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✧ 005. you are better than her

2. Eres mejor que ella

🩸🩸

CUANDO MORGANA CONOCIÓ A STU MACHER SOLO PUDO pensar en lo desagradable que le resultaba el hecho de que le coqueteara a tantas chicas mientras tenía novia. Además claro lo consideraba bastante torpe y por eso no le agradaba, por eso evitaba estar cerca de él todo lo que podía.

Sin embargo ahora que gracias a Kyle tenía que estar cerca de él para que este pudiera acercarse a Tatum, se dio cuenta que su opinión sobre Macher tal vez se encontraba un tanto incorrecta.

Llevaban cerca de diez minutos caminando en dirección a la tienda de vídeos y en todo ese tiempo, Stu había sido muy amable con ella. Se detenían cada cierto tiempo para que él le explicara a ella que era todo lo que la rodeaba.

La estaba ayudando a familiarizarse con todo el pueblo.

— En ese restaurante de ahí solo encontrarás opciones vegetarianas. Es bastante nuevo el lugar y aunque no es algo que a mi me atraiga, mi hermana me trajo un día y no está nada mal— decía Stu mientras señalaba el local— Si eres vegetariana, es tu opción ideal

— ¿Tienes una hermana?— preguntó Morgana curiosa— Y no, no soy vegetariana

— Ah si, es mayor que yo y se encuentra estudiando la universidad en California, casi no la veo, pero si, tengo una hermana llamada Leslie— contestó él levantando los hombros— Uy, esto es importante, mira, ese es el supermercado al que la mayoría del pueblo va y a un lado están algunas tiendas de ropa

Morgana notó de inmediato esa evasión del tema, incluso notó como Stu fingía un tono de voz despreocupado al momento de responder la pregunta sobre su hermana. Algo andaba mal detrás de su relación con su hermana mayor, pero eso era algo en lo que ella no indagaría.

— Billy me contó que vives momentáneamente sola, ¿Es cierto?— le preguntó Stu

— ¿Por qué Billy y tu hablan de mi?— cuestionó ella

— Tenía curiosidad por la misteriosa chica nueva que apareció en mi casa para la fiesta de inicio de clases— contestó él, volviendo a su tono de voz relajado y algo juguetón— Es raro que lleguen nuevas personas a Woodsboro y tenía curiosidad, es todo

— Así que soy misteriosa, eso es interesante— dijo ella riendo

— Vives sola, no hablas con casi nadie, elegiste un pequeño pueblo para vivir después de estar en una gran ciudad y nadie sabe casi nada sobre ti, por supuesto que eres misteriosa— decía Stu mientras caminaba y veía a la castaña— Pero, para mi eres mas misteriosa por tus ojos

— ¿Mis ojos? ¿Qué tienen mis ojos?

— Sigo creyendo que los he visto en algún lugar... tu mirada me resulta muy familiar

— Dudo realmente que nos conozcamos. Nunca antes había estado en el pueblo hasta que llegué hace unos días— respondió ella— Además, ya te lo dije, no existe nadie como yo. Así que me sentiría muy ofendida si me estuvieras confundiendo con alguien más

Stu aún miraba a Morgana bastante intrigado. Sin embargo después de algunos segundos mas, decidió darle la razón a la chica sobre que no había manera alguna de que ellos se conocieran.

— Oye Stu, ya que pareces conocer bastante bien el pueblo, ¿Crees que puedas decirme en dónde comprar un libro?— preguntó Morgana pensando en Gale Wheathers— Es solo que mientras desempacaba, descubrí que olvidé el libro que leía en casa de mi padre y dice que aún no tiene fecha para llegar

— Si, claro. Por aquí está una librería, sígueme— asintió Stu tomando de la mano a Morgana para hacerla cruzar la calle

Morgana se extrañó ante el repentino contacto y aunque usualmente se quejaría, decidió no decir nada e indagar las intenciones de Stu. Después de todo, no era normal que alguien tomara de la mano a otra persona que acaba de conocer.

