❪ ⛓️💥 ❫ 036: Daemon.
FUEGO Y SANGRE
ACTO I: LA PRINCESA DRAGÓN
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CAPÍTULO XXXVI:
Promesas en la noche
VER A LAENA EN BRAZOS DE OTRO HOMBRE resultó ser más difícil de lo que había imaginado. A diferencia de Rhaenyra, Laena optó por no cambiarse de vestido para la fiesta nupcial, lo que comenzaba a molestar a Daemon al notar cómo las miradas de los presentes se posaban con demasiada frecuencia en la piel al descubierto de su esposa. Por ello, al final del banquete, decidió que Laena solo bailaría con él, Laenor y Lord Corlys. Aunque Daemon fuera tachado de un idiota celoso, estaba dispuesto a soportarlo con tal de no entregarla a otros hombres, ni siquiera para un simple baile.
━━Estás a punto de carbonizar al pobre Lord Swan, hermano ━━bromea Viserys, empujando a su hermano con el hombro━━. Es solo un baile.
━━Y mi esposa es simplemente la mujer más hermosa de Poniente ━━espeta Daemon apretando la copa en su mano━━. Tengo todas las razones para sentir celos.
━━Vamos, Daemon. A Laena no le interesa nadie más que tú. No se quitaron los ojos de encima durante toda la ceremonia. Incluso temía que no pudieran pronunciar los votos matrimoniales, tan absortos que estaban el uno en el otro ━━Viserys sonríe a su hermano menor.
Daemon guarda silencio, todavía clavando sus ojos en Lord Swann, fulminándolo con la mirada y transmitiéndole su desaprobación con cada centelleo de sus ojos. Un suspiro de alivio escapa de sus labios cuando Laenor interviene para evitar que un muchacho Lannister, que parece ansioso por solicitar el próximo baile con ella, se adelante, llevándose a su hermana a unirse a él en la pista de baile para la nueva danza.
━━¿Se quedarán en la Fortaleza Roja hasta que terminen todos los preparativos en Dracamar? ━━pregunta Viserys interesado.
Daemon frunce los labios ante la perspectiva de pasar al menos medio año en ese infierno, viendo la desagradable cara de Ser Otto todos los días. Pero Laena quería permanecer en la Fortaleza Roja al menos hasta que Rhaenyra diera a luz. Y el deseo de Daemon de estar cerca de su familia y protegerlos pesaba más que su odio hacia los Hightower. Por supuesto, si pasaba todo su tiempo libre en su nuevo castillo, la renovación sería mucho más rápida. Pero estaba dispuesto a sacrificar su comodidad por la satisfacción de Laena y la seguridad de Rhaenyra y su hijo con Laenor.
━━Sí, Laena y yo nos quedaremos al menos hasta que llegue el momento del alumbramiento de Rhaenyra ━━expresa Daemon con firmeza, mientras su mirada se clava en Alicent, quien permanece erguida contra una pared vestida con su ya característico atuendo verde, y la amargura inunda su lengua━━. No podemos dejar sola a Rhaenyra en el mismo castillo donde la reina Aemma sufrió tantas pérdidas, sin la ayuda ni el cuidado adecuados por parte del Gran Maestre. Mi prima Aemma me castigaría desde el más allá si no protegiera a su única hija ante lo que aconteció a su madre.
━━¡Tú y Rhaenys siempre han sido iguales! Ven peligros y conspiraciones donde no las hay ━━exhala Viserys decepcionado, mirando a Rhaenyra bailando con Lord Strong━━. El maestre dijo que el motivo de tantos abortos fue la juventud de Aemma y la mala salud que heredó de nuestra tía Daella.
«¿Quizá entonces no deberías haberte subido encima de ella cuando sólo tenía trece años, sino dejar que su cuerpo se fortaleciera lo suficiente como para poder tener un hijo?». Daemon quiere arremeter contra él, pero se contiene, no queriendo pelearse con su hermano en su propia boda.
