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Pov. Taehyung

Jungkook tiene el ceño fruncido cuando camino hacia él.

- Hey.- Lo saludo, rogando porque no note la erección en mis pantalones.

- Hola.- No deja de mirar atrás de mi. - Qué estaban haciendo aquí?

- Pasando el rato.- Digo, un toque de molestia en mi tono. - Creí te quedarías a ver la banda

Jungkook cruza los brazos sobre su pecho y me estudia con la mirada.

- No era lo mismo sin ti. Así que iba hacia mi auto cuando vi tu camioneta.- Sus ojos vuelven a viajar atrás de mi, donde Hoseok esta bajando de la torre. - Se siente como si me estuvieras evitando.

Hoseok nos pasa de largo con la mirada gacha. La culpa burbujea dentro de mi. Quiero hablar con él de lo que acaba de suceder... De lo que pudo haber pasado si no nos hubieran interrumpido. Justo ahí en el calor del momento, se sentía como lo correcto.

Ahora se siente incorrecto de todas las maneras posibles.

Él es mi hermano.

Cuando Hoseok esta lejos de nosotros Jungkook levanta su vista y susurra.

- ¿Estamos bien?

Mi mandíbula se tensa.

- No lo creo.

Sus grandes ojos rápidamente se llenan de lágrimas y estas se derraman por sus mejillas. Hubo un tiempo, donde odiaba verlo llorar. Ahora, me resulta difícil sentirme conmovido por sus lágrimas. Si a caso, las encuentro molestas.

- Por qué? Qué fue lo que hice mal?

- No eres tú.- Le aseguro. Tallo la parte trasera de mi cuello y clavo mi vista en mis pies. - Hice algo de lo que me avergüenzo.

- Con Hoseok? - Pregunta Jungkook con voz ahogada.

Le lanzo una mirada furiosa, sintiéndome sobreprotector de la reputación de Hoseok, y le siseo mis palabras.

- No, no con mi maldito hermano.- Le miento.

- Lo siento.- Jungkook solloza. - Nunca asumí... Yo solo...

- Te engañé, Jungkook

Él parpadea sorprendido, su pequeña boca cuelga abierta formando una perfecta "O". Su labio inferior empieza a temblar.

- ¿Q-Qué?

- En la escuela. Había esta chica y-

- No, Taehyung.. - Dice abrazándose a sí mismo. - No.

- Perdón.- Murmuro. - Lo jodí todo.

- ¿Es por esto que has estado tan distante? ¿Vamos a terminar?

La mayoría de los personas enloquecerían y dejarían a sus novios inmediatamente. Pero no Jungkook. Dios, por qué tiene que ser tan indulgente? Él no se merece a alguien que lo engañó una vez y lo volvió a casi hacerlo con su propio hermano.

- Jungkook ...- No sé lo que va a pasar.

- Podemos solucionar esto. - Me asegura entre lágrimas, sus manos temblorosas toman mi cinturón. - Puedo hacer las cosas que a ti te gustan. Lo siento, Taehyung. Puedo darte sexo oral otra vez, como tu querías. Por favor. - un horrible sollozo sale de su boca.

Suavemente alejo sus manos de mi. Por muchas razones. Razones que no puedo desglosar en mi mente en estos momentos.

- No, Jungkook. Una mamada no va a arreglar las cosas. No es tan fácil.

- Te amo, Taehyung. Sea lo que sea por lo que estes pasando, lo podemos superar juntos.

Esto no.

No sé cómo lidiar con lo que estoy pasando.

Pensamientos confusos sobre mi propio hermano.

Lo que Hoseok y yo acabamos de hacer...

El beso.

La manera en la que se frotó contra mi.

Mi miembro se contrae con el recuerdo y suelto un gruñido, pasando mis dedos por mi cabello.

Jungkook lanza sus brazos a mi cuello y me abraza, llorando más fuerte que antes.

- No puedo perderte. Hemos pasado por tanto juntos. Por favor, Taehyung.

