Pov. Taehyung

3 semanas después

— El entrenador estaba furioso. — Dice Namjoon saliendo del baño de la habitación de hotel que estamos compartiendo, una toalla enredada en su cintura.

Me quejo y tallo mi cara en frustración. — La cagué. Lo haré mejor el próximo fin de semana.

Tira su toalla sin importarle que vea su trasero y busca algo que ponerse en su maleta. Una vez que se pone unos pantalones se gira a verme con una mirada seria. Namjoon rara vez se pone serio conmigo. — Creo que te va a bancar.

De pronto me siento irritado. — Puede bancarme todo lo que jodidamente quiera.

— O.. — Dice él poniéndose una camiseta. — Podrías sacar la cabeza del culo y empezar a jugar bien nuevamente.

Se retira nuevamente al baño, probablemente a peinar su cabello. Yo tome una ducha pero solo me puse unos pants, no importa cuanto me presione Namjoon, no saldré.

Él juego fue una maldita pesadilla. No pude cachar nada y mucho menos conseguir al menos un hit. Todo en lo que podía pensar era en él.

Mi hermano.

Hoseok me había enviado un mensaje antes del juego contándome que unos chicos de su escuela lo habían invitado a una fiesta.

Él no quería ir pero la tía Hyuna, sorprendentemente, le urgió salir a socializar. Me recuesto en las almohadas y leo su último mensaje.

Hoseok: Yoongi esta aquí.

Los celos se apoderan de mi cuando pienso en él chico de la fiesta del pueblo. No me gustó la manera en la que Yoongi veía a Hoseok. Como si lo deseara. Hoseok no es de él.

Es mío.

Pero no lo es. No puede serlo. Que la tía Hyuna casi nos descubriera fue suficiente para asustarme. Perdí la cabeza y casi me follo a mi hermano. Mi miembro se estremece con el recuerdo.

Su mano era tan suave enredada en mi falo. Todavía pienso en su pequeño pezón entre mis dientes cuando me masturba en la ducha. La verdad es, que no me puedo sacar esa noche de la mente.

Estoy intentando ser razonable y hacer lo correcto. Porque no solo seríamos parias sociales, también seríamos criminales.

Maldito Missouri.

Saco la laptop de mi maleta y abro la página donde aprendí que podríamos ir 4 años a prisión por cometer incesto. Porque eso es. Incesto. Es injusto que una violación te dé sólo un año más de prisión que el enamorarte de tu hermano.

Lo que Hoseok y yo hacemos es consensuado. Seguro. No lastima a nadie. Además, según el sitio web, él ya tiene edad legal para dar consentimiento. Solo nació con el apellido equivocado. El mismo apellido. Y él mismo maldito maquillaje genético.

Dando click en Arkansas, porque todos hacen bromas de que ahí cogen entre primos, me encuentro con que sus leyes no son tan diferentes a las nuestras.

De Arkansas paso a Kansas y Mississippi, encontrándome con lo mismo. Oklahoma tiene de los sentencias más ligeras, pero cuando soy click en Montana, me enfurezco.

— Cadena perpetua o 100 años de prisión? Están bromeando? — Rujo y caso lanzo mi laptop al suelo de la habitación.

Namjoon sale del baño y lee la pantalla antes de que tenga tiempo de cerrarla. — ¿Leyes de incesto? ¿Que carajos, Taehyung?

— Estoy investigando para un trabajo de la clase del profesor Ritter.— Miento, aún estoy furioso. — No puedes casarte con tu primo sin pasar el resto de tu vida en la cárcel pero, de acuerdo con las leyes de Montana, solo te dan 10 años de prisión por hacer pornografia infantil. ¿Que clase de leyes pendejas son esas?

Namjoon se ríe. El muy cabrón se ríe. — No lo sé, Kim. Cogerte a tu primo es una mierda muy enferma. Si alguien es así de asqueroso merece pudrirse en la cárcel. No los necesitamos arruinando el acervo genético y trayendo retrasados a este mundo. Ya tenemos suficientes descerebrados en este país.

Lo miro duramente. — Para mí solo es mierda de la sociedad moralista.

— De todas maneras es asqueroso. Ritter es un idiota por hacerlos investigar sobre esa mierda. Si necesitas un ejemplo, envíales una foto de Scottie Brown. Ese tipo se ve retrasado. De seguro su madre follo con su hermano, nadie es así de estúpido sin tener algo raro en el acervo genético.

A pesar de lo que dice Namjoon, nuestro segunda base no es estúpido. De hecho es mejor jugador que Nam.

— No hay pruebas de que follarte a tu hermano te haga que tengas hijos con discapacidades. — Le respondo con los dientes apretados.

Él se encoge de hombros y camina al baño para terminar de arreglarse. — Eso es sorprendente. Pero de seguro haría hijos feos.

— ¿Por qué dices eso?

Se asoma desde el baño para dirigirme una mirada de asco. — Cualquier niño que nazca de esa mierda será goleado por el resto de su patética vida. Que te rompan la nariz más de una vez porque a tu mamá le gusta cogerse a su hermano, te hará eventualmente feo.— Termina en el baño y sale a tomar su billetera.

— ¿No vendrás esta noche? Conocí a un par de chicas lindas en el lobby. Irene y Yeri. Seré un buen mejor amigo y te dejaré elegir. — Sube y baja las cejas traviesamente.

— Si no paso esta clase el entrenador en verdad me sacará del equipo. Saldré para la próxima.— Murmuro mientras cierro mi laptop.

Toma su tarjeta para abrir la puerta y sacude la cabeza. — Tu te lo pierdes, hombre. Pero cuando las traiga a ambas de regreso, te quedaras en tu cama. No compartiré.

— Entendido.— Murmuro.

En cuanto se va le mando un mensaje a Hoseok.

Yo: No me agrada ese tipo. Cuidate.

Veo que esta escribiendo un mensaje mientras me estiro en la cama.

Hoseok: Es agradable. Le di dinero para que me hiciera una identificación falsa.

Yo: Para qué diablos necesitas una identificación falsa?

Hoseok: Para poder ir a bares contigo una vez que me mude de este infierno.

Me relajo con su respuesta. La idea de Hoseok saliendo con Yoongi me enfurece. Pero la idea de Hoseok saliendo conmigo a bares me gusta.

Yo: Mientras prometas solo salir conmigo, pequeño.

Hoseok: No podría soñar salir con alguien más.

Y aquí es cuando se pone dura la cosa. Literal. Estoy imaginando una noche de tomar y bailar en clubs. Frotarme contra él mientras bailamos. Arrastrarlo hacia una esquina oscura, bajar sus pantalones y follarme a mi dulce hermano contra la sucia pared de un club.

Deslizo mi mano dentro de mis pants y empuño mi adolorido miembro. Con mi mano libre le respondo a Hoseok.

Yo: Te extraño. Tres semanas son demasiado largas.

Hoseok: Si la tía Hyuna fuera tan amable de quitarme sus garras de encima, conduciría a tu escuela para verte una vez que terminaras de viajar.

Imaginarme a Hoseok en mi habitación me pone caliente, pero después estoy instantáneamente molesto imaginando a Namjoon coqueteando con él. Lo conozco. Él intentaría follarselo y yo tendría que jodermelo a golpes a él.

Yo: Llamame cuando llegues a casa. Tuve un mal día.

Mi teléfono suena y me río.

— ¿Si?

— ¿Qué sucede? — Su voz suena sin aliento y preocupada. Hace que mi miembro se estremezca en mi mano.

— Jugué de la mierda. El entrenador está enojado conmigo.

— Oh, Taehyung.— Murmura. Alguien le dice algo y él responde que tiene que tomar una llamada importante. La música se vuelve más baja y escucho una puerta cerrarse. — Mucho mejor. Esta fiesta es aburrida de todas maneras. Prefiero hablar contigo. Dime que pasó.

Le cuento cada jugada que cagué y él me escucha en silencio.

— Y después estaba investigando sobre algo...— Dejo de hablar. — Solo me puso de mal humor.

— Así que quisiste escuchar mi voz para levantarte el ánimo? — Esta jugando conmigo.

— Es la única voz que me puede levantar el ánimo.

— ¿Cómo están Jungkook y tú?

Mi miembro se suaviza completamente en mi mano y me quejo. — Hablamos por aquí y por allá. Salió en una cita con un tipo llamado Yugyeom.

Hoseok se ríe. — Ew. Te contó sobre su cita?

— Creo que intentaba ponerme celoso. — Admito.

— ¿Lo estabas?

— Debería. Debería estar intentando reparar lo que rompí.

— ¿Pero...? — Me alienta a seguir.

Normalmente cambiaría de tema y hablaría de cosas más simples. Desde esa noche en la que le dije que no podíamos estar juntos como ambos obviamente lo queríamos, me he estado volviendo loco. Exactamente en lo que se supone no debo pensar, es en todo en lo que puedo pensar. Me tuvo tan distraído en el juego que la cagué e hice enojar a mi entrenador.

— Piensas mucho en esa noche?

Hoseok deja salir un aliento desgarrado. — Todo el tiempo.