— ¿Y qué libro leías?— preguntó Stu, aún sin soltar a Morgana

— It, de Stephen King— respondió Morgana— Ehhh, Stu. Aunque no lo parezca, ya tengo la edad suficiente para caminar por la calle sin que me sujeten de la mano

— Oh si, lo lamento— se disculpó el chico soltándola

— ¿Por qué lo hiciste?— preguntó ella tranquilamente

— No lo sé. Llamémoslo un impulso, mencionaste querer un libro y sabía que vendían cruzando la calle. No lo pensé— dijo él

— ¿Entonces eres alguien impulsivo?

— Solo algunas veces— respondió él levantando los hombros— ¿Entonces quieres pasar por tu libro?

— No. Solo quería ubicar la librería, hoy no traigo el suficiente efectivo— mintió la chica— Pero gracias por traerme

El camino siguió transcurriendo con tranquilidad, Stu le mostraba cuales eran los locales clave en el pueblo, desde las tiendas de ropa, alimentos, ferreterías, mas que nada todo lo que necesitaría para vivir.

Morgana memorizo el lugar en donde se encontraba la librería y pensó en pasar más tarde para comprar el libro de Gale.

— Y llegamos a la tienda de vídeos. En el pueblo existen otras dos, pero la mayoría venimos a esta por la gran variedad en su catálogo de películas de horror— dijo Stu mientras le abría la puerta a la chica

— Así que te gustan las películas de horror, ¿Cuál es tu favorita?

— No puedes hacer una pregunta como esa y esperar que solo te responda con una opción— protestó el chico entrando detrás de Morgana— No sabría elegir una sola

— Todos tenemos una favorita, no es tan difícil. La mía sin duda es el exorcista, aunque también me gusta muchísimo el silencio de los inocentes— respondió la chica

— Excelentes elecciones, pero creo que entre esas dos, yo me iría más por el silencio de los inocentes— decía Stu

Morgana no podía creer lo bien que se la pasó con Stu en ese lapso de tiempo, mucho menos que la conversación no resultara en lo absoluto incómoda o molesta para ella.

Realmente había pasado un buen tiempo en compañía de Stu.

— Mira, ahí está Billy— señaló Stu en dirección a el apartado de películas de horror— En un momento los alcanzo. Aprovechando que vine hasta acá, iré por una película que pueda gustarle a mi mamá

— ¿Harán noche de películas?— preguntó Morgana

— La intención es esa, pero no lo sé. Siempre que lo intentamos algo inesperado del trabajo sale y me termino quedando solo, pero tal vez esta noche tenga suerte— contestó levantando los hombros

— Espero que así sea— deseó Morgana con sinceridad

Ambos se separaron y Morgana aprovechó para revisar las películas que había a sus costados. Pensó que aprovechando la visita a la tienda podría rentar algunos títulos para verlos después de clases.

Le gustaban las películas de terror, pero también las de acción y secretamente las de romance, le recordaban a su madre y por eso es que desde su fallecimiento las veía muy pocas veces.

— ¡Morgana, que gusto verte por aquí!— exclamó la voz de Randy detrás de ella— ¿Estás buscando algún título en especial? ¿Te puedo ayudar?

— Oh, hola Randy— saludó la chica— No tengo nada en mente en realidad, solo estoy viendo si alguna me llama la atención

— En ese caso, ¿Me dejarías darte algunas recomendaciones? Después de todo es mi trabajo

Morgana sonrió de manera ligera, le agradaba Randy aunque en algunos momentos tuviera algunos comportamientos que le resultaban algo incómodos.

Randy no era alguien malo a su parecer, solo era alguien demasiado intenso con respecto a sus gustos en el cine, lo cual no es muy bien visto por algunas personas. Aunque eso para Morgana no era nada malo, al contrario, le agradaba ver entusiasmo en los demás, era algo que ella perdió hace un tiempo, por lo que el ver que otros aún lo conservan, de alguna manera la hacía sentirse bien.

La castaña estaba por acceder a la propuesta de Randy, sin embargo Billy apareció frente a ella e interrumpió la conversación.

— Morgana— sonrió Billy— Stu me dijo que me estabas buscando...

— Hola Billy— contestó ella— Oh si, no te apures. Quería preguntarte algo sobre un trabajo, pero ahora que encontré a Randy y no está ocupado, creo que él podría responder mi duda

La sonrisa de Billy desapareció al escuchar a Morgana y la sonrisa en el rostro de Randy se hizo aún más grande. Como si estuviera orgulloso de la respuesta de la chica.