Lo abrazo porque se merece el consuelo, pero preferiría estar abrazando a alguien más.

- Lo siento, Jungkook. Solo necesito sortear una mierda que tengo en la cabeza.- Encontrar una manera de no querer follarme a mi hermano.

Jungkook solloza pero asiente.

- Estaré aquí para ti.

Acaricio su cabello y dejo salir un suspiro pesado.

- Déjame acompañarte a tu carro.

- Lo siento.- Susurra nuevamente.

Yo también lo siento.



Me paro bajo el agua de la ducha con la cabeza baja. De camino a casa, ni Hoseok ni yo dijimos nada. Quise decir muchas cosas, pero mi cabeza era un desastre. En el momento que llegamos, salió como un rayo de la camioneta y desapareció.

El agua eventualmente se hace helada y me veo forzado a salir. Cuando salgo a la habitación, Hoseok esta sentado sobre el brazo del sofá. Sus largas y delgadas piernas estan desnudas y no puedo evitar mirarlas.

- Hoseok.. - Empiezo a hablar.

Él se levanta y camina hacia mi. Puedo ver sus pequeños pezones a través de su camiseta blanca. Sus shorts negros de algodón son demasiado cortos y resaltan sus piernas pálidas.

Mi respiración sale entrecortada cuando se para muy cerca de mi. No tanto como para tocarnos, pero lo suficiente como para permitirme oler su cabello.

- Dijiste que ibas a depilarme. - Murmura, su voz baja e intoxicante. Se desliza por mi piel como cera caliente. Un poco dolorosa al principio, pero después se siente bien.

No se supone que me sienta de esta manera por mi jodido hermano.

- Lo hice.- Acepto, mi tono aspero. - Déjame ponerme unos pantalones.

Después de un segundo sin decir nada, asiente.

Camino a mis cajones y tomo unos pants grises. Hoseok entra al baño, así que tiro la toalla y me pongo los pants. Cuando entro al baño, él esta sentado en la orilla del lavamanos. Cierro la puerta y le pongo seguro. El baño se siente demasiado pequeño con ambos adentro.

No puedo verlo a los ojos cuando alcanzo tras de él para encender el agua caliente del lavamanos. Su intensa mirada me penetra. Rápidamente tomo mi navaja y crema de afeitar.

- Creo que terminé con Jungkook -Dejo salir mientras cierro la llave una vez que el lavamanos esta lleno.

- Oh? - Su voz suena pequeña. - Lo siento.

Asiento y le doy un toque en la rodilla con mis nudillos.

- Estira tu pierna a largo del lavamanos.- Le doy instrucciones con voz ronca.

Él obedece y mi miembro despierta a la vista de él con las piernas abiertas frente a mi, sus pequeños shorts la única barrera entre nosotros. Tomo agua caliente con mis manos y la dejo caer sobre su pierna. Su aliento se atora cuando acaricio su pierna, mojandola. Muevo mi palma hasta su rodilla, a lo largo de su muslo, y me detengo hasta el dobladillo de sus shorts.

Me tengo que enfocar intensamente, pero al final logro alejar mis manos de su pierna para poder tomar la crema para afeitar. Empiezo a masajear la crema a lo largo de su espinilla.

- Estas muy peludo. - Lo molesto intentando romper la tensión del momento.

Hoseok se ríe, una de sus risas suaves.

- Entonces es bueno que vayas a hacerte cargo de mi.

Arrastro mi mirada a sus bonitos ojos cafés.

- Yo siempre me haré cargo de ti.

Sus mejillas rosas se vuelven rojas y sonríe.

Regreso la mirada a su pierna y llevo la crema hasta su rodilla y muslo. Una vez que termino, lavo mi mano y tomo mi navaja. Antes de empezar le doy una sonrisa de lado.

- Confías en mi?

- Por supuesto.- Murmura.

Lentamente, recorro la navaja a lo largo de su espinilla. Aparte de nuestras respiraciones pesadas, lo único que se puede escuchar es la navaja cortando a través del vello, dejando piel suave a su paso. Me detengo en su rodilla y enjuago la navaja. Estoy perdido en mi tarea cuando accidentalmente corto su rodilla. Hoseok deja salir un siseo.

- Mierda, lo siento.

Continuo con el resto de su pierna. La sangre corre por el interior de su rodilla. No la suficiente como para gotear, pero si para hacerme sentir mal. En movimientos rápidos, enjuago los restos de la crema para afeitar. Después tomó una toalla y seco el exceso de agua. La cortada continúa sangrando. Sostengo la toalla contra la herida y lo veo con arrepentimiento.

- No debí haberte besado. - Murmuro. - Eso estuvo mal.

Sus cejas se fruncen y su voz es un susurro. - Pero me gustó.

Mi corazón se estremece en mi pecho. - Hoseok, a mi también me gustó.

- Pero?

- Pero esta mal.

Él se cierra en sí mismo y aleja la mirada. Su tristeza y soledad me destrozan por dentro. La urgencia de hacerlo feliz nuevamente es sobrecogedora. Me inclino y beso su cortada. Después, lamo el sabor metálico de su piel.

Cuando me alejo y miro su rostro, una sonrisa tímida lo adorna.

La vergüenza que siento por lo que hicimos no importa cuando puedo hacer desaparecer su tristeza con un simple acto. Esta mal y aún así lo hace sentir mejor.

- Quieres que lo haga? - Pregunto, mi voz gruesa y rasposa.

- Si.

Mi mirada baja a su camiseta.

- Vas a tener que quitarte eso.

Asiente con una mirada es intensa.

- Ok, pero no te burles de mi.

- Burlarme de ti? - Pregunto en confusión, frunciendo mis cejas.

- Mi cuerpo no es como el de Jungkook.

Su peso.

Maldición no, no voy a burlarme de su cuerpo. No dejo de pensar en el.

- No voy a burlarme de ti. - Le prometo.

Se muerde el labio inferior y se aferra al dobladillo de su camiseta. Mi miembro se estremece dentro de mis pants mientras lo veo retirarse la camiseta lentamente desnudando su estómago. Cuando la curva de su cintura queda a la vista dejo salir un gemido. Después soy bendecido con la vista de sus pequeños pezones.

Carajo.

Se saca completamente la camisa y la deja caer al suelo. No puedo evitar acercarme a él. Necesito inhalarlo, probarlo, tocarlo.

- Levanta tus brazos.- Le instruiyo, me vista aún en sus pectorales, en sus pequeños y perfectos pezones.

Él obedece y me acerco hasta que mi erección se presiona contra él. Tengo mi navaja en mi mano izquierda, pero mi mano derecha se vuelve curiosa. Sin pensarlo llevo mi mano a su pecho y atrapo uno de sus pezones entre mis nudillos. Pequeño. Duro. Erecto. Me abruma la urgencia de morderlos.

- Hobi.- Murnuro mientras jalo ligeramente su pezón con mis nudillos. - Mi Hobi.

Sus manos encuentran el camino a mi cabello y me acerca hacia él. Nuestros alientos se mezclan mientras ambos somos consumidos por esta enfermedad que claramente tenemos.

Cientos de pensamientos sucios me llegan a la mente. Tantas cosas para hacerlo sentir bien.

- No podemos hacer esto.- Le digo, incluso mientras tuerzo ligeramente su pezón.

Se le atora el aliento. - Nadie tiene porque saberlo.

¿Cuán tentador es eso?

- Eres mi hermano.- Es un recordatorio que ambos necesitamos escuchar.

- Pero se siente bien, Taehyung. Estar juntos se siente bien.

Alejo mi mirada de su rostro para posarla en si cuerpo semi desnudo. El pezón en mi agarre responde también a mis toques. La urgencia de probarlo me golpea de nuevo.

Lo pienso un momento, y eventualmente alejo mi mano de Hoseok. Su cuerpo parece desinflarse después de eso. Vergüenza. No de lo que estamos haciendo sino vergüenza por él mismo. Se siente rechazado.

