Capítulo VIII: Mí corazón roto
Capítulo VIII: Mí corazón roto. Entonces ya que han dicho que está hecho pedazos, sé que puedo repartir un trozo a cada uno; un regalo sincero, para quienes con manos magulladas fueron pegando los pedazos destrozados.
Sakura Haruno había comenzado ha hacer la clase de cosas que hace unos meses se creería incapaz de hacer. Como callar a Sasuke o reírse en su cara sin fingir que no lo hacía o de por ejemplo, expresar abiertamente su apoyo a Naruto mientras preparaba alguna broma para Kakashi- sensei.
Todo eso provenía de todas las cosas que habían estado pasando en tan poco tiempo, atribuyendo el uso de la máscara, de acercarse más a Naruto y la obvia nueva relación de padre e hijo —Naruto y ella aún no lo podían creer— que había entre Sasuke y Kakashi-sensei.
Pero quizá la más importante de ellas fue pasar la barrera de sus sentimientos, olvidando así el amor que pensaba sentía por Sasuke.
Por supuesto, el chico era misterioso y lindo, pero más allá de eso, se dió cuenta no había algo más que ella quisiera para asegurar su enamoramiento. No había un espacio importante que acelerara su corazón como se suponía que debía hacerlo. Entonces, pese a que el obvio gusto era unilateral, fue asombrosamete feliz. Su corazón roto ante el rechazo que consideraba inminente, se hizo pedazos no por el dolor, sino, porque debía compartilo.
Uno para sus padres, para Kakashi-sensei aunque fuera un impuntual, otro para Ino, para Sasuke y para Naruto.
Fue esa emoción de sentir que estaba por fin en lo correcto ante sus sentimientos, que como si fuera anécdota comentó en la soledad, esperando la llegada de Naruto.
—Me gustabas. —dijo.
Sasuke agrando los ojos girándose a una velocidad increíble, por suerte el cuello del chico no se lástimo.
—Sakura, no digas tonterías.
—No lo es. —concluyó. Expresar los sentimientos no era una tontería ni debilidad. — Pero sé que me gustas mucho más como amigo. Ya sabes, amor de hermanos. —añadió con un pequeño aire de superioridad. Si lo pensaba mejor, eso le atribuía el papel de hermana mayor y ella siempre amó ser una líder.
Sasuke se quedó mudo ante la transpariencia de ella. No era de las personas que expresaran abiertamente sus sentimientos ni ideas, eso iba más para sus compañeros de equipo, esas eran sus fortalezas. Pero si lo pensaba mejor, probablemente hasta ellos tenían miedo de expresar alguna cosa. Como hace una semana atrás cuando los tres estaban en el hospital y Naruto comenzó a soltar lágrimas luego de que Sakura le dijera que era inmensamente querido. Por eso su compañera tenía razón, no había que subestimar la importancia de los sentimientos. A veces estos, causa que batallas interminables lleguen a su fin en tan solo unos segundos.
—A mí me gusta Naruto. Ya sabes, más que un amigo. —confesó, mirando el pasto verde en sus pies. Sintió como un nudo se formó en su garganta al tragar saliva.
Era la primera vez que lo decía tan abiertamente, tan expuesto y vulnerable. Kakashi no era Sakura, decirle a Sakura se sentía como gritarle al mundo quién era.
Entonces, sí ese era el mundo escuchando sus sentimientos, vaya forma tuvo de responderle. Sakura rodeo con fuerza el cuello de Sasuke con uno de sus brazos, abrazandolo mientras que con una confianza sorprendente desordeno el cabello negro que el chico peinaba cada mañana antes de salir de casa.
—¡Ya lo sé! —soltó con emoción. — Y por eso te pido perdón. —agregó lentamente, mientras lo soltaba, sostuvo ambos hombros y lo miró a los ojos. — Lo supe y aún así pensé que era raro, lamento haberme creído las tonterías que el resto decía, ahora al menos creo las mías. Es un paso importante, ¿no? Conocer el mundo por tus propios ojos y no cómo otros quieren que lo veas.
—Eso esta bien. —comentó Sasuke, arreglando su cabello lentamente. — Pero no se lo digas a Naruto. Yo, es complicado.