— Yo también.

El silencio llena el aire durante una larga pausa.

— Lo quería, Tae. Quería tener sexo contigo.

— Yo también lo quería.— Susurro.

— Todavía lo quiero.

— No podemos. — Le digo intentando que mi voz suene firme, pero se me quebra al final.

— Desearía que pudiéramos. Podría hacer que Yoongi tome mi virginidad, pero no lo amo. Él probablemente-

Exploto de furia. — No vas a coger con Yoongi. — Le grito. — Nunca, Hoseok, Entendido?

— Okay. — Acepta suavemente. — Esa noche, tu y yo nos sentimos tan bien. Cómo puede algo que se siente tan bien ser considerado malo? Por qué a la gente le importa a quien amamos? No estamos lastimando a nadie.

— No es tan simple. — Gimoteo, cerrando mis ojos. Acaricio mi pene intentando imitar la manera en que la Hoseok lo hizo. — Todo es tan complicado.

— Me estoy tocando, Tae.— Murmura. — El solo hablar contigo... Me pone tan...— Se le escapa un suave gemido y me miembro se sacude en mi puño.

— Maldita sea, bebé. No me hagas esto.

— Nadie tiene porque saberlo.

Nadie tiene porque saberlo.

— Esta tu puntita mojada? — Casi no escucho mis palabras.

— S-Si..

— Solo un poquito o estas mojando tu ropa interior?

Él gime de nuevo. — Ahora que me estoy tocando a través de mi ropa interior, puedo sentir lo mojado en la tela. Desearía que estuvieras aquí tocandome.

— Jesús, yo también lo deseo.

— También te estas tocando a ti mismo?"

— Estoy cogiendo mi puño deseando que fuera el tuyo. — Mi voz suena baja y grave.

— Desearía probarte. Desearía tenerte. Solo una vez, Taehyung. Tal vez no me sentiría tan enfermo, tal vez tu podrías curarme.

Sigo bombeando mi pene y me tenso mientras se acerca mi orgasmo. — Sí alguna vez cruzamos esa línea, no habría manera de regresar. No sanariamos. La enfermedad sería peor. Apenas y puedo pensar en algo que no seas tú en estos momentos. Si alguna vez te tuviera de verdad, me volvería obsesivo.

Un sonido frustrado sale de él. — Esto es una tortura, maldita sea! No es justo.

— Shhh — Le digo en un tono tranquilizante. — Alguien te puede escuchar. Solo somos nosotros en este momento.

— No estamos haciendo nada malo.

Pero si estamos. Y es muy malo. Y lo que queremos hacer es peor.

— Quítate la ropa interior. — Le ordeno, desesperado por tener este momento con él. Mañana podemos seguir manteniendonos alejados, pero esta noche, quiero esto. — Sí no puedo tocarte, quiero que tu lo hagas por mi. Quiero que me digas cada cosa que sientas, Hoseok, porque me volveré loco sin saber. Quiero que metas tus dedos en tu boquita húmeda y los mojes muy bien, después lleva tu dedo a tu apretado trasero, quiero que estés bien mojado y quiero que te pruebes a ti mismo, cuán dulce sabes. Necesito saber a qué sabe esa fruta prohibida. Por favor.

Suelta un jadeo y después un pequeño gemido. Mi verga duele en mi puño. Cierro mis ojos e imagino sus labios perfectos haciendo un puchero. Me imagino que se sentirá acariciar su suave labio inferior con la punta de mi pene. Sacaría su lengua para lamerme? Me llevaría hasta su garganta?

— Carajo.— Maldigo. — Mierda..

— Ya estoy bien mojado. — Susurra Hoseok.— Cuando me tocó a mí mismo normalmente uso lubricante.

— Pero en este momento estás tan exitado pensando en mí tocandome pensando en ti, que no te importa, verdad? — Mis palabras suenan apretadas y graves.

— Si, estoy muy exitado.

— Cuántos dedos tienen en tu culo, Hoseok?

— Uno.

— Nunca podré meter mi gruesa verga en ti, bebé, pero quiero que sepas como se sentiría. Pon otro dedo adentro y dime como se siente. — Ordeno, mis bolas se sienten pesadas con la urgencia de venirme.

— Apretado.— Él suelta el aliento.—Tengo que usar... Um... los jugos para poder resbalar mis dedos adentro.

Jodeme.

— Ya están adentro?

— Si."

— Haz lo mismo con un tercer dedo. Mi verga es mucho más grande que tus dedos, pequeño. Pero puedes pretender que soy yo, verdad?

— No quiero pretender.— Puedo escuchar el puchero en su voz, me hace reír.