Deja solo a Viserys y se dirige hacia Laenor y Laena mientras la multitud corea «La reina se quitó la sandalia y el rey se quitó la corona». Daemon atraviesa los últimos escalones y se detiene frente a Laena, protegiéndola de la multitud de hombres que extienden sus brazos hacia ella. Daemon lanza una mirada a cada uno de esos necios, acunando a su esposa en brazos con una mano, mientras con la otra acaricia ostentosamente la empuñadura de Hermana Oscura.
━━¡Es hora del encamado! ━━exclama Lord Tyrell ebrio, sin darse cuenta de la seriedad de las intenciones de Daemon.
━━No habrá necesidad de acompañarnos a nuestros aposentos ━━anuncia Daemon en voz alta, mirando fijamente a los ojos de cualquiera que se atreva a dar un paso para acercarse a Laena━━. A menos que alguno de ustedes, caballeros, quiera conocer a Hermana Oscura.
Daemon deja que la espada se deslice suavemente de su vaina para demostrar su determinación. Se oyen suspiros de decepción. Y los de las mujeres son mucho más fuertes que los de los hombres.
━━Ánimo, caballeros. Después de todo, fueron partícipes del encamamiento de su princesa. No se puede tener tanta suerte como para participar en el encamamiento del Príncipe Canalla después de sólo dos lunas ━━bromea Rhaenyra, y el ambiente tenso del lugar se relaja.
Daemon lanza una mirada de agradecimiento a su sobrina. Laena le lanza un beso a su prima. Daemon se vuelve hacia Laena y la carga en brazos, sacándola del Gran Salón entre los gritos y silbidos de la multitud. Sus pies le conducen inequívocamente a los aposentos que se habían reservado especialmente para ellos. Laena le rodea el cuello con los brazos y empieza a besarle la cara.
━━Apenas puedo aguantar, amor mío. Sólo un poco más y te sacaré de este pasillo ━━resopla Daemon.
━━Bueno, los señores y las mujeres tendrán algo para compensar la tristeza de no haberte despedido ━━susurra Laena contra sus labios.
Daemon abre la puerta de los aposentos por tercera vez y la cierra para que nadie pueda interrumpirlos. Deja a Laena en el suelo y se acerca para besarla, pero ella retrocede un paso y sus labios sólo agarran aire. Daemon ve aparecer una sonrisa socarrona en el rostro de su esposa.
━━¿Estás intentando volverme loco? ━━pregunta él, dando un paso hacia ella, pero ella retrocede de nuevo, aún sonriendo.
━━Incluso si es así... ¿Qué vas a hacer? ━━En sus ojos aparece un brillo.
Ella se acerca a él y le pone las manos sobre los hombros. La joven se pone de puntillas y le susurra al oído: ━━Quiero desvestirte.
Daemon quiere agarrarla, llevársela a la cama y follar con ella hasta que se olvide de su nombre. Pero otra parte de él quiere saber a qué juego iba a jugar Laena con él.
━━Dijiste que yo era tu reina ━━El susurro de Laena lanza aire caliente sobre sus labios━━. Y tu reina quiere quitarte toda esta ropa innecesaria.
━━¿Y si no estoy de acuerdo y te arranco yo mismo ese vestido para tomarte aquí y ahora? ━━Daemon pasa la nariz por el cuello de Laena, aspirando su dulce aroma.
━━Entonces me enfadaré mucho. No quieres eso, ¿verdad? ━━Los dedos de Laena se detienen dudosos en los botones de su jubón.
Daemon puede sentir que su miembro se está despertando con la conversación. Así que asiente, dejándola hacer lo que le plazca. Laena tira de él hacia la cama y lo empuja para que se siente, apoyándolo contra el cabecero. Daemon apenas tiene tiempo de quitarse las botas cuando Laena se sienta en su regazo. Lleva la mano a su pecho y retira la tela de su corpiño, dejando al descubierto su pezón endurecido. Daemon quiere acariciarlo y besarlo, pero Laena se lo impide apretándole la mano.
━━Tómate tu tiempo, cariño. Ni siquiera he empezado todavía.
Daemon gruñe decepcionado, pero Laena lo calla con un beso. A Daemon le encantaba besarla. No había ni una pizca de timidez o miedo en ella. Tomaba todo lo que quería de él, deslizándose en su boca, chupando su lengua y mordiendo sus labios furiosamente. Una vez Daemon había conseguido correrse sólo de besarla, tan apasionada era esta increíble chica.
