FUEGO Y SANGRE
ACTO I: LA PRINCESA DRAGÓN

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CAPÍTULO XIV:
Triunfo en una pequeña batalla

RHAENYRA LLEVABA ya un minuto parada frente a la puerta del lugar, sin atreverse a llamar y entrar. Se había preparado concienzudamente para esta visita, pero no estaba realmente preparada para ello. Las palabras de Laenor habían encontrado eco dentro de ella. Él tenía toda la razón al reprocharle su indiferencia hacia su propia familia, aunque lo hiciera de manera cortés.

Su mente le decía que los niños de Alicent no eran responsables de los pecados de su madre ni de la insaciable avaricia de su abuelo, quien deseaba ver a su sangre en el Trono de Hierro. Sin embargo, su corazón se negaba obstinadamente a dejar de lado el odio hacia esos «engendros de la ramera verde», como los llamaba Daemon.

Laenor, una presencia silenciosa, permanecía detrás de ella, sin presionarla y permitiéndole reunir fuerzas. Sentía una gratitud infinita hacía él por no haberla dejado sola. Rhaenyra sintió ganas de reírse de sí misma, ella era una jinete de dragón, la que domó a un dragón a los siete años; la heredera del Trono de Hierro. Pero ahora su corazón latía como un pájaro atrapado en una trampa. Temía lo desconocido. Temía la reacción de sus hermanos y hermana, quienes compartían su sangre.

«Controlate, son solo niños», se reprendió mentalmente, mientras ordenaba a los guardias que abrieran la puerta.

━━¡Su Alteza, la princesa Rhaenyra! ━━anuncia el guardia, permitiéndoles entrar en la habitación de los niños.

Las sirvientas y cuidadoras de los niños se levantan rápidamente de sus asientos y se inclinan con reverencia ante la heredera y Laenor. Rhaenyra nota que en la habitación solo están Aegon y Helaena.

━━Bienvenida, Su Alteza ━━saluda una de las sirvientas━━. Mi nombre es Dyana, soy la principal cuidadora de los príncipes y la princesa.

━━Encantada de conocerte, Dyana ━━Rhaenyra asiente━━. ¿Dónde están los príncipes Aemond y Daeron?

━━Aemond está enfermo. El Maestre le ordenó quedarse en la cama ━━responde Aegon con voz ronca, observando a los nuevos visitantes.

━━Y Daeron está con la nodriza, mi princesa ━━responde Dyana.

━━Qué lástima ━━reflexiona Rhaenyra, sin saber qué más decir.

━━Sin duda iremos a visitar al príncipe Aemond para desearle pronta recuperación ━━Laenor viene en su ayuda, acercándose más.

━━Sí, por supuesto ━━Rhaenyra afloja los dedos que tenía apretados y hace que su voz suene segura━━. Dyana, quiero pasar tiempo con mis hermanos. Por favor, puedes dejar ir a tus ayudantes por un rato.

Rhaenyra percibe la duda que cruza por los ojos de la sirvienta. Comprende que su repentino interés resulta sospechoso, por lo que se apresura a tranquilizar a la chica.

━━Por supuesto, puedes quedarte, Dyana. Entiendo que eres responsable del príncipe y la princesa.

━━Por supuesto, mi princesa.

Dyana ordena a las sirvientas que abandonen la habitación de los niños, quedando solo ellos cinco. Rhaenyra aprieta animadamente la mano de Dyana y se acerca lentamente a Aegon y Helaena. El niño los observa con detenimiento, mientras que Helaena parece mirar a través de ellos.

Aegon ya no era un bebé. Rhaenyra recuerda tardíamente que hace poco había sido su séptimo día del nombre. Ella estudia el rostro de su hermano menor, buscando rasgos familiares en él. Había heredado los característicos cabellos plateados y ojos púrpura de los Targaryen, pero en su rostro veía a Alicent. Los mismos ojos y labios, la misma nariz prolija. Por alguna razón, este descubrimiento la entristece.

Aegon frunce el entrecejo y los labios al notar la mirada escrutadora de su hermana. Y con sorpresa, Rhaenyra se da cuenta de que era exactamente esa expresión la que veía en el espejo cuando algo la irrita. Observa más detenidamente y nota que la forma de las cejas de Aegon se asemeja a la de su padre, mientras que el pliegue debajo del mentón, justo debajo del labio inferior, es como el de Daemon.

«Sin embargo, no son solo Hightowers», piensa Rhaenyra con una alegría un tanto desconcertante, mientras dirige su mirada hacia Helaena.

Helaena era completamente diferente a Aegon. En ella, no podía percibir ninguna similitud clara con ningún miembro de la familia. Veía algo indefinidamente familiar en la curva de sus labios delgados y la forma de sus ojos, que eran del mismo tono violeta claro que los ojos de su padre. La niña la miraba sin mucho interés, como si no comprendiera completamente a quién veía frente a ella.

━━Hemos traído regalos, mi príncipe y princesa ━━interrumpe la incómoda quietud Laenor, sentándose en el suelo junto a Rhaenyra.

━━¿Regalos? ━━se anima Aegon, dejando a un lado sus soldaditos y acercándose más a su hermana.

━━Sí ━━responde Rhaenyra, tomando los paquetes de las manos de Laenor y desenrollándolos.

El huevo de Aegon, que tradicionalmente los Targaryen ponen en sus cunas a los recién nacidos, se rompió casi de inmediato. Tan pronto como Aegon aprendió a hablar, le dio un nombre a su dragón. El pequeño dragón dorado recibió el nombre de Fuegosol. El animal aún era demasiado pequeño para soportar el peso de un jinete, aunque fuera pequeño, por lo que, por ahora, su interacción con Aegon se limitaba a aprender órdenes en Valyrio y alimentarlo.

Laenor convenció a Rhaenyra de que un traje adecuado para volar en un dragón, hecho de cuero fino, sería un excelente regalo para el pequeño príncipe. Y cuando Rhaenyra lamentó que llevara mucho tiempo confeccionar dicho regalo, se sorprendió al recibir un paquete con el traje ya listo. En la otra mano, Laenor sostenía una caja hecha de cristal myriense de colores. A través del cristal, Rhaenyra podía ver insectos revoloteando en su interior, sabiendo que era un reflejo del amor de Helaena por ellos, una afición conocida por toda la corte.

━━Fuegosol crecerá lo suficiente como para poder volar con un jinete en su espalda ━━dice Rhaenyra extendiendo el paquete hacia su hermano.

Aegon toma el regalo de las manos de su hermana con escepticismo y lo desempaqueta. El traje incluía pantalones de cuero con refuerzos en el interior de los muslos, la parte que se desgastaba más rápidamente en la ropa debido al roce con la piel de dragón; una chaqueta larga de cuero negro con un bordado en la espalda de un dragón de tres cabezas en rojo, y unas largas botas de cuero que cubrían las piernas hasta la cadera. La piel era elástica y se estiraría lo suficiente, considerando que Aegon era un niño en crecimiento. Además, en el paquete había una pequeña daga de acero valyrio.

«¿Estás seguro de poder confiarle a mi rival, aunque sea un niño, un arma tan peligrosa?», preguntó Rhaenyra a Laenor al ver la daga.

«Debemos hacer todo lo posible para asegurarnos de que en el futuro, Aegon la utilice solo para proteger a su hermana y a la reina», fue la única respuesta de Laenor en ese momento.

━━¿Por qué estás haciendo esto? ━━cuestiona Aegon.

La brusca pregunta de Aegon la saca de sus recuerdos, devolviéndola a la realidad. Ella mira fijamente los serios ojos de su hermano y no sabe qué responder. Sin embargo, no puede quedarse en silencio.

━━¿Honestamente? Ni yo misma lo sé realmente ━━responde ella al niño.

━━El abuelo dice que nos odias, que quieres matarme a mí y a mis hermanos ━━dice Aegon con sinceridad infantil, sin apartar la mirada de su hermana.

Rhaenyra se queda sin palabras. Laenor le entrega discretamente a Helaena una caja de vidrio de colores. Sus ojos se iluminan de alegría cuando descubre dentro una mariposa brillante, un escarabajo negro grande y un largo ciempiés, que inmediatamente se desliza sobre su mano. Rhaenyra apenas puede contener su repulsión al ver cómo esta criatura se desplaza con sus patas por la pálida mano de la niña. Helaena abraza brevemente a su hermana sentada por la cintura.

━━Gracias, princesa ━━pronuncia Helaena con una sonrisa radiante, sin apartar la mirada de sus nuevos "amigos".

━━Solo Rhaenyra ━━corrige ella, pero Helaena ya no presta atención a nadie más en la habitación, completamente concentrada en su regalo.

Rhaenyra dirige su mirada hacia Aegon, quien esperaba una respuesta de ella. Ella comprende que necesita responderle algo y decide dar una respuesta lo más honesta posible.

━━Cuando naciste, pensé que nuestro padre te amaría más que a mí, ya que eras el hijo tan esperado que había buscado. Pero al final, no fue así en absoluto ━━interrumpe Rhaenyra la explicación, apretando los puños━━... En ese entonces, no imaginaba que todo resultaría así ━━continúa Rhaenyra mientras mira a Laenor, quien le hace un gesto de aliento para que sea sincera con su hermano━━. Primero perdí a mi madre, a quien nuestro padre desposeyó para tener un hijo. Después nuestro padre desterró a Daemon, el único que me comprendía en este castillo. Luego perdí a mi mejor amiga, quien me ocultó que se casaría con mi padre. Y cuando naciste tú, querido niño, yo elegí el camino más fácil. No tuve el valor de enfrentarme abiertamente a nuestro padre, a tu madre o a tu abuelo, así que opté por odiarlos. A tí, a Helaena, a Aemond... Fue injusto. Ustedes eran niños que no podían defenderse, en ustedes veía los errores de mi padre, de mi ex mejor amiga y... los míos propios.

Rhaenyra se queda en silencio. Aegon frunce el ceño nuevamente, observando el rostro pálido de su hermana. ━━¿Qué hizo papá con tu mamá? ━━pregunta sin comprender━━ ¿Qué significa despo... desposeyó? ━━El niño aclara el significado de la palabra desconocida.

━━Significa que permitió que un Maestre abriera el vientre de mi madre para sacar a mi hermano de ella ━━responde.

━━La sangre goteaba de las alas del halcón, fluyendo como un arroyo por las garras manchadas del dragón ━━pronuncia melancólicamente Helaena, sin apartar la mirada de una mariposa azul que se ha posado en su dedo━━. El pequeño dragón quedó completamente solo, lamentando en la oscuridad el alma del halcón.

La habitación se llena de un silencio tan denso que Rhaenyra siente que podría tocarlo con la mano. Las palabras de Helaena podrían haber sonado como un murmullo sin sentido si Rhaenyra no hubiera comprendido cada una de ellas.

El halcón era su desdichada madre. Las garras del dragón manchadas de sangre eran su padre, quien hizo una elección entre su esposa y su segundo hijo. Y el pequeño dragón desolado era ella misma. Rhaenyra no sabía por qué Helaena decía esas palabras, pero siente un nudo opresivo en la garganta. El roce de la pequeña y cálida palma de su mano le regresa la compostura.

━━Siento mucho lo de tu mamá. ━━Aegon mira a su hermana con sus ojos redondos, en los cuales Rhaenyra solo ve la inocencia infantil.

━━Gracias, Aegon ━━susurra, apretando la mano de su hermano. Siente cómo el muro de hielo dentro de ella, que ha crecido desde el día de la muerte de su madre, comienza a resquebrajarse━━. Perdóname por ser una hermana terrible.

━━No eres tan terrible como Aemond ━━Aegon hace una mueca━━. Y al menos no caminas por el castillo con escarabajos en los bolsillos y gusanos en las manos como Helaena.

━━Sí, definitivamente se puede admirar el autocontrol de Helaena ━━Sonríe Laenor━━. Incluso a mí me da inquietud ver cómo esas criaturas se arrastran sobre ella.

Rhaenyra se levanta del suelo, sintiendo que ha hecho todo lo que pudo hoy. Aegon se levanta rápidamente y aprieta el regalo en sus manos.

━━Gracias por el regalo, princesa ━━Le agradece Aegon━━. Definitivamente lo usaré en mi primer vuelo sobre Fuegosol.

━━Rhaenyra ━━corrige ella, al igual que había hecho con Helaena antes.

━━Eso me haría muy feliz.

━━Entonces visitaremos al príncipe Aemond. Escuché que le gusta leer, así que le traje una copia de uno de los antiguos manuscritos Valyrios ━━dice Laenor.

━━Sí, una vez que aprendió a leer, no puede apartarse de los libros ━━Aegon resopla━━. Se ha vuelto aún más insoportable de lo que solía ser.

━━El amor por la lectura es algo muy encomiable, querido príncipe ━━Laenor sonríe a Aegon.

━━Siempre y cuando no te convierta en un aburrido cabeza dura ━━Desvía la mirada hacia Rhaenyra━━. No pienses que él será tan agradecido como nosotros o Helaena. Cuando está enfermo, se vuelve aún más insoportable de lo normal.

━━Gracias por advertirlo, Aegon ━━responde Rhaenyra.

━━Haremos nuestro mejor esfuerzo para no arruinar el estado de ánimo de Aemond ━━Laenor guiña un ojo a Aegon, provocando una sonrisa avergonzada en él.

Laenor dirige su mirada hacia Rhaenyra, insinuando su conversación anterior antes de llegar a los niños.

━━Aegon, Helaena, ¿qué les parece unirse a nosotros y a Laenor mañana para navegar brevemente por el mar en el Princesa Dragón? ━━pregunta Rhaenyra a los niños.

━━¿Navegar en el mar en un verdadero barco? ━━Los ojos de Aegon se iluminan de anticipación y luego se apagan como si alguien apagara una vela━━ ¿Pero permitirá mamá que lo hagamos?

━━Convenceremos a su madre, si eso es lo que desean ━━responde Laenor.

━━¡Sí, sí, sí! ━━Aegon salta en el lugar y una amplia sonrisa se forma en su rostro redondo.

━━Entonces nos vemos mañana, Aegon. Adiós, Helaena ━━Rhaenyra se despide, sintiendo cómo el alivio la llena desde adentro.

━━Hasta mañana ━━responden los niños de manera desafinada.

La doncella hace una reverencia y Rhaenyra y Laenor salen de la habitación. Ella coloca la mano sobre su pecho, tratando de calmar su corazón palpitante. Nunca se había sentido tan nerviosa ni siquiera cuando voló por primera vez en el lomo de Syrax.

━━Parece como si hubieras regresado de una ardua batalla ━━se burla Laenor, acomodando un mechón rebelde detrás de su oreja.

━━Se sintió como una batalla ━━reconoce Rhaenyra━━. Una batalla conmigo misma y mis resentimientos.

━━Y la ganaste, mi princesa.

━━No podría haberlo logrado sin ti... Gracias.

Rhaenyra anhela envolver a Laenor entre sus brazos, tal como lo había hecho cuando navegaban a bordo del Princesa Dragón. Sin embargo, la presencia de numerosos guardias a su alrededor le impide dar rienda suelta a ese deseo y se queda inmóvil en su lugar.

━━Sin embargo, nuestra guerra aún no ha concluido, Rhaenyra. Nos aguarda un enfrentamiento con el pequeño Aemond. Me han dicho que su temperamento es sorprendentemente difícil para alguien de tan corta edad ━━le advierte en voz baja Laenor.

━━Seguramente mi carácter tampoco se puede considerar dulce. Creo que podré lidiar con un niño de cuatro años ━━responde Rhaenyra con seguridad y determinación.

Ante su respuesta, Laenor eleva el brazo en un gesto juguetón, simulando amenazar a un enemigo imaginario con su espada. ━━¡Entonces, adelante! ¡Hacia nuevas victorias! ━━exclama con entusiasmo.

Una sonrisa se dibuja en los labios de Rhaenyra mientras contempla a Laenor, pensando en la fortuna que tuvo de que fuera precisamente él quien la encontró en aquella fatídica noche. Mientras estuviesen juntos, ella estaba dispuesta a enfrentarse a cualquier cambio y a escribir su propio destino en esta contienda épica. En ese instante, su amistad y complicidad son un refugio en medio de la tormenta que los rodea.

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