— No tengo problemas en ayudarte...

— Y de nuevo, lo agradezco, pero no hace falta. Además Randy me va a recomendar algunas películas— mencionó Morgana, pero ahora viendo al chico que trabajaba en la tienda— A mi me gusta mucho el terror, pero a Kyle casi no, entonces quiero llevar algunas de terror y otras de suspenso

— ¿Kyle O'Neil? ¿Por qué te importaría lo que a él le gusta?— preguntó Billy con un tono un poco agresivo

— Porque le prometí que veríamos películas en cuanto saliera de trabajar — respondió Morgana con obviedad— Y no quiero que en la noche me despierte porque quiere ir al baño y le da miedo la oscuridad e ir solo

— ¿Kyle es tu novio?— preguntó Randy curioso— No sabía que la chica nueva era novia de O'Neill...

— Ay no, nada que ver— negó Morgana entre risas— Somos amigos. Yo no tengo novio y ni interesada estoy de tener uno

— Bien por ti— sonrió Randy— Puedes seguirme, te recomendaré mis películas favoritas y algunas de las que más se rentan

Morgana se despidió de Billy con una sonrisa y se alejó en compañía de Randy. Ambos parecían ir tan metidos en su conversación, que no parecieron notar como la mirada de Billy se oscurecía al ver a la castaña junto al chico.

— Así que... ¿Te rechazaron por Randy? Eso debió doler— se burló Stu

— Cierra la maldita boca, Stuart— le respondió Billy con seriedad y molestía en su voz

•••

La noche comenzaba a caer en el pueblo de Woodsboro. Randy se había despedido de Morgana una hora atrás cuando la tienda de vídeos amenazaba con cerrar. La chica se encontraba a solas, por lo que aprovechó para visitar la librería que Stu le había mencionado horas atrás.

Por supuesto que el libro de Gale Wheathers era el más vendido, se dijo a si misma Morgana al ver la gran torre de libros e incluso un cartón con la imagen de la reportera.

Morgana desconocía si en aquel libro se hacía mención también del asesinato de su madre. Esperaba que no. Realmente no quería que todo el mundo supiera por los horrores por los que Lisa Callahan había tenido que pasar.

Por los comentarios de Kyle, sabía que en el libro, Gale se encargaba de defender la inocencia de Cotton Weary, incluso de revelar al mundo las infidelidades por parte de Maureen Prescott. Y era justo por eso que Morgana suplicaba porque no hubiera mención alguna de Lisa.

La castaña pagó el libro y salió del local. Encendió un cigarrillo y optó por caminar sin rumbo fijo en lo que daba la hora de salida de Kyle.

Durante su caminata algunos pensamientos relacionados a su madre llegaron a su mente. Lisa había caminado por las mismas calles por las que ahora ella caminaba. Había hablado con muchos de los habitantes del pueblo con los que ella había tendido que hablar...

La nostalgia y las ganas de llorar la invadieron en solo pensar en lo feliz que Lisa había sido y en como ella no había podido estar a su lado.

"Me haces demasiada falta" dijo Morgana mirando al cielo y sosteniendo entre sus dedos el collar que escondía entre sus ropas

El sonido del teléfono sonando interrumpió el momento de sentimentalismo por parte de la castaña. Cosa que agradeció ya que no deseaba ponerse a llorar a la mitad de la calle.

— ¿Si?— preguntó la chica al contestar su teléfono

— Señorita Callahan. Soy Peter Brown, el investigador que contrató por el caso de su madre...

— ¿Qué ocurre? ¿Descubrió algo?

— En efecto. Estuve registrando las finanzas de su madre y comía todos los días en el mismo lugar. Un restaurante llamado "La taberna de Dough"...

Morgana casi se ahoga con el humo del cigarro al escuchar eso.

Ese era el restaurante en donde Kyle trabajaba...

Por lo poco que había hablado con él sobre el tema de los asesinatos, Morgana sabía que Kyle había conocido a su madre y que la había llegado a atender un par de veces. Sin embargo en vista de lo descubierto por el investigador, parecía que Kyle podía conocer a Lisa más de lo que había dicho.

— Además, por las cosas que he investigado, su madre era una mujer bastante atractiva y más de uno estaba interesado en ella— siguió explicando el investigador— Estoy en busca del nombre, pero alguien no se tomó nada bien el rechazo de la señora Lisa...

— ¿Ahora se encuentra en el pueblo?— preguntó Morgana antes de darle otra calada al cigarrillo que había entre sus dedos

— No. Aunque estoy investigando de cerca todo lo que puedo, trato de no pasar las noches en el pueblo para no llamar la atención— respondió el hombre del otro lado de la línea

— Bien. La próxima vez que venga al pueblo y tenga más información, me gustaría que nos reuniéramos— pidió Morgana con seriedad— Con su información y lo que yo he investigado, estoy segura que podremos resolver esto más pronto de lo esperado

— Está bien joven Callahan...

— Y otra cosa. Como se lo comenté me mudé a Woodsboro para investigar más de cerca y para eso tuve que cambiar mi identidad— informó la chica mirando para todos lados. No quería que alguien escuchara eso y tirara todo por la borda— De ahora en adelante me llamarás Morgana Gore. Por lo que he sabido algunas personas si sabían de mi existencia. Mi madre era reservada, pero llegó a mencionar que tenía una hija llamada Hazel...

— Entiendo. No se preocupe señorita Gore, de mi boca jamás saldrá su verdadera identidad— aseguró Peter

— Gracias. ¿Tienes algo más para mi?

— Por el momento nada conciso. Le hablaré en cuanto tenga más información comprobada— dijo Peter

— Bien. Estaremos en contacto. Debo irme— dijo Morgana al visualizar una figura masculina acercarse a ella— Adiós

La llamada se cortó y Morgana se puso en alerta ya que no lograba reconocer la figura masculina que parecía acercarse a ella.

Metió su mano en el bolsillo de su chaqueta y sujetó con fuerza el gas pimienta que su padre le había forzado a cargar cuando se mudó.

— Buenas noches, Morgana— se escuchó la voz

La castaña rodó los ojos y sacó su mano del bolsillo. No era ninguna amenaza. Era solamente Billy Loomis sonriendo en dirección a ella.

— Billy, ¿Qué haces caminando a solas a esta hora?— preguntó Morgana acercándose

— Podría hacerte la misma pregunta. Es peligroso que una chica ande a solas en un pueblo que no conoce...

— Estoy esperando a que el turno de Kyle termine para poder irme con él. Quería fumar un poco y sé que no puedo hacerlo en el restaurante— contestó ella alzando los hombros de manera indiferente— Y no te preocupes por eso de que no conozco el pueblo. Stu me dio un pequeño recorrido hace unas horas y Kyle me estuvo ayudando a adaptarme en los últimos días

— Vaya que te volviste cercana a O'Neil. No llevas ni un mes en el pueblo y parecen inseparables...

— Es un buen amigo. Me ayudó a adaptarme a ser la nueva del pueblo y a terminar de acomodar los muebles de mi casa. Cosa que se agradece porque odio cargar— dijo Morgana mientras encendía otro cigarrillo— Pero no veo porque eso debería ser de tu incumbencia 

— Solo digo que es muy extraño que en tan poco tiempo O'Neil sea tan amigo tuyo. En todos los años que lo he conocido jamás lo vi ser cercano a alguien y de pronto llegas tú y parecen amigos de toda la vida— cuestionaba Billy sin dejar de mirar a Morgana

— Coincidimos en algunas cosas y eso nos hizo volvernos amigos, es todo. Pero de nuevo, eso no es asunto tuyo— le respondió la chica con seriedad— Tal vez necesites buscarte aun pasatiempo, tal vez así dejes de estarte entrometiendo tanto en mi vida

— No me lo tomes a mal. Solo digo que es extraño que O'Neil se volviera tan apegado a ti— dijo Billy fingiendo inocencia— Se sabe que sus pocas amistades están fuera del pueblo y que no son las más apropiadas

— Bueno, ninguno se tomó el tiempo de conocerlo y nadie tiene derecho a juzgarlo sin saber porque es así y porque es tan reservado— contestó Morgana de mal humor, en definitiva no le estaba gustando la actitud de Billy— ¿O acaso tu lo conoces como para hablar de él?