Las manos de Laena desabrochan los botones con destreza y le quita el pesado jubón de terciopelo, tirándolo al suelo. Con las palmas frías, desliza las manos bajo la camisa y masajea suavemente sus tetillas con las yemas de los dedos. Daemon le aprieta fuertemente el trasero por esas caricias inocentes, casi gruñendo por el hecho de que ella estuviera cubierta por tanta tela de más. Laena le desanuda rápidamente la camisa, tirando de ella y enviándola junto al jubón que ya yacía en el suelo. Sus labios encontraron el camino hacia su cuello, haciendo que Daemon echara la cabeza hacia atrás y cerrara los ojos de placer.
«He tenido tantas mujeres cien veces más experimentadas que Laena, pero ninguna capaz de darme tanto placer con un simple roce», se le pasa por la cabeza ese pensamiento, que desaparece de inmediato cuando Laena vuelve a sus labios.
Daemon toma suavemente los tirantes del vestido de Laena, permitiendo que estos se deslizaran hacia abajo, liberando sus pechos con delicadeza. Laena aparta sus labios de los de él para exhalar un suspiro, mientras Daemon acariciaba sus pechos con ternura, dedicando besos y suaves chupadas a sus rosados y brillantes pezones que pedían ser adorados. Laena suelta un gemido prolongado, inclinando su cabeza hacia atrás, mientras Daemon mordía con pasión uno de sus pezones, provocando un gemido de placer de Laena mientras ella aprieta los mechones de su cabello.
━━Cuando te vi con ese vestido quise matar a la costurera que lo hizo y al mismo tiempo recompensarla por vestirte con él ━━admite Daemon, mirando a Laena a los ojos y acariciándole los pezones con los pulgares.
━━Sabía que te gustaría ━━sonrie Laena satisfecha, cerrando los ojos de placer.
━━No sé de dónde he sacado tanta paciencia, porque quería arrancártelo en el acto ━━continua, apretando los tiernos hemisferios con las palmas de sus manos.
Laena se estira para darle un beso, y Daemon busca los cordones de su vestido, deseando sentir su piel desnuda junto a la suya. Sus dedos, temblorosos por la excitación, no obedecían bien, así que simplemente rompe los cordones y le quita el vestido a Laena. Les da la vuelta a ambos y se cierne sobre su mujer. Ahora sólo llevaba los brazaletes que él le había regalado y la tiara, tal como había prometido. El espectáculo era magnífico. Realmente parecía una verdadera reina. Una reina de la belleza y la sensualidad. Una Laena sonrojada, con los labios hinchados por los besos, yacía sobre las almohadas con los brazos y las piernas abiertas. La mirada de Daemon se desliza más abajo, hasta el centro de su feminidad, y el brillo húmedo entre sus muslos le hace suspirar pesadamente. Daemon baja la cabeza y le pasa la punta de su lengua desde el ombligo hasta el cuello, haciendo que el pecho de Laena se eleve continuamente en un intento de tomar aire. Al sentir las manos de Laena en sus pantalones, las aparta y las lleva por detrás de su cabeza.
━━Llevas demasiada ropa ━━dice ella en tono contrariado, quemándole con la mirada.
━━Ya lo arreglaremos luego ━━susurra Daemon, repartiendo besos por su cuerpo.
Daemon, con manos hábiles y expertas, acaricia y besa los contornos de su cuerpo con suaves toques, provocando estremecimientos y suspiros en la platinada. Los pechos de Laena, con sus costillas y su suave estómago, eran un maravilloso lienzo que Daemon recorría con sus labios y su lengua con ansias insaciables. Gradualmente, descendiendo por el cuerpo de ella hasta llegar a su cálido núcleo de deseo, donde el aroma embriagador de su feminidad lo enloquecía. Laena, buscando alivio en su tortura placentera, enredaba sus dedos en el cabello de Daemon con una súplica silenciosa.
El hombre sonríe satisfecho y se hunde en su cálido interior. Sus caricias la llevan al límite de la paciencia, pero Daemon conocía bien la impaciencia y la insaciable sed de placer de aquella mujer. Así que inmediatamente acelera el ritmo de su lasciva danza, saboreando sus gemidos y sus estremecimientos con cada movimiento de su lengua y sus labios. Laena se arquea hacia él, presionando su cuerpo con deseo desenfrenado. Tomando la iniciativa, ella guió las manos de Daemon hacia sus pechos, ansiosa por sentir el fuego de sus caricias en esa zona. Daemon, complaciendo su deseo, los toma con fuerza, acariciando sus pezones mientras su lengua exploraba su sensible clítoris, arrancando gemidos roncos de placer de los labios de Laena.
Daemon, intuyendo su inminente orgasmo, se aparta repentinamente, dejando a Laena gimiendo de frustración y deseo. En un instante, con un gesto ávido y decidido, Daemon se despoja de sus pantalones, revelando su propia urgencia y pasión desatada, listo para consumar su matrimonio.
━━Sólo te dolerá unos instantes, amor mío ━━promete Daemon, colocando la punta contra su entrada lubricada.
Desliza su miembro arriba y abajo por sus tiernos pliegues, excitando aún más a Laena antes de empujar hacia delante, venciendo la resistencia de sus músculos. Laena chilla brevemente, clavándole las uñas en la espalda. Daemon presiona suavemente sus labios contra los de ella, distrayéndola del dolor. Hace un esfuerzo gigantesco para no empezar a embestir salvajemente en la deliciosa estrechez de su esposa, dejando que ella se acostumbre a las nuevas sensaciones. Cuando siente el movimiento apenas perceptible de las caderas de Laena, se deja llevar. Esta primera vez no es cautelosa y suave. No, Daemon cumple su promesa y se introduce en Laena con fuerza y ferocidad, saboreando su calor y la humedad que envuelven su miembro. Las caderas de Laena se contonean, adaptándose a su ritmo frenético. Daemon alcanzó a ver la sonrisa vengativa en sus labios mientras ella tensaba los músculos, apretándolo con tanta fuerza que estuvo a punto de desmayarse de placer.
━━Eres una... ━━exhala, dándole una sonora palmada en su firme trasero.
Laena vuelve a gritar, pero esta vez de placer, y, agarrándolo por el pelo en la nuca, lo atrae hacia ella para darle un beso salvaje, intercalado con mordiscos. Daemon, sintiendo la inminente liberación, echa las piernas de Laena sobre sus hombros y acelera a un ritmo desenfrenado, penetrando a su esposa con fuertes y húmedos chasquidos. Laena no sólo gime, sino que aúlla en la misma nota, poniendo los ojos en blanco por el placer. Al cabo de un par de instantes, Laena vuelve a apretarlo, y un fuerte grito ahogado de placer brota de su garganta, haciendo que Daemon también se corra, derramando su semilla en el vientre en llamas de su esposa. Quiere tumbarse para esperar a que pase la oleada, pero sigue empujando con su miembro aún duro, prolongando el orgasmo de Laena, ya temblorosa por sus embestidas. Laena se retuerce en la cama por última vez y estira los brazos y las piernas agotada, temblando aún de placer. Daemon se retira con cuidado de Laena, observando hipnotizado cómo su semilla, teñida por la sangre de ella, gotea lentamente por sus muslos.
━━Deberíamos decirles a los sirvientes que no nos molesten durante la próxima semana ━━dice Laena en voz baja, estudiando el techo con mirada imperturbable━━. Aunque no será suficiente para saciarte.
Daemon traza con la lengua un camino ancho y húmedo desde uno de los pechos de Laena hasta el otro. Sopla sobre su piel humedecida, haciendo que los pezones de Laena vuelvan a endurecerse de excitación. Un gemido ahogado se escapa de los labios de Laena.
━━Me temo que una vida no es suficiente para saciar mi hambre de ti, alma mía ━━susurra Daemon en su cuello, aspirando su aroma enloquecedor.
━━¿Será siempre así de increíble?