—Llevalo a una cita con mucho ramén. Oíra lo que tenga que oír, y si no, bueno Sasuke. No podías ser perfecto en todo. —soltó en burla.
Sasuke sintió la chispa recurrente de la verguenza mezclada con molestia cuando Naruti llegó a ellos corriendo. Parecía muy ánimado, probablemente tenía que ver con el desayuno que Iruka-sensei había preparado para él esa mañana. Al llegar cerca de sus amigos, recibió sonrisas más remarcadas que otras.
—¿Y Kakashi-sensei por qué no llegó contigo? —cuestionó Naruto.
El maestro había dicho que necesitaba a los tres para darles una noticia muy importante, basta decir que apenas se enteraron tanto Naruto como Sakura trataron de sacarle información a Sasuke haber si él sabía algo, después de todo vivían juntos.
—Dijo que debía atender un asunto importante.
—¿Otro asunto? —chilló Naruto. — Ay, ese viejito nos va a tener aquí todo el día.
Y apenas soltó su comentario, se sentó sobre el pasto cruzando sus brazos. Demasiado ido para notar la mirada de Sasuke, sobre el parche que adornaba su frente todavía. La preocupación palpitaba en el corazón del chico, y en su mente se repetía una y otra vez que necesitaba ser más fuerte para proteger a los que él quería. Si no entrenaba, si no se ponía al límite entonces estaría dandole una ventaja al enemigo.
Oyendo murmurar a Naruto y a Sakura sobre una broma que harían, Sasuke se quedó perdido en sus pensamientos. En la facilidad de Sakura para expresar lo que sentía y cómo lo sentía, en la sencilles que puso para aclarar que ella misma había hecho su viaje de descubrimiento.
Eso le hizo preguntarse, si pese a saber lo complicado que le hacían sentir sus sentimientos hacia Naruto, podría llegar a decirlos.
Le gustaba. Era algo así como su primer amor. Tontamente cursi para algunos, sumamente serio para él. Porque si se ponía hacer un recuento, Naruto era para él lo que es el sol para la Tierra. Necesario, brillante, cálido, iluminador y también era por si mismo alguien maravilloso. De esos que hacen ruido, porque saben que a otros les cuesta entonces hace ruido por todos. Es carismático, sacando una sonrisa en los momentos más inesperado y tiene un corazón valioso, tan valioso que Naruto debe ser protegido de toda la envidia que nace en las personas. Pero incluso con esa personalidad chispeante y ruidosa, es sensato, a veces guarda silencio y escucha. A veces da abrazos y solo eso basta para reponer la tristeza que se siente.
Sasuke cree que algo de todo eso vió Sabaku No Gaara, porque de otro modo, miraría por última vez a Naruto como el destello brillante que conceden las ganas de vivir.
Para sorpresa de algunos Naruto Uzumaki significó dos cosas diferentes en la vida de Sakura y Sasuke, para empezar él fue el pegamento que los unió al unirlos a todos incluido Kakashi Hatake, sus vidas cambiaron y con ello lo hicieron las muestra de amor. Mientras que en este caso, un corazón roto significó para Sakura romper el que siempre había almacenado intacto, para compatir su cariño. Para Sasuke significó tener un corazón roto desde la niñez y ver como ellos reparaban esos fragmentos uno por uno, para darles su cariño. Por eso mismo, Sasuke sintió el palpitar de su corazón cuando tomó una decisión.
No tenía pedazos de un corazón partido, porque esos pedazos ahora formaban uno entero. Y mientras caminaba hacia Naruto, la imagen de Itachi Uchiha se hizo pequeñita. Pequeñita como todas esas cosas que dejamos atrás —y que a veces perdonamos—.
—Naruto, debo decirte algo.
—Sasuke, no le vayas a decir a Kakashi-sensei.
Sasuke sonrió de manera diminuta. Sakura dió media vuelta, saltando sobre algunas ramas, fingiendo que buscaría al maestro haber si aparecía.
—No. Es otra cosa. Es algo importante para mí. —señaló, entonces Naruto soltó la cuerda y se acercó al otro con un gesto serio, de pura concentración. — Me gustas.