— No está en mis planes hacerlo— negó Billy con seriedad

— Bueno, eso es asunto tuyo. No te voy a intentar convencer de hablarle, pero tampoco voy a permitir que hables mal de él sin conocerlo— dijo Morgana sin dejar su postura seria— Y creo que así como no está en tus planes conocerlo, tampoco creo que esté en mis planes el continuar esta o alguna otra conversación contigo. Así que te agradecería si me dejas disfrutar de mi soledad

Morgana decidió apresurar su paso, aunque eso no pudo ser posible ya que Billy la tomó de la muñeca y la hizo quedar pegada a su pecho.

Ambos se miraron de una manera retadora, ninguno parecía estar dispuesto a ceder en esa batalla de miradas. Morgana era una persona dura y difícil de intimidad, en especial después del homicidio de su madre, por lo que ni siquiera parpadeo.

— ¿Qué demonios haces?— preguntó ella sin dejar de verlo— Suéltame. Nunca te dije que podías tocarme...

Pero Billy no dijo nada.

Simplemente se dedicó a mirarla fijamente. A observar cada detalle del rostro de la castaña frente a ella. La manera en la que sus cejas perfectamente arregladas se curveaban ligeramente para reflejar esa expresión de molestia que había en ella. Como sus labios perfectamente pintados de un tono entre rojizo y vino se mantenían rectos para darle más poder a la molestia.

Pero en especial, a mirar sus ojos...

Ese par de ojos marrones que parecían estarlo retando. Tan profundos y llenos de misterio, pero al mismo tiempo tan hipnotizantes y cargados de algo que Billy aún se debatía sobre lo que intentaba reflejar.

Suspiró, acción que le permitió oler el perfume y el cabello de Morgana, los cuales desprendían un aroma a coco y algunas flores. Algo bastante simple si se lo preguntaban, pero que aún con eso, le generaba una sensación de calma que no comprendía de donde provenía. Era como si el aroma de la chica despertara cosas en él con las que aún no se encontraba familiarizado.

— ¿Qué me estás haciendo, Morgana?— preguntó Billy atrayéndola aún más a él

Morgana no sabía que estaba ocurriendo, pero tampoco le molestaba.

No sentía en lo absoluto nervios o una desesperación por estar mas cerca de él, simplemente se sentía curiosa sobre lo que ocurría con Billy. Le gustaba tener cierto efecto sobre los hombres, disfrutaba jugar con ellos y con su voluntad para saber hasta donde eran capaces de llegar por ella.

Era claro que Billy Loomis no sería una excepción, después de todo tenía que buscar una manera de entretenerse durante su tiempo en el pueblo, ¿No es así?

— No sé de que me estás hablando— le dijo Morgana con inocencia y sin romper el contacto visual— Pero yo podría hacerte la misma pregunta... ¿Qué me estás haciendo, Billy?

Billy le sonrió de manera seductora, cerró los ojos e intentó que el espacio entre ambos desapareciera. Sin embargo, cuando los dos comenzaron a sentir su respiración mezclarse, Morgana le puso una mano en el pecho, deteniendo así el avance del chico, quien al sentir el tacto de la castaña abrió los ojos y la miró con confusión.

La castaña rio para sus adentros. Vaya que manipular a Billy había sido más fácil de lo que había pensado. Una simple frase y unos toques de falsa inocencia habían sido suficientes para hacerlo caer.

— No beso a nadie que esté en una relación. Yo no soy el plato de segunda mesa— dijo Morgana antes de liberarse del agarré de Loomis, quien aún parecía sorprendido por la manera en la que la chica lo había frenado— Y odio las traiciones. Si tú quieres faltar a tu relación con Sydney, no es mi problema. Pero no pretendas que yo sea la otra, porque eso no va a ocurrir

— Eres mejor que ella...

— Puede ser. Pero tú no serías mejor que ella si eliges besarme y yo menos, así que lo mejor será que te vayas— decía Morgana mientras sacaba su celular para ver la hora— Ten una buena noche, Billy

Morgana dio la media vuelta y comenzó  a caminar en dirección al restaurante, dejando a Billy detrás, ansioso de poder volver a estar cerca de ella.

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