— ¿MAMÁ? — Murmura el híbrido con algunas lágrimas amenazando por salir de sus ojos.

— Oh mi pequeño Nik — Ayla se acerca con rapidez al rubio que está en un especie de transe y lo envuelve en sus brazos con fuerza — Siento haberte dejado solo tanto tiempo, pero te prometo que no te volveré a dejar solo.

Klaus aún un tanto abrumado por todo lo que estaba pasando, corresponde el abrazo de su madre y se vuelve a sentir como un niño de cinco años, como cuando le tenía miedo a los truenos y su madre lo abrazaba.

— Ya estoy aquí, mi niño — Dice la rubia acariciado el cabello de su hijo.

Klaus cierra los ojos con fuerza y estrecha con más fuerza a su madre en sus brazos, aunque trata de no asfixiarla.

— Hola mamá — Murmura Klaus con tranquilidad y vuelve a abrir los ojos.

Sonríe levemente al ver que todo es real y se incorpora un poco, separándose de los brazos de su madre. Ayla le sonríe a su hijo y limpia algunas lágrimas traicioneras, siempre espero esté día con ansias.

Davina había salido unos minutos antes para darles privacidad.

— Creo que debemos salir antes de que el resto se altere — Dice el híbrido rodando los ojos con diversión.

Ayla suelta una risita y asiente a lo que dice su hijo, toma el brazo que le ofrece y salen de la tienda, no sin antes dejarle una pequeña cantidad de dinero a petición de Ayla por ayudarla.

— Tía Ayla — Dice Freya con una sonrisa al verlos salir.

— Oh Freya, un gustó verte de nuevo, cariño — Dice Ayla abrazando a su sobrina, la cual creyó que estaba muerta.

— ¿Ella es la tía Ayla? — Dice Kol sorprendido — ¿Como de una bellezura así salió Nik?

— Kol — Dice de malgenio el híbrido.

— ¿No abrazaras a tu tía? — Le dice la rubia mayor siendo abrazada por Rebekah.

— Si me prometes no matarme como la otra loca, si — Bromea Kol mientras se acerca a abrazarla.

Luego de algunos abrazos y palabras, decidieron regresar lo antes posible a New Orleans.

— ¿Como sabes tanto de nosotros? — Pregunta Kol.

— No estaba del todo muerta, estaba como en un coma mágico y veía todo lo que pasaba en el mundo desde una especie del otro lado, siempre estuve con ustedes desde allí.

— ¿No vas a regañar a tu hijo por dagarnos? Debes castigarlo, querida tía — Dramatiza Kol con un puchero.

— Kol, callate — Dice Klaus desde el asiento del copiloto.

Elijah iba manejando, mientras que Ayla estaba entre Kol y Rebekah en la parte del medio, y Davina junto a Freya iban en la parte de atrás.

— Luego hablaré muchas cosas con mi hijo, Kol, tu tranquilo — Dice la rubia mayor con una mirada de reproche hacia su hijo.

— Viste, Kol, no termino de reencontrarme con mi madre y por tu culpa ya me van a reprochar cosas de hace años — Se queja el híbrido.

— Dilo ahora sin llorar — Dice Rebekah con burla.

— Niños, dejen de discutir — Dice Ayla cuando ve la intenciones de su hijo de contestarle a Rebekah.

— Ayla — Dice Davina desde atrás.

— Dime, cariño.

— ¿Tu magia ahora está activa?

— La verdad no lo sé, no he intentado usarla aún, no quiero producir ningún desastre.

— Tranquila, tía Ayla, nosotras te ayudaremos — Dice Freya con una sonrisa.

El resto del camino fue acribillando a Ayla a punta de preguntas, ellas las responde amablemente aunque todos se callando cuando Klaus les pide amablemente que dejen a su madre en paz.

Algunas horas después, llegan a la mansión Mikaelson en New Orleans, la cual encuentran muy callada. Los Mikaelson se miran entre ellos y entran con rapidez.

— ¿Caroline? — Habla fuertemente Klaus.

— ¡Dante! — Llama Rebekah.

— No griten, maldición — Dice un Dante desesperado, con el cabello revuelto y el ceño fruncido.

Ayla lo miro con las cejas alzadas para luego recorrer su cuerpo con la mirada, al subir la mirada al rostro del desconocido se topó con sus ojos verdes mirandola y sus mejillas se sonrojaron, volteando la mirada con vergüenza de ser atrapada.

— ¿Que paso? ¿Donde están las niñas y Caroline? — Pregunta Klaus.

— Acabamos de dormir a las niñas, fue casi imposible, cuando una se dormía, otra lloraba, la otra se despertaba y lloraba, y la otra también lloraba — Dice con una mueca — Ya no me gustan los niños.

Murmura para dejarse caer en el sofá, segundos después Caroline con una expresión más tranquila y le da una mala mirada a Dante.

— Amor, ¿Las niñas te dieron problemas?

— Nada que no pudiéramos controlar, Dante es un dramático. Aunque te pediría que no despertarás a Hope, la acabo de dormir.

— Gracias, amor — Dice Klaus con una sonrisa.

— Griciis, imir — Se burla Kol ganándose una mala mirada de Klaus por quinta vez en la hora.

— Veo que les fue bien — Dice Dante volviéndose a levantar — Mucho gusto, usted debe ser la madre de Klaus, mi nombre es Dante Salvatore.

El Salvatore toma la mano que le ofrece la rubia y besa su mano con delicadeza, haciendo sonreír Ayla.

— Un gusto, señor Salvatore. Mi nombre es Ayla Sallow.

Dante sonríe ampliamente sin dejar de soltar la mano de la rubia mayor, lo cual no le agrado a su hijo, ni a sus sobrinos.

— Sueltala antes de que te quedes sin mano — Dice Klaus con los ojos amarillos.

Dante lo mira con el ceño fruncido y rueda los ojos, pero suelta la mano de la rubia y alza las manos en son de paz.

— ¡Niklaus! No seas grosero y presentame a tu novia.

— No es mi novia... Aún — Murmura lo último — Madre, ella es Caroline Forbes. Amor, ella es mi madre, Ayla Sallow.

— Un gusto señora Sallow — Dice la rubia menor con una pequeña sonrisa.

— Dime solo Ayla, cariño — Le dice la rubia más grande con una sonrisa amigable.

— Bueno, creo que Niklaus y nuestra tía deben hablar en privado — Dice Elijah.

— Exacto — Dice Klaus ofreciéndole su brazo a su madre — Vamos a mi oficina, madre.

Ayla toma el brazo de su hijo y lo sigue hasta la oficina de este. Al llegar, Klaus le abre la puerta a su madre y le ofrece sentarse en el sofá.

— La última vez que te vi tenías siete años, ahora eres hasta padre — Dice Ayla acariciando la mejilla de su hijo.

— Así es, debes conocer a tu nieta, es una preciosura — Dice Klaus con una sonrisa — ¿Sabes? Ahora que lo pienso bien, tanta belleza no podía venir de Esther — Bromea Klaus.

Ayla suelta una risita y mira a su hijo con cansancio, esto de despertar luego de más de 1000 años te agota en muchos sentidos.

— ¿Quieres ir a descansar? Ya es tarde y fueron varias horas de viaje.

— La verdad es que si, hijo, me gustaría tomar una ducha e ir a dormir en una cama.

— Entonces vamos, mañana podemos seguir hablando y te presentaré a Hope.

Klaus guía a su madre a una habitación desocupada cerca de la suya y la deja entrar.

— Luego podrás decorarla como gustes, ahora descanse y yo iré a traerte algo de ropa, en el baño encontrarás toallas, te dejare las cosas encima de la cama.

— Gracias, mi niño — Dice Ayla abrazando a Klaus — Buenas noches, Nik, gracias por darme una segunda oportunidad.

— No fue tu culpa nada de lo que pasó, mamá, no agradezcas — Dice Klaus correspondiendo el abrazo — Buenas noches madre.

Luego de que madre e hijo se despidieran, Ayla entro al baño y se despojo de su ropa vieja y entró a la ducha. Mientras el agua de la ducha le caía sobre la cabeza, su mente estaba pensando en todo lo que ha pasado estos últimos siglos.

Un rato después, sale de la ducha envolviendose en una toalla y saliendo del baño, encontrando algunas prendas de vestir, las cuales su hijo le dio.

Luego de vestirse y cepillar su cabello, se recostó en la cama y su mirada quedo pegada en el techo, recordando a su pequeño hijo de siete años jugando con sus primos, la última vez que lo vio.

Poco a poco sus ojos se fueron cerrando hasta caer en un profundo, pero corto, sueño.

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Buenasss mi pipol.

¿Les gustó el capítulo?

Ya empezamos la interacción de Dante con Ayla y ya vimos a Nik celando a su madre jsjsjsj.

En el próximo capítulo sabremos más cosas de Ayla.

Hasta la próxima. 👑