Mi mente esta luchando entre lo correcto y lo equivocado. Sé que lo que se siente correcto...esta mal.

Nadie tiene porque saberlo.

Me inclino hacia adelante y paso mi nariz por el lateral de su pectoral. Su piel es tan suave. Se me hace agua la boca.

Nadie tiene porque saberlo.

Sacando mi lengua, me rindo. La paso por su piel joven y suave como la seda y busco su pezón.

Con la punta de mi lengua repaso su areola, Hoseok deja salir el aliento abruptamente. Jugueteo con la punta de su pequeño pezón y sonrio cuando se le escapa un pequeño y dulce gemido. Llevo mi mano a su delgada espalda y lo empujo más hacia mí para poder tomar más de él en mi boca.

Su respiración es entrecortada y aspera, me indica lo exitado que esta. Hoseok toma mi cabello y sostiene mi cabeza como si me fuera a alejar en cualquier momento. Mientras succiono su pezón paseo mi lengua de arriba a abajo. Deja salir un sonido gutural cuando muerdo ligeramente su endurecido pezón. Suelto su piel y admiro cuán roja y chupeteada quedo.

- Hermoso.- Murmuro. Soplo sobre su piel húmeda y tiembla. - Sabes tan bien.- Lentamente, presiono besos en su otro pectoral. Jugueteo y succiono en su otro pezón hasta que iguala al otro en color.

Cuando levanto mi vista, sus finos labios estan abiertos y sus ojos cafés estan llenos de lujuria. Hoseok me toma desprevenido cuando estrella sus labios contra los míos. Al inicio es incómodo, dientes contra labios, pero después ambos estamos coordinandos buscandonos el uno al otro. Mis gemidos mezclados con los de él.

Sabe a pasta de dientes y quiero chupar su lengua por horas. La navaja cae al piso cuando la suelto para poder tomar en mis manos su pequeño trasero. Lo levanto del lavamanos y él envuelve sus delgadas piernas en mi cintura. Es tan ligero. La preocupación, una vez más, me invade de nuevo preguntandome si tal vez no esta comiendo lo suficiente. Pero en el momento en que nuestros pechos desnudos entran en contacto, estoy distraído por él.

Nadie tiene porque saberlo.

Lo empotro contra la pared y lo beso fuertemente. Aferrado a su trasero, uso su cuerpo para frotar nuestros miembros a través de nuestra ropa.

- Quiero más.- Hoseok ruega contra mis labios.

Mierda, yo también.

- No podemos hacerlo, Seok.- Me alejo lo suficiente para poder verlo. - Somos her-

Su mano golpea rápidamente la pared y quedamos sumidos en la oscuridad.

- No lo somos. Somos Taehyung y Hoseok. Dos hombres que quieren estar juntos así. - Sus dientes encuentran mis labios. - En la oscuridad podemos ser quien sea que queramos ser. En la oscuridad podemos hacer el amor. Nadie tiene porque saberlo.

No lo puedo ver, pero puedo sentirlo, probarlo y olerlo. Baja sus piernas hasta que esta de pie y después sus pequeñas manos buscan a ciegas la cintura de mis pants. Un gemido fuerte se me escapa cuando baja mis pants y me pene, grueso y duro, escapa libre. Cuando su mano suave se envuelve alrededor de mi pene, dejo salir una respiración rasgada.

- Hoseok - Ruego.

Sube y baja su mano, y estoy desesperado por más. Ho tiene razón. En la oscuridad, podemos ser quien carajos se nos venga en gana. Quiero devorar cada parte de él. Mientras me masturba, deslizo mi mano por la parte trasera de sus shorts.

La piel de sus glúteos se siente como la seda. Tomo los cachetes entre mis manos y los separo, amando los gemidos que deja salir. Después, los suelto solo para bajar sus shorts hasta sus muslos.

- Nadie tiene porque saberlo.- Murmuro como recordatorio a mi mismo.

- Nadie.- Me asegura Hoseok.

