O2. ❝ 𝗠𝗮𝗿𝗰𝗲𝗹𝗶𝗻𝗲 𝗠𝗼𝗿𝗻𝗶𝗻𝗴𝘀𝘁𝗮𝗿 ❞
Tal como Lucifer y Lilith habían estado planeando tener otro bebé con el plan de que Charlie, tuviera una hermanita con quien convivir, pues a las primeras semanas después del esperado aniversario que Lucifer planeaba desde hace meses.
Justamente ahora Lucifer se encontraba en su oficina haciendo un poco de papeleo, aunque no lo parezca ser Rey del Infierno era bastante aburrido, y por ellos él creía que el infierno puede manejarse solo, además de que Lucifer todavía sentía culpa por hacer que la humanidad tuviera el libre albedrío.
Pero no quería volver a seguir órdenes especialmente de la Deidad Suprema, sabiendo que su ex superior era un muy ser perfeccionista y controlador según sus palabras, y además de no poder olvidar a los Ancianos del Cielo y al Consejo de los Dioses, esos seres que controlan cada parte del cielo en el nombre de la Deidad Suprema.
El pensamiento de que los Ancianos del Cielo fueran hacia el para lastimar a sus hijos, en tener que imaginarse a sus dos hijos Charlie y Fenix siendo apuntados con lanzas celestiales, eso lo aterraba mucho.
Lucifer sacudió la cabeza cuando escucho la puerta abrirse en donde se mostró que era Lilith, la que abrió la puerta y parecía estar emocionada.
── Sucede algo, mi cisne.
── Es la prueba...
Lucifer se levanto de su asiento.
── Y bien...
── Salió positivo ── Sonrió Lilith antes de mostrar la prueba
Lucifer se levantó y lo primero que hizo fue besar apasionadamente a su esposa, el cual eso los puso felices. Por supuesto que esa noticia alegro a sus hijos más tarde cuando ellos se los contaron.
Por ello Lilith dejó temporalmente su trabajo como cantante ya que vendría un nuevo miembro a la familia. Sin embargo, algo que preocupaba tanto a Lucifer y a Lilith, era el exterminio anual, la razón de ello es que fueron amenazados por Adam hace un tiempo atrás.
"Algún día durante alguno de los exterminios anuales iré por alguno de tus hijos, téngalo muy en cuenta, por que será mi venganza después de que te rehusaste a estar conmigo, Lilith".
Por supuesto que a Lucifer se enfado por aquella amenaza, mientras que a Lilith le preocupaba lo suficiente como para que toda su seguridad y mente fría se desvanecieran. Cuando ellos dos tuvieron a su primera hija, Charlie, ambos enviaron a su hija a otro círculo para que ella fuera cuidada por uno los Siete Pecados, lo mismo paso con Fenix cuando nació.
Eso era para no solo evitar una posible tragedia sino también para que sus hijos no fueran parte de ello y evitar que ellos fueran testigos de esas masacres sin sentido, pero desafortunadamente Charlie Morningstar fue testigo de uno de esos terribles eventos.
Unos días antes de que Lucifer decidiera anunciar sobre que iba a tener otro hijo, llego una gran inesperada visita, siendo nada menos que su hermana gemela, Aradia, conocida como la madre de todas las brujas.
── Luci
── Aradia
Esto hizo que ambos hermanos se abrazaran entre si, hacía mucho tiempo que no se reunían, al ser hermanos gemelos, Lucifer y Aradia se parecían mucho aunque claro que tenían diferentes personalidades que los hacían únicos. Y justamente Lucifer le contó a su hermana la noticia.
── Así que voy a hacer tía nuevamente
── Si ── Afirmo Lucifer.
── Entonces tendré que buscar perfectos regalos para mi nueva sobrina
── Espera como sabes que será una niña ── Cuestiono Lucifer
── Hermano, estás olvidando que soy la madre de todas las brujas, y la bruja más poderosa del infierno.
── Ah cierto se me olvidaba
── Lucifer
── Si ── Lucifer miro a su hermana.
── ¿Has estado hablado con alguno de nuestros hermanos?
── No, aún no ── Ve a su hermana ── ¿Por que?
── Sabes que ellos se enteraran de la noticia en cualquier momento, como son los "Ancianos del Cielo" definitivamente planearan algo malo.
── Todavía sigues molesta con ellos.
── Como podría estarlo, te desterraron a ti y a Lilith injustamente, y a mi me hicieron lo mismo cuando quise ayudar a la humanidad, ellos se creen perfectos incapaces de cometer errores.
── Lo se...
── Además por ello nos asocian a nosotros como los pecados del orgullo y vanagloriosa, no es irónico ── Comento Aradia mientras se servía algo de alcohol.
Justo cuando Aradia le dio un trago a su bebida, noto expresión preocupada de su hermano, por lo que termina de beber su bebida.
── Hermano ── Llamo su atención ── ¿Sucede algo?
── Yo...
── Sabes que puedes contar conmigo para todo lo que necesites ── Aradia pone su mano en el hombro de su hermano.
── Yo tengo miedo de que Adam o alguno nuestros hermanos le hagan daño a mis hijos, yo no quiero que destruyan los sueños de mis hijos o que ellos sean amenazados por lanzas divinas.
── Hermano...
Aradia puso su mano en la mejilla de su hermano
── Sabes que eso jamás pasaría
── Como lo sabes...
── Por que primero que nada, el imbécil de Adam no es tan inteligente como parece
── Pero y los...
── Y sabes que madre no permitiría eso, por que ella es muy amiga de la Deidad Suprema y ya sabes
── Pero
── No, hermano deja de ser tan pesimista, piensa en tus hijos y en Lilith, tú fuiste uno de los ángeles con ideas tan maravillosas para ayudar en la creación, de acuerdo
── De acuerdo ── Lucifer miro a su hermana con una sonrisa ── Gracias hermana, como siempre me animas.
── Como siempre confía en mi, ademas para eso están los hermanos gemelos para apoyarse mutuamente.
── Como en los viejos tiempos.
── Ahora ve a pasar tiempo con tu esposa ── Empuja a su hermano hasta la puerta ── Nos veremos luego, hermano.
Más tarde
Lilith se encontraba sentada en la cama mientras ponía su mano en su frente, mientras que éste Lucifer estaba cerca hasta que sintió una pequeña patada.
── Se movió ── Chillo Lucifer emocionado.
── Sonríe ── Lo se amor.
── No es emocionante no crees, nuestra familia sera mas grande.
── Lo se, pero me preocupa algo.
── Si...
── No te preocupes, mi cisne... estoy seguro que eso no pasara.
Tras pasar los nueves meses de embarazo, Lilith rompió la fuente dando entender que ya iba a dar a luz, haciendo que Lucifer se pusiera nervioso mientras esperaba en una de las cuartos del palacio, preocupado de que su esposa o el bebé tuvieran problemas una vez que terminará la reina terminará su labor.
Unas horas más tarde.
Una diablilla enfermera salió de la habitación del cual se acerca a Lucifer, quien estaba parado y teniendo una mirada un tanto preocupante y sería al mismo tiempo, ya que debía mantenerse firme ante la situación.
── Y bien, ¿como esta Lilith?
── El parto fue todo un éxito, su alteza Lilith ya esta reposando
── Y el bebé ── Pregunto Lucifer aun preocupado.
── Lo estamos revisando, pero le aseguro que el bebé se encuentra bien, su majestad ── Respondió la enfermera.
Lucifer suspira aliviado al saber que nada malo había pasado, tras unos minutos más de espera para asegurarse de que Lilith se encontraba bien, a Lucifer al fin se le permitió pasar al cuarto, y ahí vio a su esposa estando recostada en la cama.
── Como te encuentras, mi hermosa cisne
── Estoy bien, Lucifer.
Lucifer y Lilith pasaron un rato a solas, hasta que tocaron la puerta de la habitación del cual los dejaron pasar, siendo dos enfermeras en donde una sujetaba algo en sus brazos.
── Aquí está el bebé, sus majestades ── Entrega el bebé a Lilith ── Felicidades, es una niña.
Dicho eso la enfermera se retira de la habitación dejando nuevamente a solas a Lucifer y Lilith, los dos Reyes del Infierno miraron a su hija recién nacida.
Su hija recién nacida tenia un parecido con Lucifer, tanto la piel blanca con las mejillas rojas que él tenía, el cabello rubio de ambos, pero lo mas sorprendente de la pequeña era que la princesa había nacido con Heterocromía, teniendo el iris derecho de color rojo como el de su padre y el izquierdo de color lila como el de su madre.
── Es hermosa, ¿No crees Luci?.
── Por supuesto que lo es, tiene el color de nuestros ojos, eso la hace aun más hermosa.
── Y que nombre le pondremos a esta pequeña.
── Estaba pensado ponerle Marceline a nuestra pequeña patito ── Lucifer miro a su esposa ── Lucifer miro a su esposa
── Me agrada ── Lilith miro a Lucifer ── No deberías ver a Charlie y a Fenix, y mostrarles a su nueva hermanita, no crees Luci.
── Tienes toda la razón, es hora de que nuestros hijos conozcan a su hermanita.
Lucifer se retira mientras llevaba a su hija recién nacida donde se encontraban Charlie y Fenix. Al entrar a una habitación ahí los vio jugando y estando lo suficientemente entretenidas que no se daba cuenta de que su padre había entrado.
── Charlie, Fenix
── Papi ── Dijo Charlie feliz al ver a su padre, pero se detiene cuando ve que este traía algo en sus manos ── Eh, que traes ahí,
── Esa es una buena pregunta, manzanita ── Baja sus manos para mostrarles a sus hijos a su nueva hermanita ── Charlie, Fenix, quiero que conozcan a su nueva hermanita, Marceline Morningstar
── Wow ── Exclamó Charlie emocionada ── Tengo una nueva hermanita, tengo una nueva hermanita
── Valla ── Pronuncio Fenix sorprendido.
Lucifer sonríe por la reacción de sus hijos, aliviado de que sus hijos no se sintieran menos, ahora el Rey del Infierno mira a su hijo mientras pone su mano en su hombre.
── Fenix, ahora eres un hermano mayor ── Miro a su hijo ── Y ser un hermano mayor es una gran responsabilidad, debes comprender que debes de cuidar a tus hermanas menores y ser un ejemplo para Marceline.
── De acuerdo padre ── Fénix sonríe ── Protegeré a mis hermanas, y además seré un buen ejemplo de hermano mayor para mi hermanita.
── Ese es mi muchacho.
La familia Morningstar estaba creciendo, pero nadie no sabía que los poderes de Marceline se manifestarían muy pronto.
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