— Yo tampoco quiero. Ahora dime, cómo se siente?

Hoseok respira pesado. — Como si fuera demasiado pero no suficiente. Quiero... Necesito...— Su respiración se atora y sé que está cerca.

— Si estuviera ahí, lamería tu dulce culo hasta que gritaras. Esos jugos que caen de tus dedos no serían un problema. Yo los dejaría limpios con mi boca.

— Taehyung.— Gime. — Te necesito.

— Yo también te necesito, pero no puede suceder. Quedate conmigo. Juega a esto conmigo, por favor.

— Okay.

— Ponme en altavoz para poder escucharte.

Escucho movimiento y después me dice que ya lo hizo.

— Ahora.— Lo instruyo. — Usa tu otra mano para tocar tu pene. Quiero que acaricies la punta e imagines que es mi lengua, okay?

— Eso se siente muy bien.— Respira.

— Yo lo haría mucho mejor, bebé. Mucho mejor. Pero esto es todo lo que tenemos. Quiero que lo sigas haciendo, hasta que me digas que te has venido. Estoy aquí al borde, en el momento en que termines, me vendré sobre mi abdomen. Si estuvieras aquí haría que limpiaras mi pene y abdomen con la lengua y -

— Me vengo. — Grita.

Los sonidos que deja salir son tan eroticos que me lleva al limite. Cierro mis ojos imaginando 3 dedos dentro de él haciendo un desastre con su venida. Con eso basta para que me venga en grandes chorros que llegan a mi pecho. Mantengo mis ojos cerrados por un momento, imaginando su dulce lengua roja recogiendo los chorros de semen en mi cuerpo. Mi pene se sacude por la imagen.

Cuando Hoseok explota en llanto, abro mis ojos sacudiendome del estupor.

— ¿Qué sucede? — Demando saber, pánico formándose dentro de mi. —Yo...? Te arrepientes...?

— Q-Qué? No.— Sigue llorando. — Yo... Yo quiero que regreses a casa, Mayo 15 esta demasiado lejos.

En mayo 15 tendré mi último examen, así que faltan 3 semanas para terminar el semestre, pero bien podrían ser 3 años porque así se sienten.

— No está tan lejos — Miento.

— Me siento solo sin ti. — Hoseok lloriquea.

— Yo también estoy solo sin ti.

Guarda silencio por un segundo
— Extraño a mamá y a papá. Solo soy una responsabilidad para la tía Hyuna y el tío Dwan.

— Yo también los extraño. Podría decirle al entrenador que-

— No.— Me interrumpe, su tono firme. — Ya estas en problemas. Perderte un juego no me va a ayudar porque es malo para ti. Puedo esperar tres semanas.

— Pero tu cumpleaños es el próximo fin de semana.

— Pero me vas a llamar, verdad? —Pregunta. — Podemos... Podemos hacer esto de nuevo?

— Mientras no lo hagamos de verdad, no estamos lastimando a nadie ni rompiendo ninguna maldita ley. Así que si eso te hace feliz en tu cumpleaños, puedes apostar lo que quieras a que lo haremos de nuevo.— Alcanzo con mi brazo la toalla en el piso para limpiar mi abdomen. — Incluso, si eres un chico bueno podemos hacer una video llamada.

Hoseok jadea. — En serio?

Nada suena más atractivo que ver su cara mientras se viene.

— Quiero verte. Todo. — Admito.

— Nadie tiene porque saberlo.— Murmura.

Mi teléfono vibra con un mensaje nuevo.

— Nadie tiene porque saberlo. — Estoy de acuerdo.

Cuando alejo mi teléfono para ver quién me envió un mensaje, veo que Hoseok me ha enviado una foto. Es una selfie. Sus ojos café claros están llenos de lujuria y seductores. Sus labios gruesos abiertos. Pero lo que me tiene queriendo atravesar mi teléfono y tomarlo son los tres dedos mojados que tiene dentro de la boca.

Miro fijamente la foto y la quemo en mi memoria.

— Tengo que borrar esta foto.— Digo inmediatamente odiando la idea.

— Lo sé, pero quería que vieras.

— Hermoso.— Apenas y susurro, pero él me escucha.

— Gracias. Te amo, Tae.

— Yo también te amo, pequeño.

Colgamos pero yo veo la fotografía por horas. Me vuelvo a poner duro y me vengo de nuevo, esta vez, solo. Y entonces, sigo mirando lo que nunca se me va a permitir tener. Horas después cuando escucho risitas en la entrada, elimino la foto.

Pero nunca la eliminaré de mis pensamientos.

Nunca.