EL DÍA DE LA COSECHA ERA DE LOS MAS TEMIBLES EN TODOS LOS DISTRITOS, era más que claro que nadie quería morir a sangre fría en una arena con los demás tributos que solamente el más ágil ganaría. Eran 24 tributos, de los cuales solo uno era en vencedor, el que llegaría de nuevo a su distrito no solo con vida, sino que también con mucho dinero. El día de la cosecha, como cada año los habitantes de los distritos tenían que usar su mejor prenda y ocuparla. En el distrito 12 por la escasez de dinero, eran muy pocas las personas que llevaban buenos vestidos, Olivia Everdeen era una de las afortunadas en llevar una prenda presentable.

Ella se observó en el espejo, viendo su cabello suelto y su ropa. Llevaba una camisa blanca con mangas abullenadas y después el vestido color café, de zapatos llevaba unas botas igualmente de color café. Ella hizo una mueca en su rostro, le gustaba como se miraba pero sentía que algo más le faltaba, no se sentía satisfecha. Una caída de vasos hizo que mirara dónde provenía el ruido y miró a Lucy Gray con problemas con su vestido colorido, Olivia sonrió y se acercó hacia ella.

——Dejame ayudarte.——Indicó Olivia, señalando el cierre con el que Lucy batallaba. Lucy asintió con un rostro de cansancio, sacudiendo sus brazos para que estos no se intumieran. Olivia agarró el ziper del vestido y lo subió con facilidad.——Listo.——Sonrió viendo el vestido de su amiga. Era un vestido arco iris con volantes y con mangas de forma obispo. Llevaba un hermoso corset amarillo, incrustados en el, dibujos de flores y también una serpiente.——Te miras hermosa, Lucy.——Dijo para voltearse y arreglar mucho mejor si cabello.

——Tú también te miras linda, Oli.——Olivia le sonrió en forma de gracias.——No eres buena peinandote, dámelo, yo te ayudo.——Dijo viendo a su amiga, que ahora era ella la que se estaba matando con su cabello. Olivia hizo una mueca y le dió el cepillo de cabello, para que ella empezará a cepillarlo.

Lucy desenredo el cabello café de Olivia con mucha delicadeza. Al terminar, ella decidió quitarse el listón amarillo que traía en su cabeza para colocarselo a Olivia. Lucy sonrió y la volteó para ver cómo le quedaba.

——Si, definitivamente te queda mejor a tí. Quédatelo en el tiempo de la cosecha, después me lo regresas.——Señaló con su dedo. Olivia asintió.

Olivia de nuevo se miró en el espejo y está vez si le convencía como se miraba. Siempre esos pequeños detalles te hacían ver mucho mejor.

——Olivia, ¿Sabes sobre los rumores, cierto?——Preguntó Lucy sentandose en un viejo sillón café. Olivia se volteó rápidamente a ella que hizo que le diera un pequeño mareo.

Los rumores, claro estaba que los rumores en el distrito 12 viajaban rápidamente como si del viento se tratase. Aquellos rumores que habia afectado hace unos días a la banda Covey, debido que eso incluía a uno de sus integrantes; Lucy Gray. El rumor que Lucy Gray sería la próxima tributo femenina del Distrito 12 debido a que Mayfair, hija del alcalde Lipp, estaba teniendo una relación amorosa con el examante de Lucy, y eso no le agradaba para nada a Mayfair.

Olivia tembló un poco, sabiendo por dónde iba aquella conversación. A pesar que ella no fuera parte de la banda, aunque se lo habían ofrecido, la banda la trataba como uno más de ellos. Eran tan unidos que si afectaban a uno, los afectaban a todo.

——Lucy... Por favor...——La interrumpió, queriendo cambiar de tema. Lucy se levantó del sillón y agarró las manos de Olivia.

——No, Olivia. Esto es serio, sabes que esa mujer y su padre son el demonio. Y los rumores siempre llegan siendo verdad acá. Así que no. Escúchame. Si mi nombre llega a salir de esa urna, te pido que no hagas nada estúpido. Esto no son unos simples juegos, esto es una vida, así que Olivia Everdeen, no lo hagas. Prometelo.——Setenció Lucy Gray a la pelicastaña que escuchaba sus palabras con la cabeza agachada.

Era difícil para Olivia. Lucy Gray era parte de su familia, tal vez no compartian lazos sanguineos, pero ella la amaba como una hermana. El simple hecho de pensar que Lucy se fuera y probablemente jamás regresaría la hacía sentir asustada. No temía por su vida, temía por la de ella y Lucy Gray sabía que Olivia Everdeen era capaz de ofrecerse como voluntaria.

——Solo si tú también lo prometes. Si mi nombre sale de ahí te quedarás callada, sino haré que Vene te muerda.——Vene, era una serpiente que Lucy y Olivia habían domesticado, después que la serpiente se había enamorado del canto de Lucy y por alguna razón, la serpiente jamás daño a Olivia cuando se le acercó a tocarla.

Ese día, Lucy había acompañado a Olivia a cazar alguna que otra ave o ardillas, que era algo que se vendía mucho. Sin embargo, Olivia se había alejado tanto que Lucy la había perdido, y una de las meneras para encontrarse era cantando, por lo que Lucy empezó a cantar y misteriosamente una serpiente se le había enrollado en su brazo, pero está no le hacía daño. Olivia al encontrar de nuevo a Lucy dió un grito al ver la víbora enrollada de su amiga.

——La llevaré en mi bolsillo por si acaso. ——Dijo, separándose de Olivia y yendo a buscar la serpiente que la mantenían en una pequeña caja.

Unas alarmas hicieron darse cuenta que la cosecha estaba a punto de empezar. Olivia suspiró y se miró última vez en el espejo. Sin embargo, Lucy Gray, era tan despistada que ni se había dado cuenta que la promesa había quedado en el aire; Olivia jamás dijo un sí.

Olivia salió de la casa y se dió cuenta que la bandada las esperaba afuera. Unos segundos pasaron y Lucy salió, saludando a sus amigos con una pequeña sonrisa.

——Les deseamos buena suerte.——Enunció la rubia con sus ojos cristalinos. Un pequeño abrazo le proporcionaron la bandada a ambas chicas.

——Y que la suerte este siempre de nuestro lado.——Suspiró la castaña, viendo a Lucy.

Todo el distrito se dirigía a la plaza, dónde se daban los nombres de los tributos, la castaña miraba los rostros de las personas, el miedo y el pánico se mezclaba entre ellos. Los agentes de la paz iban detrás de los habitantes del distrito 12, para verificar que nadie se escapara, incluso, algunos revisaban los hogares asegurándose que nadie se quede escondido. Llegando los registraron y pudieron pasar hacer filas, Lucy y Olivia no se separaron en ningún momento, después de todo, solo estaban ellas, pues la bandada ya había cumplido la mayoría de edad.

Lucy y Olivia se colocaron en la parte posterior, con mucha suerte ambas pasarían desapercibidas, pues el vestido de Lucy llevaba muchas miradas por lo colorido que era. A unos centímetros estaba Mayfair, sonriendo engreidamemte.

Lucy estaba alado de Olivia. La primera había agarrado la mano de la pelicastaña, entrelazadola. Alado de ella, había una chica cabizbaja, se le miraba que estaba a punto de desmayarse por la palidez en su piel, pequeñas lágrimas bordeaban por sus cachetes. Olivia sintió lastima, pero nada podía hacer.

El alcalde Lipp, subió a la tarima con una sonrisa de superioridad. Agarró el micrófono y primeramente dió unas palabras que realmente nadie escuchaba, solamente querían que todo se acabará. En lo que el alcalde dabas sus palabras, uno de los agente de la paz ponía la urna de cristal con los papeles que contenían el nombre de cada uno de los tributos del distrito 12, unos más que otros y eso gracias a las teselas que pedían para poder sobrevivir. Olivia, había pedido veintitres teselas. En cambio Lucy había pedido diecinueve, no eran muchas a comparación de otras personas pero todo se decidía con aquel papel.

——Primeramente, sacaré el nombre de nuestro guerrero tributo varón.——Decia, mientras metía su mano en los muchos papeles blancos. Después de unos segundos saco uno, lo abrió y leyó.——Jessup Diggs.——Anunció.

El chico paso enfrente con un lento paso, tal vez esperando que alguien se interpusieron. Desafortunadamente, nadie lo hizo.

