OO2. ¿Una excepción?
Día 02: Amigos en línea y "compartiendo" cama.
Está anocheciendo.
Kyle se encuentra tendido boca arriba sobre su cama desordenada, con una expresión aburrida mientras escucha los automóviles pasar a gran velocidad afuera de su departamento. La luz del sol baja, dejando poco a poco todo el lugar bañado por la oscuridad de la noche. Las calcomanías en su techo comienzan a brillar, el verde y rojo inundando levemente.
—¿No crees que deberías llamarle? O responder sus mensajes.
Un suspiro lento escapa de sus labios y el pelirrojo extiende los brazos, acomodándolos sobre las almohadas, tratando de relajarse.
—No lo sé, Eric, ¿tú tratarías de hablar con alguien así?
El celular a su lado comienza a vibrar y Kyle vuelve a suspirar, tratando de retener el enojo que siente hacia Stan y sus mensajes insistentes.
—Los hippies me dan dolor de cabeza, Khal, ¿sabes lo difícil que es vivir con esa mentalidad?
Ha estado enfrascado en una llamada con Cartman desde hace unas horas, con todos los trabajos de la universidad y el horario apretado que el castaño suele tener, ambos están cerca de un punto de quiebre, cosa que las otras personas parecen no comprender. Conversar sobre cualquier idiotez o desahogarse para luego fingir que no tienen al mundo encima es lo mejor que se les ocurrió.
—Tú tampoco has arreglado las cosas con Marjorine— susurra Broflovski, sonriendo levemente al escuchar a su compañero soltar un bufido —, no ganas nada tratando de cambiar el tema, culo gordo.
—Touché— escucha decir a Cartman.
Kyle conoció a Eric en línea, lo que comenzó como un reto para obligarlo a hacerse amigo de alguien random en internet por parte de Kenny en una noche de borrachera terminó con una muy extraña amistad. Ambos no conocen mucho acerca del otro y solo se han visto cara a cara en contadas ocasiones, pero de alguna manera su dinámica funciona muy bien. Kyle sabe que Eric vive con su medio hermano y su padre, una especie de custodia dividida con su madre. También sabe que tiene una especie de empleo de medio tiempo en la empresa de su progenitor, que el tal Scott es peor que un grano en el culo y que suelen salir a cazar.
Cartman no habla mucho de su madre, en una ocasión en que compartieron una videollamada él pudo ver una foto suya. Liane luce como una mujer simpática y amable, aunque sabe que no debe guiarse tanto por las apariencias. Si su matrimonio se terminó yendo por la borda debió ser por algo.
—Marjorine a veces es muy quisquillosa— escucha decir al castaño después de un rato —, que nos hayamos dado un tiempo no es tan malo.
—Eric, es tu mejor amiga y la bloqueaste de todas las redes sin decirle nada, yo también te daría una paliza si te volviera a ver después de eso.
—Uhm, tal vez sí me excedí, ¡pero necesitaba organizarme! He tenido a varios empleados de mi padre ahora que me toca pasar tiempo con él y paso por su empresa. La mayoría piensa que si voy con el viejo y les digo que no los despida me hará caso. ¿Cómo te va a ti?
—Stan y mi madre arruinaron la poca estabilidad mental que me quedaba, no lo sé, a veces parece que estuvieran en una competencia sobre quién me genera más estrés con sus problemas— Kyle puede escuchar a Cartman usando la computadora conforme va contando su historia —. ¿Estás haciendo otro informe para la universidad?
—Nunca son suficientes informes, judío, tú deberías saberlo.
Kyle rueda los ojos y encoge los hombros antes de levantarse y acomodar parte de su cabello, su espalda chocando suavemente contra la cabecera de la cama una vez cambia de posición. Eric sigue enfrascado en ese nuevo proyecto o lo que sea que esté haciendo.
Entonces él comienza a vagar a través de sus redes, pasando de largo cualquier anuncio o foto que tenga que ver con su universidad, el logo de llamada se mantiene y el tiempo sigue transcurriendo, sabe que el castaño tratará de acabar su tarea en el menor tiempo posible para continuar con su conversación. Escucharlo tocar las teclas de su laptop con rapidez es de alguna manera relajante.
«Stan quiere hablar contigo»
Kenny es fastidioso, le encanta meter leña al fuego, piensa Kyle al ver la notificación de otros mensajes por parte del rubio, ni siquiera sabe porque él está peleando con Marsh.
«Es un gilipollas, no me importa»
«Viejo, pero nuestra fiesta es pasado mañana, no pueden fallarme así:(»
«Yo nunca acepté ir, tengo cosas que hacer»
«:( todos son iguales»
«llora pues»
«>:(»
—¿Estás hablando con el rubio proxeneta?— pregunta Eric luego de unos minutos, ya no parece estar escribiendo.
—Se llama Kenny— regaña Kyle, aunque su tono de voz roza la diversión —, me está hablando de esa fiesta o lo que sea que va a organizar. Con lo poco que sé seguro es una excusa para tomar y conocer chicas.
—¿Irás?
—No, Stan estará allí y no voy a aguantarlo mientras llora por Wendy por quién sabe que vez.
Otro silencio cómodo se instala, Kyle continúa navegando por internet, revisando posts de sus amigos y algunos estados que subió Clyde sobre cuan horrible puede ser la vida universitaria cuando los profesores lo único que saben hacer es joder (él va a estar de acuerdo hasta el último de sus días con eso).
—Muy bien, he terminado— anuncia Cartman finalmente —, allí va otro excelente informe sobre ética.
—Claro, porque el último que hiciste sobre la pena de muerte no te causó problemas.
—La gente no está lista para leer mis trabajos.
El reloj de Kyle marca las ocho de la noche cuando él vuelve a acostarse, ahora de lado, abrazando una de sus almohadas.
—¿Te gustaría organizar otra salida?— pregunta con algo de timidez —No hemos pasado el rato desde hace dos meses.
Eric no responde al instante y Kyle se pregunta si a lo mejor dijo algo mal o su tono delató alguna de sus intenciones. Sus brazos rodean con un poco más de fuerza su almohada mientras espera la respuesta.
—No suelo hacer excepciones cuando se trata de reuniones en el trabajo de mi papá...— comenta Eric y Kyle ya puede sentir sus labios estirándose en una boba sonrisa —Pero creo que tú eres más interesante que escuchar a un vejestorio hablando de cómo modernizar el negocio.
—Eres genia-
—Pero primero resuelve las cosas con el torpe de tu novio.
—¡No es mi novio!— reclama el pelirrojo con diversión —¡Y tú también calma las cosas con Marjorine!
Y así ambos continúan hablando, entre carcajadas y planes para la próxima semana.
Me atrasé sin darme cuenta y creo que este día no me quedó tan bien Idk, publicaré el día tres en breve. Hasta dentro de un ratico 💞.
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