En el palacio Morningstar, la cámara se acerca hasta una ventana donde ya adentro se muestra una habitación oscura, donde se ve una gran cama real donde solo se pueden ver las sábanas y algo debajo de ellas durmiendo.

Luego se ve que la puerta se abre con delicadeza, mostrando a una demonio que era una de las tantas sirvientas del palacio real, está al ver la habitación desordenada solo suspira antes de ir directamente a la ventana que estaba cerrada por las cortinas rojas y abrirlas haciendo que la persona gruñera ante ello.

── Princesa Marceline Morningstar, ya es hora de despertar ── Dijo la sirvienta de mayor edad mirando a la princesa recién levantándose de la cama.

── Agh, Magnolia ── Marceline gruño malhumorada ── No es muy temprano para que me despiertes ── Comento tallándose los ojos antes de ver a la nombrada.

── Eso no es una excusa, princesa ── Dijo ── Además hoy vienen la familia Von Eldritch.

── ¿Familia Von Eldritch? ── Repito Marceline con confusión ── ¿Quien carajos son ellos? 

── Son los socios de su familia, princesa ── Responde seriamente ── Pero ellos están en un lugar bajo de la jerarquía, pero son respetados por su familia.

── No me sorprende ── Murmuro mirando a la sirvienta ── ¿Y para que va a venir esa familia que son "socios" de mi familia?

── Usted princesa y la princesa Minerva conocerán a la familia Von Eldritch ── Responde Magnolia antes de ver a su princesa ── Y usted ya debería pararse de la cama, bañarse, y de estar bien vestida.

── Agh ── Se quejo de mala gana ── Esta bien, pero ten en cuenta de que no usare ropa demasiado formal, son asfixiantes y luego incomodan mucho.

Marceline suspira de mala gana antes de levantarse de la cama y irse al tocador que tenía en su propio baño, mostrando que sus largos cabellos rubios que se arrastran en el suelo, ya que esta Marceline heredo el cabello largo de su madre, pero era más largo que el cabello de Lilith.

Por cual Marceline se sienta en una silla cercana, mirándose en el espejo notando que ella tenia algo de ojeras y que además su cabello estaba hecho un desastre.

── Muy bien ── Dijo ── Primero que nada empezaremos con un baño y luego tendremos que vestirla y peinarla ── Dijo Magnolia mirando a la princesa ── Me entiendes, verdad.

── Si, si ── Murmuro con aburrimiento ── Como sea.

Magnolia suspira con pesadez.

── Princesa, no debería ser así tan apática ── Comento Magnolia mirando a Marceline ── Usted esta en la tercera línea al trono de su padre, además una verdadera princesa del infierno.

── A mi ni siquiera me interesa ser reina ── Comento Marceline con desinterés ── Primero es una gran responsabilidad cargar con todo el infierno, y segundo mi hermana, Charlie merece mejor el puesto, es mi decisión.

── Entiendo su decisión, princesa ── Dijo Magnolia peinando a la princesa ── Pero la gran mayoría creen que usted merece el puesto de heredera, sin ofender a su hermana mayor.

── Y creen que me importa lo que opinan ellos ── Murmuro molesta ── Lo que más me molesta es que los pecadores y otros demonios no nos respetan como se nos debe, y lo peor es que todos ellos se creen mejores, y esos tipos de personas me dan ganas de torturar mientras piden piedad ── Exclamo muy molesta que manifestó algunas características de su forma de demonio completo.

──Entiendo sus deseos de torturar y de querer volver a todo ser vivo en sus esclavos ── Dijo Magnolia conociendo la actitud de la princesa ── Pero sabe bien que no puede hacerlo, ya que seguramente su madre se lo prohibiría.

── Aghhh ── Se quejo ── Bien, odio que siempre tienes razón ── Comento de mala gana ── Pero ni creas que...

── Lo se, princesa ── Dijo mirándola ── Ahora váyase a bañar ── La empuja.

Antes de Marceline pudiera hablar o protestar, es arrojada a la bañera donde había agua caliente con algunas burbujas, por las cuales luego ella sale revelando su larga cabellera toda empapada y lisa.

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Por otro lado, Fenix Morningstar se miraba en el espejo mirando su atuendo que iba usar para la ocasión, pero el problema era que iba a estar su rival, Seviathan von Eldritch, el hermano mayor de Helsa von Eldritch, quien esta última era la rival de su hermana Charlie.

── ¿Se encuentra bien? Joven Principe ── Pregunto el mayordomo.

── ¿Por que lo dices? Alfred.

── Lo veo más pensativo que antes ── Responde Alfred.

── Oh eso ── Murmuro ── Realmente no es nada importante ── Respondió Fenix un poco inseguro.

── Seguro ── Cuestionó.

── Agh esta bien ── Exclamo ── Simplemente no me gusta tener que interactuar con Seviathan 

── ¿Acaso no le agrada el joven Seviathan?

── No ── Respondió el príncipe ── Seviathan es un gran idiota, y ni siquiera se como Charlie se enamoró de él.

── Y por que no le pregunta a su hermana.

── No ── Negó ── Por que tal vez piense que soy un mal hermano para ella ── Miro al otro lado ── Ya sabes... un hermano celoso.

── Se lo que quiere decir con eso, príncipe ── Dijo Alfred ── Por cierto usted no estaba enamorado de la señorita Helsa.

── ¿Helsa? ── Repitió ── Te refieres a la hermana de Seviathan ── Pregunto dudoso.

── Si ── Afirmo.

── Claro que no ── Dijo disgustado ── Que me gusten las mujeres no significa que estaré con Helsa, de donde sacaste eso.

── Tengo varios amigos.

── Pues se equivocan ── Cruzo los brazos ── Solo hablo con ella, por que tengo que fingir que me agrandan los von Eldritch.

── Ya veo ── Dijo ── Ni tampoco con otros miembros de la realeza.

── Como te lo digo ── Murmuro el príncipe ── Podría decirte que me llevo bien si me llevo bien con algunos, pero simplemente quisiera tener al menos un amigo que no sea un miembro de la realeza presumido o un egocéntrico ── Responde.

── Principe Fenix ── Se acerca para tocarlo del hombro ── Se que algún día encontrara a alguien que lo haga sentir bien cono usted dice.

── Sonríe ── Gracias Alfred.

── Ahora tiene que ir a ya sabes a esa reunión o sus padres se van a molestarse un poco.

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Por otra parte en la habitación de Minerva, se encontraba plácidamente dormida, su ventana es abierta por dos aves exóticas y bellas que se trataban de las mascotas de Lilith, y que además de que también eran una de las tantas creaciones de Lucifer.

Las majestuosas aves despiertan a la princesa que un dulce chillido, el cual Minerva se talla los ojos antes de mirar a las aves con una sonrisa.

── Hola Avalon, hola Sultán ── Saludo mirando a las dos ── ¿Acaso ustedes dos vinieron a despertarme? ── Pregunto Minerva dejando que Avalon se suba a su mano.

Avalon se restriega ante Minerva de forma cariñosa, mientras Sultán solo chilla antes de que los tres se voltearan al escuchar la puerta abrirse para mostrar a dos sirvientes Annie y Bria, quienes eran las encargadas de cuidar a Minerva.

── Buenos días princesa Minerva ── Hablaron Annie y Bria al mismo tiempo haciendo una reverencia.

── Buenos días ── Saludo Minerva sonriendo ── No es necesario que hagan eso.

── Pero tenemos que hacerlo de todos modos, su alteza.

── Y que además de que tenemos que prepararla, hoy es un día importante ── Dijo Annie siguiendo la frase de su compañera.

──  ¿Día importante? ── Repitió Minerva con curiosidad ── Es acaso el cumpleaños de alguien que yo no sepa.

Esto causó cierta gracia en las dos sirvientas, Minerva era una niña bastante inocente ya que ella ha vivido bajo una capa que escondía los verdaderos horrores del infierno. La razón de ello es que Lucifer había prohibido estrictamente a todos los sirvientes no debían mencionar nada relacionado con los exterminios anuales.

Lilith confiaba plenamente en Annie y Bria, dos sirvientas que tenían las capacidades necesarias de cuidar a Minerva y darle todas las comodidades que quería, por supuesto que también Aisha y Bria tenían una genuina preocupación y cariño por la princesa más joven.

── No princesa.

── Hoy vienen la familia Von Eldritch ── Dijo Bria después de que Aisha terminara su frase.

── Familia Von Eldritch ── Repitió antes de darse cuenta ── Oh ── Pronuncio ── No serán los socios de los que mamá y papá hablan.

── Exactamente princesa.

── Y haremos que usted sea la princesa más linda del infierno ── Comento Annie mirando a la princesa ── Serás la envidia de todo el infierno.

── Que color prefieres, princesa.

── Rojo, morado y rosa.

── Rojo.

Esto hizo que Annie y Bria sonrieran, a ellas dos les gustaba más convivir con la princesa Minerva Morningstar.

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Mientras tanto con Lucifer y Lilith.

── Hoy vendrán los Von Eldritch ── Comentó mirando a su marido.

── Lo se, hacia tiempo que no venían ── Dijo ── Es una pena que esta Ellie no pueda acompañarnos éste día.

── Lo se ── Respondió ── La enviaste con Asmodeus para que ella pueda aprender un poco más sobre el infierno.

Pero al darse la vuelta para ver a su esposa, Lucifer se dio cuenta de que ella parecía estar más que preocupada, cosa que a el lo preocupó.

── Mi cisne ¿Sucede algo?

── Todavía estoy preocupada por Minerva... ya sabes... acerca de los exterminios anuales, no quiero que ella quede traumada como paso con Charlotte, y además últimamente veo a Minerva un poco desanimada... solo no quiero que nos odie.

── Sabes que prohibí a los sirvientes y guardias de que no hablaran nada acerca de ello frente a Minerva, y ya pusimos todas las medidas de seguridad.

── Lo se, pero será suficiente para evitar su curiosidad ── Comento la reina insegura ── La otra vez me preguntó que significa la palabra del exterminio... y no supe que decir.

Lucifer se quedo callado, desde que Minerva nació, Lucifer y Lilith se volvieron mas protectores que nunca, después de todo no querían volver a ese mismo error, en como Marceline, Charlie y Fenix habían sido testigos de lo que es un Exterminio Anual, aunque Marceline a diferencia de sus hermanos no quedo traumada, en cambio disfruto del sufrimiento de los pecadores.

── Lo te preocupes, mi dulce cisne ── Dijo Lucifer agarrando la mejilla de su mujer ── Evitaremos que nuestra hija se entere de ello.

Lucifer y Lilith se dieron un tierno beso que poco a poco se convertía en uno más apasionado, los dos siguieron así hasta que Apple Pie, la mano derecha de Lucifer, toco el hombro de su señor dándole un sobresalto lo que interrumpió el momento romántico.

── Mis disculpas mis señores..

── ¿Sucede algo, Apple Pie?.

── Así es, su alteza Lilith. 

── ¿Que es?

── La familia von Eldrich ya se encuentran aquí.

── Oh.

── Gracias por avisarnos Apple Pie.

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En otra parte la Familia von Eldrich que recién habían llegando al palacio real en una elegante limusina negra, la familia se bajo cuidadosamente mientras iban entrando para ir hacia la sala principal del palacio.

── ¿Por que tenemos que estar aquí?

── Para que conozcan a la Familia Morningstar ── Respondió Frederick.

── ¿Quienes?

── Son nuestros socios, tesoro.

── Recuerden bien ser educados estamos ante el Rey del Infierno y de su familia, entendieron niñas.

── Si padre ── Dijeron las dos.

── Buenas niñas ── Murmuro Bethesda von Eldritch mirando a sus hijas mas jovenes ── Ahora andando.

La Familia von Eldrich entro al palacio donde ahí estaban en la sala principal, ahí las dos hijas más jóvenes miraron los retratos de la Familia Morningstar, los más destacados era uno donde estaba Marceline Morningstar, quien estaba sentada en un especie de trono aterrador, pues de todos los retratos era el más aterrador ya que también tenía a varios pecadores sufriendo.

── Que alegría verlos de nuevo ── Lucifer exclamó mientras baja las escaleras antes de abrazar a su amigo ── Frederick mi buen amigo, ¿Como has estado.

── Estoy bien como siempre.

── Ya veo ── Ve a las niñas ── ¿Y quienes son estas pequeñas?

── Son mis hijas mas recientes ── Respondió Frederick ── Niñas, no sean groseras, es de muy mala educación no presentarse ante su real majestad.

── Mi nombre es Heather von Eldrich, es un placer conocerlo en persona, su majestad ── Se presentó la menor haciendo una reverencia.

── Y yo soy Hellen von Eldrich, su majestad.

── Que educadas ── Comento Lucifer.

── Lo se, ¿Y quienes son estas pequeñas diablillas?

── Son nuestras hijas ── Explico Lilith siendo la primera en hablar mientras ponía su mano en la cabeza de Marceline ── Aunque ustedes solo conocieron a Marceline.

── Si, si como sea ── Murmuro Marceline ── Para los que no me conozcan, soy Marceline Morningstar, la princesa del infierno.

Marceline miro a cada uno de la Familia von Eldritch con desinterés, aunque sutilmente miro a Seviathan von Eldritch con cierto tipo de desconfianza y desagrado, pues este era el novio de Charlie, su hermana mayor. 

Luego Lucifer le dio un pequeño empujón a Minerva para que ella se presentara ante los von Eldritch.

── M-Mi nombre Minerva Morningstar, es un placer conocerlos ── Se presento Minerva haciendo una pequeña reverencia ante los von Eldritch.

── Que niña tan educada.

Luego la Familia von Eldritch y la Familia Morningstar fueron a otro salón para platicar sobre uno que otro tema político o un poco de chisme, aunque Charlie y Fenix se sintieron muy incómodos al estar frente de sus rivales, Seviathan y Hellsa, aunque que Charlie aun tenia su romance con Seviathan.

Marceline por su parte se mostró poco interesada en la Familia von Eldritch, pues ella no los consideraba los suficientemente dignos para ser sus socios. Mientras que Minerva se mostró nerviosa, y en parte no sentía cómoda con la personalidad de Heather von Eldritch, por que aquella era una niña malcriada y grosera en algunos aspectos.

Y al tener dos personalidades que chocan entre si, ya que Heather parecía ser alguien sádica que disfrutaba deleitarse con la miseria de los demás, algo que a Minerva no le gustaba, termino ella con rechazar una propuesta de amistad de Heather, causo que Minerva y Heather se volvieran rivales mas o menos similar a la rivalidad que tenían Charlie y Hellsa von Eldritch.

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Como siempre cada fin de año se celebra la despedida del año y dar bienvenida a la Víspera de Año Nuevo, sin embargo, en el infierno es diferente los demonios pecadores se refugian en sus casas y mientras que los nativos igualmente se refugian con temor.

Por que hoy es el día del exterminio anual, donde llegaran los exorcistas o también conocidos como los exterminadores liderados por su comandante, Adam, y su teniente Lute. Y si bien los nacidos eran perdonados por los exorcistas, muchos de ellos igualmente temían por sus vidas, pues muchos de ellos fueron testigos de esas masacres sin sentido.

Y para la familia Morningstar, no era nada nuevo que ese día llegara, ellos se refugiaban en su palacio, igual tenían que prepararse especialmente cuando tienen una hija que no sabe nada acerca de ese horrible evento.

Justamente unas horas antes de que el exterminio empezara, Lucifer estaba frenético buscando a su hija, Minerva, por que de todos sus hijos, Minerva era la única que no sabía nada acerca de ese horrible evento, ya había pasado con Charlie, Fenix y Marceline, los dos primeros quedaron traumatizados por ello, aunque en el caso de Marceline, ella simplemente sonrió al ver como los pecadores sufrían y gritaban de terror.

Pero ahora el Rey del Infierno estaba paranoico, no quería que su hija más joven solo quedara traumatizada sino que el no quería que su hija lo odie / se molestase por ocultarle eso, por que ya paso con Charlie, y no quería que se repita eso.

── ¡Oh dios! ¡¡Donde esta, donde esta, donde esta!! ── Exclamo Lucifer alterado.

── Señor.

── ¡Debe de estar por aquí! ¡Mindy!

── Señor.

── ¡Mindy! ¡Manzanita donde estas!

── Señor

── ¡Ner Ner! ¡Ven por favor!

── Señor

── ¡Mindy!

── Señor.

Apple Pie solo suspira, antes de literalmente detener a su señor antes de que haga un desastre en una habitación.

── Señor.

── Si... Apple Pie.

── Su hija esta fuera.

Tras ello Lucifer voltea para ver que era cierto, Minerva estaba afuera y sentada mirando un poco la nieve, tras ello Lucifer se va afuera, pues ya quedaba muy poco tiempo para que empezara el Exterminio Anual.

Minerva estaba mirando, había escapado un poco para ver la nieve, ya que no entendía del por que tenía que estar encerrada en su habitación, no estaba haciendo nada malo, solo quería un poco de libertad, sin embargo, desde que escucho la puerta principal abrirse, Minerva no pudo evitar sentir tristeza sabiendo que era su padre.

Lucifer se acerca hacia su hija más joven, quien estaba mirando el suelo ahora sabiendo que ella recibirá una leve reprimenda.

── Vamos, mi manzanita dorada, no seas mala conmigo ── Dijo mientras cargaba a su hija.

── Eres malo ── Murmuro Minerva mirando a su padre ── Yo quería jugar afuera.

── Cariño, el infierno es peligroso, eso ya lo sabes... ── Comento Lucifer con seriedad ── Asustaste tu mamá... y a mi también.

Minerva tan solo mira con tristeza el paisaje antes de que su padre cerrara la puerta y la llevara a la habitación especial. Luego se muestra las afueras del palacio ,una campana fuerte suena en toda la ciudad que provenía la Embajada del Cielo que muestra que en la torre hay cero días.

De ahí un gran portal dorado como el oro puro se abrió como una herida en la realidad, y de ahí descendieron legiones de exorcistas enajenados por la sed de cobrar vidas. Donde los gritos de pavor y llanto colectivo se elevaron en el aire, convirtiéndose en un coro de desesperación y en dolor que resonaba en los confines del Circulo del Orgullo.