[ cuatro ]
a rezarle a diosito mientras adapto esto escuchando church de Chase Atlantic.
advertencias:
smut g!p
lenguaje vulgar.
...
-Pondré el preservativo.- Moxxie rompió la caja con los dientes al mismo tiempo que se sentaba sobre las piernas de Millie, mirándola. No habían cortado el contacto visual por varios segundos hasta que Moxxie bajó su mirada para ver si el preservativo no estaba roto.
Después de haberlo analizado, lo sacó de su bolsa, lo enrollo en toda la extensión de la pelinegra y después lo acarició sobre el látex.-Es grande.
Relamió sus labios y sintió el miembro de Millie palpitar en su mano, en señal de orgullo. Volteó a ver a su compañera y tenía una gran sonrisa. Ella misma agarró su miembro y sostuvo la cadera de Moxxie al mismo tiempo que lo escuchaba gemir por la fuerza que lo sostenía. Millie supuso que era una zona sensible del chico, así que comenzó a repetir suaves caricias mientras besaba su cuello, escuchándolo volver a gemir bajo.
Escuchó el ruido de una palmada, y un gemido alto. Había entrado en Moxxie, pero no por completo.
El mayor intentaba meter toda la polla de Millie en el, pero no podía.
Gemía y se quejaba al mismo tiempo que saltaba con la misma fuerza. La pelinegro sintió como algo dentro de ella le pedía que parara, pero otra parte quería escuchar los pequeños quejidos de dolor de el mayor.
Lo sujetó de la cintura y lo cargó para depositarlo en la cama con cuidado, y depositar varios besos en todo su delgado cuerpo. Uno en su cuello, otro en su hombro, en ambos pezones y en su vientre, para abrir más piernas de el mayor que estaban desnudas y observar el pedazo de carne que pedía a gritos ser atendido. Rió bajito, y llevó dos dedos a la entrada de Moxxie, que hasta que los dedos de Millie comenzaron a estimularla empezó a segregar lubricante, ayudando a la tarea de Millie en meter sus dedos.
En ese momento sólo quería escuchar los gemidos de Moxxie pidiéndole por más, mover sus caderas y gemir con pequeños quejidos. Amó escuchar un 'más' alargado en un gemido y un puchero. La pelinegro solo la veía mientras seguía metiendo dos dedos dentro de el, y los movía. Escuchaba los ruidos perversos que venían de la entrada anal de Moxxie.
Apesar de ser un chico omega su cuerpo era delicado, su piel pálida, sus delgada cintura y su húmeda entrada estaban haciendo delirar a la Alfa, sintiendo una oleada de calor por su propia anatomía.
Cada vez estaba más orgullosa de su decisión.
Le iban a pagar 2000 dólares por follarse a un lindo omega, ¿qué más podía pedir?
Sacó sus dedos y escuchó un gemido, pero entró de una embestida, logrando entrar por completo. Lanzó un gran suspiro al momento de sentir las paredes de él mayor apretar su miembro. Gimió por la sensación y comenzó a moverse lento, haciendo círculos antes de completar la embestida. Se sentía tan bien y seguía teniendo el condón puesto, los gemidos de Moxxie la lograban estimular a tal punto de que sentía ganas de correrse, y esas ganas se iban al momento de escuchar un ruego de más y algo en ella quería embestir a él omega más fuerte.
Amaba los gemidos de perra que sacaba el omega. Sus embestidas aumentaron al mismo tiempo que los gemidos entrecortados de Moxxie subieron de tono y ahora eran gemidos de satisfacción. Pedía por más. Una de las manos que estaban aferradas a las sábanas y se aferraban a sus hombros. En todo el momento el mayor tenía los ojos cerrados, pero ahora los abrió, mirando a su menor para decirle:
-Sé ruda conmigo.
Se volvió a acostar para recibir unas estocadas más fuertes por parte de su alfa.Eran fuertes y decididas. Sentía las paredes de Moxxie más apretadas y lubricadas, cosa que facilitó que las embestidas fueran más constantes y fuertes. La habitación se inundó de un olor a cerezas y Millie llevó su nariz hasta el cuello de el chico, inhalando su olor.
Cerezas.
Las cerezas la volvían loca, y también los gemidos de Moxxie. Quitó la mano de el mencionado de su hombro para dirigir ambas suyas a la cadera y hacer las embestidas más fuertes y seguidas, logrando que soltará un gemido alto y entrelazar sus piernas en la cadera de Millie. Había llegado más profundo y con tanta facilidad. Las delicadas manos del chico atrajeron a la pelinegro a su pecho, dejando que solo chupara sin dejar ninguna marca. Millie no desaprovechó y paseo su larga lengua por los rosados pezones, seccionado estos con deleite.
Los gemidos de Moxxie cada vez aumentaban más, al mismo tiempo que las fuertes embestidas de la menor fueran más rápidas, logrando que soltara el gemido más fuerte de la noche, indicando que había llegado al orgasmo.. el semen se disparo por el abdomen de la Alfa y propio. Sintió otras leves estocadas de Millie para que después se dejara de mover y la escuchó gruñir en su cuello.
Sintió que movió su boca y mordió la sábana, evitando morder a Moxxie.
Había sido fuerte.
Y Moxxie pensó que quería alargar ese contrato en ese instante.
La pelinegra salió de su mayor, quitándose el preservativo y para acomodarse su fleco, mirando a el mayor que tenía una pequeña dificultad para respirar.
-¿Estás cansado?-Asintió, y Millie sonrió.- Pues recupérate pronto, no traje cajas de doce condones por nada.
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