Nuestros labios se encuentran de nuevo mientras mi mano viaja desde su plano estamago hasta su miembro.

La punta de mis dedos acaba de rozar contra su vello púbico, cuando alguien toca fuertemente en la puerta. Me alejo de un salto de Hoseok mientras el corazón se me sube a la garganta.

- ¡Taehyung! - La tía Hyuna grita histérica. - Hoseok no esta! Creo que ha escapado. - La manija de la puerta se mueve y después dice - Porque estas en la oscuridad?

Mierda. Mierda. Mierda.

Subo mis pants y prendo la luz.

- No, la luz esta encendida.- Miro a Hoseok mientras intenta ponerse su camisa rápidamente. Miro su pecho y pezones antes de que los cubra con su camisa, aún estan rojos gracias a mi boca.

- Hoseok no esta - Exclama la tía Hyuna.

- Él esta bien. - Murmuro. - Le estoy ayudando con algo.

El silencio de la tía Jessica solo dura un momento, después sisea fríamente,

- Kim Taehyung abre la puerta en este mismo instante o que Dios te ayude! Iré por Dawn y-

Quito el seguro y abro la puerta. La tía Hyuna me penetra con la mirada, los brazos cruzados sobre el pecho. Sus ojos recorren mi apariencia. No peine mi cabello después de la ducha. Probablemente aún tengo una erección. Y estoy medio desnudo.

Sus ojos viajan a Hoseok, quien nerviosamente jala de camiseta y se niega a mirarla a los ojos.

- ¿Qué es lo que estaban haciendo? - Demanda saber.

- Hoseok quería rasurar sus piernas y yo no quería dejarlo a solas con la navaja.- Es más o menos la verdad.

- Esto es extremadamente inapropiado - nos reprime. - Ambos están prácticamente desnudos.

Me enfurezco y la enfrento.

- Basta. Basta con lo que sea que estes insinuando. Es mi jodido hermano.

- Cuida tu tono, Taehyung. Puede que sea legalmente responsable de Hoseok, pero no de ti. A ti te acepté porque te quiero, no porque tuviera que hacerlo. Si siento que la seguridad de Hoseok esta en riesgo, te mandaré-

- ¿Mi seguridad en riesgo? - Hoseok pregunta, su voz aguda y estridente. - Estas loca, tía Hyuna? Es mi hermano! - Habla alto, rápido y serio como cuando esta enojado.

- Y es exactamente por eso que no necesitan estar encerrados juntos en una habitación en la oscuridad sin la mitad de su ropa.- Grita la tía Hyuna, lanzando su brazos en frustración. - Hoseok, vete a tu habitación. Ya."

Los ojos de Hoseok estan llenos de lágrimas y le lanza una mirada cuestionante. Le doy un pequeño asentimiento. Hoseok sale del baño y me quedó a solas con la tía Hyuna. Escucho a Hoseok azotar la puerta del sótano.

Apretando mis dientes levanto la navaja del suelo y la pongo en su lugar, salgo del baño en búsqueda de una camiseta.

- Sé que ambos están sufriendo por la pérdida de tus padres y después lo que pasó con Hoseok, pero...

Me giro para encararla.

- ¿Pero qué?

- Pero eso no puede suceder, Taehyung.

- ¿Ayudar a mi hermano? Consolarlo? Porqué demonios no? - Demando saber, estoy tan furioso que estoy temblando.

Ella sacude la cabeza.

- No soy estúpida. Sea lo que sea que estaba pasando estaba lejos de ser inocente. Estaba escrito en sus rostros.- sus fosas nasales están dilatadas, le doy asco.

- Tengo novio. No me estoy cogiendo a mi hermano.- Le gruño mientras tomo mi maleta. No lo hice, solo quería hacerlo. - Me voy.

Ella deja salir un suspiro pesado.

- Es probablemente lo mejor. Pongan espacio entre ustedes. Han pasado demasiado tiempo juntos.

No respondo mientras empaco mis cosas.

Ni siquiera me pude despedir de mi hermano.

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