Daemon sonríe ante la inocencia en la voz de Laena, recordando que, a pesar de su edad, era una chica inexperta en el amor. La comprensión de cuántos nuevo placeres puede brindar a su esposa le complace más de lo que esperaba.
━━Cada vez será mejor, nena ━━susurra Daemon, dejándole un breve beso en los labios.
━━No estoy segura de poder soportar tanto placer ━━admite Laena, acurrucándose contra su pecho.
━━Estoy seguro de que estarás bien. Pudiste montar a Vhagar. Seguro que puedes afrontar el mar de placer que te voy a dar el resto de tu vida ━━ríe Daemon, abrazándola con más fuerza.
Laena se libera de su abrazo y se cierne sobre él. A la luz de la luna que entra por la ventana, con una tiara de oro y zafiros, su espesa cabellera del color de la plata, Laena parece una diosa valyria a los ojos de Daemon. Ni siquiera puede creer que él, tan defectuoso y oscuro, con su corazón negro y su alma mancillada, pudiera hacerse con este tesoro. Levanta la mano y pasa los dedos suavemente por la nívea mejilla de Laena. Ella frota con confianza su mano contra la de él, estrechándola con sus delgados dedos.
━━A veces creo que estoy soñando ━━confiesa cerrando los ojos━━, que estoy a punto de despertarme y tú ya no estarás. Que me imaginé todo este amor, nuestra boda e incluso esta noche.
Daemon seca suavemente las lágrimas que caen de las largas pestañas de Laena y le rodea la cara con las palmas de las manos, atrayéndola hacia él. Le da un beso intenso y dominante, convenciéndola de la realidad de lo que está ocurriendo. Laena abre la boca obedientemente y deja entrar su lengua apasionada. Daemon la pone encima de él y baja las manos para apretarle las nalgas. Laena exhala excitada contra sus labios, rompiendo el beso. Daemon la mira directamente a los ojos, acariciándole la espalda desnuda.
━━Esto no es un sueño, alma mía. Tú y yo, nuestro matrimonio y nuestro futuro feliz, son una realidad que nadie puede cambiar. Tendremos nuestro propio castillo, donde tú serás la dueña absoluta. Tendremos otras mil noches llenas de amor y pasión. Y espero que me des muchos hijos que llenen los pasillos de nuestro nuevo hogar con sonoras y felices risas ━━Daemon no aparta la mirada de los ojos llorosos de Laena━━. Quiero una hija que se parezca a ti. Quiero un hijo con tu tierno corazón y tu férrea voluntad.
━━Y yo quiero una hija con tus ojos y la curva arrebatadora de tu boca. Quiero un hijo con tu sonrisa pícara y tu insufrible terquedad ━━dice Laena, dedicándole una suave sonrisa.
━━Y tendremos todo esto, mi amor. Definitivamente haremos felices a tus padres con una horda de nietos, para quienes ya están buscando parejas dignas ━━sonrie Daemon, recordando las conversaciones que había tenido con Rhaenys y Corlys.
━━¿No es un poco pronto para que empiecen a hacer eso? ━━se pregunta Laena.
━━En algo tienen razón ━━añade Daemon con tristeza, mientras pasa sus dedos entre los suaves cabellos de Laena━━. Hemos tenido la suerte de enamorarnos de quienes, además de amor, suponen una alianza favorable para nosotros: al igual que Rhaenyra y Laenor tuvieron suerte. Puede que sus hijos no tengan ese lujo. Y si el cabron de Otto decide ser más empeñoso, nuestros hijos también podrían convertirse en moneda de cambio en el Juego de Tronos.
━━Entonces tendremos que educarlos para que, en lugar de peones, sean ellos los que muevan las piezas del tablero.
━━Por supuesto ━━Daemon baja la mano, pellizcando ligeramente la nalga de su esposa. La sonrisa complice de Laena hace que su miembro se despierte nuevamente━━. Basta de hablar de política, esposa mía. Hoy es nuestra noche de bodas y tenemos muchas otras cosas que hacer.
Laena se entrega silenciosamente a sus caricias, y todos los pensamientos innecesarios salen volando de la cabeza del Príncipe Canalla, dejando espacio solo para el placer.
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