Pov. Hoseok

"- Lo hecho esta hecho. Taehyung esta enfermo y ahora estas a salvo. Te mantendré a salvo. Nunca te tocará de nuevo. Me aseguraré de que se mantenga alejado de ti."

Las palabras de la tía Hyuna no dejan de resonar en mi cabeza. Crueles y eternas. Ha intentado consolarme durante horas, pero quiero estar solo. En el espacio de Taehyung. Me puse su sudadera favorita, estoy recostado en el suelo abrazando una foto de mi familia, llorando por lo injusto que es todo.

Cada. Uno. De. Ellos.

Todos alejados de mi.

La tía Hyuna baja a cada momento para asegurarse de que este bien e intenta hacerme comer y beber. No puedo responderle. No puedo mirarla. Todo en lo que puedo pensar es en que hice para estar pasando por esto.

Yo era feliz.

Todo el dolor y tormento de amar a mi hermano cuando se suponia que no debía hacerlo, había terminado.

Porque él me amaba también.

Ya no tenía que ocultarme en la oscuridad de mi mente.

Él estaba ahí para encontrarme. Para sostenerme. Para besarme y hacerme el amor.

Pero ahora ya no esta.

"- Lo hecho esta hecho. Taehyung esta enfermo y ahora estas a salvo. Te mantendré a salvo. Nunca te tocará de nuevo. Me aseguraré de que se mantenga alejado de ti."

Pero qué es la vida sin Taehyung en ella?

Puedo soportar estar en la oscuridad nuevamente? Puedo soportar la manera en la que mi corazón sangra por alguien que me es prohibido?

Dos almas luchando por estar juntas, y el destino moviendo los hilos para que no lo estén.

El destino es una perra.

Una perra peor que la tía Jessica.

Si mamá estuviera aquí, estaría furiosa. No estaba bromeando cuando le dije a Taehyung que mamá lo hubiera golpeado con su bate de baseball si hubiera sabido de lo nuestro. Pero ella siempre protegía a sus hijos. Nos amaba ferozmente. Creo que ella hubiera intentado entendernos. Papá hubiera sido él que la hubiera hecho entender.

Ellos no me hubieran alejado de la otra mitad de mi corazón.

Mis padres hubieran encontrado una manera de hacernos funcionar como familia. Así como siempre encontraban la manera de pagar el baseball y las cuentas médicas. Eran trabajadores y protectores.

Siento un dolor como nunca lo había sentido antes, que hace que mi estómago se retuerza violentamente. Hace unas horas vomité el pastel de graduación.

Todo lo que puedo hacer es temblar, llorar y rogar.

"- Nunca te tocará nuevamente. Me aseguraré de que se mantenga alejado de ti."

Pensar en Taehyung encarcelado hace trizas mi corazón. Alguien tan hermoso y lleno de amor no merece algo así. Es injusto.

La tía Hyuna regresa y se va nuevamente, sus ojos iguales a los de mamá, llenos de preocupación, mientras intenta hacerme aunque sea ir a la cama. Aunque sea comer pan tostado. Aunque sea tomar un té.

Todo lo que puedo hacer es verla con mi mirada vacía.

Mis lágrimas parecen no tener fin.

No dejan de caer y caer y caer.

Y caer.

- Mami. - Sollozo, mi dedo delineando su rostro en el cristal de la fotografía. - Papi.

Cuando veo la sonrisa feliz de mi hermano, la grieta que ha estado intentando partir mi corazón finalmente lo logra. Estoy partido en dos, mi alma desangrandose y mojando la alfombra.

"- Me aseguraré de que se mantenga alejado de ti."

El dolor es demasiado. Nunca me voy a poder recuperar de esto. Nunca voy a poder superarlo. Él es mi amor verdadero y no me importa una mierda la sociedad. Malditos hipócritas. La gente miente y engaña a sus parejas. Abusan de niños. Evaden impuestos. Dicen estar en bancarrota para no pagar sus deudas. Golpean a los que dicen amar. Son crueles.

Pero no pueden soportar esto?

Unos hermanos que se aman con locura.

Enfermos y sanados por ellos mismos.

Sin lastimar a una sola persona.

Encuentran esto- nosotros- como la escoria de la humanidad que no pueden soportar? Hacen leyes como las de Montana que nos podrían dejar cien años en prisión, y porqué? Por amarnos?

Que se jodan.

Malditos hipócritas.

Mentirosos y abusadores.

Una masa de hipócritas que dicen que nuestros amor esta mal y es asqueroso.

Que se jodan!

Me levanto con piernas temblorosas y tiro una torre de cajas. Quiero destruir todo. Esta casa. Este mundo. Todos los que lo habitan.

Los odio.

Los odio por hablar de amor pero odiarlo cuando lo ven.

Si este mundo no me deja tener a la única persona que me mantiene con vida, entonces no quiero estar aquí.

"- Por qué nuestra historia de amor tiene que ser una tragedia?"

"- La historia de mamá y papá lo fue. Todas las buenas historias de amor lo son."

"- La nuestra no, bebé. La nuestra no lo será."

"- Lo prometes?"

"- Lo prometo."

Taehyung. Lamento que no hayamos ganado. Lamento que nuestra historia de amor también fuera una tragedia."