Y la velocidad del mundo ceso.
"Pero a mí me gusta Sakura", se oyó decir una voz en el interior. Sakura es bonita, amable, esconde una personalidad chispeante, competitiva y audaz, le gustan las bromas, lo rudo y lo bullicioso aunque nadie pueda notarlo porque lo esconde muy bien.
Porque ella le gusta desde lo profundo su corazón y no es mentira, la quiere y sabe que es un sentimiento compartido. Es por esa razón que son almas gemelas. Complices del conflictos, amigos de batalla y confidentes de medianoche.
—Y tú a mí. Aunque a veces eres un pesado.
Sasuke se quedó perplejo, sintiendo como todo parecía irreal y loco. Sus oídos comenzaron a escuchar un zumbido, parpadeó tres veces seguido para asegurarse de la expresión de Naruto. De pronto lo consumió el miedo, ¿y si el rubio lo estaba entendiendo todo mal? ¿si estaba confundiendo el gustar de amigos con el de algo más? El miedo se coló dentro de él de formas inmaginables, haciendolo sentir algo pequeño. Podía explicarle bien, pero nuevamente sería ir en contra de él mismo. Él no era tan valiente en estas cosas.
Pero Kakashi le había dicho que estaba bien y cuando se lo dijo a Sakura, ella solo atinó a expresarlo con normalidad.
—Naruto. Yo creo que estás...
—Sabes, al principio creí que no importaba. —interrumpió Naruto. — Pero luego de todo lo que ha pasado pensé, que esta bien querer a otros y que otros me quieran. Iruka-sensei dijo que todos merecemos, por sobre todo, ser amados. Amados incodicionalmente por quienes somos pero también amados por nosotros mismos. Por eso sé, que me gustas mucho en un aspecto diferente a como me gusta Sakura. Creo que, estaría muy feliz de compartir mi ramén contigo, ¡de verás!
Cuando Kakashi llegó al lugar en que había citado a sus estudiantes, una rama llena de barro chocó contra su chaleco protector. Sasuke sospechó sobre si realmente el hombre caía en esos juegos —y pensó que le preguntaría esa tarde al cenar, mientras le confesaba que los sentimientos que tenía tan almacenados por miedo, habían sido correspondidos—.
Sin embargo pese al pequeño altercado bromista, Kakashi se limpió tranquilamente el barro, notando la tranquilidad que había en los tres niños de pie frente él. Se percató de que algo había cambiado en todos ellos, desde el relajado ceño de Sasuke, hasta la preparada postura de Sakura para cualquier desafío y la mirada anhelante de Naruto. Como si todo estuviera bien. Y mientras el resto del mundo seguiría creyendo que nada cambió, Kakashi sabría que sí lo hizo.
Que el absoluto desconcierto de no entender el amor, casi terminó equivocandose. Porque no había un triángulo amoroso como el creía, si bien había cariño, pero este era disparado en todas las direcciones posibles entregando amor entre ellos en sentidos que cada uno podía definir. Entre ello, el amor jugaba a confundir. Amar a otros sin miedo, amarnos por sobre todo y merecer ser amados.
En el interior de Kakashi, una alegría se extendió, donde antes él había estado solo y arrepentido, solo quedaban risas de niños que seguían caminando en el desconcertantes mundo que les toco vivir.
—Hay nuevos rumbos que debemos tomar. —fue su oración, antes de comenzar la charla que marcaría un nuevo inició.
El corazón de Naruto latió con fuerza, ante la mención de un nuevo camino para su sueño. Y su corazón que había estado escondido tras una jaula fue libre para sentir todas las cosas bonitas que se había auto sentenciado a no sentir.
N/A: ¡Hola! Qué emoción, al final sucedio. Probablemente esperaban más, pero vamos debía ser así😭 ahora solo quedan unos poquitos capítulos para finalizar + epílogo y otras cosillas. Estoy muy contenta, creo que debió pasar tiempo para darle su momento adecuado a esto. Desde ya, muchas gracias por leer💕 aprecio enormemente su paciencia y el cariño que le han dado a la historia. Soy feliz. Que tengan una linda tarde.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro