Capítulo 7: Nueva entrenadora y nuestra primera mánager
NARRA SORIMACHI
Hoshiko se ha cuidado mucho desde que se enteró que estaba embarazada. En Educación Física protegía su pancita de un posible pelotazo (los de nuestra clase son muy violentos, jaja), ha comido sano, ha hecho ejercicio, no trabajó tan duro (lo único que hace en casa ahora es lavar la ropa y tenderla), le dijo a mamá que quería hacer más cosas por la casa, pero ella le dijo que no era bueno excederse con el trabajo, o pondría en riesgo la salud del bebé.
─Hoshi, no es bueno estresarse por el trabajo. Mi marido, yo y Kazuki nos encargaremos del resto. Si vives estresada el niño podría nacer con problemas, y no quieres eso, ¿cierto?
─Tienes razón, Yui. Prometo no molestar más con los quehaceres. Me conformaré con la ropa y mi habitación─ sonrió.
─Eso es.
─Muchas gracias por preocuparte por mí, Yui. Eres una gran madre. Kazuki y Kei son muy afortunados al tenerlos a ustedes dos como sus padres. Si mis padres hubiesen sido como ustedes...
─Tus padres no merecían llamarlos padres. Si los abandonaron siendo tan pequeños por el simple hecho de que sabías hacerte cargo tú misma, entonces no son padres verdaderos. Los padres verdaderos dan a luz a sus hijos para criarlo con todo el amor del mundo y así vivir felizmente por el resto de la vida.
─Ni siquiera sé por qué nacimos, si no nos querían... Pero agradezco que lo hayan hecho, porque la vida es hermosa. Fue el regalo más hermoso que me hubieran dado. Bah, jamás me regalaron nada, sin ser a Tatsuki, pero todos los regalos de cumpleaños que no me dieron se fieron reflejados en ese día en el que llegué al mundo...
Sin darme cuenta, ya estaba llorando. Hoshiko da los discursos más conmovedores del mundo.
─¡Eso fue tan hermoso!─ me sorbí los mocos.
─¿Terminaste tu tarea?─ fue lo primero que me preguntó mamá.
─No. Bajé a comer un taiyaki. Me muero de hambre─ caminé al refrigerador y lo abrí. Saqué el taiyaki y me lo comí.
─El próximo fin de semana les mostraremos el campo. Hace semanas que no vamos─ dijo mamá.
─¡Es verdad! ¡Yo quiero bañarme en el riachuelo!─ dije.
─Pues suena emocionante─ sonrió─. A Tatsuki y a mí nos encantaría ir allá.
─¡Viaje familiar!─ levanté los brazos.
Hoy empieza otro INSOPORTABLE lunes, y empezamos con DOS HORAS DE MATEMÁTICAS. ¿Qué puede ser peor?
Ah, me acordé que hoy tendremos Educación Física, y tendremos un nuevo entrenador. Me pregunto cómo será, será alto, bajo, joven, viejo, flaco, panzón, hombre, mujer... Sólo espero que no sea homofóbico. No quiero ver a mi pobre Kenny incomodado.
─Hey, Kenny, ¿cómo crees que sea el entrenador o entrenadora?
─Mientras sepa entrenarnos, no me importa que sea un viejo de cien años.
Me reí con su respuesta. Kenny era muy divertido cuando quería.
¡Ayyy, ya quiero tener Educación Física para poder jugar y conocer a nuestro nuevo entrenador! Más vale escuchar las indicaciones del entrenador que escuchar al profesor hablando de trigonometría, el nuevo tema que estamos dando. ¡No entiendo nada! No entendía ni la Baskara, ni la regla de tres, ni las ecuaciones de segundo grado, ¡y ahora entiendo menos!
Uff, al fin se acabó. Kenny y yo hicimos equipo para resolver un práctico de trigonometría. Lo único que hice yo fue ponerle nuestros nombres a la hoja, jaja. No quería dejarle el trabajo pesado a Kenny, pero la verdad es que no entendía nada de lo que tenía que hacer. No señor.
Estamos en el campo de entrenamiento, esperando a nuestro entrenador.
─¡COMIENCEN A CALENTAR!─ nos gritó una voz femenina detrás de nosotros. Nos volteamos y encontramos a una mujer con ropa deportiva. ¡Es nuestra entrenadora!
─¡Oh! ¡Sí, entrenadora!─ nos inclinamos.
─Yo soy Kiyoko Asahi, su nueva mentora. A partir de ahora el equipo Toho seguirá el estilo de juego que yo les marque.
─¡Sí!
Entonces vimos detrás de ella a una chica más baja.
─Inori, sal de ahí, no seas cobarde.
La chica se puso al lado de Kiyoko. Era una chica de nuestra edad, tenía cabello lila y ojos celestes.
─Yo soy Inori Asahi, y seré su mánager─ dijo en un tono autoritario.
─Ella es mi hija, quien fue transferida a su clase.
Es muy sexy, igual que Hoshiko... Tiene cintura bien notada y sus pechos son bien grandes. Quedé embobado por unos segundos. Kenny me dio un golpe en la cabeza que me hizo salir de mi trance.
─No me gusta golpearte, pero hay veces que lo mereces por pensar en esas cosas tan chanchas─ dijo con los brazos cruzados.
─Pero Kenny...
Kiyoko hizo sonar su silbato.
─¡Quiero que den tres vueltas alrededor del campo, y luego charlaremos sobre nuestro nuevo estilo de juego! ¡¿Quedó claro?!
─¡Sí, entrenadora!
Mientras corríamos, pudimos percibir varias miradas enamoradas de parte de mis compañeros hacia la entrenadora, por mi parte, la que me llamaba la atención era Inori. Estaba cabizbaja mientras sacaba de su bolso gigante un montón de botellas de agua, toallas y un tupper con lo que parecen ser... ¡taiyakis!
¿Por qué estará así? ¿Fue porque su madre le dijo cobarde? Y dentro de todo eso, ¿acaso ellas tienen una buena relación? ¡Ya me dieron ganas de hablarle!
─¡Ustedes pueden!─ nos animaba Hoshiko desde la banca.
Yo le hice el signo de amor y paz, y seguí corriendo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro