
Tres
Querido diario...
Hoy me levanté temprano, milagrosamente. Desayuné con mamá y ella me acompañó a tomar el tren.
En el camino fuimos charlando sobre la evaluación que me tomarían en la escuela, me deseó mucha suerte y cuando llegó el momento, subí al tren.
Ese misterioso chico de cabello negro se sentó frente a mi otra vez, poniéndome intranquilo. No pude dormir siquiera un poco, ni pude quedarme quieto en mi lugar.
Cuando me sonrió, yo dejé de existir en este mundo.
Y hasta ahora no entiendo porqué demonios me siento así de extraño.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro