
𝟬𝟮𝟯
Pov. Taehyung
Me desconecto cuando soy llevado a la comisaría local. Mis pensamientos girando alrededor de él. HoseokHoseokHoseok. Estará bien? Estará llorando? Mierda. Estoy lleno de cardenales y todo duele, pero me duele más el corazón.
No me pueden enjuiciar.
No puedo estar lejos de él.
— Una llamada.— Dice el oficial.
Parpadeando mi ensoñación, lo sigo al teléfono. Con las manos temblorosas marco un número teléfonico que tengo memorizado desde que era un adolescente.
— Hola?
— Jungkook, soy yo, Taehyung.
— Taehyung? Porqué estas llamando tan tarde?
— Necesito ayuda. Necesito que vayas por Hoseok y lo mantengas a salvo. Cuida de él.
— Por qué? Dónde estás? Qué sucedió?
Dejo salir un suspiro. — Estoy en la cárcel por-
— No digas nada más.— Me interrumpe. — Aquí, habla con papá.
— Hola? — Saluda una voz adormilada.
— Sr. Jeon. —Pauso. — Estoy en prisión.
— Mierda, Taehyung. Qué ocurrió? De hecho, no digas nada hasta que llegue ahí a representarte.— Escucho movimiento del otro lado de la línea. — Diles que tu abogado va en camino.
— Solo necesito que Jungkook cheque a mi hermano, no creo que-
— No digas nada más, hijo. No digas nada más.
Asiento, me ahoga el sentimiento. — Gracias.
Él cuelga y mi corazón se siente pesado. Hoseok no se va a tomar esto nada bien. Necesito que Jungkook vaya a asegurarse de que esta bien.
Mi mente esta nublada, no es hasta que un oficial cierra la celda temporal en la que estoy, que soy consciente de la situación. Sucedió. No importa todo lo que nos esforzamos, todo lo que intentaba separarnos nos venció.
Ganaron.
Y nosotros lo perdimos todo.
☽
"Sus gritos de angustia, me desgarran. Atraviesan las delgadas paredes que separan nuestras habitaciones y llegan hasta mi alma.
Estan muertos. Estan muertos. Maldita sea, estan muertos.
He estado en casa solo un par de horas, pero es suficiente para darme cuenta de que Hoseok me necesita. Perdimos a nuestros padres. Seok ya era frágil y estaba quebrado. Ahora será mi responsabilidad cuidar de él, porque mamá y papá ya no podran hacerlo.
Pienso en esos tiempos cuando su depresión empeoró cuando llegó a la pubertad. Mamá y papá siempre hacian lo que podían para consolarlo. Muchas veces, él lloraba en su cama en las noches- siempre me molestaba. Mirando atrás, me doy cuenta de que era yo él que estaba equivocado. En mi vida de mierda donde tenía a todos convencidos de que tenía un plan de vida y un futuro, nada vive dentro de mi. Estoy vacío.
Hoseok no esta vacío.
Él esta lleno con más emociones de las que un humano puede soportar. Dentro de él, viven la tristeza, la rabia y la desolación. Debería de haber estado lleno de felicidad, pero parece ser una emoción que huye de los Kim.
Mamá y papá eran nuestra felicidad.
En los momentos en los que sentía que la presión era demasiada, todo lo que necesitaba era una llamada de apoyo y soporte de mamá. Un mensaje de dos palabras de papá que significaba todo. Ellos no eran ricos como el tío Dawn y la tía Hyuna, pero mis padres hicieron todo por nosotros. Su mundo entero existía para darnos no sólo un buen y seguro hogar y estilo de vida, sino también amor incondicional.
Los sollozos de Hoseok se hacen más fuertes.
Thump. Thump. Thump.
Algo muy profundo dentro de mi parece despertar de un sueño.
Ve por él. Hazlo feliz. Es tu deber.
Salgo de la cama, alarmado por la manera en que mi pecho palpita y mis huesos tiemblan. La abrumadora necesidad de consolarlo y mostrarle que no estamos solos pulsa a través de mi. Saliendo de mi habitación, silenciosamente llego a la suya, teniendo cuidado de no despertar a nuestra tía, que esta durmiendo en la sala. Entro a la habitación de mi hermano y cierro la puerta atrás de mi.
— Hoseok.
Su nombre apenas y es un susurro, pero es poderoso. Tiene la habilidad de cambiar sus sollozos a lloriqueos. Sus maldiciones a Dios en oraciones para que yo lo sostenga.
Ahora tengo un propósito como nunca antes.
Jungkook. Baseball. Universidad.
Nada de eso me ha hecho sentir como este momento.
Levanto las sábanas y él se mueve para hacerme espacio. Una vez que me deslizo dentro de las sábanas, él me aruña desesperado. Acercandolo a mi cuerpo, lo resguardo en mi pecho desnudo. Su cabello huele a lavanda, un aroma relajante- muy diferente a los productos carisimos de cabello que usa Jungkook y a los cuales me había acostumbrado. Inhalo a mi hermano y dibujo círculos con la punta de mis dedos a lo largo de su espalda. Sus lágrimas mojan mi cuello y pecho, pero cada vez son menos.
Me toca a mi curarlo.
Es algo que puedo hacer.
Él se acomoda y su respiración se hace pausada. El orgullo llega a mi como un trueno. Beso su cabello y lo abrazo más fuerte. En mis brazos, él no se siente como mi hermano. Él se siente como un pequeño pedazo de corazón que quedó de los Kim. Mi corazón no se siente muy grande ahora que mis padres no están. Pero juntos, podemos ser algo. Podemos sobrevivir y ser felices. Lo sé.
Su cuerpo se siente tan frágil. No quiero separarme de él, así que lo sostengo tan cerca como puedo, besando su cabello una y otra vez. Estamos pegados él uno al otro, nuestros cuerpos tocandose en partes que nunca antes lo habían hecho, y se siente bien. He sido un cabrón egoísta, manteniendo la distancia con mi hermano. Todo este tiempo, pudimos haber ganado fortaleza él uno del otro. Pude haber sentido paz cuando sentía que mi vida no tenía sentido, todo lo que tenía que hacer era sostener a Hoseok entre mis brazos.
Mientras su respiración se nivela y el sueño lo atrapa, soy consciente de cómo mi hermano ha crecido y se a convertido en un hombre. Tendrá dieciocho en unos cuantos meses. Es extraño abrazarlo de una manera tan íntima. Me hace darme cuenta de que su cuerpo no es muy diferente al de Jungkook, en el sentido de que son hombres adultos. Su amplio pecho esta contra el mío. Piernas largas, delgadas y suaves enredadas con las mías bajo las sábanas. Nuestas pelvis encajadas perfectamente, poniendo en alerta a mi miembro. Todo un hombre.
Me torturan imágenes de Hoseok saliendo con chicos.
Él no necesita a nadie en este estado tan frágil.
Hoseok solo me necesita a mi abrazandolo. Eso es todo lo que necesitará.
Mi palma encuentra su trasero vestido con shorts, y lo acerco más a mi. Imágenes rápidas y sucias llenan mi mente, y por un momento me distraigo del dolor que sentía momentos atrás. Mientras caigo en un sueño, me permito pensar en esas imágenes. Culpo a mí luto por esos pensamientos de cómo se sentirían nuestros cuerpos juntos y desnudos. Nos sentiriamos completos?
Mi polla piensa que si. Estoy agradecido de que este dormido y no se de cuenta de mi excitación. Estoy mareado y confundido por mi reacción fisiológica a él, combinado con el camino peligroso por el que mi mente se ha ido. Ento es lo que pasa cuando alguien pierde a dos personas que amabas? Se vuelven locos?
— Estoy enfermo. — Sus palabras son adormiladas y apenas un susurro. Se pone tenso cuando despierta completamente.
Aprieto su trasero y tallo mi longitud en su abdomen, solo una vez, murmurandole suaves palabras de seguridad. Su cuerpo se relaja nuevamente entre mis brazos. Mañana, voy a culpar a mi curiosidad, a la necesidad de contacto durante mi duelo, pero esta noche ayuda a que mi mundo no sea tan oscuro.
Buscando su oreja entre su cabello, susurro. — Soy tu cura.
Él tiembla y me abraza más fuerte.
Soy su cura. "
☽
— Soy tu abogado. — Dice el Sr. Jeon — Todo lo que me digas es información importante. Dime todos los detalles, incluso los que te avergüenzan.
Así que ya sabe.
— Nos peleamos a golpes porque nos acusaron a mi hermano y a mi de incesto. — No despego mi vista de la mesa vieja y sucia.
— Acusar? Eran las acusaciones ciertas?
Mi corazón se hunde. Si él lo sabe, Jungkook lo sabrá. Todos lo sabrán. — No — Manteniendo mi promesa a Hoseok, levanto mi vista de la mesa y veo al Sr. Jeon directamente. — Peleé con mi tío. Eso no lo puedo negar, pero las cosas de las que me estan acusando son falsas.
Sus ojos que son identicos a los de Jungkook cuando no usa lentillas, se abren sorprendidos. — Esta bien.
— Perdimos a nuestros padres y pasamos mucho tiempo consolandonos. Pero acusarnos de dormir juntos, es malditamente ridículo. — Le digo cortante.
Él levanta ambas manos en defensa, aunque puedo ver el alivio en su mirada. — Te creo. En este punto, solo estamos esperando a que caiga la demanda. Estabas en su hogar, y no podemos declarar defensa propia en la casa de alguien más. Pero considerando que esta es tu única ofensa, no te haran nada mas que amonestarte.
Aprieto mis dientes. — Y sus acusaciones?
— Si hubiera pruebas, que no las hay porque nunca pasó, cualquier juez con dos dedos de frente no tomaría el caso. Los rumores no tienen validez en la corte. — En frunce el entrecejo. — Aunque, si presentaran algunas pruebas o testigos...— Él guarda silencio un momento. — Podrían pasar un tiempo en la cárcel. Ambos.
Namjoon.
Mierda.
Él podría hundirnos con solo expresar sus acusaciones.
— No hay testigos. — Le miento. — No hay pruebas.
— Excelente.
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