Talia y Ellie se inclinan y él las rodea con sus delgados brazos. El contacto dura no más que un par de segundos, y luego él se aleja y cierra la puerta con igual rapidez.
"De acuerdo . . ." Talia se vuelve hacia Ellie, levantando las cejas.
"Él todavía es raro con eso". Ellie empieza a caminar hacia su habitación. Talia se ríe y la sigue.
"Sí, lo es".
Por la noche hace un poco más de frío en la habitación. La luna brilla a lo lejos, proyectando su luz a través de las ventanas. A Talia se le pone la piel de gallina mientras se desviste. No tarda en ponerse algo cómodo y calentito. Ellie, por su parte, se sienta en el borde de la cama sin más ropa que sus habituales pantalones anchos y sujetador deportivo, mirándola.
"Vaya día, ¿eh?" Pregunta la azabache, soltándose el pelo. Ellie emite un sonido. Después de tirar su ropa usada en una cesta, Talia se acerca a ella, sonriendo. "Qué bien lo has hecho hoy".
Ellie rodea su cintura con sus tonificados brazos. "Ha estado bien". La mira profundamente, tanto que Talia casi se derrite en esos ojos verdes.
"¿Qué?" Pregunta, riendo entre dientes. Las manos de Ellie acarician su espalda.
"Nada."
"Habla en serio".
"Hablo en serio", Ellie le levanta la camisa y besa lentamente a lo largo de su vientre.
"Oye, siempre quieres tomarme el pelo. Estás loca".
"Eso no es verdad". Ellie esboza una de sus encantadoras sonrisas y le baja la camiseta.
"Sí, claro". Los latidos del corazón de Talia se aceleran cuando Ellie tira de ella y la sienta en su regazo. La de ojos verdes sonríe con picardía.
"Puedo sentirlo". Dice.
"¿El qué?"
"Tu corazón".
"¡Oh, para ya!" La cara de Talia enrojece, así que se la cubre con las manos. Ellie se ríe.
"Todavía te hago sentir así, ¿eh, princesa?".
"Cállate."
Ellie suelta una risa baja y retira las manos de Talia de su cara. "No seas dramática".
"No lo soy. Puede que un día me dé un infarto y sea culpa tuya".
"Tan dramática".
"De todas formas me quieres".
"Eso es cierto", ella inclina la cabeza. "Pero no creo que sepas cuánto".
Talia rodea el cuello de Ellie con sus brazos. "Vamos a oírlo, entonces".
Ellie niega con la cabeza. "No puedo
decirlo . . . Es más de lo que las palabras pueden explicar".
Talia odia la intensidad con la que late su corazón, odia cómo la hacen sentir los ojos, el tacto y la presencia de Ellie. Odia amarla tanto.
Ella pasa los dedos por la cara de Ellie, trazando sus rasgos, luchando para que no se le saliera ninguna lágrima. Después de un momento, habla—:
"No creo que decir "te amo" sea suficiente. Realmente nunca pensé que sentiría esto por alguien".
"Eso me hace la afortunada, ¿no?".
"O tal vez yo lo soy", se encoge de hombros. "Porque no sé qué hice para merecerte, Ellie Williams".
"Yo podría decir lo mismo, Sra. Williams".
"Mh . . . Me gusta cómo suena eso . . . Sin el ‹señora›". Ella se ríe y se levanta. "Mejor pongámonos cómodas".
Ellie se tumba, con el antebrazo bajo su cabeza. Talia la sigue y apoya la cabeza en su pecho, colocando una mano sobre su abdomen. Puede trazar la forma de sus cincelados abdominales, o pasar los dedos por todas sus pecas.
Un escalofrío la recorre cuando se cuela una ráfaga de aire nocturno en la habitación, así que Ellie coge la mullida manta y las cubre a las dos. A veces Talia no se creía a quién tenía a su lado. Quién lo hubiera sabido, piensa, levantando la vista hacia Ellie, que le sonríe suavemente, con cariño, de una forma que sólo está destinada para ella.
"¿Sabes qué?" Talia le dice. "Creo que debería aprovechar esta cursilería que tienes hoy".
"¿Es algo tan raro?"
"Bueno . . . no . . . no tanto".
"No puedes quejarte, princesa", responde ella, pura petulancia.
"Tienes razón. Eres demasiado buena conmigo".
"Lo soy, princesa".
"Oh, vete a la mierda", y luego, añade, con maldad: "Ian era mejor".
Ellie frunce las cejas. "Talia".
Talia intenta no reírse, sabe cuánto odia Ellie cualquier mención de Ian, pero una pequeña risa se le escapa, y entonces Ellie también se ríe.
"Te odio por eso, joder". Masajea el puente de su nariz.
"Ya sé que no". Sus pechos burbujean mientras las risas salen, hasta que gradualmente se apagan. Se quedan en silencio un momento, recuperando el aliento. Ellie la mira y empieza a pasarle los dedos por la cara: a lo largo de sus pómulos, por la frente, la barbilla, perfilando la mandíbula. Después de tan intenso silencio, Talia dice, en tono de broma—:
"O . . . ¿De verdad me odias?".
"No". Ellie le agarra la barbilla y se la levanta, los labios de Talia se separan con expectación. "Te amaré de cualquier manera".
"¿Viva o muerta?"
"Viva o muerta".
Talia desliza suavemente la mano por el pecho de Ellie, subiendo por su cuello, deteniéndose en su mejilla, observando cómo ella se humedece los labios.
"Entonces es bueno que sea ambas".
Unen sus labios con feroz amor y se funden en el abrazo de la otra, sellando sus palabras para que pudieran continuar por toda la eternidad. Y quizá un poco más después.
El FIN.
𝗟𝗜𝗩𝗜𝗡𝗚 𝗗𝗘𝗔𝗗
agradecimientos :
i m p o r t a n t e
Esto es literalmente surreal. No me puedo creer que ya esté acabada la historia de Ellie y Talia. Pasé, ¿cuánto? ¿Algunos tres años escribiendo esta historia? Dejarla me parece muy triste, pero este recorrido ha sido de lo más hermoso.
Les agradezco a todos, desde el mismísimo fondo de mi corazón, por su incesante apoyo. Les agradezco a las personas que votaron, a las que comentaron y me dieron fuerzas continuas para seguir, a todas las que me expresaron lo tanto que esta historia significaba para ellos. Inicié esta historia como poco más que un hobby para pasar la tarde, aprovechando mi gran amor por Ellie, pero terminó convirtiéndose en algo mucho más grande. Nunca esperé que tuviera la recepción que tuvo, ni el amor que recibió.
Por supuesto, este no puede ser el final, ¿no? Pues les tengo algunas sorpresas.
O1 - Antes de dejar definitivamente esta historia, estaré publicando algunos extras, pequeños bonus que no eran lo suficientemente importantes como para plasmarlos en la línea original. Aquí se encontrarán algunas entradas del diario de Ellie, pequeños momentos y . . . ¿Creo que alguien me pidió un arnés? ; )
O2 - Obviamente esta no puede ser mi última historia de Ellie. Por supuesto que no. Así que, aquí les dejo la sinopsis de una de las siguientes historias de Ellie en la que estaré trabajando. (Ojo, estas informaciones están sujetas a cambios) (Ah, y ojo, esta historia es mucho más diferente que Living Dead, más oscura y explícita, así que, beware).
★
——Annalise es feliz cuando se instala dentro de la seguridad de Jackson, pero su felicidad pronto se convierte en miedo cuando aquella seguridad puede verse comprometida por cierta chica de ojos verdes aficionada a entrar en casas ajenas.
Ah, ¿y he mencionado lo de tomar rehenes?——
★
Así que . . . Si les interesa ver ese lado de Ellie, ya saben qué hacer.
Tengo otra historia planeada, por igual, y esta quizá llegue a publicarla antes que la anterior mencionada. Aquí la sinopsis:
★
——Necesito un trabajo. Urgentemente. Algo rápido que pueda hacer para ganar algo de dinero, hasta el gramo más ínfimo.
¿En qué soy buena? Eh... Tareas del hogar, aunque suene miserable. Mamá puede confirmarlo. Y los niños, especialmente los niños.
Quizá debería aceptar la oferta de cuidar al niño de la familia Williams. Su bebé parece lindo y ellas son una agradable pareja. Además son, bueno, súper ricas. Pagarán bien.
Lo intentaré. ¿Qué podría salir mal con un simple trabajo de niñera?
Juro que esta elección no tiene nada que ver con el aspecto de una misteriosa pintora de pelo castaño. Pero si eso significa que llegaré a conocerla un poco más... ¿Quién soy yo para luchar contra el destino?——
★
Así que ahí están.
O3 - Ya no tengo más nada que decir . . . Simplemente les sigo agradeciendo a los que han estado, y les agradezco a los que se quedarán. Nos leemos pronto.
Muchísimas gracias por leer y apoyar Living Dead.
<3
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