Jongho nunca en su vida había sentido nada de celos, sabía más o menos de que trataban gracias a sus hermanos pero no sabía cómo se sentían, por lo que cuando comenzó a sentirlos se asustó. ¿Por qué el mayor no alejaba a esa omega? No sabía cómo actuar o sentirse realmente, solo estaba asustado y abrazando su vientre.

—Bien, chico los veo la próxima semana— Dió por terminada la clase, todos comenzaron a guardar sus cosas pero Jongho solo estaba tal vez en otro mundo.

Ya nadie estaba ahí solo quedaban Yunho y el menor pero este aún no se daba cuenta de lo que pasaba. El mayor se acercó un tanto preocupado, había notado desde hace un rato que el menor está lejos de su clase.

—Jongho—llamo el alfa—¿Que te pasa?— Se hincó— Bonito.

—¿Me quiere?— Yunho frunció el ceño.

—Por supuesto, ¿Que sucede? No pusiste atención en toda la clase.

—Ella estaba coqueteandole y usted no hacía nada— Una de las manos del mayor acarició su mejilla.

—Bonito, ya te lo había dicho— Tomo con ambas manos el rostro del menor y lo besó— Tienes que ser tú o tú, nadie más.

—Lamento no haber prestado atención—  El rubio le sonrio.

—Ahorita que lleguemos a tu casa te explico todo lo que vimos hoy pero a la próxima por favor, bonito, presta atención y después de que se termine la clase me dices tus descontentos ¿Si?— Jongho asintió— Muy bien, bonito, vamos a tu casa— Se enderezó y ayudó al menor a levantarse.

—Lo quiero— Murmuró abrazando al mayor por su cintura.

—Saben un día de estos no seré yo quien entre— Comento el otro alfa— Jongho puedes esperar unos minutos aquí dentro— El menor asintio.

Los alfas salieron del salón dejando al menor recogien sus cosas, Jongho tuvo la curiosidad de ver qué era lo que todos esos omegas le habían escrito, a pesar de que no puso atención estaba muy atento a que le daban a su novio. Eran varios eso lo hizo gruñir, abrió unos cuantos en la mayoría decían la fecha de su celo, en otros eran propuestas nada decentes y en algunos otros solo eran cumplidos.

—Es de mala educación ver mis cosas, bonito— Jongho frunció el ceño.

—¿Que haces con todo lo que te dan?

—Lo tiro a la basura, ¿De que me sirven?— Yunho se encogió de hombros.

—Sabia que usted y el profesor Hangyul son los profesores más deseados entre los omegas y algunos betas— Yunho le sonrio, se acercó para tomar la cadera del menor y acercarlo a él.

—Perp hay un problema, bonito— Jongho alzo su vista.

—¿Cuál?

—Yo estoy perdidamente enamorado de ti— El menor se sonrojó ligeramente. El rubio se agachó un poco para besar al menor.

—Profesor Jeong sobre la...— Jongho se separó bruscamente del mayor y dió la espalda para que su amigo no lo viera— ¡Oh por dios!

—¿Que necesitas, Sanha?— El castaño miro a su profesor y después miro al pelinegro que estaba de espaldas.— Sanha...

—No, no interrumpo, ya mañana le pregunto— El castaño salió del salón.

—El profesor Hangyul tenía razón— Yunho frunció el ceño.

—Bonito...— La puerta volvió a abrirse.

—Pero no puedo creer que me lo ocultaras Jongho, no es justo somos amigos... Ahora sí adiós.

—Jongho no pasa nada.

—¡Si pasa! Usted primero que nada es mi profesor, aquí dentro usted solo debe ser mi profesor sólo eso— Murmuró mientras que por sus mejillas bajaban lágrimas— No quiero que lo corran de aquí.— Yunho suspiro.

—Solamente este semestre les daría clases, el próximo será Soyeon— El menor lo miro.— Aún daré clases aquí pero no a tu clase como debería ser.

—Osea que solamente queda un mes— Yunho asintió. Jongho comenzó a sollozar.

—No bonito, no llores, aún me vas a ver, no es como si me fuera a ir del país— Abrazó al menor.— No llores— Comenzó a acariciar su espalda al ver qué no se calmaba decidió que era mejor idea dar caricias en su pancita.— Bonito, todo va a estar bien, solamente ya no te voy a dar clases en tu siguiente semestre.

—Pero lo voy a extrañar y pequeño Ho también— Yunho sonrio.

—Deberias pensar en un nombre, no puedes estarle diciendo pequeño Ho todo el tiempo...

—Si puedo porque, uno yo lo estoy cargando y soy su madre, dos va a ser mi bebé y tres aún no sé si va a ser niño o niña— El mayor negó con una sonrisa.— Ahora vámonos por qué se nos hace tarde y aún me tienes que decir de que trato la clase de hoy.

—Aun que no debería por qué muchos otros tampoco lo hacían.

—Pero esos otros no son tu novio y menos los quieres.

—Buen punto— Beso la frente del menor— Vamos.

✨✨✨

—¿Por qué siempre encarga tarea? Sabe la tarea es aburrida y a veces piensa que solamente es su materia y nos encarga mucha— Jongho formó un puchero.

—Ponte a hacer tu tarea— Señaló el cuaderno.

—¿Si no qué?¿Que me va a hacer? No puede hacerme nada estoy embarazado.

—Me iré y no te besaré— El menor frunció el ceño.

—Asi no se vale— Balbuceó mientras tomaba su lápiz y empezaba a escribir.—¡Pero es un tramposo! Le voy a decir a Gigi y a Woowoo que es un abusador y me obliga a hacer cosas que no quiero

—¡¿A qué te está obligando?!¡Te lo advertí!— Jongho se sentó en la piernas del mayor para evitar que lo golpearan.

—Me está obligando a hacer la tarea y no quiero— Mingi lo miro incrédulo.— Dile que no puede obligarme.

—¡¿Que paso?!— Entro su otro hermano.—¿Ya lo vamos a golpear así como lo planeamos?

—Planearon en golpearlo— Mingi golpeó el brazo del peligris.

—Por supuesto que no ¿Cuando nosotros hemos golpeado a alguien?— Ambos sonrieron inocentes— Termina tu tarea, Yunho tu eres su profesor— El par salió y después se escucharon gritos.

—No voy a dejar que te golpeen, aún tu te puedes defender— Murmuró y ense comenzó a mordisquear el mentón del alfa.

—¿Que estás haciendo?— El menor se quitó su suéter y Yunho entro en un especie de pánico.

—Hace calor— Se quejo en modo de berrinche.—¿Por qué hace calor?— Volvió a quejarse.

—Bonito ¿recuerdas lo que te dijeron para este mes?— El menor asintió—¿Por qué no vas, tomas un baño y te refrescas?

—¿Me acompaña?— Yunho solo lo beso.

—No creo que sea apropiado— El menor comenzó a hacer berrinches.— Te voy a esperar aquí.

—Pues ya que— Tomo el rostro del mayor y lo besó— Ahorita regresó.

—Te espero— Volvió a besarlo y se levantó para buscar ropa e irse a dar un refrescante bañó.— No sé vaya a ir— Yunho solo negó.