Ahora, era el turno de las mujeres. Las femeninas estaban completamente nerviosas, incluso Olivia y Lucy. Tanto, que Lucy apretaba la mano de Olivia con mucha fuerza y la castaña no se quedan atrás, estaba nerviosa y con mucha ansiedad claro, pero podía ocultar su nerviosismo. No se podía nublar ante aquellas emociones que estaba sintiendo. Habían que controlarlas.

De nuevo, el alcalde hizo lo mismo que había hecho anteriormente, metió su mano en la urna y saco un papel. Sin rodeos, lo abrió rápidamente, emocionado por lo que vendría. Le echó un vistazo a su hija y le sonrió con superioridad. Leyó el nombre.

——Lucy Gray.

Y como si hubiesen estado en un lugar cerrado, dónde las ondas se reflejaban en una superficie y regresaban al emisor. El nombre de Lucy Gray se repetía en un eco en la cabeza de Olivia Everdeen. Todas las miradas pasaron a Lucy Gray, alejándose sorprendidos y a la vez aliviados porque sus nombres no habían salido para su muerte segura.

Olivia Everdeen no era de las personas que se derrumbaban fácilmente, o bueno, eso creía ella. Intentaba aparentarlo, pero aquella situación fue su punto débil. Miró a Lucy que estaba en un estado de shock, pero después reacciono intentando safarse de la mano de Olivia, sabía que tenía que ir enfrente. Sin embargo, el duro agarre de Olivia la impedían.

——Liv...——Intento Lucy que la soltará.——Tengo que irme.——Esas palabras hicieron que el corazón de Olivia se acelerara mucho más rápido, haciendo que negara.——¡No lo hagas! ¡Maldita sea!——Maldició Lucy, intentando empujar a Olivia, pero el agarre de la chica era mayor.——¡Recuerda la promesa!——Susurró Lucy.

——Jamás dije una afirmación.——Soltó la mano de Lucy. Sin que la contraria se diera cuenta, saco la serpiente que tenía en su bolsillo. Olivia se la guardo en uno de los bolsillos que traía su vestido y avanzo hacia el frente, intentando ser detenida por la morena de ojos ámbar.——¡Soy voluntaria!——Gritó Olivia Everdeen con toda su fuerza.——¡Me ofrezco como tributo!——Vociferó.

Toda la atención fue hacia ella, con una Lucy Gray gritando un ¡No!
Sin embargo, ya estaba hecho. Ya había dicho las palabras, no había vuelta atrás. Lucy la agarró por los hombros, volteandola bruscamente. Olivia miró los ojos ámbar de su amiga, estaban con lágrimas cayendo por sus mejillas.

——Eres estúpida. No debistes.——Le golpeó el brazo, Lucy.

——Volvere. Lo prometo.——Esta vez, si había sido una promesa. Fue lo último que Lucy Gray escucho de su mejor amiga, debido a que uno de los agente de la paz la agarro por la cintura y se la llevó como costal de papa.

El alcalde miraba la escena sorprendido. Nadie había sido voluntario en el distrito 12 y lo más sorprendente es que venía de una mujer. Olivia Everdeen, primera voluntaria del Distrito 12. Mayfair estaba enojada, su rostro la delataba.

Todo aquello había sido transmitido por todo Panem, atrayendo a la audiencia en el capitolio. Los números subian, aquello había sido un show.
La cámara enfoco a la nueva tributo que caminaba lentamente, pero segura con las miradas encima de ella.
Coriolanus Snow puedo verla, el rostro de su tributo era inexpresivo, sin emoción en ese momento.

——Nuestra nueva tributo, voluntaria del Distrito 12 es; Olivia Everdeen. ——Anunció el hombre, notablemente molesto.

Coriolanus Snow, cuando escucho su nombre observó con sorpresa, viendo a su alrededor que murmuraban. Claro estaba que Olivia Everdeen podría hacer historia, por lo que Snow sonrió por aquello, olvidando por completo que era del distrito 12 y del sexo "débil".

Olivia, saco cuidadosamente a Venne, la serpiente de su bolsillo y cuando estaba cerca de Mayfair, se acercó rápidamente y le coloco dentro de su vestido, por la espalda la serpiente de color amarillo chillante. Mayfair empezó a revolcarse por el piso, gritando desesperadamente. El alcalde gritó de la misma manera.

——¡Mi hija necesita ayuda!——Chilló el alcalde a ver a su hija tirada en el suelo, ladrando por ayuda. Olivia sonrió por lo que había hecho, sin arrepentirse. De los pliegues de su vestido, después de unos segundos que fueron eternidad para la chica, la serpiente amarilla chillante salió, perdiendose por la multitud. La chica se levantó y se dió cuenta que su vestido estaba húmedo; pis. El alcalde quiso acercarse pero al ver que venía la responsable de aquella escena estaba cerca, subiendo el último escalón para subir completamente por la tarima, una abofetada llegó haciéndola caer. Ella ni siquiera se defendió, no lo intento. Espero otro golpe, pero este no llego y vio por el rabillo de su ojo que se había llevado al alcalde cuando intento darle otra abofetada.

El silencio fue largo, Coriolanus vió desde su lugar por la pantalla bastante impresionado, pero también avergonzando porque todos los murmullos eran sobre la lastima que le tenían a él por tocarle una tributo muy tonta. Definitivamente, Coriolanus Snow no se podía sentir más humillado en ese momento. Para empezar, su tributo era del Distrito 12. Los del Distrito 12 no duraban ni tres minutos en la arena por su notable desnutrición, no tenían fuerzas y si no había fuerza no podían pelear. Aparte de eso, le había tocado no el tributo varonil, sino la chica. Coriolanus Snow, quiso salir de ahí y renunciar pero no podía, su situación no se lo permitía. Necesitaba el premio Plinth. Sin embargo, aquella chica se le notaba la desnutrición, era obvio. Los juegos se caracterizaban por la fuerza bruta y al ser una mujer y para rematar, desnutrida no podía ganar. Esos fueron sus pensamientos.

A pesar de eso, Olivia Everdeen había dejado mucho que hablar en aquella sala donde se encontraban los mentores. Todos murmuraban sobre ella.

——Olivia Everdeen.——Escucho el rubio el nombre de su tributo, llevando toda su atención a Arachne Crane.——Según dice acá que sus padres murieron por ser unos rebeldes en la primera rebelión. Claramente está que de tal palo tal astilla. Apuesto que no durará cinco minutos, está desnutrida. Hasta creo que le estoy dando más tiempo de vida.——Rió Crane. Sabía que Coriolanus Snow la estaba escuchando.

Snow sintió la necesidad de ir y abofetearla tal y como el alcalde había hecho con Olivia. Necesitaba consejos de Tigris.

Por otro lado, antes que los agentes de la Paz agarraran a Olivia y se la llevarán al tren, ella echó su última mirada a la bandada que estaba con Lucy, consolandola. Le dolía ver esa situación, su vida había cambiado complemente. Ella le sonrió a la bandada antes de que un agente de la paz la agarrar bruscamente y se la llevará dentro del tren.

Olivia Everdeen fue aventada al tren. Ese viaje sería largo y sumamente duro. Olivia observó el tren y miró el mal estado en el que estaba, incluso podía ver que los asientos estaban a nada de romperse, olía todo mal. Había un pequeño baño sin nada en el, solamente el retrete y unas ventanas que apenas daban luz. Olivia hizo una mueca, al menos se esperaba algo mejor si provenía del capitolio.

Cuando se dió cuenta que habían insectos, mosquitos y murciélagos sabía que esa noche en el tren sería horrible. Olivia se sentó alado de Jessup.

——Se que... No nos conocemos mucho y es horrible que nos hayamos conocido en estas circunstancias, espero que nos llevemos bien, al final somos compañeros de Distrito.——Comentó.

——No te preocupes.——Aclaró su garganta.——Hay muchos insectos, así que tú puedes dormir, por mi no te preocupes. Ya tendré tiempo de dormir más tarde.——Dijo. Olivia le sonrió por su amabilidad.

Al menos tendría unas horas que dormir. Y claro que lo necesitaba, no sabía lo que le esperaría en el Capitolio.

Primer capítulo de este fanfic y estoy emocionada fjskdn, espero que les guste.

La verdad, es que yo acostumbro a hacer eso, no me gustaría pero siempre (la mayoría de veces) los lectores leen mas
no votan. Realmente esos votos no cuentas mucho, solo es darles a la estrellita que les aparece abajo, ese voto nos ayuda a nosotros, los escritores a sentirnos más inspirados al escribir.

Así que; PRÓXIMO CAPITULO
10 VOTOS Y 5 COMENTARIOS.