Hincandome, sollozo mientras abro la cajita rectangular de madera. Si mamá estuviera aquí, me abrazaría y me prometería que todo estará bien. Sus palabras siempre me sanaban de alguna manera. De la misma manera en que las de Taehyung lo hacen.

Lo hacían.

Él ya no esta.

"- Me aseguraré de que se mantenga alejado de ti."

Novecientos dolares de metal reluciente bajo la luz. Me llama. Me revela la respuesta.

"- Por qué nuestra historia de amor tiene que ser una tragedia?"

"- Todas las buenas historias de amor lo son."

Filosa. Brillante. Una camino para salir de este sufrimiento.

Levanto la tijera y la observo. Deslizo mi índice y pulgar por los orificios y me familiarizo con su peso.

Snap. Snap. Snap.

Recuerdo vividamente haber visitado a mamá en el salón, cuando cortaba el cabello de sus clientes, haciéndolos pasar de desordenados a estilizados en momentos. Tomaba algo desordenado y lo volvía hermoso.

Deslizando mi pulgar por el filo de la tijera, jadeo. Escarlata empieza a salir de mi pulgar y me hipnotiza la manera en la que cae a mis muslos desnudos. Muslos que hace unas horas estaban enredados alrededor de Taehyung.

Dejo las tijeras en el suelo y levanto mis mangas hasta mis codos. Mis brazos estan pálidos, puedo ver mis venas azuladas bajo mi piel. Es así de fácil?

Dolerá.

Pero mi alma ya duele.

Cualquier cosa es mejor que esto.

Tomo las tijeras nuevamente, esta vez tomándolas abiertas, mi palma encajandose en el filo. Me arde, pero no es el peor dolor del mundo. Presiono la punta en mi muñeca. No abre mi piel, pero cuando la deslizo a lo largo, mi piel se abre.

Me mantengo quieto, mirando fijamente la sangre carmín que brota de mi brazo.

Eso no dolió.

No, lo único que duele es saber que nunca veré a Taehyung nuevamente.

Eso si que duele.

Mis manos comienzan a temblar y mis lágrimas caen mas fuerte. Con manos torpes, tomo las tijeras con la otra mano. Esta vez la punta, abre mi piel inmediatamente. Un dolor abrasador me llena mientras el metal abre mi piel. Pero no lo odio. Agradezco el dolor. Me hipnotiza la sangre.

Me recuerda a cuando Taehyung rasuró mis piernas. Cuando accidentalmente cortó mi rodilla. Cuando puso sus labios sobre mi piel y me dio esperanzas. Esperanzas de un futuro y felicidad. Ese pequeño momento fue una como una semillita que creció dentro de mi. Cuidada solamente por él. Creció, creció y creció, hasta que floreció. Amor. Floreció en un amor eterno. Y luego ellos lo cortaron.

Cortaron ese esperanzador, fuerte y cegador amor, lo cortaron y lo aplastaron.

Morí en el momento que lo alejaron de mi.

Me empieza a dar sueño. Pero no quiero dormir. Quiero seguir mirando la sangre que pinta mis muslos y la alfombra. Me gusta porque me recuerda a esa noche en el baño. Quiero pensar en Taehyung y él dentro de mi.

Besándonos y tocandonos.

No estamos enfermos. No estamos mal.

Es amor.

Mi cabeza golpea la alfombra con un ruido seco y tengo problemas manteniendo mis ojos abiertos.

Dormiré ahora.

Qué haz hecho? Dice él, hincado junto a mi. No es real. Él no esta aquí. Se lo han llevado lejos de mi. Es lo que la tía Hyuna dijo. - Estoy aquí.- Gruñe.

Parpadeando hacia él, sonrío. - Creo que estoy muriendo.

Sus perfectos labios me bañan en besos. Dulces y adoradores. Tan Taehyung. - No estas muriendo.

Levanto mi brazo ensangrentado. La abertura se ve horrible. Abierta y sangrante. Él intenta mantenerla cerrada. Taehyung, mi fuerte y hermoso hermano, no puede cerrarla. Ya es demasiado tarde.

- Todas las buenas historias de amor acaban en tragedia.- Le digo.

- Se supone que la nuestra no lo sería.

Él sostiene las tijeras, brillantes con mi sangre. - Muestrame cómo.- Dice él.

Deslizo un dedo tembloroso por su antebrazo. - Ahí.

Juntos, miramos como él abre su piel. Taehyung tampoco quiere estar solo. Quiere estar conmigo.

Enfermos. Enfermos. Enfermos.

Juntos, estamos sanados.

Él corta su otro brazo y sangra. Me abraza hacia él y me sostiene cerca. Besa mi cabeza y me promete que nuestro amor no terminará aquí.

Un amor como el nuestro trasciende.

Nuestro amor es muy poderoso como para existir en un lugar como este.

- No somos una tragedia.- Taehyung dice, su voz adormilada.

Beso. Beso. Beso.

Nuestras bocas se tocan, como nuestros cuerpos ya no pueden.

- Miranos. Somos una tragedia.- Me río, pero nadie me escucha. Nadie, mas que Taehyung. Como siempre.

- No.- Su voz es poderosa, incluso cuando se esta desvaneciendo. - Somos un felices para siempre. Solo que uno muy complicado.