Él es mi todo.

Moriría sin él.

Porque él me infecta.

Mi hermano.

Él está en mi mente.

Mis pensamientos negros y golpeados.

Retorcidos y errados.

Un secreto que me come vivo, pero que me llevaré a la tumba.

Pero luego sucede.

Él ve mi interior.

Entiende mi oscuridad.

Y ama lo que encuentra.

Es verdad.

Él ahora también está contagiado.

☽

> Pov. Taehyung <

Dieciocho años de edad...

— Vas a ir. — mamá exclama, sus ojos negros encendidos y furiosos — No escucharé otra palabra al respecto.

Presiono mi mandíbula y le lanzo una mirada de reproche. — Soy un jodido adulto, mamá.

Sus cejas se arquean desafiandome. — Y yo sigo siendo tu madre. No permitiré que arruines tu futuro por un chico.

Hoseok se mantiene en silencio en la sala mientras manda mensajes de texto, guardando silencio sabiamente. A los catorce, a mi hermano le encanta compartir su opinión como si a alguien le importara. A nadie le importa.

— Pero Jungkook y yo nos vamos a casar, Lo amo.— Le digo a mamá, jalando mi cabello frustrado.

La mirada de mamá se suaviza mientras se acerca a mi. A los treinta y ocho, sigue siendo joven y bonita. Grandes ojos ocuros iguales a los míos. Sus labios pintados rojo matte.

— Tu padre y yo nos casamos cuando yo solo tenía dieciocho años.— Responde ella con un media sonrisa cuando piensa en mi padre.

— Exactamente — Suspiro. —Y ustedes se aman, esos podríamos ser Jungkook y yo.

Ella baja su voz.

— Pero quiero más que eso para ti. Más que esto. — Dice señalando nuestra casa vieja que ella y papá rentan para nosotros. — En tres meses te vas a graduar. Tienes una beca deportiva completa para la Universidad de Busan. Es uno de los mejores equipos para jugar baseball, Tae. No lo tires todo a la basura. Jungkook aún estará ahí cuando termines la escuela. Entonces, podrás casarte con él e iniciar tu vida con un titulo universitario bajo el brazo. No quieres tener más que esto?

Con más que esto, se refiere a luchar para poder pagar las cuentas cada mes. Ella trabaja largas horas en el salón de belleza y papá se acaba la espalda trabajando horas extra en el taller mecánico. Tienen deudas hasta el cuello e intentan criar a dos hijos. Uno con necesidades psicológicas que requiere de terapias que apenas y pueden pagar e el otro que juega baseball para el equipo de su escuela. Ambos somos caros, y aún así, ellos hacen todo para proveernos.

Los ojos de mi madre están llorosos y me siento culpable. Todas esas prácticas a las cuales me llevó de niño. Todo el equipamiento, uniformes y viajes para los que no tenían dinero pero que de alguna manera siempre lograban conseguir. Mi carrera en el baseball no hubiera sido posible sin mamá y papá.

— Es que lo amo... — Digo, intentándolo de nuevo, pero mi argumento se ha debilitado.

— Pero tal vez no lo hagas en cuatro años. Quiero que experimentes la vida un poquito. Después, si Jungkook y tu siguen juntos, les desearé lo mejor.. — Murmuró.

Jungkook se va a sentir mal. Anoche, pase San Valentín con él y le prometí que no me iría a la universidad. Él estaba tan triste. Me rompió el corazón. Por lo cual prometí no ir a la universidad cuando me rogó que me quedara.

Pero mamá tiene razón. Sin la universidad, cómo lograré comprarle a Jungkook una linda casa y todos los lujos que esta acostumbrado? A diferencia de nuestra familia, Jungkook viene de abolengo. Su padre es un abogado familiar y su madre tiene una boutique en Japón, Tokio. Mientras yo conduzco una vieja camioneta que papá me ayudó a reparar, Jungkook conduce un Accord del año. Nuestro amor no nos comprará cosas lindas. Un título universitario lo hará.

— Esta bien.. — acepto, odiando mis palabras en cuanto salen de mi boca.

— Buen chico. Mi buen, buen chico. Al final, siempre tomas las decisiones correctas. Eres templado como tu padre. — Ella se acerca a mi y me envuelve en un abrazo.

— Necesito darle las noticias a Jungkook..— me alejo de ella y asiento

— Por supuesto.— Me da una sonrisa para darme ánimos. — Estas haciendo lo correcto.

¿Entonces porque se siente tan mal?